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Encuentros familiares (01)

en Amor filial

Encuentros familiares I

Me encontraba limpiando la cochera de la casa cuando inesperadamente me encontré con algo que me sacudió completamente de pies a cabeza, no lo podía creer pero sí, ahí estaban ellos y yo solo me quede mirando, trabado sin hacer nada y además sin saber que hacer. Por la ventana de rendijas que se encuentra en la cochera y da a un pequeño cuarto que esta detrás de la cocina y que utilizamos como despensa, estaba mirando algo que aún viéndolo no podía dar crédito a lo que estaba observando y sí, ahí estaba mi hija de apenas quince años y mi hermano, acariciándose sin ningún prejuicio y disfrutando plenamente de ese prohibido placer.

Ambos se besaban en la boca con desesperación y las manos de ella recorrían la espalda de mi hermano Rubén mientras que las de él se mantenían prendidas de las nalgas de mi hija Sonia, como yo no había prendido la luz de la cochera era muy probable que ellos no se hubieran dado cuenta de que yo estaba ahí, después de unos instantes de estar observando como se acariciaban y besaban lo que en apenas unos segundos atrás era asombro ahora se estaba convirtiendo en coraje y mi primer pensamiento fue ir hasta la cocina corriendo y méterme en la alacena para sorprenderlos frente a frente y ver que era lo que tenían que explicar, pero después de pensarlo otro poco el coraje se fue transformando en curiosidad por ver hasta donde llegaban y entonces algo que no esperaba en ese instante se me presentó, mi verga estaba parada a mas no poder, el corazón me latía aceleradamente.

No lo podía creer yo estaba ahí parado viendo a mi hija con mi hermano mientras ambos se cachondeaban en la alacena de mi casa, inesperadamente mi mano se poso sobre el bulto que ya amenazaba con reventar el pantalón y baje el ziper para dejar escapar la barra que salto amenazante. Entre tanto en la alacena Rubén sentó a Sonia en una mesita que estaba ahí y continuaron en lo que estaban, lentamente mi hija le fue desabotonando la camisa e iba metiendo sus manos por el pecho de su tío. Él no perdía tampoco el tiempo y empezó a desabrochar el frente del pantalón de mezclilla de Sonia, cuando logro por fin safar el botón bajo el cierre del pantalón y sus manos recorrieron por los bordes de la cintura de mi hija. Los chasquidos que producían al besarse se escuchaban por toda la alacena mientras que sus lenguas se retorcían una sobre la otra de forma caliente y erótica.

Pronto la camisa de mi hermano cayo al piso y su torso desnudo fue acariciado por mi linda niña de quince años quien no perdía la oportunidad de acariciar sensualmente a su tío, cosa que yo nunca me hubiera imaginado de mi hija y mucho menos de mi hermano. Vi como las manos de Rubén se posaron sobre los costados de la blusa roja que traía puesta mi hija y lentamente la fuel levantando mientras que Sonia levantaba las manos para permitir que la prenda saliera libremente de su cuerpo, su blanca piel fue quedando al descubierto pude notar su agitada respiración además de sus pequeños senos escondidos todavía bajo el sostén blanco que traía puesto aún. Las manos de mi hermano recorrieron ansiosas la joven piel de mi hija, primero toda la espalda y despacio fue acercándose a la parte frontal hasta llegar a los pequeños pero firmes senos de mi hija, ella observaba como las manos de su tío sobaban esas dos porciones de carne sobre su sostén blanco mientras que ella lo mantenía abrazado de su cuello. Él le susurro unas palabras que no alcance a escuchar y ella río pícaramente para después darle un largo beso en la boca.

Las manos de Rubén fueron de nueva cuenta hasta la parte trasera del sostén de mi hija ahora para desabrocharlo y dejar caer la prenda hasta las pierna de ella que permanecía sentada sobre la mesa como la tenía abrazada no podía ver los senos de ella pero cuando se hizo para atrás pude ver claramente la bella forma que tenían las chichis de mi hija, redonditos de la parte de abajo como si fueran un par de gotitas con un pezón que apuntaba directamente hacia el cielo de color rosado, las manos de mi hermano se posaron sobre las blancas tetas de Sonia y sus dedos juguetearon con los hinchados pezones que estaban pidiendo ser amados, noté que cuando las manos de Rubén se posaron en mi hija, ella no pudo evitar pegar un pequeño saltito. La cara de mi hermano se acerco a las tetas de mi hija y después de recorrer con la piel de su barbilla toda el área sus labios se posaron sobre el pezón derecho de ella mientras que con sus manos acariciaba la espalda suave y tersa de Sonia. La boca sorbía ansiosa el pezón de ella produciendo en su cuerpo gratas sensaciones que ella expresaba soltando pequeños gemidos que no eran de otra cosa sino de placer.

Las manos de mi hija se enredaban en el pelo de mi hermano mientras él se paseaba de un seno a otro la cara delgada de Sonia reflejaba el placer que estaba sintiendo mientras que su cabello rubio y lacio que le llegaba hasta los hombros se balanceaba al ritmo de las mamadas de él. Luego de un rato de estar mamandole las tetas nuevamente se puso de pie y se besaron nuevamente en la boca por unos instantes mientras las manos de Rubén se colocaron en la cintura del pantalón y lo fueron jalando hacía debajo, mi hija puso sus manos sobre la mesa para facilitar la labor de que saliera el pantalón y mientras iba bajando pude observar sus lindas bragas de color blanco a juego con el sostén que ahora caía al suelo mientras bajaba el pantalón lentamente, descubriendo las blancas pieles de Sonia, sus bragas tenían en la orilla un coqueto encaje que las hacia muy sexys. Cuando el pantalón llego hasta la parte baja de sus piernas y no salía mi hermano tuvo que quitarle los zapatos de goma de esos que están de moda, ella quedo solo ahora con sus bragas y sus calcetas de color blanco también. Las manos y los labios de mi hermano se pasearon por las largas piernas de Sonia mientras que ella observaba como él besaba y acariciaba sus piernas sus propias manos acariciaban la espalda de él y su cabello.

Ahora fue el turno de Rubén quien poniéndose de pie se quito rápidamente los zapatos y se bajo los pantalones para quedarse en truza únicamente, bajo de la cual se observaba un gran bulto que mi hija no dejo de notar y una de sus manos se poso en este para acariciarlo delicadamente con su manita que recorrió la barra de carne de arriba abajo y se detenía por algunos instantes sobre sus huevos para palparlos bien. Luego con ambas manos y por los costados de la truza mi hija fue bajando la prenda para que saltara como impulsada por un resorte esa verga que instantes antes había acariciado sobre la tela. Bajó de la mesa en la que estaba sentada para sacarle los calzones a mi hermano mientras que sus ojos continuaban prendidos de la monumental verga que se balanceaba frente a su cara como apuntándole. Cuando ella se iba a parar el la tomo por los hombros y la guió hasta su verga ella solo la miraba y llevo sus manos a esta para empezarlo a masturbar, entonces el le dijo que la pusiera pusiera en su boca y la chupara como si se tratara de una paleta, ella lentamente fue acercando su cara más y más a la verga de mi hermano y fue abriendo los labios hasta llegar a la punta del pene y rodearlo con ellos, muy lentamente después la fue engullendo hasta casi la mitad, sus labios se abrían lo más que podían para recibir la barra de carne caliente, luego fue sacándola despacio e inicio de nuevo con el movimiento de meterla otra vez a su boquita. Ahora mi hermano la tomo por la cabeza y la fue instruyendo en como le debería de hacer.

[Rubén] –Con tu lengua ve acariciándola y chupa como si fuera un rico dulce, no la vayas a morder... suave, así, así... vas muy bien... trata de tragarte lo más que puedas... muy bien... que rico... si así... lo estas haciendo muy bien...-

Le decía él mientras la guiaba con las manos en sus movimientos y al poco rato soltó su cabeza para que ella continuara sola. Mi hija deslizaba su cabeza de adelante hacia atrás por todo lo largo de la tranca de mi hermano, los labios de ella presionaban la verga de su tío de una forma deliciosa, mi hija llevo sus manos hasta las piernas de Rubén como para sostenerse mientras le hacia la felación. Después de unos minutos de estarle chupando la verga el la puso de pie y la acostó sobre la mesita, ella quedo boca arriba y con las piernas colgando en el borde, mi hermano le comenzó a besar todo el cuerpo comenzando desde su boca, iba bajando y se detuvo especialmente en los pequeños pero firmes senos de mi hija, su piel se apreciaba tersa y suave, de un color pálido y por la forma en que el la paladeaba de un sabor delicioso. Cuando llego él a la parte de su vagina que aun continuaba cubierta por las bragas se detuvo y se puso frente a ella, tomo las bragas con sus manos en los costados y muy lentamente fue descubriendo esa exquisita parte de Sonia. Se alcanzaba a apreciar un poco de bello en la parte alta de su rajadita, sus labios vaginales se juntaban carnosos y en la parte alta salía un poco el clítoris, mi hermano termino de quitarle las bragas y después las calcetas para dejarla completamente desnuda.

Él se quedo parado apreciando el cuerpo esbelto de mi hija y luego tomo sus piernas separándolas y subiendo los pies en las esquinas de la mesa ella quedo completamente abierta para él que se coloco justo en medio de ella y se fue poniendo de rodillas, la vagina de ella quedo a la altura de su cara y entonces acerco su boca para comenzar a chúpar y lamer esa vagina que se apreciaba deliciosa, su lengua salió al ataque y empezó a atacar en la parte alta de la vagina, subía y bajaba por los regordetes labios de ella lamiendo muy bien en cada uno de ellos y provocando en mi hija sensaciones que le brindaban oleadas de placer y ella lo reflejaba en las expresiones de su cara.

Yo entre tanto me masturbaba fuertemente como no lo había hecho antes, mi mano derecha subía y bajaba por toda la longitud de mi tronco y variaba los ritmos para que las sensaciones se acoplaran a lo que en esos mismos instantes estaba sucediendo en la alacena.

La mamada sobre la panochita de Sonia continuaba, ella se apretaba los senos y se acariciaba mientras que su tío le lamía y chúpaba la rajada, no paso mucho tiempo para que ella empezara a gemir.

[Sonia] -¡Ohhh... siiiii... que rico... no pares tío, no pares... masssss... masssss... si tío... metemela así que rico me chúpas... ohhh... así, así, así... ohhh, ya lo siento, me vengo, me vengo... ahhhhhh...!-

Rubén aumento los movimientos de su lengua y su boca sobre la panocha de mi hija para sorber los líquidos que empezaban a escapar de la rajadita, ella se retorcía sobre la mesita que amenazaba romperse por tanto movimiento, las manos de ella se posaron sobre la cabeza de mi hermano apretándola más contra su vagina como para que esta no se separara de su grieta caliente y le dejara de proporcionar ese placer que la estaba llevando al cielo. Después de que ella se vino él la dejo descansar por unos instantes y luego llevo uno de sus dedos y lo paso por toda la rayita mojada de Sonia, lo humedeció completamente y lo llevó hasta la entrada de su ano, luego lo fue introduciendo poco a poco, ella iba haciendo cara de dolor mientras más y más entraba el dedo, en unos minutos más mi hermano ya movía el dedo libremente metiéndolo y sacándole del ano de mi hija entonces dos dedos fueron los que empezaron a entrar y salir de ella, mientras tanto una mano de ella lo masturbaba a él para que la erección no se perdiera, de vez en vez ambos se besaban en la boca y sus lenguas jugueteaban, cuando Rubén sintió que ella ya estaba lista se coloco nuevamente en medio de sus piernas y tomo su verga con la mano izquierda, llevo su mano derecha a su boca y deposito un poco de saliva en ella, luego bajo la mano hasta su camote y lo embarro con su saliva muy bien terminando con la cabeza. Coloco la punta de su pito en la entrada anal de mi hija y empezó a meter poco a poco la gran verga por el pequeño agujerito que se fue ensanchando mientras cada milímetro de pito se iba abriendo paso, mi hija se mordía los labios para no gritar, se apreciaba que era la primera vez que la penetraban por el culo ya que en su cara se reflejaba el dolor en cada empujón que mi hermano le daba con su verga en el ano.

Pronto la verga de mi hermano fue devorada hasta la mitad, el se detuvo por unos momentos para dejar que ella se acostumbrara al intruso y después continuo empujando y empujando hasta que por fin después de varios minutos de lucha la verga entro completamente hasta que los huevos de él pegaron contra las nalgas de mi hija Sonia. Los dos se miraron y ella le sonrió suspirando en ese instante como alivio al fin de su tortura, después ella le dijo que podía continuar. La cadera de Rubén empezó a moverse lentamente hacia atrás, sacando la verga hasta casi la punta y luego regreso entrando lentamente de nueva cuenta, así varias veces hasta que los movimientos se fueron acelerando poco a poco y en unos minutos más ya la verga penetraba el culo de mi hija de una manera normal, ella suspiraba y gemía mientras que con una de sus manos él le acariciaba el clítoris en círculos produciendo en su cuerpo gratas sensaciones que ella agradecía moviendo su cadera en círculos mientras que seguía entrando y saliendo de su ano esa enorme verga, tallando cada uno de los rincones de sus entrañas, él le decía algunas cosas que yo no alcanzaba a escuchar. Minutos más adelante los movimientos en la cadera de mi hermano se empezaron a acelerar y también en sus dedos sobre el clítoris de mi niña, cada arremetida era más y más rápida a la vez que más y más profunda, era inminente que ya pronto terminaría, de pronto el soltó de su garganta un gemido largo y profundo mientras que mi hija también parecía estar teniendo otro orgasmo, con sus manos ella se apretaba los senos poniendo especial atención en sus erectos y rosados pezones puntiagudos, los gemidos de placer no tardaron en escapar de sus labios y de pronto vi como varias gotas de esperma caían al suelo desde el culo de mi hija mientras que su tío daba los últimos empujones en su interior.

Por mi parte al instante que ellos dos empezaron a tener sus orgasmos aumente la velocidad en los movimientos sobre mi verga, moviendo la piel de mi pene lo mas que podía hasta que empecé a sentir como en mis bolas se empezaba a acumular mi esperma y en unos cuantos segundos más esté salió disparado con gran potencia chocando contra la pared y resbalando en pesadas gotas, fue una gran venida como pocas veces he tenido, la excitación que me había producido el ver a mi hija cogiendo con mi hermano fue algo que no sabría explicar pero que me llevo a elevadas sensaciones y que de ahora en adelante no sabría como actuar con ella, sobre todo después de ver su bello cuerpo al desnudo y en esa situación tan caliente.

Pasados los momentos de pasión ellos se besaron nuevamente, se vistieron y cautelosamente primero salió ella de la alacena y unos instantes después mi hermano, en esos instantes el único que estaba en la casa era yo ya que mi mujer había salido con mi otra hija a hacer unas compras al centro comercial. Rápidamente limpie los restos de mi semen que estaban por toda la pared de la cochera y salí al jardín para hacer como que regaba las plantas, Sonia se acerco sonriente, las piernas me temblaban mientras la veía tan hermosa y pequeña acercándose a mi.

[Sonia] –¡Hola papí!... ¿Que estas haciendo?-

[Armando] –Nada pequeña, aquí regando el pasto ¿Y tu?-

[Sonia] –Nada estaba haciendo mi tarea y mi tío me estaba ayudando, ¿Ya lo viste, creo que te vino a buscar?-

[Armando] –No chiquita, pero ahorita que termine lo busco.-

[Sonia] –Bien papí voy a terminar de hacer mi tarea, creo que mi tío ya se puso a ver una película.-

[Armando] –Esta bien chiquita, en un rato voy para allá, ¡luego te veo!-

Mientras me hablaba yo no dejaba de mirarla a los ojos y ver sus labios aún hinchados por los besos que se habían dado, cuando se retiro no pude dejar de observar que ya se había cambiado el pantalón de mezclilla que traía puesto y ahora traía un pantalón de vestir que se le pegaba muy rico a sus lindas nalguitas y una blusa blanca con la cual se podía apreciar aun lo erecto de sus pezones ya que no traía puesto el sujetador. Para mi sorpresa mi verga ya estaba completamente parada de nueva cuenta y un bulto se formaba en mi entrepierna, trate de seguir regando el pasto y las plantas para que se me lograra aplacar la erección y luego fui a ver a mi hermano que solo venía de visita como siempre lo hacia para que platicáramos de cosas de trabajo y cosas así, en el cuarto de la televisión estaban jugando un video Viridiana y su hija Teresa de 16 años, mi hermano era viudo desde hacia ya cuatro años, entré y las salude mientras trataba de despejar de mi mente las imágenes que minutos antes se habían fijado en mi.

No pude dejar de notar la presencia de mi sobrina y entonces una idea se me vino a la mente, me la tenia que coger, sí esa sería la forma mas dulce de vengarme de mi hermano, si es que se le podría llamar venganza, era la forma de quitarme la tentación de saber que mi hija estaba cometiendo incesto con su tío y que mejor forma de cometerlo con mi sobrina también. Ella es una linda chica de piel blanca cabello largo hasta media espalda de color negro y lacio su cuerpo es un poco llenito sin ser nada gorda, tiene unos senos mas o menos del tamaño de unas naranjas que se aprecian de una forma firme bajo sus blusas, sus nalgas son paraditas y redonditas, cuando usa pantalones ajustados se le ve un cuerpo de diosa griega que me excita mucho, su cara es de rasgos agradables y tiene una sonrisa de concurso, en pocas palabras es una niña muy bella con la cual nadie dudaría pasar buenos ratos de pasión. El trato que yo llevo con ella es muy bueno y ese me permitiría estar en cualquier momento junto a ella sin que notara algo extraño en mi conducta, yo la llevo a la escuela junto con Sonia y Viridiana mi otra hija y por las tardes a veces las llevo a las clases de natación que toma junto con Viridiana ya que Sonia toma clases de Jazz.

Desde ese día empecé a estrechar la relación con mi sobrina, ahora casi siempre las llevaba a las clases de natación y después llevaba a la casa en donde tenían que terminar sus labores escolares y ya por la tarde la llevaba a su casa que es donde yo aprovechaba para platicar con ella de cosas interesantes como de sus estudios, sus novios, sus relaciones y así nos fuimos conociendo un poco más, de vez en cuando la invitaba a desayunar o a comer a el restaurante que ella quisiera, nos la pasábamos platicando y ahora ya me atrevía a tocarla más de lo que antes lo hacía, nos abrazábamos y nos besábamos constantemente cosa que a veces ponía celosas a mis hijas. Las cosas estaban saliendo como yo las había planeado y no faltaría mucho para que mi sobrina se empezara a fijar en mi de otra forma que la de su tío y esto lo empecé a notar a los tres meses ya que ahora le costaba mas trabajo despedirse de mi, por otro lado la vida en mi casa seguía sin ningún cambio excepto cuando mi hija Viridiana me reclamaba que ya casi no le hacia caso, Sonia no tenía ese problema ya que también tenía quién la consintiera.

Teresa y yo continuábamos viéndonos de vez en cuando a escondidas hasta que en una de esas veces en la que nos vimos en un restaurante que a ella le gusta y a la hora de saludarnos el beso fue lo mas cerca posible a la boca supe que debía actuar, la empecé a tocar mas de la cuenta y nuestras manos se la pasaron la mayor parte de la platica unidas, a la hora de que la lleve a su casa me detuve en una de las solitarias calles que hay por nuestro barrio y nos pusimos a platicar, pero esta vez una de mis manos se poso sobre una de sus rodillas, ella traía puesta una falda que se le había subido hasta la mitad de sus piernas, comencé a acariciar despacio su rodilla y subía de vez en cuando un poco a su pierna sin que ella dijera nada, se le notaba nerviosa y tartamudeaba a la hora de platicarme, nuestros ojos no se separaban y en su mirada había una chispa de complicidad que me indicaba lo que a continuación debería de hacer. Acerque mi rostro al de ella y solo pude ver como Teresa cerraba los ojos y entre abría sus carnosos y húmedos labios para recibir a los míos que se posaron sobre los de ella ansiosos de deseo. Pronto nuestras lenguas salieron a buscar la del otro y entonces nos fundimos en la pasión de ese largo beso, después de separarnos no dijimos nada, solo nos miramos y volvimos a besarnos. Mi mano sin notarlo ya había subido hasta la entrepierna de mi sobrina y acariciaba su vagina sobre las bragas mientras que la mano de ella empezaba a intentar bajar el cierre de mi pantalón. Yo la ayude acomodándome para que la labor fuera lo mas sencilla posible ella por fin lo bajo y metió su mano para acariciar mi pene, su manita tibia se agarro de la barra de carne caliente y empezó a subir y bajar su mano dentro de mis pantalones, pero la presión que hacia el pantalón sobre mi garrote me estaba lastimando así que mejor le dije que me lo sacara bien y ella así lo hizo, cuando vio mi verga fuera sus ojos se agrandaron y pícaramente me volteo a ver y me guiño un ojo como aprobando, luego siguió meneándomela mientras que yo seguía masturbándola por encima de sus bragas de color negro y de delicados encajes que la hacían muy sexy. Nuevamente nuestros labios se juntaron y ahora mi mano se introdujo por entre las bragas y su piel desnuda, fui bajando lentamente, una delicada mata de bellos empezaba a aparecer mientras continuaba mi recorrido hacia abajo y empecé a llegar a la unión de sus labios vaginales, ya se notaba un poco de humedad que se esparcía por los pliegues rugosos de la rajadita de mi sobrina, dos de mis dedos se posaron sobre la parte superior de estos y empecé a moverlos en círculos, ella solo seguía besándome y su mano se movió más rápido meneándome la verga, su lengua se introducía profundamente en mi boca y su respiración agitada pegaba en mi cara, acelere el movimiento de mis de dos sobre su vagina, su clítoris se empezó a poner duro y los gemidos en mi sobrina comenzaron a aparecer mientras separaba un poco los labios de mi boca.

[Teresa] -¡Oh tío, que bien se siente eso... sigue así... no te pares... mmm... oh!-

[Armando] -¡Si chiquita, abre tus piernas un poquito más para que te pueda dedear mejor!-

[Teresa] -¡Si... deja me bajo las bragas para que no te estorben...! ¡Oh si... si... más, más...!-

[Armando] -¿Alguna vez te la han mamado?-

[Teresa] –No tío, mi novio todavía no se anima a tocarme así... ¡pero que rico se siente!-

[Armando] –Conmigo vas a aprender muchas cosas nuevas ¡Ya lo veras!-

Ella se levanto un poco en su asiento y con sus manos se quito las bragas, su falda ya la tenía hasta la cintura su hermosa vagina quedo completamente a mi vista, tenía solo unos pocos bellos de color castaño en forma de un pequeño triangulo en la parte de arriba, sus labios eran delgaditos y de un color rosado, vi como un poco de liquido ya salía de su panocha, entonces la hice que se acomodara de forma que se acostara casi en los dos asientos y yo me incline sobre ella, bese sus muslos y me fui acercando lentamente a su entrepierna, primero aspire el aroma que manaba de su vagina, era algo delicioso, difícil de explicar con palabras, un aroma cálido que te va atrayendo hasta abrazarte y embriagarte por completo.

Mi lengua busco el inicio de sus labios vaginales mientras que mis manos se introdujeron por debajo de su blusa para buscar sus senos sobre los cuales se posaron, podía sentir el encaje de su sostén y comencé a acariciarlos sin quitarle la prenda, eran de un tamaño medio y muy firmes sus pezones resaltaban erectos bajo la tela del sostén, mis manos comenzaron a hacer círculos sobre ellos y de vez en cuando los apretaba delicadamente, ella ya empezaba a gemir de nuevo ya que mi lengua había localizado el clítoris y estaba dándole un rico masaje, no paso mucho tiempo para que mi sobrina me regalara sus primer orgasmo en la boca, el cual bebí completamente hasta dejarle la vagina limpia.

Después de que reposo de su orgasmo por unos instantes le dije que era su turno y entonces yo me acosté en el sillón del lado del conductor y me incline hacia a tras ella no sabía que hacer así que la fui guiando en su labor.

[Armando] –Bien preciosa, tienes que poner esa rica verga en tu boca y comenzar a chúparla como si fuera un rico helado... tienes que poner especial atención en la cabecita, luego bajas por todo el tronco con tu lengua y lames los huevos, luego con tu lengua das lamidas a la cabeza y te introduces lo más que puedas de verga en tu boquita.-

Mientras le iba diciendo las cosas ella las iba haciendo, su cálida y húmeda boca se poso en la cabeza de mi pene y empezó a seguir mis instrucciones, al principio lo hizo con un poco como de asco pero pasados unos minutos le encontró el gusto y sus mamadas se empezaron a hacer mucho mas expertas, tomaba con sus labios desde la punta de mi verga e iba bajando por el hasta tragársela por completo mientras hacia presión y me proporcionaba un enorme placer.

[Armando] –Ya sabes que cuando vaya a terminar me va a salir esperma... trata de tragártelo... al principio te va a saber algo fuerte, pero trata de encontrarle el sabor... ya veras que estas cosas del sexo son así, primero te da asco, pero después ya no lo puedes dejar.-

Le dije esto sin que ella dejara de trabajar sobre mi verga, mientras que ella se entretenía con mi pito en su boca una de mis manos se paseaba por sus nalgas y de vez en cuando uno de mis dedos se metía en su ano. Con mi otra mano guiaba la velocidad de los movimientos de mis sobrina en mi camote.

Ya sentía que pronto me vendría y con mi mano se lo indique a Teresa, ella empezó a menear su cabeza mucho más rápido sobre mi barra, la presión en sus labios aumento alrededor de mi tronco y también la de su lengua, las sensaciones se me iban acumulando en la cabeza y empecé a sentir como en mis huevos se empezaba a formar una gran venida, los movimientos eran más y más rápidos y en pocos segundos un primer chisguete de esperma golpeo la garganta de mi pequeña sobrina y ella trato de tragarlo pero se separo de mi verga y los chorros que siguieron a este primero le pegaron en la cara, ya era inevitable que pudiera detenerme y toda la cara se la embarre con mis mocos que sin piedad la golpearon saliendo con gran fuerza de la punta de mi pito, había sido un gran orgasmo como pocos en mi vida. Los dos nos quedamos pensando en lo que había pasado y sin decir nada por unos instantes hasta que yo rompí el silencio.

[Armando] –Ha sido algo fantástico, pequeña y me gustaría volver a repetirlo en otra ocasión, ¿Tú que piensas?-

[Teresa] –También me ha gustado mucho tío pero tengo un poco de miedo.-

[Armando] -¿De que tienes miedo preciosa?-

[Teresa] –De que tenga que dejar a mi novio... de que nos puedan descubrir mis papás y no sé que mas cosas...-

[Armando] –Por eso no te preocupes hija, tu puedes seguir viendo a tu novio, lo nuestro puede ser sin ningún compromiso y solo cuando lo queramos repetir... no tenemos por que enredarnos en algo serio.-

[Teresa] –Si tío tienes razón... tu me puedes enseñar muchas cosas... además me gustas mucho desde que era niña... pero... ¿Y si nos descubren?-

[Armando] –Bueno de eso es de lo que debemos cuidarnos mucho... ahorita corrimos mucho riesgo al hacerlo en la calle... deberíamos vernos en un lugar mas seguro, debemos de pensarlo bien...-

[Teresa] –Puede ser en un hotel o en casa cuando no haya nadie.-

[Armando] –Si también estoy pensando que puede ser en mi oficina, ahí a estas horas no hay nadie más que los veladores, pero ellos no entran cuando yo estoy ahí... en un hotel sería arriesgarnos también un poco.-

[Teresa] –Si creo que tienes razón... pero lo que si quiero es que me vuelvas a chupar la panocha como me lo haz echo hoy... claro, en unos cuantos días...-

[Armando] –Bien nena, será mejor que te deje en tu casa antes de que se haga más noche y te vayan a preguntar en donde andabas.-

Así quedamos de vernos dentro de unos días para continuar con nuestro juego sexual, sería en mi oficina el viernes de la próxima semana y después de su clase de natación. Era un momento que estaba esperando con gran ansiedad.

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