Yo ya pensaba que Gran Hermano, el concurso televisivo que en otros países se conoce como Big Brother, no podía dar más de sí, tan sólo había visto la segunda edición, edición en la que me pique y en la que me lo pase en grande, tras eso pase seis ediciones vomitando sobre Gran Hermano, pero la semana pasada me encontré con la novena edición de Gran Hermano, y con una gratísima sorpresa. Amor, una esbelta canaria con sonrisa de oreja a oreja y con una vitalidad apabullante. Ella y sólo ella me ha redescubierto mi querido amor propio, incluso el gusto por las zorritas golosas que van de flor en flor. Amor ha revolucionado la casa y los ha calentado a todos, incluso me ha hecho palidecer al darme cuenta que no soy más que una mosquita muerta ante las pruebas afectivas que esa jovencísima canaria va derrochando por aquí y por allá.
La madre apareció el otro día en el Programa de Ana Rosa confesando la transexualidad de su niña, mejor dicho, el hecho de que Amor nació con un físico diferente al de su interior. La mamá también me conquisto en un suspiro. Con esa entereza, con su saber estar, me conmovió profundamente. Y si el Programa de Ana Rosa es por la mañana, por la tarde Aquí hay tomate me sorprendió con unas imágenes de Amor deleitando a todo el mundo con una delirante actuación como Drag Queen, cuando no era más que una niña pequeña y me dejo K.O. cuando el papá legionario se abrazo a la muchacha. Era todo tan como en una peli de Almodóvar, tan techni color, era como un pisazo de estreno decorado con papel pintado y muebles salidos de la década de los setenta.
Bueno, en cuatro días de concurso, el programa podría haber pasado de llamarse Gran Hermano a ser conocido como Amor en la Tele, más que nada por que ella era la protagonista y la persona que acaparaba toda la atención de los medios.
A Rodrigo lo dejo tieso la primera noche, con sus caricias y el calor de su cuerpo al dormir juntos. David se flipo con ella al ver que era tan canalla como él, o puede que tan juguetona como él pero más honesta. Rodrigo se puso celoso y para terminar un italiano cachondo que al darle un masaje en la espalda descubrió que su espalda terminaba con un culito duro a su completa disposición y término de descoyuntarse la cara al ver como Amor también era una mano amiga en un rato tonto ya me entendéis.
Amor se esta convirtiendo en mi musa habitual, la veo y me inspiro terriblemente, sólo espero que no la eliminen la primera semana, más que nada por que la chica esta dando un juego increíble y esta cambiando muchos esquemas, lo cual me parece muy positivo, además de que yo al menos me lo estoy pasando pipa y la risa y el pasárselo bien no tienen precio. Otro de los motivos por los que creo que debería quedarse es que la chica es enemiga a muerte de kinkis poligoneras o como quieran hacerse llamar, me solidarizo totalmente con ella por que en más de una ocasión, las kinkis poligoneras también han sido mis enemigas acérrimas.
Lo más curioso de todo, es que nadie en la casa se ha coscado del "secreto" de Amor, salvo quizás, la chica ciega, que con eso de tener más desarrollados el resto de los sentidos, parece que ha captado algo de la esencia Drag de Amor.
Me ha encantado que Amor viva en la casa como una autentica mujer, aunque haya ido al programa precisamente para poder ser toda una mujer, mucha gente dice que todos se van a volver un poco pa'llá cuando descubran que Amor nació Varón, pero que quieres que te diga, no le vas a poner una estrella de David en el hombro para que todo el mundo la identifique, eso ya lo hicieron los Nazis y creo que esa mentalidad fascistoide debería estar más que superada. Por que quien puede pensar que semejante hembra es un macho, una chica bonita, con cara de ángel, con unos pechos que se potencian día a día y un carisma arrollador, no es más que el ejemplo de una verdadera mujer 10.
Amor, cielo, muñeca, me has obnubilado completamente con tu presencia. No sé si el mundo esta preparado para alguien como tú, alguien que vive la vida tan intensamente que hace que a los demás les duela el no aprovecharla como tú. En momentos como éste, en los que debería estar estudiando pero sólo consigo vaciar una y otra vez mi copa, brindo por ti.