MI AMIGO ME TRAICIONO – 7

Tanto Nuria, como Zoila y Rosa, habían permanecido bajo el cautiverio de Oscar durante tres años, habían sido sometidas a las más bajas humillaciones que una mujer podía sufrir, a ser sodomizada involuntariamente, violada, convertida en prostituta para el disfrute carnal de personas en condiciones insalubres, explotadas sexualmente para el enriquecimiento de unos depravados, de los cuales ya tenían a su cabecilla y el resto iría cayendo poco a poco.

Desde que Oscar había recibido el arnés, habían pasado 6 meses, todos los días era violado por las tres chicas, ya que aun no había pedido que fuese poseído por propia voluntad, no había aceptado de que ahora era una esclava, como se lo habían indicado. Y mientras eso no ocurriese sería sometido y azotado diariamente.

Un día apareció por el campamento el muchacho al que Rosa había hecho creer que se había enamorado de él, pero su aparición no le causo sorpresa, cuando llego se dirigió a ella y le dijo.

-          Niña Rosa, ya no puedo estar contigo, mi pene se encogió y casi no lo encuentro para orinar, tengo que sacarme el pantalón para hacerlo, y orinar agachado como vosotras, tu sabes lo que me pasa?

-          Si, Gustavo, se encogió porque yo lo quise, soy medio bruja, y te hice un conjuro para que lo tuvieses como un clítoris grande, y si no me obedeces te pasara lo que le paso al Sr Oscar, quieres verlo?

-          Fíjate bien como esta, que te podrá pasar lo mismo.

Gustavo, al ver a Oscar, atado, desnudo de cintura para abajo que no tenia pene ni testículos y en aquel momento le estaba sodomizando Zoila y el no daba signos de placer. Quiso escapar, pero Nuria lo retuvo dándole con un palo en la cabeza dejándolo medio grogui.

Al despertar, se encontró también atado y semi desnudo, pidió y suplico que no le hicieran un conjuro, que obedecería en todo lo que le mandasen.

Entonces Nuria le dijo.

-          Tu nos vas a llevar a puerto Maldonado a la policía, para entregar a Oscar a las autoridades, le vamos a decir que nos secuestro y nos obligaba a ejercer la prostitución en los campos mineros y tú serás testigo, pero mientras Oscar no nos pida que quiere le den por el culo, que diga que le gusta y quiere ser poseído en todo momento, permanecerá aquí y si tarda en pedirlo, a ti te pasara lo mismo y te acusaremos de habernos violado varias veces, además, todo el oro que conseguiste nos lo darás como pago de nuestros servicios

-          Además, te aremos un conjuro para que te crezcan las tetas y serás una puta con tetas pero sin chichi lo que significara que te la meterán por el culo.

El muchacho, se asusto de tal manera viéndose en un futuro como Oscar que les dijo.

-          Yo haré lo que me pidan, les daré mi oro que lo tengo guardado en el bosque y convenceré al Sr Oscar para que les pida que quiere que se la metan por el culo.

-          Eso esperamos, cuanto antes lo consigas antes saldremos de este infierno, le dijo Nuria, dejándolo solo con Oscar.

Cuando estuvieron solos, Gustavo le dijo a Oscar:

-          Sr. Oscar, tiene que obedecer a las Srtas. Si no le harán mucho daño y a mí también, porque no les dice que le gusta que le den por la cola?

-          Si le digo que me gusta, dejaran de darme por la cola pero es que en realidad me gusta, desde que me cortaron el pene por culpa de los candirus, es la única manera de que siento placer, me gusta que me la metan por la cola, me siento satisfecha. Cuando este libre, me iré a Miami, para que me operen y me conviertan en una mujer, me pongas unas tetas grandes y si pueden una vagina, ahora sé que las mujeres pueden tener muchos orgasmos y me gusta, como tengo bastante plata, oro, escondida con eso pagare mi operación. Pero tú no le digas nada a ellas, sé que no podrán salir de la selva.

Por la noche, cuando fueron a darle a Oscar su ración de sexo, el seguía sin admitir que le gustaba, Gustavo, les conto la conversación que había tenido con el informándole que no lo decía pues si aceptaba su condición de pasivo, dejarían de sodomizarlo y a él le gustaba ser sodomizado, que cuando se escapase se iría a Miami para operarse y convertirse en mujer.

Ante la confesión de Oscar a Gustavo, optaron por suprimir las violaciones, tal vez, se le presentase el mono de sexo, y pidiese ser nuevamente violado, tratarían de drogarlo para que les dijese donde tenía el oro escondido, lo irían a buscar y luego lo entregarían a las autoridades para su enjuiciamiento.

Desde esa fecha, dejaron de sodomizarlo, el comenzó a extrañar, el cambio de actitud de las chicas, no obstante se mantenía en sus trece. Tras pasar 3 meses sin ser penetrado un día al pasar Nuria por su lado y tras darle unos azotes con la fusta él le dijo.

-          Ama Nuria, ya no te gusto? Hace tiempo que no me penetras?

-          No, ya no me gustas, voy a empezar con Gustavo, es más joven, tiene un clítoris-pene que puedo mamar bien, a ti te voy a mandar al rio, estoy buscando un sitio donde estén las pirañas.

-          Pero Ama, no puedes hacerme eso, yo te estoy obedeciendo en todo lo que me pides?

-          No Oscar, en todo no, todavía no me has dicho si te gusta que te la metan por la cola.

-          Ama por favor no me lleve al rio, claro que me gusta que me la metan por la cola, siento mucho placer, por favor mira mi cola, está abierta esperando que tu, Zoila y Rosa me la metan, me gusta mucho, no puedo estar más tiempo sin ser sodomizada.

-          Y porque no lo dijiste antes?

-          Porque si lo decía dejarían de sodomizarme y ama me gusta que me la metan por la cola, (todas esas palabras las decía llorando, pidiendo por favor que la sodomizaran).

-          Déjame pensar lo que voy hacer, ya te enteraras.

Aquella noche Oscar no pudo dormir, permanecía atado, al poste que se encontraba en el medio del campamento, pensando que tal vez sería su última noche antes de terminar en el rio en las fauces de las pirañas.

Nuria, le comento a Zoila y a Rosa, la conversación con Oscar, y que había demostrado que tenía miedo a terminar siendo el almuerzo de las pirañas, que no había dado el brazo a torcer diciendo que le gustaba ser sodomizado para que lo sodomizaran constantemente, pensaba que si lo admitía le suprimirían su placer.

Era el momento de drogarlo para sonsacarle donde tenía escondido el oro que había cobrado por los servicios de las tres y de otras que no habían tenido la misma fortuna que ellas y si habían desaparecido en la selva.

Al día siguiente, cuando Nuria se le acerco, Oscar inmediatamente se puso en posición de recibir el falo de plástico, pidiéndole a Nuria con la mirada de que estaba receptiva para lo que quisiera hacerle. Nuria le azoto varias veces con la fusta, dejándole las señales de la misma en sus glúteos diciéndole.

-          No, puta, hoy no tengo ganas de tu culo, creo que es una buena carnada para las pirañas.

Esas palabras, retumbaron en la mente de Oscar, viéndose en el rio devorado por los pequeños peces carnívoros.

-          Por favor ama Nuria, no me haga eso, le prometo que seré una buena chica y hare todo lo que me pida.

-          Bueno, pues lo primero, dime donde tienes escondido el oro que cobraste por nosotras y por la que nos precedieron. Te doy de plazo hasta mañana, piénsalo.

Durante todo el día, permaneció atado al poste, pensando que no se lo diría, que aun tenía las posibilidades de escapar, aquella noche tampoco pudo dormir.

Al día siguiente, Nuria se volvió a acercar a él con la intención de que le dijese algo, pero no consiguió que soltase prenda. Tras darle con la fusta varios azotes en las nalgas, le dijo.

-          Si a lo largo de día, no me dices nada, ya sabes que será tu última noche, mañana las pirañas se darán un buen banquete.

Se alejo de él, pero siempre pendiente de que le llamase.

En la comida que le dieron, habían puesto el extracto de una raíces que le harían dormir y que durante su sueño, le podrían preguntar lo que quisiesen que el contestaría a todo sin enterarse de lo que decía, era como un suero de la verdad.

A media tarde, Oscar entro en un sopor profundo, tumbado sobre el suelo, las tres se acercaron a él y le preguntaron.

-          Dime, Oscar, porque nos secuestraste.

-          Los gerentes de las minas, me pedían desde hace años, mujeres jóvenes para los mineros, las querían blanquitas, no como las cholas de la región, me pagaban por cada blanquita una buena cantidad de dólares en oro, ellos serian los primeros en probarlas y me daría el 50% de lo que le cobraba a los mineros.

-          Cuantas chicas has traído secuestradas. Y donde están ahora.

-          En total han sido 10, algunas murieron al quedar embarazadas, otras fueron compradas por los mineros y otras escaparon por la selva y no las encontraron.

-          Donde tienes escondido el dinero que cobraste.

-          Tras pasar el segundo recodo del rio, a 50 metros hay un riachuelo que proviene de una cascada, al pie de la cascada, hay una piedra negra redonda, debajo de ella está

-           mi dinero.

Ya sabían dónde estaba el dinero, al día siguiente, Gustavo las llevaría al lugar, tras dejar atado y bien atado a Oscar. La dosis que le dieron lo mantendría dormido 48 horas, tiempo suficiente para buscar el dinero y regresar. Gustavo, había sido testigo de la confesión de Oscar y con su testimonio terminaría con sus huesos siendo la puta de la cárcel.

A la mañana siguiente, los cuatro salieron con destino a la búsqueda del dinero, tras cuatro horas por el rio y tras llegar al segundo recodo, dejaron la lancha, internándose a la búsqueda de la cascada, al llegar a ella, buscaron al pie de la misma la piedra negra que les había dicho, la levantaron y encontraron una mochila la abrieron y en su interior había unas diez bolsas llenas de pepitas de oro, aproximadamente cada bolsa pesaría unos 5 kilos, lo que supondría aproximadamente unos 50 kilos que una vez fundido quedaría en unos 45 kilos de oro, lo repartieron en varias bolsas y regresaron al campamento.

Oscar seguía durmiendo. Escondieron el oro y se dispusieron a descansar, al día siguiente partirían para Puerto Maldonado.

Cuando se despertaron, fueron hacia Oscar y lo despertaron, obligándole a seguirlas atado al cuello una cuerda y con las manos sujetas a la espalda.

-          Por favor ama Nuria, no me tire al rio, haré lo que me pida.

-          Te di la opción de que me dijeses lo que quería saber y la perdiste, ahora ha llegado tu hora.

Al llegar a Puerto Maldonado, fueron directamente a la policía, y le contaron toda la historia, Gustavo testifico que todo era cierto, que las había secuestrado y obligado a ejercer la prostitución en complicidad con los gerentes de las minas, los cuales también fueron detenidos. Tras ingresar en el Hospital para un reconocimiento médico fueron enviadas a Lima.

A Gustavo, le indicaron que tenía que tomar un jarabe preparado por Nuria que le haría crecer nuevamente su pene al tamaño anterior y que si se excedía le crecería como el de un caballo.

El Dinero se lo repartieron entre las tres a partes iguales, Nuria las invito a visitar Barcelona cuando quisieran.

Oscar fue condenado a 30 años de cárcel por secuestro y proxeneta, y asesinato, trato de personas, fue ingresado en una prisión de alta seguridad comunicando a la población reclusa que tenían un nuevo agujero donde meter el pito, que le gustaba tener su cola ocupada. Se convirtió en la puta de la cárcel.