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Fiesta familiar (01)

en Amor filial

Fiesta familiar I

Llego la noche y nos dispusimos a salir a esa fiesta a la que habíamos sido invitados, era la fiesta familiar de todos los años, todos en la familia nos juntábamos para no perdernos de vista y así continuar con la tradición que loa bisabuelos nos dejaron, la familia es muy numerosa así que a veces pierdes a algunos de vista pero de esta forma no pierdes el contacto con todos ellos.

Llegamos como a eso de la nueve y en la entrada nos recibió mi prima Silvia que se veía sumamente hermosa con su vestido entallado de color negro, ya estaban ahí algunos de mis padres, tíos, sobrinos, etc.

Mi mujer y yo saludamos a todos los presentes y nos fuimos a sentar en un sofá junto a los demás parientes, todo en la fiesta era divertido y el tiempo fue transcurriendo rápidamente mientras que bebíamos y comíamos, como a eso de las doce de la noche ya que me sentía un poco mareado decidí subir al baño que hay en la segunda planta pero ahí había una cola enorme de familiares esperando a entrar, todos platicando y bromeando, a mi ya me urgía entrar así es que como esta casa ya la conocía de sobra por que era de uno de mis hermanos, opte por ir a uno de los baños que están en las habitaciones servicio. Salí de la casa por la puerta que esta en la cocina dirigiéndome directamente a las habitaciones de servicio que están cruzando el jardín, al entrar al baño encendí la luz pero no había foco así que me senté y comencé a hacer mis necesidades, termine, me puse de pie frente al lavamanos y frente a esté hay una ventana por la cual eche una mirada al exterior, en una de las esquinas del jardín que esta detrás de estos cuartos de servicio hay una palapa que usábamos algunos domingos para hacer taquizas o bistecizas. Mi padre estaba sentado en una de las bancas de madera que ahí se encuentran, pensativo, mirando a el oscuro cielo. El jardín también estaba oscuro solo iluminado por la pálida luz de la luna.

Me disponía a retirarme cuando escuche que alguien se acercaba y entonces voltee, era mi hermana Marina de 25 años, vestía un pantalón de color negro y una playera sin mangas de color rosa, ella siempre a sido muy atractiva, sus cabello caía por los costados de sus hombros, de un rojo intenso que contrasta con la blancura de su piel, su figura es de un felino, un andar muy coqueto, su pantalón se le pegaba perfectamente al cuerpo dejando ver sus nalgas paraditas y su plano vientre, sus senos pequeños pero bien paraditos se dibujaban perfectamente bajo la tela de su blusa.

Se acerco a donde estaba mi padre y sin más ni mas se poso frente a él, tomo con sus manos su cabeza y acerco su cara a la de nuestro progenitor, se dieron entonces un largo beso que a mi en ese instante casi me tira de espaldas, no me esperaba algo así.

Las manos de mi padre se deslizaron por la cinturita de mi hermana y luego fueron subiendo por su espalda hasta llegar a su nuca y subir un poco más para acariciar el cabello de ella, sus labios no se despegaban, era un beso sumamente cachondo, se podía oír hasta donde yo estaba los chasquidos chasquidos que sus labios y lenguas producían al frotarse y chuparse.

Mi hermana comenzó a despojar a mi padre de su camisa, sus labios bajaron por el cuerpo de él para recorrer su, cuello, torso y su estomago; luego regreso a sus labios fundiéndose nuevamente en un escandaloso beso, las manos de mi padre se perdieron bajo la camiseta de mi hermana, y lentamente fue levantando la prenda hasta que está salió por la cabeza de ella, pude ver su brasier negro alojando un par de exquisitas tetas muy paraditas y una piel de terciopelo casi tan blanca como la luna de esos instantes.

Marina se hinco sobre su playera y desabrocho el cinturón de mi padre, luego fue desabotonando el pantalón y bajando el cierre, lo hacía lentamente como queriendo disfrutar lo máximo de ese instante. Tomo el pantalón por los costados y lo jalo, mi padre levanto sus caderas permitiendo que la prenda saliera sin ninguna dificultad, bajo su calzón se apreciaba ya una enorme erección en la cual mi hermanita poso una de sus manos y comenzó a sobar la barra de carne que la engendro. No fue mucho el tiempo que hizo esto ya que después de algunos minutos de masturbar a su padre mi hermana bajo el calzón y entonces pude apreciar el tamaño del pene de mi padre, era algo largo y grueso, desde donde yo estaba no podría dar una medida exacta pero era lo suficientemente grande. Mi hermana acerco su cara a la dura verga de papá y se llevó la cabeza de está a su linda boquita con la cual comenzó a chupar y lamer con suma cachondería.

Poco a poco la barra de carne de mi padre se fue perdiendo dentro de la boquita de su hijita, Marina chupaba el pene de papá de una manera sumamente experta, se lo metía casi por completo y luego lo sacaba hasta la cabeza, la lamía lentamente y luego recorría todo lo largo del tronco con su lengua hasta llegar a los huevos y lamerlos y llevar cada uno hasta su boca para alojarlo completamente mientras que su mano no dejaba de sobar la dura verga, luego reiniciaba para tragarse de nuevo la tranca y subir y bajar por toda ella con su boquita.

A estas alturas una de mis manos ya estaba masajeando mi pene de manera frenética pero no perdía detalle de lo que estaba ocurriendo en la palapa del patio trasero.

Mi hermanita continuaba mamándole la tranca a mi padre mientras que el le sobaba las tetas desde su posición con una de sus manos y con la otra acariciaba el lindo trasero de mi hermana que se movía de un lado para otro y de adelante para atrás al ritmo de las mamadas que le proporcionaba al pene.

Las manos de mi padre buscaron el botón del pantalón de mi hermana y lo desabotono, luego lo fue deslizando poco a poco dejando ver la tanga de color negro a conjunto con el brasier, entre los cachetes de las nalgas de mi hermana se perdía la delicada y delgada tela, de bajo se apreciaba con toda claridad el bulto que formaban sus labios vaginales, la negra tela realzaba más el pálido color de su piel, las manos de mi padre profanaron las carnosas nalgas de su hija prodigándole extensas caricias y luego sus dedos buscaron el orificio vaginal y anal de ella aún sin siquiera haberle quitado la tanga.

Las chupadas en la verga de mi padre se hicieron todavía aún más profundas, la boquita de mi hermana se devoraba con verdadero goce la barra candente y lo hacía lo mejor que nunca antes yo había visto. Los movimientos de su cabeza comenzaron a acelerarse mientras que mi padre arqueaba su espalda demostrando la gran excitación que estaba sintiendo en esos momentos, y no era para menos ya que su hija menor le estaba devorando la verga de una manera increíblemente formidable, ni una de las mejores lo hubiese echo tan bien. Mi padre acelero los movimientos de sus dedos dentro de los agujeros de mi hermanita, ella en un instante se detuvo para sacar la verga de su boca y dejar escapar un gemido de satisfacción como agradeciéndole a mi padre por las gratas caricias que estaba recibiendo por parte de él.

Marina se puso de pie y mi padre procedió a bajarle las bragas, por vez primera podía apreciar el monte de Venus de mi hermanita, con unos bellos deliciosamente arreglados en forma de un triangulito que se mostraba por encima de su vagina, sus nalgas apretaditas por fin libres de su prisión fueron nuevamente presa de las manos de su padre, las masajeo delicadamente pero a la vez con ansías, separaba los cachetes y me dejaba apreciar su redondito y apretado ano al cual mi padre no dejo de acariciar por largos minutos mientras que con la otra mano acariciaba el clítoris de mi hermanita y sus labios vaginales. Los labios de mi padre entre tanto besaban cada parte del delicado cuerpecito de mi hermana.

Ella se acariciaba las tetas de manera excitante y pronto se deshizo de su brasier para dejar libres las dos masas de delicada y fina carne, sus pezones de rosado color estaban completamente erectos y baya que eran puntiagudos, cuando mi padre los tubo en frente no lo pensó dos veces y se abalanzo sobre ellos con su boca, chupando y lamiendo desde el pezón hasta la masa de carne de estos. Las manos de mi hermana se posaron sobre la cabeza de su padre para impedirle escapar y que esas caricias continuaran sobre sus atributos pectorales.

Largos minutos de caricias por parte de ellos habían logrado que mi excitación subiera al máximo y pronto la pared de el baño en donde me encontraba fue mojada con gruesas gotas de esperma que escapaban de la punta de mi pene, fue un orgasmo brutal que me transporto a miles de kilómetros lejos de la tierra, fue el único instante en que perdí de vista a mi padre y a mi hermana que se estaban prodigando pecaminosas caricias en ese escondido rincón de la casa de mi hermano.

Mi padre se acomodo en la banca en la que estaba y mi hermana enseguida comprendió de lo que se trataba, ella se centro justamente frente a mi padre abriendo sus piernas para que mi padre metiera las suyas en medio de las de ella, la verga se balanceaba en le aire apuntando hacia su objetivo, entonces mi hermana paso una de sus piernas hacia el otro lado de los maderos de la banca y mi padre la tomo por la cintura, luego la otra pierna de mi hermana paso de igual forma al otro lado quedando ella sentada sobre las piernas de papá, cara a cara ellos comenzaron a besarse de nueva cuenta, ambos completamente desnudos con su ropa tirada a su alrededor, las manos de mi padre fueron bajando por toda la espalda de mi hermana hasta que llegaron a sus nalgas, metió las palmas entre los cachetes y sus piernas y fue levantando lentamente a mi querida hermanita, poco a poco hasta que la altura fue la suficiente para que su verga que aun apuntaba al cielo quedara justo debajo de la vagina de ella, luego la acomodo un poco para clavar la punta de la cabecita entre la rajada de ella y cuando este proceso concluyo entonces la comenzó a bajar poco a poco, la barra se iba perdiendo lentamente dentro de la calida gruta de mi hermanita menor.

Ella abrazaba a m i padre pegándose lo más que podía a su cuerpo y no dejaba de besarlo y él de responder a sus besos, era una escena maravillosa de amor, me hubiera gustado ir a avisarles a todos en ese instante para que vieran como se demostraban su amor ambos, pero por un lado no pensaba apartarme de aquí hasta que ellos se retiraran y por otro quien sabe que escándalo se podría armar si alguien con poco criterio y una mente más o menos conservadora los descubriera en aquella situación tan excitante, de menos para mí.

Por fin mi hermana consiguió tragarse con su vagina toda la verga de su padre y cuando la sintió hasta el fondo comenzó a mover sus caderas en forma circular y un poco arriba y abajo, ella era toda una experta en hacer el amor por lo que podía ver, sus movimientos me hubieran vaciado en pocos minutos, pero mi padre al parecer ya conocía muy bien su forma de amar ya que duraba mucho tiempo dándole el placer que ella necesitaba.

Mientras que ella continuaba con sus lentos movimientos mi padre le comenzó a ayudar aun con sus manos sobre sus nalgas, y entonces mi hermana comenzó a subir y bajar más de esa verga que se perdía en su interior, los movimientos eran lentos, entraba hasta el tope y luego salía hasta la cabeza para de nueva cuenta enterrarse en esa calida y húmeda gruta, desde la posición en la que me encontraba alcanzaba a ver muy bien como la verga al entrar y salir se iba mojando cada vez más y más con los jugos vaginales de mi hermana.

Uno de los dedos de mi padre se incrusto en el ano de mi pequeña hermanita, ella respondió a esta caricia dando un pequeño respingo y luego riéndose junto con papá quien a toda respuesta le enterró más el dedo y ella volvió a sonreírle al instante que lo besaba. Por unos cuantos minutos se estuvieron amando hasta que mi hermana tuvo su primer orgasmo, su espalda se arqueo mientras con sus manos empujaba la cabeza de mi padre contra sus tetas. Él en instantes ya le estaba mamando las tetas como si de un bebe se tratase.

Luego que el orgasmo de mi hermana ceso ambos se quedaron quietos mientras recuperaban las fuerzas perdidas, mi hermana se levanto un poco para poder sacarse la verga de mi padre pero no se cambio de posición y luego le dijo algo a mi padre, él le sonrió y asentó con la cabeza, mi hermanita se llevo una de las manos a su boca y deposito gran cantidad de saliva en sus dedos, luego bajo la mano y la paso por la verga de papá, repitió esta operación un par de veces más y luego tomo con su mano el pene al instante que descendía un poco, coloco la punta de la verga en la entrada de su ano y se dejo caer otro poco para que la cabeza se perdiera dentro de esté. Mi papá puso sus manos sobre las caderas de ella y entonces levanto un poco las suyas para permitir que otro trozo de verga se perdiera dentro de la apretada cavidad de mi hermana, poco a poco el gran trozo de pito se fue introduciendo en el ano de mi hermana hasta que en pocos minutos mi hermanita estuvo completamente empalada en la tranca de su propio padre, momentos después un ligero bombeo daba inició dejándome ver a la perfección como la verga iba saliendo y entrando de ese pequeño agujerito.

Penetrando a mi hermana por el ano mi padre se movía cada vez más y más rápido, el agujerito era castigado por la gruesa verga que lo partía, las caderas de mi hermana se meneaban en forma circular para hacer que las sensaciones provocadas en ambos fueran todavía más intensas. Pronto mi padre deposito dentro de las entrañas de mi hermana gran cantidad de esperma que comenzó a escurrir al piso de entre las piernas de los dos y de adentro del ano de mi hermana, los gemidos de ambos fueron de lo mas delicioso, mi hermana también había acabado en un brutal orgasmo al mismo tiempo que papá, luego de un corto reposo ambos se pusieron de pie y rápidamente se vistieron volteando para todos lados, ya que terminaron de vestirse ambos se juntaron de nuevo en un enorme beso de despedida y cada uno por un lado distinto se dirigieron de nueva cuenta hasta la fiesta.

Yo termine de venirme por segunda ocasión dejando gran cantidad de esperma escurriendo por la pared y todavía sin creer lo que había visto, medio limpie con el papel de baño la pared y luego salí presuroso para la fiesta. Cuando llegué a la casa vi que mi esposa estaba bailado con uno de mis primos y al verme me saludo desde lejos, yo entonces me dirigí hasta donde estaban sentados mi hermana y mi padre, ellos ya estaban sentados con mi mamá y unos tíos, me acerque y le tendí la mano a mi hermana en señal de que la quería sacar a bailar, ella me sonrió y se puso de pie, Marina se puso de pie y me acompaño a bailar, solo quería estar un rato junto a ella, le repegué mi cuerpo lo más que pude dejándole sentir mi ya creciente erección, ella solo me sonreía y yo veía la cara de satisfacción de ella, platicamos un poco de algunas cosas pero nada más, luego de bailar la acompañe hasta donde estaba antes y salí a buscar a mi esposa, así paso toda la noche y ya en la madrugada nos empezamos a despedir, la fiesta había acabado, cuando íbamos ya en el auto yo no podía dejar de pensar en todo lo sucedido y no sabía hasta ahora que pasaba.

Llegamos a la casa y en lo que mi esposa se daba un pequeño baño yo entre al cuarto de mi hijo para ver como se encontraba, le di un beso en la mejilla y lo arrope bien, luego salí y me dirigí al cuarto contiguo, el de mi hija, entre y la vi también profundamente dormida y no pude dejar de pensar en lo que había sucedido en la fiesta, me acerque a ella, le iba a dar un beso en la mejilla pero algo me desvió de mi ruta y entonces se lo di en los labios, tierno, delicado pero excitante beso, me puse de pie rápidamente y me le quede viendo, bella, joven, de piel fina y suave, un cuerpo delgado, delicado, con ya algunas felinas formas, senos pequeños pero que a veces ya mostraban un duro pezón en sus simas, no, no puedo, me levante y salí rápidamente.

Esa noche no pude dormir pensando en si volvería a ver las cosas igual que antes, en si vería a mi hija como hasta ahora o en si podría verla de manera distinta, había mil pensamientos y reflexiones en mi mente, pero no podría saberlo hasta que las cosas fueran avanzando y poco a poco descubrir que pasaría con mi modo de pensar con respecto a lo sucedido este día.

 

CONTINUA

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