Chica desnuda con sombrero de vaquero y grandes tacones, me mola tu rollo. Si, es verdad, vas como naciste, ya me gustaría a mi decir lo mismo, te duchas, te colocas tus tacones altos, enormes, grandes, con más de 10 centímetros de tacón, cuanto más tacón más poderosa te sientes, sobre tu pelo mojado pones ese sombrero plateado, el de las borracheras, el que te gusta, el que siempre llevas.
En la mano llevas 5 Euros, bajas a comprar el pan que ya hay que comer, son casi las dos y la tienda va a cerrar, te has levantado tarde pero es que resulta que ayer casi ni te acostaste, saliste, bailaste, en aquellos momentos ibas vestida, pero eso da igual, bebiste, reíste, te enrollaste con 3 o 4 no lo sabes muy bien, te lo han dicho tus amigos pero ni siquiera de ellos te fías, la cosa es que mojaste, follaste, llenaste el suelo de alguien con tus fluidos y la mamá de alguien tuvo que fregarlo cuando tú te marchaste.
Volvamos al tema por favor.
Sales de casa con las llaves también en la mano, bajas los tres pisos andando y llegas a la calle. Allí no pasas desapercibida, lo sabes perfectamente, casi haces que un ciclista la palme y que atropellará a uno un taxista, eso es cosa suya, más cuidado por la calle, ¿es que nunca jamás en la vida han visto a una chica desnuda con sombrero de vaquero y grandes tacones paseándose simplemente llevando eso sobre su cuerpo, completamente desnuda, sonriendo y mirando escaparates? Para muchos la vida es aburrida.
Estamos en Barcelona y según sus leyes practicar el nudismo es legal en la ciudad condal. Ahora, que la gente lo haga ya es diferente, pero las leyes están ahí.
Ves a un agente de policía con su porra en la mano, un segundo después lo duro ya es blando. Entras en la panadería y como si nada haces cola como el resto de la gente, miradas que se pierden para otro lado, miradas que se centran en los pequeños circulitos que son tus pezones y tiendas de campaña que se levantan como quien no quiere la cosa y bragas que dejan de ser cómodas para que algunas comiencen a desear quitárselas y la del pan que no sale y que no atiende y las barras que son elementos fálicos en toda regla.
Chica desnuda entras en una cafetería, compras tabaco y una coca cola con el cambio, estas sentada en la barra, que no de pan, pero no das la espalda sino que miras fijamente a la puerta, una gota de tu sudor resbala de tu cara al cuelo y de allí para abajo y hay quien desearía arrojarse sobre ti y lamer esa gota y más, mucho más como tu piel que comienza a broncear y recuerda a la tonalidad suave de un melocotón, como tu coñito completamente depilado y rosita, tanto que a veces desearías que una de esas putas marcas de cosméticos sacará un puto pintalabios de esos pegajosos con la misma tonalidad que tu coñito para así poder ir total, completa y absolutamente conjuntada, así llevarías tu doble par de labios al unísono. Te levantas, no, apoyas tu cuerpo momentáneamente en la barra para ver la portada de un periódico y tu culito parece una de esas manzanas tan apetecibles que siempre hay en los fruteros y que te piden, te ruegan, te exigen encarecidamente que las muerdas y sabes que si no lo haces te arrepentirás toda tu vida por que no sabes si va a estar bien o jodidamente bien.
No, no había nada interesante y la portada era sólo una mierda, como siempre.
La puerta se abre y era quien tú esperabas, tu amiga, es mulata que conociste hace tiempo y que como tú es otra chica desnuda con sombrero de vaquero y grandes tacones, antes no te habías fijado pero su coñito también es rosado como el tuyo, da igual que su piel sea más oscura o que sus pezones sean más grandes o que tenga más caderas o que sus pechos no estén tan firmes por que la verdad es que te están entrando unas ganas de follartela hay mismo... pero tranquila, no eres la única, a la mitad de los que están en el bar les asquea veros daros un beso en los labios, uniéndolos, rozándolos y metiendo vuestras lenguas en otra boca pero a la otra mitad les maravilla y los camareros tienen que ser de esa mitad por que todavía no os han dicho nada, absolutamente nada. Ella no quiere nada, pagas y os vaís a casita con la barra del pan por que ya es tarde y hay que comer.