El ron cubre todo mi cuerpo, se desliza suavemente desde mis labios hasta mis pies, quema mi garganta y no quiero ni intentar evitarlo. De fondo escucho una canción machacona y repetitiva, me masturbo sobre el frío suelo de losas multicolor y espero a que me llames para la acción. Quiero chuparte los dedos de los pies, quiero subir por tus rodillas, lamer toda tu entrepierna y que me perfores lentamente. Quizás sea el alcohol, quizás sean mis ganas locas y tu predisposición natural, sólo sé que estoy tan cachonda que no me importa la ventana abierta ni mis compañeras al otro lado de la puerta. Quiero darte placer y que me lleves hasta el cielo. Lo siento todo multiplicado y en mi interior estoy cociendo algo que me esta haciendo mucho daño pero nada importa si estoy a tu lado, si me encuentro entre tus brazos o entre tus piernas, hazme gemir hasta que la policía se presente en casa y nos quedemos en ridículo intentando explicar algo inexplicable.