¡Ah! ¡Si! ¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Sigue! ¡Sigue!
Y allí mismo morí de placer para resucitar en un cuerpo sudado, tembloroso, atado, encadenado y ligado siempre a ti. Yo soy tu perra ¡úsame! ¡Hazme tuya! ¿Es que mis palabras suenan huecas en tu interior? ¿Acaso no tiene piedad de mí para que sea tu mejor juguete? Sé que me harás sufrir pero llegados a este punto si estoy aquí es por que yo quiero.
Te entrego mi libertad, haz con ella lo que quieras y déjame servirte.
Me entrego arrodillada, sumisa y deseosa por cumplir.
Yo a cuatro patas, tú tira de mis cadenas, marcándome.
Llámame como quieras, mi nombre es tuyo.
Hirviente sirvienta al colocar mi collar.
¿Firmo con la lengua?
¡Apriétame! ¡Apriétame un poco más! ¡Dame fuerte!