"¡Que descubrimiento! (VI)"

Eran cerca de las diez cuando a lo lejos logramos divisar las luces de la cabaña, papá redujo la velocidad de la embarcación ya que todo estaba muy oscuro y no se alcanzaba a ver bien el muelle. También nos pidió que estuviéramos alertas por si veíamos algo peligroso mientras nos acercábamos yo tome unos binoculares y enfoque hacia la cabaña, solo estaban encendidas las luces del cuarto de mis padres y las del muelle que ya se comenzaba a ver un poco más cerca, la camioneta estaba estacionada a un lado de la cabaña.

Por fin papá comenzó a maniobrar para acomodar el yate en el muelle y poco después comenzamos a bajar las cosas que traíamos, papá bajo un carrito en donde pusimos todo y nos dirigimos a la casa ya bastante cansados. Al entrar procuramos no hacer ruido por si mamá y mi hermano ya dormían, Mariana y yo nos dirigimos a mi habitación y papá fue a la suya, poco después ya todos dormíamos profundamente.

Ya era de madrugada cuando me desperté y salí de mi habitación para ir al baño, estaba por entrar cuando escuche unos gemidos, la puerta no estaba asegurada así que abrí lentamente y solo asomando la cabeza, ahí estaba mi padre recargado en el lavabo y mi hermano penetrándolo, alcancé a ver como el pene de Fabián entraba y salía del ano de mi padre mientras lo masturbaba, las manos de mi hermano se movían rítmicamente sobre el palo erecto de mi papá, podía apreciar como la piel del pene cubría la cabeza colorada y después se deslizaba hacia atrás para liberarla nuevamente, al juzgar por la cara de mi padre lo estaba disfrutando bastante. Los movimientos de cadera de mi hermano se iban haciendo cada vez más rápidos, los chasquidos que producían sus líquidos mientras la verga entraba y salía del diminuto agujero no se hicieron esperar y esto me excito un poco y una de mis manos se poso sobre mi vagina para iniciar una leve masturbada. Ellos no tardaron mucho en alcanzar el orgasmo y pude ver como de la verga de mi padre empezaban a salir grandes borbotones de esperma que pegaron en el lavabo y se escurrieron despacio hacia el suelo sin que la mano de mi hermano dejara de moverse sobre el tronco y mientras que el pene de Fabián entraba y salía del ano de mi papá sus mocos se escapaban de esté escurriendo por las piernas de papá, luego de sus venidas se colocaron frente a frente y comenzaron a besarse, sus lenguas jugaban la una con la otra y sus labios sorbían y lamían la saliva del otro. No los quise interrumpir así que me senté en un sofá que esta en el cuarto de recreo un rato y después ellos salieron y se metieron al cuarto de mi hermano, como la casa estaba a oscuras y yo no me moví no me alcanzaron a ver.

Hice del bañó y cuando salí me dirigí al cuarto de mis padres, mamá estaba dormida en su cama, me acerque para apreciarla de cerca, se veía bellísima con su cabello alborotado, despacio me comencé a dirigir a la salida pero cuando iba hacia allá ella se despertó y me dijo que me acostara a su lado, me abrió las cobijas y me introduje con ella. Me acomode a su lado y ella se coloco detrás de mi abrazándome, pude sentir como sus senos firmes se pegaron a mi espalda y el calor de su entrepierna que rebotaba en mi culo. Comenzamos a platicar de cosas sin importancia casi a susurros. Sin darme tiempo a reaccionar mamá me comenzó a acariciar los senos suavemente por arriba de la playera que traía puesta, yo ansiaba esto y entonces deje que ella continuara, mis pezones se empezaron a poner duros y los sabios dedos de mamá comenzaron a jugar con ellos, primero sobaba por completo mi pecho y lo palpaba con toda la palma de su mano y luego jugaba con mis pezones, después de un rato mamá me coloco boca arriba y me quito la playera, sus labios calidos se posaron sobre mi pecho y su lengua comenzó a satisfacerme, recorría con su lengua toda la redondez de mis senos para terminar en mi pezón, mi respiración ya estaba bastante agitada y la de ella también. Entre tanto una de sus manos sobaba mi panocha delicadamente, se posaba suavemente sobre mi monte de Venus e iba descendiendo despacio por los labios mientras que su dedo medio hacia muy poca presión en la rajada, mi clítoris se empezó a levantar gracias a las suaves caricias que mamá me estaba prodigando y pronto mamá centro su atención en él, sus dedos lo pellizcaban y lo sobaban para provocar que rápidamente llegara a alcanzar mi primer orgasmo producido por mamá. El calor que escapaba de nuestros cuerpos era esplendido y se podía sentir, mis manos comenzaron a masajear los bellos senos de mi madre que eran no muy grandes pero si bastante firmes para su edad, sus pezones erectos se parecían bastante a los míos solo que un poco más oscuros, mis manos se recreaban es esas deliciosas bolas de carne tibia que me habían amamantado cuando era una beba. Nuestras caras se fueron aproximando mientras que nuestros labios se iban abriendo despacio. Pronto las dos nos empezamos a besar, la lengua de mamá salió en busca de la mía, calida y húmeda se introdujo en mi boca para buscar mi lengua y nos fundimos en un cachondo beso que duro bastante tiempo, el sabor dulce de la boca de mi madre me fascino. Ella si que sabe besar.

Me fue acomodando para que quedara encima de ella y nuestras vaginas empezaron a restregarse una con la otra, nuestros labios vaginales se empezaron a besar como lo hacían nuestras bocas y nos empezamos a mover como si estuviéramos penetrándonos y al rozarse nuestros clítoris se producía una exquisita sensación que no tardo en culminar en un orgasmo por parte de ambas, la explosión de nuestros cuerpos empezó a empapar los sexos de cada una, nuestros jugos se mezclaban y escurrían por nuestras piernas, no podíamos dejar que se desperdiciara tan preciado manjar así que nos acomodamos en un sesenta y nueve para empezar a lamer todos nuestros jugos y más tarde continuar con la satisfacción que nuestras lenguas nos podrían proporcionar, nos estuvimos mamando la rajada por varios minutos, nuestras lenguas entraban y salían en nuestras vaginas, recorrían los labios y luego se introducían buscando algún lugar que no habían alcanzado la vez anterior que entraron, el sabor de mamá era simplemente delicioso, alcanzamos a tener varios orgasmos hasta que de pronto sentí que alguien me empezaba a meter un dedo en el culo, despacio volví la cara y vi que era mi hermano quien ya traía en la otra mano un frasco de vaselina que me empezó a untar en la entrada trasera, papá entretanto se estaba cogiendo a mi hermano. Fabián me pidió que me colocara frente a mamá y que no dejara de mamarle la concha, papa se separo de él, Fabián se colocó detrás de mi y empezó a introducir su pene en mi ano, poco a poco fui sintiendo como la cabeza del pene de Fabián se fue introduciendo en mi ano, los pliegues de mi culo se abrieron dejando que la verga que lo invadía entrara por completo, mi hermano se detuvo por unos instantes para que papá le colocara su verga también dentro del ano y poco después comenzó el mete y saca, yo estaba en cuatro patas mamándole la rajada a mi madre quien estaba acostada en la cama y sus manos no dejaban de acariciar mis cabellos, de vez en vez me empujaba más hacia su vagina para que le metiera la lengua lo más profundo posible.

Nuestros gemidos se escucharon por toda la casa y no tardo en despertar Mariana quien al ver que toda la familia estaba participando en una rica orgía no se la quiso perder, parada en la entrada de la habitación podía ver como nos estábamos amando y empezó a desnudarse, sus manos acariciaban su vagina y sus senos, yo podía ver como uno de sus dedos se perdía entre los labio de su vagina y luego volvía a salir, mamá la llamo pidiéndole que se pusiera sobre su cara y de frente a mi hermano. Levante la vista cuando Mariana ya estaba sobre la cara de mamá y vi como la lengua de mi progenitora buscaba el clítoris de mi amiga, uno de los dedos de mamá se introducía en el ano de Mariana. Luego alcance a ver que Mariana se comenzó a besar con mi hermano y con mi padre, ya había perdí la cuenta de cuantas veces me había venido, los jugos de mi vagina descendían por mis piernas, mi hermano saco su verga de mi ano y me la metió en la vagina, esta se perdió rápidamente en mi interior gracias a la lubricación que ya tenía, las manos de mi hermano de vez en cuando se posaban sobre mi senos y acariciaba mis pezones, luego podía ver que tomaba los senos de Mariana.

El olor a sexo se incremento en la habitación y todos los que estábamos ahí lo podíamos percibir y esto nos excitaba más. Llego el momento en que decidimos cambiar de posiciones y mi hermano empezó a cogerse a mamá, yo podía ver como la verga de Fabián entraba y salía de la panocha de mi madre, los jugos se le escurrían por las nalgas. Mamá le mamaba la verga a mi padre que estaba de lado a ella con la cabeza hacia los pies, mi padre lengüeteaba mi vagina y yo a mi amiga. La lengua de mi padre entraba y salía de mi vagina y jugaba con mi clítoris, lo mismo que yo hacía con Mariana las manos de todos recorrían los cuerpos de todos y a veces no sabias ni quien te estaba tocando. Pronto todos alcanzamos a tener un orgasmo simultaneo que nos dejo sin más fuerzas y caímos todos abrazados y acostados en la cama para despertar al otro día llenos de jugos de los demás.

Los últimos días de las vacaciones los pasamos la mayor parte de las noches en increíbles orgías que nos dejaban rendidos y el día lo utilizábamos para pasear, cuando regresamos a la ciudad ya no eran las cosas iguales, nuestros encuentros familiares continuaron, a veces mi hermano y yo nos íbamos al cuarto de mis padres o a veces ellos llegaban al cuarto de uno de nosotros, por supuesto cada uno continuaba haciendo el amor a solas con algún otro de la familia y en ocasiones Mariana llegaba para unirse a nuestros juegos. Así fue como descubrí el sexo en mi infancia y ¡que descubrimiento!

FIN