Zamarra, zorra y puta, lo soy y mi coño lo disfruta. Cuatro tíos me quisieron penetrar, dos a la mierda se fueron y los otros una polla se comieron.

Los niños quieren saber de donde vienen y su madre se inventa una absurda historia, una cigüeña psicópata que deja caer a niños a 50 metros de altura y en Paris se folla pero no como para tener tanto bebé. Los niños gilipollas todo se lo creen y no comprenden la visión romántica de hacerles creer lo que queremos y lo que implica en la tradición ese rol, la madre contenta de educar correctamente a sus hijos se encierra en el lavabo con un consolador mientras papá se divierte con su secretaria, que por cierto es amiga mía. Llego a casa con una minifalda, un ojo morado y olor a vomito, son las ocho de la mañana y de casa te echan por puta, por barata, por fácil, por defenderte, por guarra, por sucia. Por ser tu misma.

Deseo morir cada vez que veo como el sistema patriarcal a hundido totalmente a mi abuela, como acaba con mi madre y como yo soy la única que comprende la situación. Amazonas belicosas os invocó, que las invasiones indoeuropeas cesen y el mediterráneo dejen limpio, que acaben los cuentos griegos que humillar solo saben y que de una vez sea capaz de amputar este pecho derecho para tensar bien un arco y aun así ser tan bella como Armonía nuestra madre.

Babeó por un tío que me escribe y me explica "No quiero nada serio en estos momentos, tal vez sea un cabron pero es mi manera de pensar, lo siento si te ha jodido". Yo solo le dije si quería algo más serio conmigo para poder enrollarme con otros o no. Es un cielo y ahora me da pena abrirme para otros. Como dice X-tina, "ser la amante es lo mejor", aunque a veces no me gusta pensar en más gente que él y yo. Tal vez el patriarcado me este consumiendo.

Salgo de noche medio desnuda, en la esquina veo a mi padre con Lola, una puta. Un tío me toca el culo y le respondo rompiéndole una botella en la cabeza. Veo a Juanjo y me falta tiempo para besarle como una desesperada y meterle mano hasta el colon. Tengo miedo de que estropee mi vestido con su ropa, con su tacto. Clasista de mierda, es sexo. Parece que nos falta tiempo, entramos corriendo en el lavabo y en el suelo, a los ojos de cualquiera, follamos como locos, follamos como desesperados. Arriba y abajo, más deprisa y sin contemplaciones, si el condón se rompe a la mierda, si me duelen las piernas que se jodan pues el placer con dolor es doble y éxtasis máximo. Tan violento que sangro, tan vergonzoso que nadie entra al lavabo, tan romántico que Marylin suena en los altavoces. Gemimos, lloramos, reímos. Cambiamos de posición intentando que su polla no salga de mi cuerpo, ahora él penetra con total autonomía, lo que se hace por un Adonis, por un Teseo, por un Narciso. De la punta a la base, su polla en mi coño, dentro y fuera chillar es nada y gritar lo mismo. Si parezco vulgar es por que él lo es. Por que su leche toco mi boca y su esencia esta en mi cuerpo.

Explico todo a mis amigas, ¿por qué las mujeres no callan? Adolescentes vírgenes, frígidas perdidas, pueriles damas. Tamaño, grosor y dolor, solo eso les importa. ¡Joder!

Fue sexo.

Una chica se acerca a mí. La veo y aprieto la mano de mi polvo. Ya en la disco, cansada, sudada y corrida mil veces por mi cuerpo, esa chica me pega un puñetazo. No me rebajo a su nivel, que sea mi polvo quien pelee por mí. Las nenas que no saben jugar no me interesan, las nenas reprimidas me lo sudan, las nenas que viven en el pasado deberían comerse un cazo de mierda, pues una polla seguro que no. Recuerdo mis clases de latín y griego, a mi profesor salido y su manera de incitar al amor libre y las costumbres libertinas grecolatinas. Ego putam, pues sí, por que para algo tengo cabeza.

Vomito por gula y dos pastillas. El alcohol sobrepasa mis pechos y me comen el coño. no averiguo quien hasta que bajo la vista y él alza su lengua. Se confiesa enamorado y desesperado de mi cuerpo y sus pasiones, le dejo que diga lo que quiera mientras termine el sexo oral. Mejor amantes, amigos con derecho, el roce hace el cariño, a amargados novios de libertades coartadas. Aunque en realidad quiera saber que siente por mí. Beso sus labios y vulgar seré toda la noche o toda la vida, pues quien sabe cuanto estaré viva o si sus labios se despegaran alguna vez de los míos. Salgo del coche, ¿de quien es? Miro la matricula M no sé que. Más desnuda que vestida, ahora que antes doy tres pasos y encuentro a mi polvo con su novia rozándose. La envidia para nada pues con la inocente pregunta "¿llevas calamares", un nuevo rollo, un nuevo rocé, nada de polvo. Coge sus dedos y sobre un coche me masturba, como loco busca las llaves de su coche, puede que las cogiera y se encuentren allí.

Y mis bragas, ¿dónde están? Mi masturbación se aleja con ellas y mientras la novia de mi polvo se acerca a saludar a las pasjuatas de sus amigas, aprovecho para huir con él. Aunque parece que el sexo oral entre los dos desaparece, nada más lejos de la realidad y volvemos al lío.

-Dame tus calzoncillos.

-Como quieras.

Me quedan grandes, son anchos, echo de menos a su polla, ella los llena, ella me llena.

Mi honor y mi honra en altas cotas se estiman. Los tiempos de los católicos han pasado, paganos al poder y nuevos los términos y conceptos. Defender sus ideas es honra y honor. Laurencia acaba con el comendador, Frondoso venga a tu esposa. Isabela que tan solo el hombre que tu deseas te posea y dejad en paz a Romeo y Julieta.

Entro en un sex-shop, echo un par de monedas y en una cabina contemplo a dos conejos encarnados en maquinas del sexo humanas. Nada de relajamiento, sólo sexo duro y el romanticismo, aunque pasado, al principio y de la manera más cutre posible.

X-tina esta borracha, tanto o más que yo. La acompaño a casa pasando por una tienda abierta 24 horas. Cogemos chupa chups, cogemos más alcohol, tabaco y robamos lo que podemos. Todo 8’25 euros, no llevamos nada, sólo un par de euros. Entramos en una de esas cosas que hacen fotos, nos quitamos la parte de arriba y salimos de la tienda sin las fotos. X-tina homo fóbica me besa y aunque disfruto la aparto de mi lado, no quiero que mañana piense que la viole. No quiero tenerla a mi lado, le cojo su maría y a ella dejo en casa. Cuatro señoritas me encuentro bebiendo champagne sobre cubos de basura, cuatro putas, mis amigas y sus sexos. A veces calculo el dinero que cuesto. Un par de cabras y tal vez un camello, unos pesos o una botella de vodka. Mi peso en oro o mi sexualidad en diamantes, prefiero lo segundo pues adoro ver mis costillas y mis clavículas son hermosas, diamantes sobre ellas, fabuloso y divertido destino.

Es tarde, temprano según se mire. Los lazos que me unen, que me atan, llaman a mi puerta, llaman a mi corazón, me obligan a asistir. Llego a casa, apesto a todo. Me gritan se enfurecen, río a carcajadas. Que os jodan, que os jodan, me largo. Voy a la calle, voy donde me quieren, tal vez no pero al menos lo admiten, voy a mi hogar. Los yugos que aprisionaban mi alma se desatan y por primera vez soy libre. A la puta escarlata pongo por testigo que me abriré de piernas y cerrare mi corazón, que la mierda me importara mas que mi familia, que mi madre, mi padre, mis hermanos, primos y tíos, pues soy persona y aunque deshonrada dichosa por ser individual y no ganado.

Onírico e imbécil, yo.