miprimita.com

Manolita. Capítulo 67 y epílogo

en Grandes Relatos

Capítulo 67

 

Año 2000.

 

Sonia dio a luz una niña preciosa en Marzo de 1999. Acaba de cumplir un añito, y como quedamos, formalizamos todos los papeles para que "mi niña", que le hemos puesto el nombre de su madre: Sonia, ya que me negué rotundamente que se llamara como yo.

Sonia sigue soltera, de secretaria en el Ayuntamiento, con otro coche más moderno y de más cilindrada. Pero haciendo su vida; la mayoría de los fines de semana desaparece sin darme explicaciones. Ni yo se las pido.

Tengo sesenta años cumplidos, y ¡gracias a Dios! no tengo ningún deseo sexual; por lo que mi mente ha quedado totalmente exenta de aquellas imágenes y fantasías que me dieron mucho placer, pero también tanto tormento.

Había superado un  cáncer de mama. Me dijo el doctor en la segunda revisión:

--Manolita: estás más limpia que la Patena. El tumor era muy pequeño y sin ramificaciones. Da gracias al Señor que le hemos pillado a tiempo.

Aquella frase se me quedó grabada en la mente.

"Da gracias al Señor que le hemos pillado a tiempo"

¿Por qué no podía haber sido Dios el que me salvó de morir a los sesenta años?

El caso es, que me sobrevinieron una serie de pensamientos místicos, y lo más curioso: que iban tomando clarividencias en mis sentidos. Decidí firmemente después de pensarlo muchas veces, ponerme en paz con El Señor.

Lo primero que hice fue confesar; ¡ni recordaba cuándo fue la última vez!

El cura párroco, don Senén que llevaba poco más de un año en la Parroquia ya me lo decía.

--Señora Alcaldesa, qué no se le ve por el confesionario.

--Padre, soy tan irremediablemente pecadora, que sólo pienso confesar a la hora de mi muerte, porque estoy segura, que, de confesar en vida, sin duda volvería la recidiva.

--¡Manolita... Manolita..! Qué el Señor te ve.

Un día ¡por fin! entendí que el confesar "mi gran pecado", ¿saben cuál es, verdad? me haría mucho bien.          ¿Y saben por qué lo entendí? Ahora mismo se lo explico.

Hacía exactamente quince días, que había saltado la noticia en todo el mundo.

Su Eminencia Reverendísima, el Cardenal primado de Cataluña: Sergio de la Flor Campillo, después de tres cónclaves, el Espíritu Santo ha dispuesto que sea el nuevo Papa de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.

Llevará en nombre de: Sixto II

 

Si Dios había perdonado a un pecador de su Iglesia, y le nombraba Papa; con más motivo tendría que perdonar a un ateo arrepentido de corazón, por aquello de:

"Habrá más alegría en el Cielo por un pecador arrepentido, que por noventa y nueve justos"

--Ave María Purísima.

--Sin pecado concebida.

--Dime Hija. ¿Desde cuando no te confiesas?

--Padre, no lo puedo precisar, pero por lo menos desde hace más de quince años.

--Hija. ¿Y por qué al cabo de tanto tiempo deseas confesión? ¿Quizás porque te veas en peligro de muerte?

--No Padre, le aseguro que estoy totalmente sana de cuerpo. El cáncer no me ha dejado secuelas.

--Entonces... ¿Cuál es el motivo de tu confesión?

--El arrepentimiento sincero de un pecado que me quema el alma, y que no sé si tendrá perdón.

--Hija mía. Si tu arrepentimiento es sincero, no dudes que Dios, nuestro Señor te perdonará. Dime hija: cuál es ese pecado que tanto te perturba el alma.

Quedé paralizada. No me salía la voz de la garganta.

--Hija, entiendo tus dudas, pero lo que nunca debes dudar, es del secreto de la confesión. Tu pecado quedará sellado ante Mí, y nada ni nadie, podrá desellarlo.

--Padre, hace años tuve contacto carnal con un sacerdote.

--Hija mía, es muy grave lo que confiesas.

--¡Lo sabía... lo sabía...! Qué Dios no me lo perdonaría.

--No Manolita, no. Ese pecado te será perdonado por Mí, lo mismo que se lo he perdonado a Sergio.

Quedé muda, paralizada... confusa... No le dije quien fue... Pero... ¿Cómo sabe don Senén que fue Sergio?

--Entonces: ¿Dios nos ha perdonado a los dos?

--Sí, hija sí. Os he perdonado a los dos, porque he visto la contrición en vuestros corazones.

--Ve con Dios.

        Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti

Miré por la rejilla del confesionario para agradecer a don Senén su perdón, y estaba vacío; no había absolutamente nadie. Sólo una luz blanca y muy clara.

--¡Pero... cómo es posible esto, Dios mío! Entonces... ¿A quién he confesado mis pecados?

Escuché por tercera vez, aquella voz en mi interior, aquella que según el piloto del helicóptero eran "delirios de la altura".

Manolita, ve tranquila. tu arrepentimiento es de todo corazón. Has conocido y vivido un amor carnal lleno de pecados. Pero a partir de ahora, vas a conocer el verdadero amor. El que emana de Mí.

 

Quedé extasiada, iluminada por aquella luz blanca y clara que me cegaba.

 

Epílogo

 

Año 2002

Estaba sentada en la terraza de mi Hotel una cálida mañana de primavera. Sonia  ya tenia dos añitos y me colmaba de felicidad; jugaba en el estanque con unos barquitos de papel que le había hecho Jacinto el jardinero. Pensaba en voz alta:

¡Qué me importa no haber encontrado un amor, si he ganado las bienaventuranzas del Todo Poderoso!

 

Se oyó una voz a mi espalda, una voz que conocía muy bien.

No encontraste el amor, porque no supiste buscar bien Manolita. Lo dejaste olvidado en "tu Casa" el año 1960, y nunca te acordaste donde lo pusiste.

 

No.. no... ¡No podía ser..! Pero sí, era él. Fernando Lopetegui con una rosa roja en la mano diestra.

Se puso a mis plantas, y me dijo muy solemne a la vez que ofrecía esa rosa.

¿Quieres casarte conmigo, Manolita?

 

La mujer de Lope había fallecido precisamente de lo que yo me salvé: de un cáncer de mama hacía unos meses, pero no quiso comunicarme la mala noticia. ¿Para qué, pensó? Si Manolita con lo suyo ya tiene bastante.

La boda se celebró en la más estricta intimidad.  Sólo asistieron mis fieles empleados del Hotel, Rebeca, en representación de los funcionarios del Ayuntamiento, y el Presidente del Gobierno, José María Arránz.

Sonia madre, hizo el honor de ser mi dama de idem.

A los días recibo un fax del Vaticano.

Mi querida Manolita:

No he tenido la dicha de oficiar tu boda, porque el Señor me ha llamado para que le sirva en la Tierra antes de que te casaras con un gran hombre: Lope, como tan cariñosamente le llamas.

No te puedes ni imaginar lo feliz que me ha hecho tal acontecimiento, y le pido a nuestro Dios que te conceda toda la felicidad que te mereces.

Os espero en el Vaticano (que también es vuestra casa) cuando queráis; y no hace falta que me anunciéis la llegada, con decir que ha llegado Manolita y quiere ver a Sergio es suficiente.

Mis bendiciones para los dos

Sixto II

 

FIN 

Mas de Galan Maduro

Historia de dos amores (en prosa rimada y verso)

Historia de dos amores

Raquelita y su despertar al sexo

El bien o el mal follar

Carta a una ex novia, hoy cibernovia

Reflexiones de un viejo sobre el sexo y el amor

Mi primer beso de amor

Recuerdos imborrables de mi primer amor

Mi noche loca con Adolfo

De cómo me hice maricón

Me gustan las pollas como me gustaban los coños

Relatos de un abuelete cahondo

El primer casquete que regalé a María

Mis epigramas sexuales

Clases de amores

Aventuras y desventuras de una ... Capt. 3º y 4º

Aventuras y desventuras de una meretriz de lujo

¡Qué asco que se depilen las mujeres!

Trío con Celia y Josefa

Lo que no escribió Cervantes, lo escribo yo

Vírgenes pero putas.

Historia de un maricón. Capítulo 10

Carta a mi ex novia después de 44 años

La historia de un maricón. Capítulo 8

Historia de un maricón. Capítulos 6º y 7º

Historia de un maricón. Capítulo 5º

La historia de un maricón. Capítulo segundo

La historia de un maricón. Capítulo 3º

La hostoria de un maricón. Capítulo 4º

La historia de un maricón. Capítulo 1º

Me vuelve loca este cura

La primera vez que fui sodomizado

Alfonsina y el verdadero amor

Diario íntimo de mi prima Marucha

La noche mágica y el virgo de Estibaliz

Noche de amor en el Puerto de Santa María. Cádiz.

El Demonio de los Celos

¡Qué bien se folla en la siesta!

¿Me estaré volviendo gay?

Cuento de fachas y rojos

Las dos hermanas aquellas

La noche mágica, y el virgo de Estíbaliz

Mi colección de pelos de coños

Mi vida: una vida llena de satisfacciones

Hoy me siento más realizado de hombre que nunca

El Café de Levante de Madrid. Donde conocí a Petri

Diarío íntimo de mi prima Marucha

Las locuras de la Marquesa de “Tócame Roque”

Mi último cliente

Ayudé a mamá a que recuperara su sexualidad

Lo que contaba mi padre

Los líos amorosos de un niño guapo

Mujer presa en cuerpo de hombre

Como fui purificado por una dama

Noche de bodas gay

¡Si yo fuera mujer..!

Novias anhelantes. Esposas y amantes. Madres ...

Mi hija es lesbiana

Cómo me dio por el culo Sonia

Las dos lavativas que me han puesto en mi vida

Historia de un transexual

Versos escatológicos

HIstoria de un transexual

El Obispo y yo

Daría mi vida de macho, por nacer mujer

Mi primera experiencia lésbica

Me vuelve loca este cura

Mi primera noche de amor

Mi segunda experiencia lésbica

Un polvo subliminal

Mis cuentos inmorales. Capítulo 8

Mis cuentos inmorales Cap. 7

Mis cuentos inmorales, Capítulo 6

Mis cuentos inmorales. Capítulo 5

Mi decameron. Capítulo 4

Los líos amorosos de un niño guapo

Los lios amoroso de un niño guapo. Capítulo 3

Recordando mi pasado sexual. Capítulo 2

Recordando mi pasado sexual. Capítulo uno.

Manolita. Cap. 64-65-66

Manolita: Cap. 61-62-63

Manolita. Cap. 58-59-60

Manolita. Cap. 55-56-57

Manolita. Cap: 52-53-54

Subliminal escena lésbica

Manolita. Capitulos: 49-50-51

Manolita. Capítulos: 46-47-48

Manolita. Capitulos:43-44-45

Manolita. Capítulos: 34-35-36

Manolita. Capítulos: 37-38-39

Manolita. Capítulos: 31-32-33

Manolita. Capítulos: 22-23-24

Manolita. Capítulos: 25-26-27

Manolita. Capítulos: 28-29-30

Manolita. Capítulos: 16-17-18

Manolita. Capítulos 4-5-6

Manolita. Capítulos: 19-20-21

Manolita. Capítulos: 13-14-15

Manolita. Capítulos: 10-11-12

Manolita. Capítulos: 7-8-9

Manolita. Capítulos 1-2-3

Confesiones sicalípticas de un abuelo. Cap. 5 y 6

Confesiones sicalípticas de un abuelo. Cap. 3 y 4

Confesiones sicalípticas de un abuelo. Cap. 1 y 2

Memorias de una prostituta. Capítulo 65

Memorias de una prostituta. Capitulo 63

Memorias de una prostituta. Capítulo 62

Memorias de una prostituta. Capítulo 57

Memorias de una prostituta. Capítulo 54

Memorias de una prostituta. Capítulo 48

Memorias de una prostituta. Cap. 47

Memorias de una prostituta. Capítulo 45

Memorias de una prostituta. 39.40,41 y 42

Como comerse un coño

Manolita y Sonia. Cap. 37 y 38

Memorias de una prostituta. Cap. 35 y 36

El cura pretende casarse con Manolita

Memorias de una prostitua. Cap. 22 al 26

Manolita y el cura de su pueblo

Manolita y el cura de su pueblo

La escena lésbica mejor contada

Memorias de una prostituta. Cap. 19.20.21

Memorias de una prostituta. Cap. 16-17-18

Memorias de una prostituta. Cap. 13,14 y 15

Memorias de una prostituta. Capítulos: 10, 11 y 12

Memorias de una prostituta. Capítulos: 7, 8 y 9

Memorias de una prostituta. Capitulos 4, 5 y 6

Mi primer ciberpolvo

Oda a Zaira. La Reina de Lesbos

Memorias de una prostituta. Capitulos 1, 2 y 3

Manolita y Adela

La primera vez que hizo el amor

Escena lésbica

Dichas y desdichas de una prostituta

Restregando la cebolleta

Me gusta como huele y sabe el coño de Sandra

La mujer y el matrimonio

Soy el mejor lamerón del mundo

¡Qué hermosas son las pollas!

Me lo tengo merecido por cabrón

Confesiones de la Marquesa de Tócame Roque

Diálogos de matrimonios

Las cosas no son como parecen

Diálogos desde el Infierno

El coleccionista de pelitos de pubis

¡Juro que no me follé aquella burra!

La isla de las delectaciones

El arte de hacer una buena mamada

El liguero negro

Su Majestad: EL COÑO

Amar en San Seabastián antes de morir

Esperé a que fuera mayor de edad...

El arte de saber bajar unas bragas

De la desesperación a la felicidad en un minuto

Tres horas con Lourdes

Mis sueños de infante

Diversas formas de

Asesinato en el burdel

El diario íntimo de mi prima Montsita

Mis ligues por Internet. Primera entrega

Anécdotas eróticas en la Dictadura

Mi primer polvo de 2011

El diario de un consentidor

¿Qué da más placer: la boca, la polla, el coño ..

El coño de Carmencita

Sobre el intercambio de pareja o swinging

Por culpa de una almorrana no me la pudo meter...

Las Calientapollas

Me hago las “pajas” como las chicas; con un dedo

La Pipa de la Venancia

El dulce sabor salado de los coños

Nunca creí que en mi ano cupieran 25 cm de polla

Chistes verdes

Aquellas enfermeras de Alicante...

Me gusta sentirme mujer y ser penetrada

Los besos de mi amor

Mi colección de vellitos de pubis

Soy un CABRON en potencia. Lo reconozco

Lluvia dorada de una nube sagrada

Como y donde tiré mi último cohete

Aventura en el expreso Madrid-Sevilla

Análisis de los diez Mandamientos.

Como fue mi primera experiencia homosexual

Proceso inevitable de los matrimonios

Como fui sodomizado por Sergio

¿Me estaré volviendo gay?

Una esposa puritana y un marido obseso