Fiesta familiar XXVI

Descansamos por varias horas pero aun continuábamos en el estudio de la casa, decidimos entonces a iniciativa de Patricia, mi mujer, subir a la recamara principal y comenzar a experimentar nuevas cosas junto con la recién iniciada Carmina.

Subimos entonces y primero nos dimos juntos un baño, salimos y después de secarnos fuimos para la habitación; le dijimos a Carmina que fuera al centro de la cama y luego le dije yo a Montserrat que le enseñara a ella como deberían de hacerlo entre amigas. Mi sobrina obedientemente se colocó frente a la pequeña Carmina que estaba de pie al centro de la cama, con calma acerco su cara a la de ella y comenzó a darle un tierno pero candente beso, sus lenguas comenzaron a enroscarse mientras que las manos de mi sobrinita recorrían ardientemente el cuerpo de su amiguita, primero por la espalda y luego fue bajando lentamente hasta llegar a sus nalgas, ahí estuvo hurgando en su ano por largos minutos durante los que no se separaron sus bocas.

Montserrat se separó de su amiga y la fue recostando lentamente en la cama, luego ella se recostó encima y continuaron besándose, pero en esta ocasión Montserrat dejó la boca de su amiguita y fue bajando por su cuello, pecho, estomago y por fin llegó a su entrepierna, delicadamente busco el clítoris de su amiguita y comenzó a jugar con él. Su lengua se enredaba en el pequeño botoncito de Carmina que ya estaba respirando agitadamente y sus manos agarraban instintivamente la cabecita de mi sobrinita, ella era una experta mamadora y estaba haciendo llegar a su pequeña amiga a un orgasmo, antes de que esto sucediera mi mujer se colocó en cuclillas sobre la cara de la pequeña Carmina dejando sobre esta su linda panocha, la niña observo por algunos segundos y después comprendió lo que tenía que hacer, tímidamente sacó su lengüita y comenzó a jugar con los labios vaginales de mi esposa, ella le fue indicando como lo debería de hacer y rápidamente la pequeña fue aprendiendo a mamar un deliciosa vagina.

Ramiro y yo comenzamos a besarnos ardientemente al observar esas escena, nuestras manos por instinto comenzaron a recorrer nuestros cuerpos y se ubicaron en las nalgas de cada una, acariciamos delicadamente sin soltar nuestras bocas y lenguas, así estuvimos unos minutos y después de esto Ramiro se separó de mi y se hincó, tomó con sus manos mi garrote y delicadamente lo acarició para luego ir depositándolo en su boca, despacio me la fue mamando, haciendo que mí verga quedara completamente erecta, Patricia desde su lugar a pesar de su goce no perdía detalle de lo que hacíamos Ramiro y yo. Mis manos estaban en la cabeza de mi amigo y lo guiaba en el ritmo que deseaba sentir en mi verga. Su boca se estaba tragando por completo el rígido palo carnal mientras que su lengua acarciaba lo que podía, su mano a la vez masturbaba delicadamente y la otra acariciaba mis bolas a la vez que uno de sus dedos acariciaba mi culo.

Mi mujer comenzó a tener un orgasmo gracias a la boquita de Carmina quién se bebió sin chistar toda la venida de patricia y continuó mamando sin detenerse, a los pocos instantes ella misma comenzó a experimentar su propio orgasmo que Montserrat se trago por competo, la chiquilla comenzó a gemir mientras que sus caderas giraban circularmente, las manos de Montserrat trataban de detener un poco el movimiento de su amiguita para continuar mamándole su rajadita. Ramiro paro de mamarme la verga para dedicarse entonces a chupar la panochita de Montserrat ya que a ella nadie le había brindado su atención, yo me quede parado por unos instantes con una gran erección que apuntaba directamente al frente. Patricia le se sentó entonces en la orilla de la cama y tomo a Carmina y la puse entre sus piernas quedando ambas sentadas en el borde, me hizo una señal para que me acercara; acudí al llamado de mi mujer, ella le pidió a la niña que no perdiera detalle y entonces se puso a mamar mi verga, su lengua empezó a recorrer delicadamente mi tronco y luego las bolas, mientras que con su mano acariciaba y masturbaba el palo. La niña observaba con curiosidad como me la mamaba y puso sus manos en mis piernas. Patricia entonces se comenzó a tragar la cabeza de mi verga, la chupó y lamió con delicadeza y luego se la fue tragando hasta la base, cuando por fin se metió toda comenzó a meterla y sacarla dándome una exquisita mamada. Después de chuparmela por algunos minutos se la sacó de la boca y se la ofreció a la pequeñita quien con un poco de miedo comenzó a dar sus primeras mamadas. Pronto la niña aprendió y le encontró el sabor a la verga, así, pasados unos minutos sus mamaditas se hicieron más y más sabrosas, por su parte Patricia besaba y acariciaba a la pequeñita mientras que una de sus manos estaba masajeando la pepita de la chiquilla.

Ramiro dejó de mamarle la raja a mi sobrinita y se incorporo quedando de pie en la orilla de la cama, luego puso en cuatro a la pequeña Montserrat y ensalivo muy bien su verga y el ano de la chiquita, puso la gruesa cabeza de su verga en la apretada entrada y comenzó a introducirla suavemente. Mi sobrinita comenzó a tragarse por su culito la gruesa verga de su profesor hasta que las bolas de éste chocaron contra sus piernitas, un leve bombeo inicio mientras que las manos de él se aferraban a sus caderita, las chiquilla se retorcía por el placer que estaba experimentando y aventaba sus caderas para a tras tratando de insertar más de la verga de su querido profesor. Pronto ambos se agitaban regularmente mientras que la macana taladraba el apretado y caliente agujerito de mi sobrinita. Sus movimientos se hicieron cada vez más y más rápidos y estos llevaron a ambos a tener un fuerte orgasmo, Montserrat comenzó a gemir y se dejo caer de la parte de enfrente pero dejando sus nalguitas muy bien paraditas para que la verga siguiera bombeando, en pocos segundos una caliente explosión de semen inundo el agujerito de la chiquilla y gruesas gotas comenzaron a salir de su culito y caer en la cama mientras los gemidos y suspiros de ambos se mezclaban en uno solo.

Cuando ellos terminaron entonces yo le dije a Carmina que se pusiera en la misma posición que su amiguita para hacerle lo mismo, ella obedientemente se acomodo y yo me hinque detrás de ella para comenzar a mamarle su culito, mi lengua salió en busca del apretado agujerito, lentamente se la fui introduciendo en el culito, el esfínter me apretaba la lengua fuertemente pero a los pocos minutos comenzó a relajarse un poco y se soltó. Mi lengua la penetró profundamente con mis dedos masajeaba los pezones erectos de la pequeña que ya comenzaba a experimetar las sensaciones agradables de tener algo metido en su anito. Deje pasar varios minutos hasta que por fin note que la entrada posterior de la niña estaba completamente dilatada, entonces metí uno de mis dedos y logre que se fuera hasta el fondo sin que la niña sintiera prácticamente nada de dolor. La estuve bombeando varios minutos con el dedo hasta que consegui que ella tuviera un orgasmos, no paré y continue pero esta vez le introduje un dedo más, la chiquilla se acostumbró rápido a tener mis dos dedos bien clavados en su colita y entonces decidí que era tiempo. Me puse de pie de tras de la chiquilla y después de ensalivar perfectamente mi verga apunte la cabeza al culito de ella, al mismo tiempo pude sentir que alguien se colocaba detrás de mí. Era mi mujer que había ido pos su consolador para lesbianas, una tanga que tiene en la parte frontal un pene de látex que es bastante paraecido al de un hombre, ella lo lubrico también y después lubrico muy bien mi ano, apunto la cabeza y me lo fue introduciendo lentamente hasta que por fin lo tuve todo adentro, entonces esperó a que yo penetrara a Carmina. Apunte nuevamente la punta de mi verga y la fui empujando con un poco de fuerza hasta que se empezó a enterrar, el anito de la chiquilla comenzó a expandirse a cada uno de mis empujones, por primera vez se quejó un poco de dolor pero después de unos minutos me pidió que continuara, ya estaba en su interior una cuarta parte de mi pito y continuaba avanzando lentamente; pasaron varios minutos hasta que por fin choque con sus nalguitas, la niña había aguantado con extraordinaria valentía toda la verga para ser la primera vez y después de dejar que se acostumbrara un poco a ella comencé a moverme despacio, sacando poco a poco la macana, la chiquilla estaba respirando con dificultad, su excitación era enorme.

Saque la verga casi hasta la cabeza y luego comencé de nuevo a penetrarla pero con más velocidad y así a la vez que yo me movía para meter y sacar el garrote de la niña, Patricia me cogía a mí con su verga de látex, era una extraordinaria sensación estar así cogiendo y a la vez siendo cogido; la niña ya estaba gozando a las pocas arremetidas de la verga que se le clavaba hasta el fondo, su culito me apretaba de manera riquísima y no iba a tardar mucho en acabar, trate entonces de aguantar lo más posible hasta que ella llegara a su orgasmo, no pude más y entonces comencé a llenarle de mocos el interior de su culito, ella al sentir como la inundaba también comenzó a venirse, fue un orgasmo largo e intenso que nos dejó a los tres completamente exhaustos ya que también mi mujer comenzó a venirse mientras que me penetraba. Pasados unos minutos los tres caímos en la cama completamente rendidos, mi verga estaba escurriendo con su propia leche, el culito de Carmina estaba completamente abierto y el mío también. Así después se nos unieron Ramiro y Montserrat yo todos nos quedamos profundamente dormidos.

CONTINUA