Te noto, sé que estas ahí, no dices nada pero oigo como te mueves. Sabes perfectamente que me estas matando por dentro, pero eso te gusta aunque sea terriblemente cruel y yo como te quiero, te dejo hacer. No eres bueno para mí pero eres demasiado importante. De pronto recibo un golpe, no sé que es ni de donde ha salido pero me ha llegado y lo he sentido. Siempre estas ahí aunque no sea capaz de verte. ¿Te ha gustado? Me preguntas impertinente, ya sabes la respuesta pero me matas hasta que la oyes, por orgullo no pronuncio la palabra hasta que dejo de resistirme por que te quiero demasiado, más de lo que crees. ¿Qué si me ha gustado? Te atreves a preguntarme, la respuesta es que sí.