miprimita.com

¡Que descubrimiento! (IV)

en Amor filial

Bueno mamá todavía no se nos unía a nuestras orgías familiares y eso me ponía un poco frustrada, pero que se le iba a hacer, papá me había pedido paciencia.

Las vacaciones se atravesaron y papá no iba a dejar pasar la oportunidad de llevarnos a una casa que tenemos en las montañas, es una hermosa cabaña de dos pisos que esta frente a un gran lago de cristalinas aguas. Una de mis mejores amigas aparte de Sandra era Mariana, ella no iba a salir de vacaciones ya que sus padres habían tenido que quedarse al frente de su negocio que estaba funcionando bastante bien y no lo podían abandonar. Así que yo le sugerí a mis padres que si ella se podría ir con nosotros a la casa de las montañas, ello se alegraron y me dijeron que no había ningún problema y después de hablar con sus papás ellos le dieron el permiso.

Fue una mañana de sábado cuando nos dispusimos a partir y como iba a ser largo el viaje nos levantamos muy temprano, papá y Fabián se bañaron temprano y empezaron a subir las cosas a la camioneta mientras yo me bañaba.

Estaba en el baño cuando mamá me pregunto si podía pasar para bañarse conmigo ya que teníamos poco tiempo, yo le dije que no había problema y entonces ella entro, pude ver detrás de la puerta de la regadera como se iba desnudando para entrar a bañarse, en ese instante me puse un poco nerviosa de excitación. Cuando entro me quede unos instantes helada al ver la hermosura de su cuerpo desnudo y lo bien cuidada que estaba su piel. Sus senos son muy firmes, su estomago plano, sus nalgas paraditas y su panocha hermosamente decorada por sus pelitos en forma de triangulo.

Mi mamá me restregó la espalda y yo a ella, pude sentir lo firme de sus carnes y no pude evitar que mis pezones se pusieran erectos al contacto con su piel, pero como no había mucho tiempo terminamos rápido y después nos bajamos a preparar el desayuno, cuando estábamos preparando lo que nos íbamos a desayunar llegaron Mariana y sus padres que después de saludar se despidieron de nosotros encargándonos mucho a su hija.

Desayunamos todos muy aprisa y entonces después de lavarnos los dientes salimos todos y nos acomodamos en la camioneta e iniciamos nuestras esperadas vacaciones, el trayecto fue largo y Mariana tardo un poco en adaptarse a nuestra forma de ser, al principio iba muy callada pero poco a poco se fue acostumbrando a nosotros.

Por fin llegamos a las montañas después de cómo cinco horas de camino y ahora seguía una brecha de terraceria por la cual todavía nos tardamos otros dos horas, pero cuando llegamos a el lugar del lago una maravillosa vista nos esperaba. Un hermoso y grandísimo lago el cual se perdía entre algunas montañas lejanas enmarcado por un cielo de azul intenso y en la orilla a todo lo largo un pequeño grupo de cabañas apartadas demasiado unas de otras.

Al llegar todos ayudamos a bajar las cosas que traíamos en la camioneta y las acomodamos en la sala, mi madre subió al segundo piso para revisar en que estado se encontraban las habitaciones y luego bajo por un par de escobas y nos pidió que la ayudáramos a limpiarlas ya que después de un año de no visitar la cabaña ya se podrán imaginar en que estado estaban, todos los muebles se encontraban cubiertos con sabanas así es que con eso no tuvimos ningún problema, solo el piso.

Terminamos la limpieza como a las cuatro de la tarde pero ya estábamos muy cansados como para salir a dar la vuelta así que mi mamá le asigno su habitación a Mariana y como nosotros ya conocíamos las nuestras todos nos fuimos a descansar y no salimos sino hasta la mañana siguiente.

Temprano nos desayunamos y nos preparamos para una larga caminata ya que esa noche la pasaríamos acampando. Tardamos varias horas caminando y por fin llegamos a un hermoso sitio sobre una lomita que tenia al lado un río; instalamos nuestro campamento y nos empezamos a divertir, todos jugamos en el agua y comimos sándwiches que preparo mi mamá. Papá y yo nos perdimos un poco dentro del bosque para disfrutar de un poco de privacidad con el pretexto de ir a buscar leña para la fogata.

Subimos un monte pequeño desde el cual podíamos apreciar el campamento en todo su esplendor y así cuidarnos de miradas indiscretas, no sentamos y nos comenzamos a besar, la lengua de mi papá me penetraba profundamente haciendo que mi intimidad se humedeciera al instante, mi mano busco bajo su short su erecto pene que comencé a masajear bajo la tela de la prenda estaba ya goteando con un poco de su liquido lubricante, mi mano lo abarcaba apenas y podía sentir su calor y como poco a poco iba creciendo más y más.

Sus manos se colaron bajo mi blusa y me acaricio los pequeños senos dándole un tratamiento especial a mis pezones que ya estaban erectos, el se puso de pie y entonces comprendí lo que tenía que hacer. Le baje el short y su verga quedo frente a mi, la tome rápidamente con mi boca y comencé a hacerle una rica felación que lo estaba volviendo loco, sus manos se posaban sobre mi cabeza haciendo que tragara lo mas de ese falo que se hundía en mi boca. Mi lengua recorría su cabeza chupándola como tratando de sacar su leche deliciosa, con mis manos masajeaba el tronco para que la sensación en él fuera de lo mas placentera.

Antes de venirse me detuvo y puso su chamarra sobre el pasto, se recostó en ella y se comenzó a mover el pito. Yo rápidamente me quite mi short y las bragas acomodándome sobre sus piernas y dirigiendo su verga hasta la entrada de mi hambrienta vagina, pude sentir como la punta de su cabeza toco mis labios vaginales y un estremecimiento recorrió todo mi cuerpo, un impulso hizo que jalara un poco su garrote para enterrarme la cabeza y despacio fui descendiendo por todo el tronco para ir quedando clavada en la hermosa herramienta de mi padre.

Cuando llegue hasta la mitad, él tomo mis nalgas y fue guiando el vaivén despacio. Su enorme pito iba perforando mis entrañas y arrancándome suspiros de la garganta que no podía ocultar gracias a el placer que estaba experimentando, no tarde mucho en mojar con mis jugos el candente pene que me penetraba y mi papi lo sintió, bajo un poco el ritmo para dejarme descansar y cuando yo se lo indique continuo metiendo y sacando su instrumento de mi interior, ahora los chasquidos de nuestros jugos ya eran mas notorios y después de que me vine otras dos veces le dije a mi papá que ya estaba lista para que el terminara, él empezó a aumentar el ritmo y después de unos instantes me dijo que ya, rápidamente me separe de él y con mi boca lo comencé a masturbar rápido para tragarme toda la leche que no tardo mucho en aventar, grandes chorros de esperma chocaban contra mi garganta y su picante sabor me recorrió la garganta cuando me la iba pasando, es delicioso ver la cara de mi papá cuando se viene, es de una satisfacción indescriptible y el sabor de sus mocos es algo que pocas veces se puede experimentar.

Después de descansar un rato nos acomodamos nuestras ropas y nos dirigimos hacia el campamento en donde ya mi mamá nos esperaba un poco desesperada porque creyó que nos pudo haber pasado algo.

La noche se dejo caer rápidamente sobre nosotros y estuvimos disfrutando de la vista de las estrellas y bromeando, después nos toco contar una historia de terror a cada uno de nosotros, las clásicas cosas de un campamento.

Ya era bastante noche y el sueño nos empezó a vencer, mis papás fueron los primeros en retirarse a dormir a su casa de campaña, Fabián, Mariana y yo todavía nos quedamos platicando un rato más hasta que mi amiga nos dijo que ya tenia mucho sueño y que prefería irse a dormir, mi hermano y yo nos quedamos solos mientras que Mariana se retiraba a la tienda que compartíamos y cerraba el cierre de la puerta.

Fabián y yo esperamos un tiempo razonable hasta que todos ya estuvieran bien dormidos y después nos metimos a su tienda, allí nos comenzamos a besar apasionadamente, su lengua se introducía en mi boca lo mas profundamente posible y después mi lengua salía a su encuentro, las manos de mi hermano acariciaban mis nalgas sin detenerse, se introducían por la raja de mi culo y luego sobaban delicadamente mis glúteos. Mis manos ya habían sacado su pene del escondite y lo sobaban de arriba hacia abajo haciéndole una maravillosa chaqueta que él disfrutaba.

Pronto las manos de Fabián fueron despojándome de las bermudas y bajando mis bragas para dejarme completamente desnuda de la parte de abajo, mis tetas pequeñas ya se encontraban en la boca de mi hermano pero aun tenia mi camisa puesta pero solo enrollada en la cintura, nuestros labios se volvieron a unir y nuestras lenguas no dejaban de luchar intensamente la una con la otra.

Ahora mi humedad escurría por mis piernas y los dedos de mi hermanito se introducían ligeramente en la abertura de mi panocha. Yo tuve la necesidad de tener su miembro en la boca y rápidamente me separe de él para llevar a cabo mi deseo, coloque su enhiesta verga en mis labios y pronto fue desapareciendo en mi cavidad bucal, comencé a masturbarlo con mi boca rápidamente, de arriba abajo y viceversa proporcionándole gratísimas sensaciones que lo estaban poniendo al borde del orgasmo. Pero no lo iba a dejar que se viniera, yo quería más, así que me detuve y regrese a besarlo como antes.

Fabián me agradeció el que me hubiera detenido ya que como me dijo estaba a punto de venirse, continuamos entonces cachondeando por un rato mientras se relajaba un poco, cuando él me lo indico me puse entonces en cuatro patas y el se coloco detrás de mi, llevo una de sus manos a su boca y la ensalivo abundantemente, luego la paseo por todo su pene y después me embadurno algo más de saliva en el ojete del culo. Lentamente fue acercando su verga a mi anoa y puso la cabeza presionando levemente en la entrada de mis entrañas.

Cuando yo se lo indique él fue presionando más y mas mientras yo estiraba mis nalgas con las manos para que mi ano se abriera bien a él. Sentí como la cabeza de su verga empezaba a penetrar despacio hacia mis adentros, poco a poco yo iba recibiendo a ese enorme pito, podía sentir como los pliegues de mi ano se iban abriendo mientras la enorme herramienta penetraba más y más. Fabián logro que sus bolas pegaran con mis nalgas, lo cual significaba que ya la tenia toda adentro, entonces despacio comenzó el vaivén.

Su verga comenzó a proporcionarme ese placer del incesto que nadie se puede imaginar si no lo practica, cada entrada y salida de su verga me orillaba hacia un inminente orgasmo que no tarde en disfrutar, los jugos escapaban de mi húmeda vagina que no era capaz de retenerlos por la cantidad.

Sus manos no dejaban de masajear mis pequeños senos y ahora yo movía mis caderas de atrás hacia delante como queriendo que la penetración se hiciese mas profunda, chocábamos los dos hasta que sus bolas rebotaban en mi vagina y esto hacía que la sensación fuera mucho más intensa.

Yo soltaba leves suspiros y gemidos mientras que mi hermano no se detenía y seguía empujando su verga dentro de mi ano que lo recibía gustoso, yo procuraba estrujar su verga con los músculos de mi culo para que él tuviera una satisfacción más placentera y lo estaba logrando ya que mi hermanito me dijo que no iba a poder aguantar más y después de decir esto sentí como un gran chorro de esperma caliente pego en mis intestinos y en ese instante un orgasmo más invadió a mi ya húmeda intimidad.

Todavía permaneció mi hermano moviéndose un rato dentro de mi hasta que los dos caímos cansados pero satisfechos de haber tenido ese rico encuentro en su casa de campaña.

Asome la cabeza para ver si todos dormían y en efecto así era, me limpie con una toalla húmeda y después salí para meterme despacio a la casa que me tocaba compartir con mi amiga Mariana quien estaba profundamente dormida y no se dio cuenta ni de a que horas llegue.

 

CONTINUA

Mas de Cazzique

Amanda

Belisa

Las primas

Magnolia

Odette

Alejandra

Kimy

Kimberly

Maite

Verónica

Ximena

Tempranos inicios lésbicos (04)

Tempranos inicios lésbicos (03)

La secta (32)

Tempranos inicios lésbicos (02)

La secta (30)

Tempranos inicios lésbicos (01)

Una después de otra

Junta vecinal

La secta (26)

La farmacia

Nora y Paloma

De regreso a casa

La secta (19)

Una tarde en el cine

La marca de ese día

La mejor amiga

Vaya madrugada

El viaje

Flavio, mi cuñado

La secta (14)

La secta (11)

Reprobar historia

Laura

Aventón

La secta (07)

En un barco

La secta (05)

La secta (02)

Bajo el puente

Dos amigos (09)

Fiesta familiar (39)

Confesión

Fiesta familiar (35)

Miedo

Fiesta familiar (33)

Fiesta familiar (32)

Fiesta familiar (31)

Fiesta familiar (30)

Fiesta familiar (29)

Viajar ilustra

Fiesta familiar (28)

Fiesta familiar (27)

Sorpresas (03)

Marcela (04)

Fiesta familiar (26)

Fiesta familiar (25)

Fiesta familiar (23)

Fiesta familiar (24)

Los ángeles de Charly (08: Italia)

Fiesta familar 24

Los ángeles de Charly (07: Italia)

Los ángeles de Charly (06: Erika y su mamá)

Los ángeles de Charly (05: Erika)

Los ángeles de Charly (04: Delia)

Sorpresas (02)

Los angeles de Charly (01: Lucrecia)

Los ángeles de Charly (03: Delia)

Los ángeles de Charly (02: Lucrecia)

Fiesta familiar (22)

Marcela (03)

Fiesta familiar (20)

Fiesta familiar (19)

Sorpresas

Fiesta familiar (18)

Fiesta familiar (17)

Fiesta familiar (16)

Fuga de casa a los 10

Fiesta familiar (15)

Fiesta familiar (14)

Marcela (02)

Fiesta familiar (13)

Marcela (01)

Fiesta familiar (12)

Fiesta familiar (11)

Fiesta familiar (10)

Fiesta familiar (09)

Fiesta familiar (08)

Fiesta familiar (07)

Fiesta familiar (06)

Fiesta familiar (05)

Encuentros familiares (07)

Fiesta familiar (04)

Las niñas consentidas (05)

Fiesta familiar (03)

Maria Fernanda (04: Anal)

Las niñas consentidas (04)

Maria Fernanda (03: La penetracion)

Fiesta familiar (02)

Encuentros familiares (06)

Maria Fernanda (02: El cunilingüs)

Fiesta familiar (01)

Encuentros familiares (05)

Las niñas consentidas (03)

Encuentros familiares (04)

Maria Fernanda (01: La iniciación)

Las niñas consentidas (02)

Las niñas consentidas (01)

Encuentros familiares (03)

Vacaciones, las mejores de mi vida (02)

Encuentros familiares (02)

Tío Rodrigo

Encuentros familiares (01)

Vacaciones, las mejores de mi vida (01)

Ayer y hoy en la vida de un bisexual

Sabrina

Noemi

Los amantes perfectos

Lidia

Aprendiendo en familia

La niña de catorce

La niña

Hermana

¡Que descubrimiento! (VI)

¡Que descubrimiento! (V)

¡Que descubrimiento! (III)

¡Que descubrimiento! (II)

¡Que descubrimiento! (I)