Osito de peluche

Podía mirar directamente al sol, su luz no dañaba los ojos de Lara, el cielo era gris y olor a semen inundaba el ambiente, acabo de recordar que estaba dentro de un sex-shop y que la luz provenía de bombillas fluorescentes.

Cogió un vibrador de 20 centímetros, rojo y con tres velocidades, se quedo ojeando una revista y le entrego un billete de 50 al dependiente que era un tío de unos 25 años, gafas de montura gruesa, sin peinar y ropa ancha.

-Que te diviertas –le dijo el chico al meterle la polla electrica en una bolsa. Lara tardo un momento en reaccionar, estaba medio hipnotizada contemplado un juego de productos sadomasoquistas en rebajas.

-Para eso me lo compro –le contesto a la vez que metía la revista en la bolsa y salía de la tienda.

Sin tiempo a que volviera la esquina se cruzo de bruces con Joan.

-¿A dónde vas con tantas prisas?

-A casa.

-¿Qué llevas en la bolsa? –le pregunto mirando intensamente la bolsa donde llevaba el vibrador.

-Un peluche, para que me haga compañía –dijo mientras sonreía inocentemente, al tiempo que se daba cuenta que apretaba firmemente la bolsa entre sus pechos.

-Pues podrías hacerle compañía a mi peluche.

-Creo que ya tiene bastante compañía, una a la derecha y otra a la izquierda.

Cándida y virginal

-¿Y que te dijo Pedro? –le pregunto Verónica a Isa nada más verse.

-Que le parecía genial, él pasa de salir con guarras y le demostré que yo no lo era.

-Es que cualquier tía que haga eso es una guarra o una puta.

-A mi me gusta cuando el me lo hace, me mete los dedos por debajo del vestido y sabe perfectamente donde tocar, es un don natural.

-¿Y donde te toca?

-Pues por encima del muslo, junto la entrepierna.

-Me imagino la tía que lo haga sola y me dan ganas de vomitar.

Cuando Lara oyó esa parte de la conversación se puso como una moto, no por que Isa y Vero le atrajeran de algún modo, sino por que no podía consentir que dos chicas de 17 años que vivían en el siglo XXI soltaran tales barbaridades, deshonrando la memoria de todas las mujeres que murieron por declarar que su sexo es suyo.

Lara fue directa a ellas, tiro la cazadora que llevaba al suelo y antes de darle un bofetón a Isa, Anais y Nicole la pararon.

Hommes, guys, chicos

Nicole y Ángel se encontraban solos, en casa de él.

-¿Puedo hacerte una pregunta? –le dijo Nicole.

-Claro –le respondió con gran cautela. Podría ser una de esas preguntas con doble sentido o de esas en las que respondas lo que respondas acabarás en problemas, ese tipo de preguntas que tanto gustan a las mujeres. Podía serlo, o no.

-¿Con cuanta frecuencia te masturbas? –lo era.

A diferencia de las mujeres, a los hombres no les importa tanto hablar de esos asuntos.

-Te importara a ti mucho.

-Simple curiosidad morbosa gilipollas –Nicole cogió su bolso y se marcho.

¿El tamaño importa?

-Yo quiero un cucurucho de fresa y menta, de los de 90 céntimos. No te pongas en plan melodramático, Joan no deja de mandarme indirectas sobre el sexo y estoy segura de que si fuera a por él para echar un polvo se echaba atrás.

-Lara, no me pongo melodramática pero es frustrante que os toquen el culo a las 2 y conmigo nadie intente nada en la disco.

-Eres la perfecta victima de un intento de violación, no me seas cría.

-No soy cría, pero creo que es por que tengo mucho culo –dijo Anais tocándose por encima de la falda.

-Eso son tonterías, cuanta más carne mejor para tocar.

-¿Tú crees?

-La de veces que me a dado cosa no tener culo, por que tía no tengo culo.

-No sé. Yo otro cucurucho de vainilla y que sea ¿grande?

Cómo un burro

Las tres estaban jadeando, algo sudadas y tiradas encima de la cama de Lara. Anais mando a paseo un monigote verde que había en ella mientras Nicole se quitaba la chaqueta y Lara se levantaba para cerrar con un sonoro portazo. Se apoyo en la puerta y poco a poco se fue resbalando hasta sentarse en el suelo.

-Al menos es insistente.

-Es un pesado –sentencio Lara.

-Bueno, tener un admirador no es tan malo.

-Tampoco es tan malo tener un acosador –y rieron Nicole cómo Anais.

-Si, si, reíros pero ya me gustaría a mi que estuvierais alguna de las dos en mi situación que entonces ya veríais que mal se pasa.

-Mujer tampoco es para tanto.

-Sólo es un chaval de 15 años al que le gustas.

-Sólo es un chaval de 15 años con las hormonas revolucionadas que quiere meterme mano y no me deja en paz.

-Al menos lleva flores aunque sea insistente.

-Insistente y terco cómo un burro.

Sol de medianoche

Anais estaba completamente borracha, había tragado tierra y agua salada. Le estaba dando la puta noche a todo el mundo. Nicole se quedo con su nuevo amigo Antonio, el que por el tamaño del bulto de su bañador tenía un buen miembro, mientras que Lara y Delia llevaban a Anais a las duchas a darle un baño y luego a la caseta de protección civil.

Las 3 estaban con tierra hasta los ojos, un mal sabor de boca y eclipsadas por un tonto que jugaba con la linterna en medio de la noche. Una voz conocida soltó una risotada y al girar la cara Lara reconoció a Joan y a Adela, los dos estaban juntos y ella acababa de pellizcarle un pezón aunque llevara la camiseta puesta.

-Tía, ayúdame a sujetarla que se me cae.

-Si, si, perdona, no se en que podía estar pensando.

Les garçons

La saco, le soplo y la volvió a meter. Esa cinta estaba ya harta de vivir, de ser sobada por manos pringosas y ya apenas se veía nada pero para contentar a un grupito de niños cachondos y con ganas de hacerse unas pajas era más que suficiente, ¡para que querían más!

-Anda que no esta buena ni nada la rubia.

-Este fin de semana tengo que conseguir que una tía me la chupe, tengo ya unas ganas –dijo Joan a sus amigos.

-Si quieres te puedo dejar al perro –le respondió Raúl.

-Cómo te gusta ¡eh!

-En un momento de necesidad cualquiera le dice que no con esa lengua tan larga colgándole de la boca.

-No serás tan guarro tío.

-¿Y por que no?

Boca cerrada

-Venga tía, que más da. No nos dejes así.

-Que no tengo yo ganas de seguir hablando de eso. ¿De que estábamos hablando antes?

-Pues de que Luis no deja de mandarte mensajes, que quiere quedar contigo y que tal vez sea para recordar tiempos pasados que cómo dice la canción siempre fueron mejor.

-Pues ya esta.

-Y entonces larga y gorda ¿no?

-¡¡¡Puff!!! Para ya o me voy.

-Vale, vale, dejo ya el tema.

-Es que todos los tíos son más raros.

-Vamos que tenía 3 huevos.

-Tía para ya que no voy a hablar de la polla de Ramón.

-Como quieras pero ¿se la chupaste?

-Quita, que voy yo a chuparle a ese.

San Inocencio

-Me la voy a tirar esta noche –le dijo José a Miguel, su compañero de trabajo.

-Ya era hora por que hay que tener huevos para estar casi un año sin tocar a la novia, por muy 17 años que se tengan.

-Es que tío compréndelo, yo tengo 24 y paso de tener problemas.

-¿Y qué? Tú sigues teniendo 24 y ella 17.

-Ya, pero de esta noche no pasa.

-¿Y cómo lo vas a hacer?

-Le voy a decir que o lo hacemos o la dejo.

Al oír eso Miguel pensó que si la novia de su amigo era tan tonta como para hacer caso de esa absurda amenaza es que eran el uno para el otro.