MI AMIGO ME TRAICIONO – 3

Oscar, llamo a la chola y le dijo.

-          A esta pendeja, me la friegas bien, que huele a mierda de cochino, si hace falta le rascas la mugre con arena, la quiero bien blanquita, córtale el pelo que lo tiene todo enredado y seguro que lleno de piojos, después que coma algo y cuando esté preparada me la traes, que le voy hacer un buen trabajito, va a saber cómo nos las gastamos los descendientes de los incas, le voy hacer tantos hijos como oro se llevaron los españoles del carajo.

La mujer, agarrándola de un brazo, la saco a empujones de la habitación, le mando sentarse en una piedra y con unas tijeras, comenzó a cortarle el pelo, dejándole la cabeza casi como una oveja recién trasquilada, Nuria, callada, mostraba en su rostro desesperación por no poder defenderse, al mismo tiempo que lloraba viendo caer al suelo los mechones de su hermoso pelo negro como el azabache.

Una vez que termino de cortarle el pelo, le mando que se metiese en una tina de metal, la roció con agua y enjabono con una pastilla de jabón que utilizaba para lavar los utensilios de la cocina, en un trapo puso un poco de arena del rio y con el mismo, le froto todo el cuerpo, dejándole marcas de las rascaduras, por su espalda, piernas, vientre, cuello, senos, entrepiernas, cuando termino de rascarle todo el cuerpo, vertió sobre ella varios cubos de agua para quitarle el jabón y la arena. Sobre su cuerpo de tez blanca, se notaban las marcas rojizas por donde le había frotado con más intensidad, le dio un trapo para secarse y un plato con la comida, consistente en arroz, trozos escasos de gallina y un plátano hervido, que devoro en pocos minutos, luego le dio uno de sus vestidos y la mando entrar en uno de los cuartos para que durmiese un poco. Antes le dio en un vaso el jarabe que impediría cualquier embarazo, era un licor a base de determinadas hiervas de la selva, que regularmente tomaban las indígenas con el fin de no quedarse embarazadas, su sabor era muy amargo y su color era de un color marrón oscuro con un fuerte olor a alcohol. Ya solo al tomarlo le dieron ganas de vomitar pero recordó lo que le había dicho, que con ello evitaría quedarse preñada, lo que indicaba que la iba a violar.

Se tumbo sobre el jergón que tenia y se quedo medio dormida, no sabía cuánto tiempo había transcurrido hasta que la mujer la despertó y la llevo al cuarto grande, le quito el vestido dejándola desnuda completamente, le mando tumbarse en la cama y con unas correas le ato las manos y los pies a los extremos de la cama, quedando en forma de X, con las piernas bien abiertas. Ella se revolvía tratando de soltarse, pero cuanto más se quejaba, mas bofetadas recibía de la mujer. En eso entro Oscar, se acerco a ella y le dijo.

-          Hola pendeja, se te ve mejor que antes, ya no hueles a cerda, te dije que me gustan los chichis rasurados, y eso es lo que voy hacer personalmente, por eso te atamos para que no te muevas, piensa que te puedo cortar.

Nuria, se revolvía en su postura, cada vez que se acercaba Oscar le escupía en la cara diciéndole.

-          Hijo de puta, te crees que te saldrás con la tuya, te juro que te arrepentirás de todo lo que me has hecho.

-          Huy que miedo me das, gringuita de mierda.

Y acto seguido le dio una bofetada dejándola medio grogui.

Agarro un bote de espuma de afeitar y le esparció por todo el pubis abundante espuma, extendiéndosela con la mano, por las ingles y entre piernas. A continuación, saco de un cajón de la mesa, una navaja barbera, y tras suavizarla en un cuero se dispuso a efectuar el afeitado.

Nuria, al ver la navaja en las manos de Oscar, se quedo paralizada, era capaz de cualquier barbaridad, cerro la boca pero sus ojos no podían dejar llorar. Sintió como pasaba una y otra vez la navaja sobre su pubis, rascando su delicada piel, como al acercarse a sus labios mayores, el metía un dedo en su vagina para estirar un poco más la piel, con suavidad le fue rasurando los labios y el perineo, al terminar le dijo.

-          Qué lindo te he dejado el chichi, Nuria, ahora sí que eres una buena putita limpia y deseosa de que te monte, voy a ver como tienes el clítoris, ¿será necesario afeitarlo?

-          Por favor no me hagas daño hare lo que quieras pero no me mutiles, le dijo Nuria.

-          No te preocupes solamente quiero darle unos besitos, quiero ponerte caliente para que disfrutes como una buena puta.

Con las manos, le abrió la vagina y acercando su cara, comenzó a pasarle la lengua por toda la raja buscando el botón mágico, al encontrarlo ella dio un pequeño grito, el intuyo que le gustaba comenzando a chupar de él como si de un pezón se tratase, tras unos minutos chupando el clítoris comprobó que de su vagina comenzaban a salir unas pequeñas gotas de fluido vaginal, comenzaba a lubricarse naturalmente. Entonces él se saco el pantalón y le dijo.

-          Bueno Nuria, ya estas lo suficiente mojadita para que sepas como es una autentica polla Inca.

Se puso de rodillas ante ella, le levanto un poco las caderas para poder poner sus piernas bajo las mismas y de un solo golpe la penetro.

Nuria dio un grito de dolor, la había desvirgado, al sacar un poco su pene, este salía manchado de sangre virginal, y le dijo riéndose.

-          Que te gusta que te den en el chichi, ya verás como disfrutaras linda putita, siente como crece dentro de ti, como cada vez es más largo y más grueso.

Oscar, se movía como un poseso, penetrándola salvajemente y a cada movimiento era cada vez más rápido, llegando a notar que su pene había alcanzado el cuello del útero haciéndole realmente daño. Nuria lloraba y gritaba de dolor, en ningún momento sintió placer de aquella salvaje penetración, hasta que se desmallo de dolor en el preciso momento que Oscar eyaculaba en el interior de su vagina. Al notar que se había desmallado dijo.

-          Esta puta me va a dar mucho trabajo para que se acostumbre a disfrutar con un buen polvo.

Se desacoplo, se lavo y salió del cuarto diciéndole a la mujer.

-          Déjala dormir, mañana le das la vuelta que le tocara el culo, haber si también se desmalla, tenme preparado el aceite para ponérselo en el culo.

Nuria durmió toda la noche atada, por su vagina, le salía el esperma que Oscar había depositado en su interior, viéndola en esa posición, reflejaba la brutalidad de la violación, con la cabeza rapada, espatarrada en la cama, atada, el cuerpo lleno de marcas de haberla frotado con la arena y su vagina choreando el semen de la violación.

Cuando se despertó, vio que seguía en la misma posición, gritaba desesperadamente para que la soltasen, maldecía a todos los ancestros del país, que consideraba salvajes. La mujer se le acerco y le dijo.

-          Niña, no te quejes, que lo peor todavía no ha llegado, es mejor que te dejes hacer lo que quiere el amo y te ira mejor, ahora te voy a dar la vuelta ya que te toca por la parte de atrás.

Nuria al oír aquellas palabras dio un grito pidiendo piedad, que no la sodomizaran que le romperían el culo.

-          No te preocupes niña, que te voy a poner un poco de aceite para que entre más suavecito y te de mas gustito. Piensa que a las otras chicas no habrán tenido este trato tan delicado, seguro que a estas horas ya todo el personal de las minas se las han cepillado, y estarán cansadas de tener las piernas abiertas, ya te contaran ellas cuando la veas.

La mantuvieron atada boca abajo durante todo el día, cuando llego la hora, la mujer, le desato las piernas pero se las volvió a atar a la altura de las rodillas con unas correas más cortas a los extremos de la cabecera, lo que le obligaba a tener el trasero levantado poniéndole una almohada bajo el vientre, en una palabra en la posición del perrito pero forzada a estar en dicha postura.

Oscar entro en el cuarto y la vio ya dispuesta y dijo.

-          Qué bonito culito tienes Nuria, pero está muy cerradito, tenemos que agrandarlo, ya sabes que mi polla es muy gorda y no cabe por ese agujerito, vamos a ponerle un poquito de aceite para que entre bien.

Se acerco a ella, y poniéndose de rodillas ante su culo, comenzó a echarle un poco de aceite que distribuyo sobre el esfínter, masajeándolo al mismo tiempo que presionaba un dedo sobre el mismo, hasta que entro, luego fueron dos dedos, poniéndole más aceite, precisamente los dedos de Oscar no eran delgados, ya que tenía unas manos regordetas y musculosas, cuando comprobó que ya estaba lo suficiente dilatado, se puso aceite sobre su pene, lo acerco al esfínter y sin ningún miramiento empujo brutalmente su pene hasta que entro en el ano de Nuria. Ella dio un grito de dolor y tal fue que asusto a una bandada de papagayos que salieron volando, su rostro se lleno de lagrimas, el dolor que sintió era como si le hubiesen metido un hierro al rojo en el culo, cuando empezó a sacarlo, Oscar noto que unos hilillos de sangre manchaban su pene y le dijo a Nuria.

-          Sabes una cosa puta, te he roto el culo al igual que ayer te rompí el virgo, has aprobado la prueba de ser una buena puta, ya no eres virgen, de todas maneras me vas a dar a ganar muchos dólares.

Mientras decía esto, Oscar metía y sacaba del culo de Nuria su pene, grande y gordo, manchado de sangre, cada vez empujaba con más fuerza, quería que sintiese en su culo su enorme pene que crecía en su interior a cada momento. Nuria del dolor clavaba sus dedos en aquel colchón sucio, por su mente pasaban imágenes de su Barcelona natal yendo de paseo con sus amigos a fiestas, sus ojos no dejaban de derramar lagrimas de dolor y rabia, con deseos de venganza. Cuando Oscar saco del culo de Nuria su pene, ya flácido después de haberse corrido en su interior, hilos de semen mezclados con sangre resbalaban por las piernas de Nuria.

Al salir del cuarto, Oscar le dijo a la mujer.

-          Chola a este le rompí el culo está sangrando, ponle uno de esos remedios que tienes para que se le cure, no quiero que se infecte y perder dinero.

-          Si amo, ahorita le pongo el remedio, no se preocupe, pero en unos días no podrá cagar ni Ud. metérsela por detrás.

-          No te preocupes mientras pueda metérsela por delante, no tengo problemas, tiene que acostumbrarse a mi polla y pedirme que se la meta, que le gusta.

La mujer entro en el cuarto, y viendo como le había dejado el culo le dijo.

-          Niña, no te preocupes, te voy a poner un remedio y en unos días ya te podrás sentar.

En la misma posición que estaba, la mujer, le aplico una pasta, por el exterior y metiendo un dedo le unto interiormente toda la zona que le había roto, Nuria sintió en un principio un fuerte escozor, seguido de calor en la zona, para terminar con una frescura como si le pusiesen unos cubos de hielo. La desato y le indico que se quedase tumbada lateralmente. Nuria no dejaba de llorar, verse en aquel lugar, en medio de la selva de Perú, tumbada en un camastro sucio, desnuda, el haber sido violada anal y vaginalmente su mente se llenaba de imágenes de venganza.

CONTINUARA.