Los ángeles de Charly VI (Erika y su mamá)

Eran las vacaciones de verano y pues los encuentros sexuales con las amiguitas de mi hija habían bajado un poco y solo las veía cuando venían a casa para jugar con Italia, una de ellas a veces se escapaba y lográbamos tener un corto encuentro, a Erika aún no había podido estrenarle su rico anito, me lo había pedido ella misma en varias ocasiones pero no se había dado la oportunidad de cogérmela con suficiente tiempo como para abrirle su rico y arrugadito orificio trasero.

En la tarde mis hijos (Italia y Cesar) y mi esposa iban a salir a casa de su abuela y yo me iba a quedar solo durante un corto fin de semana, ya por supuesto estaba pensando en como lo iba a pasar, entonces después de que ellos se fueron decidí llamar a Erika y ver si así se daba la oportunidad de estrenarla por el ano, cuando me contestó le comente que estaba solo en casa y que si le gustaría quedarse una noche con migo para poder coger a gusto, ella se emociono cuando le dije eso y me dijo que si, que le pediría permiso a su mamá para quedarse en casa de Italia a dormir, luego colgó y tuve que esperar solo unos quince minutos, sonó el teléfono y entonces contesté, era la mamá Erika, me pregunto por Italia y le dije que estaba jugando a fuera, me comentó que las niñas se habían puesto de acuerdo en hacer una pijamada y que si yo daba mi autorización para que su hija se quedara a dormir en mí casa; por supuesto que le dije que si y le comenté que yo pasaría por la niña en la tarde ya que iba a regresar de un asunto que tenía y entonces pasaría por ella. La mamá muy amable me dio las gracias y entonces colgó.

Como a eso de las seis de la tarde pase a casa de Erika y su mamá que se llama Patricia me hizo pasar en lo que la niña terminaba de preparar sus cosas, me invito un refresco y en lo que yo me sentaba en el sillón pude apreciar lo bien formado que tenía su cuerpo las señora, me imagino que cuando su hija creciera iba a tener un cuerpo similar, alta, esbelta, senos de muy buen tamaño, nalgas firmes y alargaditas, piernas bien torneadas; Patricia traía puesta una minifalda de color negro con una blusa blanca bajo la cual se marcaban perfectamente sus senos ya que no traía sujetador, cuando regreso me sonrió muy amable y me entrego el vaso de refresco que traía en su mano derecha, ella se sentó en frente de mí mostrándome sus bien formadas piernas, estuvimos platicando por algunos minutos en los cuales me pude enterar que ella era divorciada y vivía sola con la niña, que su marido le pasaba una muy buena pensión cada mes y cosas por el estilo, sentada como estaba yo podía apreciar perfectamente el triangulo blanco que se dibujaba entre sus piernas debajo de la minifalda, en varias ocasiones cuando se estiraba para alcanzar su refresco que estaba sobre una mesita de centro ella abría más sus piernas y me daba un perfecto espectáculo de su entrepierna. Por supuesto que no pude evitar que una fuerte erección se formara bajo mis pantalones y Patricia se dio cuenta perfectamente, obviamente que la mujer estaba pidiendo verga a gritos y por supuesto que no iba a dejar escapar esta oportunidad, así que le hice varios comentarios con respecto a su persona y ella los acepto de buena gana y con algunas risas de complicidad junto con migo, a ella se le cayo la servilleta al suelo y rápidamente se agacho para recogerla pero no conseguía alcanzarla y con ese pretexto yo podía apreciar perfectamente sus senos ya que su blusa se colgaba del cuello dándome una espectacular visión de estos que se bamboleaban mientras trataba de recoger la servilleta. Me levanté y entonces me hinque frente a ella recogiendo la servilleta y mirando más de cerca ese hermoso par de senos, cuando ella se levantó yo no quite la vista de sus pechos durante algunos segundos y luego la mire directamente a los ojos, ella me sonrió y me guiño un ojo, entonces me acerque más y le dije que si gustaba en otra ocasión podríamos platicar con más calma, ella nuevamente me guiño el ojo mientras asentaba con la cabeza, le dije que le llamaría para ponernos de acuerdo.

Estábamos en eso cuando se escucho que bajaban las escaleras, entonces rápidamente me levante y me senté de nuevo en el sillón en el que me encontraba, era Erika quien ya estaba preparada con sus cosas para partir, se despidió de su madre mientras que nos encaminábamos a la salida de la casa, ambos abordamos el auto mientras que Patricia se quedo parada en la entrada de la casa viendo como nos alejábamos.

Durante el trayecto Erika me preguntó que si me había gustado su mamá, por supuesto que fui sincero con la pequeña, le comente que su madre era sumamente atractiva y bella y que me hubiera gustado tener algo que ver con ella. Luego empezamos a platicar de lo que haríamos en casa. Por fin llegamos a casa y rápidamente me estacione en la cochera, antes de salir del auto nos comenzamos a besar cachondamente en la boca, nuestras lenguas se comenzaron a enredar y nuestras manos reptaron por nuestros cuerpos, así durante algunos minutos, ya que no teníamos prisa le pedía a Erika que nos fuéramos para mí habitación.

Entramos en la habitación y la pequeña Erika se fue directo a la cama, antes de que se comenzara a desnudar la detuve y entonces ella me preguntó por que, yo le dije que teníamos mucho tiempo para hacer lo que quisiéramos y que no deberíamos de acabar todo en unos cuantos minutos. Sin más me encamine hasta el closet de la habitación y saque de uno de mis cajones un bulto de revistas que ahí guardaba; curiosa la niña se acerco a mí para ver de que se trataba, cuando las vio se sonrojo un poco y me dedico una mustia sonrisa, me senté en la cama a un lado de ella y le dije que fuera ojeando la que quisiera, ella busco entre el bulto de revistas y tomo una, en la portada se veía a un par de jovencitas desnudas al lado de un tipo bien parecido. Abrió la portada y comenzó a hojear la revista, eran fotos demasiado explicitas de sexo, también venían muchos acercamientos de los órganos de las parejas mientras copulaban. Erika observaba detenidamente cada una de las imágenes y de vez en cuando volteaba para verme, le pedí que nos pusiéramos más cómodos para poder ver entre ambos las revistas.

Nos acostamos boca abajo en la cama uno al lado del otro y pusimos las revistas frente a los dos, la niña continuó con la revista que tenía anteriormente y en lo que ella pasaba las paginas yo me dedique a pasear mi mano por su cuerpecito. Llegó a unas fotos en las que se podía apreciar paso a paso como iban penetrando con una gruesa verga a una bella jovencita por su culo, primero se podía apreciar como ella se empinaba sobre unas almohadas grandes y paraba su culo para dejar completamente expuesto su ano, el chico la comenzaba a penetrar con uno de sus dedos y luego se la comenzaba a meter por esa parte hasta que se venía sobre su cara. Vimos varias revista y en eso se escucho un ruido en la sala, tuve que bajar para ver de que se trataba, no vi nada fuera de lo normal y entonces regresé al lado de la bella niña de trece años que aún seguía viendo las revistas, cuando terminamos de hojearlas ella me preguntó que si sería posible que mi verga entrara en su culito, yo le dije que deberíamos de intentarlo para ver que era lo que pasaba.

Dicho esto comenzamos a besarnos y arodar por la cama mientras que nuestras ropas iban desapareciendo poco a poco. Erika era una muchachita muy ardiente y me encantaba la forma en que me besaba, su lengua se perdía profundamente dentro de mi boca hasta que por fin se encontraba con la mía. Por fin después de varios minutos los dos quedamos completamente desnudos y entonces me dedique a darle unas cuantas mamadas en su rica conchita, pero ella al ver que solo yo actuaba me pidió que le diera mi pito, entonces hicimos un sesenta y nueve, la boquita de la niña se estaba tragando mi gruesa herramienta mientras que mi lengua recorría toda su rica rajadita, luego me dedique a lubricar su rico culito y uno de mis dedos comenzó a jugar con el apretado huequito, entraba y salía solo la punta para así ir dilatando lentamente ese hermoso y arrugadito orificio de mi bella niña, pasamos muchos minutos en esa posición y entonces decidí que era tiempo de que ella disfrutara de más dedo, empecé entonces a méterselo todo lentamente, el ano de Erika se fue tragando todo mi dedo sin queja alguna; el calor en el interior de su culo me indicaba lo caliente que estaba Erika y cuando cuando consideré que ya estaba lista para la penetración le dije que era hora, ella entonces empezó a jalar las almohadas que estaban allí y se puso justo como habíamos visto en la primer revista, su hermoso y pequeño culito quedo completamente expuesto, su hermoso ano permanecía un poco abierto dispuesto a ser roto por mi gruesa macana, me coloque detrás de ella y con mi mano guié la cabeza de mi pito a su entrada, las pase un par de veces por toda la zona y Erika me pidió que comenzara, entonces apunte a su centro y empuje un poco la cabeza que se introdujo un poco, fui empujando con más fuerza haciendo que sus carnes se fueran separando mientras que mi barra entraba, la niña apretó los dientes en señal de dolor pero no dijo nada, luego paso sus manitas hasta sus nalgas y las separó más para permitirme continuar con mi labor, como me costaba un poco de trabajo continuar saque la verga por unos segundos en lo que le ponía un poco de saliva; ella permanecía con sus manos separando las nalgas para dejarme completamente expuesto su ano, luego de nueva cuenta regrese para clavársela, el caliente agujero me recibió e inicie la penetración, esta vez fue un poco más facil ir partiendo ese culito, ya la cabeza de mi pene se perdía por completo en el reducido espacio e iba avanzando más, la cara de la niña reflejaba el dolor que estaba sintiendo, me detuve un poco para preguntarle que si se lo sacaba pero ella me reprendió y me dijo que no me detuviera hasta que la tuviera completamente en su ano. Así continué metiéndole más y más carne en su culito y pasados como quince minutos por fin la pude penetrar por completo, era fantástico ver como mis bolas chocaban contra las piernitas de Erika, me quede inmóvil por varios minutos más para permitir que su interior se acoplara a mi verga, luego fui moviendo levemente las caderas y así continué hasta que los movimientos se fueron haciendo más y más naturales.

Fue de repente que la puerta de mi habitación se abrió, Erika y yo volteamos rápido para ver que era lo que estaba pasando y vimos a una persona parada en la entrada de la habitación, se reflejaba una silueta que no alcanzaba a ver bien debido a la oscuridad del pasillo, por mi mente pasaron mil cosas, un ladrón, la policía, mi esposa etc. Cuando la persona que estaba ahí parada se fue acercando pude notar que eran tacones lo que se escuchaba y de pronto... la silueta fue adquiriendo imagen mientras la luz de la lámpara la iba iluminando, Erika entonces exclamo con gran asombro ¿¿¿¡¡¡MAMÄ!!!???... sí, era la Patricia la madre de Erika, estaba allí frente a un cuadro difícil de explicar de otra forma, yo sujetando de las caderas a su pequeña hijita, con mi verga completamente enterrada en su culito y ella empinada delante de mí, no sabía que era exactamente lo que a continuación seguía. Solo tartamudee no se que palabras y Erika se aventó hacia el frente safándose de mi barra. La madre de ella nos miraba con furia en los ojos, se quedó allí parada esperando de nuestra parte algún tipo de explicación; ninguno de los dos podía responder, la madre miró a su alrededor, nuestras ropas por toda la habitación, las revistas en el suelo, mi verga completamente lubricada y aún dura, su hija recostada en la cama completamente desnuda y sudorosa con una cara de espanto y respirando agitadamente.

Entonces con voz de mando le ordeno a Erika que saliera de la habitación, luego de que la pequeña salió se acercó hasta donde yo estaba y me dio una fuerte bofetada en la mejilla derecha, me levanté para vestirme pero ella me detuvo, la voltee a ver, venía vestida igual que como la había dejado en su casa, entonces sin más me acerque y la mire a los ojos, su furia aún se reflejaba en ellos y entonces así de repente ella comenzó a reírse a carcajadas. Me quede sumamente perplejo pues no sabía que le pasaba, supuse que serían los nervios, ella entonces y aún riéndose me explico que sabía que mi mujer y mis hijos se habían ido con mi suegra pero le entro curiosidad de saber porque Erika le pedía quedarse en casa Italia, entonces hablo con migo y como yo le dije que si estaban se le hizo sospechoso, decidió ver de que se trataba porque ella creyó que yo le daba drogas a su hija, pero entonces se encontró con esto. Nos espió desde el principio y el ruido que escuche yo era ella brincándose por una de las ventanas. Ella me comentó que le encantó la forma en como se lo estaba haciendo a su pequeña y que se le antojaba sentir lo mismo, entonces yo le puse ahora mi condición y le dije que la complacería en todas sus fantasias sexuales si ella aceptaba que su hija se nos uniera, lo pensó solo unos segundos y me dijo que ya lo había pensado así, luego llamó a Erika quién aún estaba desnuda y le pidió que entrara. La niña se acerco tímidamente a nosotros, entonces le dije al oído a Patricia que la besara, la bella mujer se agacho y le dijo a su niña que era muy bella y que la amaba demasiado, que de ahora en adelante ellas se la iban a pesar mucho mejor y entonces acerco sus labios a los de la pequeñita quién incrédula tardo unos segundos en responder a el beso que su madre le ofrecía, pronto ambas se comenzaron a besar sin limites, sus lenguas se restregaban y enredaban en un rictus eroticus sin más.

Las deje que se amaran solas por algunos minutos mientras yo permanecía solo como observador, la niña comenzó a despojar de sus prendas a su querida madre, la blusa de Paty voló por los aires y sus hermosos y firmes senos quedaron desnudos, los labios de Erika se pegaron a los pezones como cuando era una niña, solo que en esta ocasión para brindar un placer diferente, su lengua jugó con los botones de su madre por varios minutos mientras que sus manitas se recrearon con las suculentas y pronunciadas curvas de los pechos de su madre, ambas mujeres se amaban profundamente y esto las unía todavía más.

Paty dejo caer su falda al suelo solo mostrando unas exquisitas bragas blancas que se ajustaban perfectamente a sus delgadas caderas, sus nalgas solo cubiertas por un leve triangulito, las manos de su hija se posaron entonces en las carnes morenas de su madre y sobaron y masajearon por eternos minutos esos glúteos hermosos, yo ya me estaba masturbando con ese riquísimo espectáculo, madre e hija se perdieron durante largos minutos entre sus caricias y besos, luego yo intervine para romper con ese encanto y continuar con otro más. Ahora me comencé a besar yo con la bella mujer y me coloque detrás de ella para repegarle mi herramienta en el canal de su culo, mis manos se posaron en sus firmes senos a los cuales acaricié dulcemente. Mis caderas se movían rítmicamente entre sus duros cachetes y mientras yo hacia esto Erika se colocó frente a su madre y le fue bajando las bragas, una bella y arreglada mata de bellos quedo al descubierto, mi mano se paseo por estos y pude palpar lo húmeda que ya se encontraba su entrepierna, le pedí a Erika que le enseñara a su madre lo que había aprendido la vez anterior junto con Lucrecia, la pequeña entonces se agacho entre las piernas de su madre y comenzó a chupar, besar y mamar sus extremidades, la bella mujer se retorcía por el placer que estaba experimentando ahora, Erika se iba acercando cada vez más a su entrepierna y a cada segundo la excitación de Patricia era superior, cuando por fin su hija puso su lengua sobre su clítoris Patricia exploto en un fenomenal orgasmo que logro escurrir gran cantidad de líquido por sus bien torneadas piernas.

Erika se bebió todos los jugos que estaban escapando de su madre, primero los que bajaban pos sus piernas y luego subió hasta su panocha para mamarla y lamer todo lo que aún estaba allí, Patricia sentía que se iba al cielo, la experta boquita de su hija no tardo mucho tiempo en hacerla estallar de nuevo, yo estaba aún besándome con ella, nuestras lenguas se batían en una lucha sin fin, mis manos continuaban sobándo sus preciados senos; esta vez Paty no aguanto más y fatigada se dejo caer sobre la cama, en lo que ella descansaba le pedía a Erika que se acomodara justo en la posición en que nos había encontrado su madre.

La niña no lo pensó y enseguida apunto su culito al cielo, yo nuevamente me coloque detrás de ella y la empecé a penetrar, la verga entro ahora sin ninguna deficultad y entronces si inicie el bombeo en su ano, Erika gemía y suspiraba, al ver esto Paty se incorporo para ver como me cogía a su linda hijita, con una de sus manos Patricia me acariciaba el culo y con la otra sobaba los senos de su hija, uno de los traviesos dedos de Paty se introdujo en mi ano y esto me acercó mucho a mi orgasmo, continué meneándome más y más rápido dentro de las entrañas de la pequeña y pasados unos cuantos minutos comencé a soltar toda mi leche en su interior, con un dedo en mi ano no pude evitar que la venida fuera de lo más espectacular, mi verga seguía contrayéndose y expulsando leche después de pasados unos segundos, empuje lo más que pude para dejar en lo más profundo de Erika todo mi simiente y cuando por fin le saque la verga del culo Patricia se pego a esta para mamarla y evitar que perdiera la erección, su labor duro algunos minutos pero ella lo hacia demasiado bien y logro lo que se proponía, luego a un lado de su hija ella adopto la misma posición y me pidió que le rajara el culo, sin miramientos me coloque atrás y puse mi pene entre sus nalgas, empuje entonces y la verga se fue perdiendo en su ano, le pedía a Erika que se abriera de piernas frente a su madre para que ella le pudiese mamar su concha, la chiquilla obedeció y se coloco boca arriba con las piernas abiertas, Patricia entonces comenzó a mamárle la crica a su niña mientras era penetrada por mi verga por el ano.

Varios minutos más tarde Patricia y Erika comenzaron a tener un orgasmo simultaneo, sus gritos y gemidos se escuchaban por toda la casa, ambas movían sus caderas en forma circular tratando de prolongar por más tiempo ese efímero placer que pronto las dejo desmadejadas, yo saque mi verga del ano de Paty y se la ofrecí en la boca a Erika, la niña me la comenzó a mamar mientras con una de sus manitas me masturbaba lentamente, mi verga hacia que su boquita se abriera de par en par y se perdía hasta la mitad dentro de su boquita, entonces Paty le dijo a su niña que le iba a enseñar a hacerlo mejor, la niña se hizo a un lado sin perder detalle de lo que su madre iba a hacer, paty tomo la verga con sus manos y se la fue metiendo en la boca hasta que no quedo nada afuera, luego se comenzó menear su cabeza de adelante para atrás en un rítmico vaivén que me enloquecía, puso mucha saliva en mi verga haciendo que la mamada fuera de lo más delicioso, luego le dijo a Erika que lo intentara y aunque la niña no se pudo tragar por completo la macana si me dio una fantástica mamada que apunto estuvo de hacerme venir.

Paty me dijo que le gustaría ver como me cogía a su hija por la panochita, entonces sin dudar me coloque encima de la bella niñita y la empecé a penetrar lentamente, mis labios chuparon sus pezones al mismo tiempo, Patricia no perdía detalle y observaba como la verga se empezaba a perder dentro de la joven vagina de su hija, cuando se la logre meter por completo comencé a menarme con moderada velocidad entrando y saliendo del apretado túnel de Erika, la niña no tardo en empezar a gemir por lo delicioso que estaba sintiendo, la madre de ella entonces me beso en los labios y me dijo al oído que eso era delicioso, entonces le dije que se colocara sobre la cara de su hija para que ella pudiese mamarle la rajada, Paty cruzo miradas con su hija y esta le dijo que lo hiciera, la bella mujer se encuclillo sobre la cara de su pequeña y pronto se vio recompensada con una deliciosa mamada de panocha que su propia hija le daba en tanto que yo la besaba apasionadamente en los labios y sobaba sus hermosos y puntiagudos senos.

Luego de pasados varios minutos más cogiendo en esa posición les dije que quería se tragaran mis mocos y entonces me pusieron como condición que esperara hasta que ellas se vinieran, tuve que contenerme lo más que pude pero juntas, ellas comenzaron a venirse, Erika en mi verga y Patricia en la boca de la niña, fue increíble la venida de ambas y yo aún tuve que aguantar más pero lo conseguí cuando ellas terminaron yo me coloque frente a Ptricia e inmediatamente Erika se puso justo al lado de la cara de su madre, me menee la verga un par de veces y gruesos y candentes chorros de esperma comenzaron a bañar las bellas caras madre e hija, mi esperma salía y salía golpeando los lindos rostros, las bocas de ambas trataban de atrapar alguna gota que escurría, yo continuaba meneándomela hasta que por fin ya no salió nada más, los rostros de las dos quedaron completamente bañados de mi esperma y después de besarnos entre los tres caímos completamente extenuados y nos quedamos dormidos hasta la mañana siguiente.

Nos metimos a bañar los tres juntos y después salimos a dar un paseo dominical como si fuésemos una familia, por la tarde las lleve a su casa y me quede con ellas para disfrutar de otra extraordinaria noche.

CONTINUA