Fiesta familiar XXVI

Pues por fin llegó la mañana, todos nos levantamos y después de bañarnos y arreglarnos bajamos para preparar el desayuno, las niñas aún no se levantaban y yo subí a la habitación de ellas para despertarlas, entré sigilosamente en la habitación de las pequeñas y pude ver a cada una en su cama, me acerque hasta donde se encontraba mi sobrinita Montserrat y comencé a pasear mis manos por su menudo cuerpecito, acaricie su cara, su pecho y por fin su entrepierna, ella al sentir como la palpaba se volteó hacia mi y me regalo una linda sonrisa, entonces yo metí mi mano por debajo de sus bragas y la comencé a masturbar despacio, ella abrió sus piernas para permitir la intromisión de mis dedos en su rajadita, no fue mucho el tiempo que tarde para que sus jugos comenzaran a mojar mis dedos, mi sobrinita suspiraba y gemía quedamente como para no despertar a su amiguita. Mis dedos se introducían en su vaginita y ésta me apretaba deliciosamente, me saqué la verga y ella la tomo con una de sus manitas y me comenzó a masturbarme despacio, mis dedos se introdujeron un poco más y su primer orgasmo le llegó. Le pedí que me la meneara más rápido y obedeciendo ella acelero los movimientos que hacia con su manita, empecé a experimentar gratas sensaciones y entonces mis caderas se comenzaron amover también, mis dedos también comenzaron a entrar y salir apresuradamente de su rayita, ahora los dos estábamos experimentando extraordinarias sensaciones que pronto nos hicieron estallar en un orgasmo simultaneo, pude sentir las contracciones de su vagina en mis dedos y como sus jugos comenzaron a humedecerme, por mi parte gruesas y cálidas gotas de esperma comenzaron a salir disparadas por todas las cobijas y sabanas de la cama, fue grandiosa la eyaculacion que experimente, antes de que mi verga terminara de expulsar todos los chorros de leche mi sobrinita se levanto un poco y alcanzo todavía algunos disparos dentro de su boquita, así me la mamó todavía por algunos segundos más y luego se levantó.

Montserrat salió con rumbo hacia el baño y yo me acomode la ropa y luego cubrí las cobijas con la colcha para que no se vieran las gotas de esperma, me acerque a Carmina y por algunos segundos la observe, en verdad era una linda mujercita, su delgado cuerpecito me encantó desde que la vi y por supuesto que me encantaría poder hacerle el amor. Por fin salí de mi letargo y empecé a despertarla; la niña se sorprendió cuando me vio pero se calmo luego al recordar que estaba en mi casa. Bajamos todos entonces para desayunar, era demasiado temprano pero teníamos planeado salir así que nos teníamos que apresurar.

Después de desayunar nos comenzamos a preparar para salir a un parque de diversiones y pasar un agradable día y ya por la tarde regresar a casa.

Nos la pasamos muy bien en el parque de diversiones y nos subimos a todos los juegos posibles, las niñas se divirtieron mucho y nosotros también, terminamos la tarde sumamente cansados y como a eso de las cuatro regresamos hacia la casa. Al llegar todos quedamos completamente agotados así que subimos a las habitaciones y nos quedamos profundamente dormidos y solo despertamos como a esos de la siete de la noche.

Las primeras en despertar fueron las chicas y cuando nosotros escuchamos ruido en la sala fue que bajamos, era por fin hora de poner en marcha nuestro plan para iniciar a Carmina en las artes del amor, llamé a las chicas y les dije que si deseaban ver una película, dijeron que si y entonces fueran a la cocina para preparar unos paquetes de palomitas de maíz, luego regresaron y nosotros ya nos encontrábamos sentados, por supuesto que preparamos los sillones de tal forma que Montserrat quedara sentada junto con migo, mi esposa detrás de todos y Carmina quedaría sentada con su tío Ramiro, la película obviamente tenía algunas escenas de sexo muy explicito.

Comenzó la película y como a los quince minutos se inició la primer escena sexual, terminando está abracé a Montserrat y mi mano comenzó a jugar con su seno derecho, pude observar entonces que la pequeña Carmina vio como mis dedos jugaban con el seno de mi sobrina pero no dijo nada, solo continuó viendo la película, este era el primer paso; luego mi otra mano comenzó a acariciar sus piernitas y por supuesto que descaradamente le subí un poco la falda hasta dejarla a la mitad de sus muslos, en este paso Carmina no perdía detalle de lo que le hacia a su amiguita y fue entonces que me puse de pie y le pedía a mi sobrina que me acompañara al estudio, Carmina se quedo extrañada y la curiosidad le debió haber ganado pero no dijo nada.

Llegando al estudio por supuesto que deje la puerta entreabierta y Montserrat y yo nos fuimos para el escritorio, la puse a ella de pie sobre la superficie y la comencé a desnudar lentamente, mientras la desnudaba le acariciaba su cuerpo y la besaba, mi erección creció rápidamente; afuera Ramiro le dijo a Carmina que fuera a ver por que nos tardábamos tanto ya que nos íbamos a perder la película, para este entonces ya Montserrat se encontraba completamente desnuda y parada sobre el escritorio, yo estaba ahora mamándole la rajadita, mi lengua se paseaba por sus pliegues vaginales y buscaba su clítoris mientras que mis manos se agasajaban con sus redondas nalguitas, por supuesto que desde mi posición podía ver claramente la puerta del estudio y vi como llegó Carmina y se quedo paralizada en la entrada, la escena no podía ser más explicita.

Mi lengua continuaba recorriendo la panocha de mi pequeña sobrina y ahora uno de mis dedos se le estaba clavando en el culo, Montserrat me acariciaba la cabeza y gemía a cada una de mis lengüeteadas; Carmina llevaba parada en la puerta aproximadamente como unos cinco minutos, detrás de ella vi dibujarse la silueta de Ramiro, la tomo por los hombros sacándola de su estupefacción, la arrimo hacia el marco de la puerta como escondiéndose para que no pudieran ser vistos, yo claro que continué sin desprenderme de la rica pepita que mamaba. Ramiro se hinco y se coloco detrás de su sobrina mientras le hablaba al oído, muy de cerca, casi besándolo, la pequeña continuaba mirando lo que yo hacia con Montserrat, una de las manos de Ramiro se posó sobre la barriguita de la niña y despacio comenzó a acariciarla, su boca ahora besaba delicadamente el cuello de la pequeñita, ella inclino su cabeza hacia un lado permitiendo las caricias de su tío, esto fue como un permiso y ahora la otra mano de Ramiro acariciaba el muslo de la niña y lentamente iba subiendo hasta llegar a su rodilla, a partir de este punto en el cual llegaba la falda de la niña continuar sería romper la primer barrera. Montserrat llegó a su primer orgasmo y yo me lo bebí todo hasta que seso; luego ella se sentó en el escritorio y yo sacándome la verga se la acerque a la cara, mi sobrina con una de sus manitas masajeó primero y luego acerco su carita y abriendo su boca se la fue tragando lentamente; discretamente pude observar como la mano de mi amigo ya había avanzado hasta llegarle e los muslos, la niña no ponía resistencia yb se dejaba manosear libremente por su tío. Los besos en su nuca ahora eran mucho más descarados ya la lengua de él se paseaba de un lado al otro. Carmina se volvió dándole la cara a Ramiro y algo le dijo, el le sonrió y entonces puso sus manos sobre la carita de la niña y se acerco para besarla, primero un beso tierno sobre los labios, delicado, luego y poco a poco le fue enseñando como debería de besar, ella saco su lengua y ambos jugaron con ellas, enredándolas afuera, luego el fue introduciéndola dentro de la boquita de la pequeña, ella comprendió de lo que se trataba y comenzó con el juego, sus bocas se sellaron fuertemente mientras que sus lenguas jugaban una dentro de la boca del otro y viceversa, las manos de Ramiro se pasearon por la espalda de la chiquilla hasta llegar a las nalguitas en las cuales se recreo solo por algunos minutos y luego continuaron su recorrido hasta llegar a tocar la piel desnuda de sus tobillos. Esta vez ambas manos fueron subiendo por las delgadas y blancas piernitas de la niñas, descubriendo lentamente su falda, la visión que yo tenía era de primera, pude ver ahora sus rosada braguitas de algodón y como las manos se paseaban ahora sobre ellas buscando en cualquier rincón, sus labios no se habían separado para nada en todo ese tiempo.

Ramiro desabrocho la falda de la pequeña y está calló al suelo mostrando las bragas y bajo ellas las largas piernitas de Carmina, su cabello caía por su espalda, Ramiro se separo de la niña y tomo por los costados la blusa, ella levantó las manitas y dejo que la prenda saliera, solo le quedaban las bragas y las calcetas puestas, su tersa espalda blanca se veía hermosa; Ramiro se volvió a hincar y en esta ocasión comenzó a mamar los rosados pezones puntiagudos de su sobrina, su lengua se recreó en las cálidas pieles de la niña y sus manos se volvieron a posar sobre las nalguitas de ella pero en esta ocasión lentamente comenzó bajarselas, unas blancas y redondas nalguitas quedaron a la vista, las bragas quedaron en las rodillas de Carmina, Ramiro le acarició el cabello y la volvió a besar, la niña respondía ardientemente a su tío.

Por otro lado mi sobrina había terminado de mamarme la verga y yo la acosté en el escritorio, le abrí las piernas y me coloque en medio de ella apuntando la cabeza hinchada de mi pene en su vagina, la punta penetró levemente y entonces comencé a moverla de arriba para abajo por todo lo largo de la rajada. Al poco rato se la comencé a introducir y ella comenzó entonces a gemir fuerte mente cuando vio que su amiga estaba siendo acariciada por su profesor. La verga se le clavo lentamente en su interior y ella gustosa lo recibió hasta que las bolas chocaron contra sus nalguitas, comencé entonces a bombearla despacio.

Se levantó Ramiro y tomo por la mano a la pequeña carmina, ésta se dejo llevar por el y se metieron al estudio, la acomodo en el sofá recostándola de espaldas, ella se dejó llevar y Ramiro se hinco en medio de sus piernitas, acarició por largos minutos su vaginita, frotándola con la yemas de sus dedos y luego acerco su cara y con movimientos circulares de su lengua fue mamándosela delicadamente; Carmina respiraba agitadamente y sus ojos no perdía detalle de lo que su tío le hacia, la lengua de él se fue introduciendo levemente entre la rajada, los labios vaginales de pequeña poco a poco se fueron abriendo y dando cabida a la lengua que los invadía. Él busco el clítoris de la pequeña y después de varios fallidos intentos por fin logro encontrarlo, comenzó entonces su lengua a jugar con el botoncito hasta que logro ponerlo duro, al los pocos minutos de estárselo mamando fue cuando la pequeña comenzó a experimentar el primer orgasmo de su vida. Sus gemidos y gritos se escucharon por toda la habitación.

Yo para esos intantes ya estaba llenando la vagina de mi sobrinita con gruesas ráfagas de caliente esperma que chocaban en sus paredes vaginales y luego iban escapando mientras que la verga seguía entrando y saliendo de la apretada rajada, sus labios vaginales me apretaba la macana deliciosamente y las contracciones de su pepita me exprimían todo el jugo que brotaba. También Montserrat comenzó a venirse y un poco después de los gemidos y gritos de Carmina, fueron los de Montserrat los que se escucharon.

Patricia estaba viéndonos desde el pasillo, masturbándose rápidamente, pude ver como los jugos le escurrían por los muslos de tan caliente que se encontraba. Con su mano izquierda se estaba acariciando los senos mientras que con la derecha se masturbaba, dos de sus dedos se estaba introduciendo dentro de su panocha mientras que con la palma se rozaba el clítoris, fuertes chasquidos se escuchaban cada vez que sus dedos salían de sus apretados labios vaginales, su boca estaba abierta y por ella respiraba entrecortadamente, su tanga estaba solo en su pierna izquierda y ya no traía la falda ni la blusa.

Ramiro entonces se levantó dejando a la pequeña Carmina completamente agotada, la niña estaba completamente despatarrada, recostada sobre el sofá, le hice una señal a mi mujer para que ella continuara con lo siguiente. Patricia se acercó a la niña y se agacho sobre su rostro, comenzó a acercar sus labios y la pequeña respondió al beso, pronto sus bocas se juntaron en un prolongado y caliente beso, la mano de mi mujer comenzó a hurgar en la entrepierna de la pequeñita y fue separando delicadamente los pequeños y lampiños labios vaginales.

Patricia se separo de la niña y le pidió a Ramiro que se acercara; esté se acerco y mi mujer le pidió que se desnudara, en pocos segundos el profesor quedo desnudo, con una enorme erección, Paty tomo su pene con la mano y lo comenzó a masturbar lentamente, luego de unos minuto se dedico a mamar el hinchado chile sin dejar de jugar con la vaginita de la pequeña Carmina. Por ahora Monteserrat y yo solo observábamos lo que estaba sucediendo. Patricia se sacó de la boca el duro pene de Ramiro y con la mano lo fue guiando hasta la vaginita de la pequeña Carmina, la gruesa cabeza del pito de mi amigo choco contra los labios vaginales abriéndolos un poco e incrustándose levemente, la mano de mi mujer no se retiro del tronco y ahora comenzó a mover la verga de arriba para abajo acariciando los labios vaginales, en cada movimiento encajaba un poco la verga logrando que las panochita de Carmina se abriera n poquito; después de algunos minutos patricia dejó de mover la verga y la apuntó hacia el agujero de la pequeña, Ramiro entonces empujó un poco y la cabeza se fue perdiendo entre los pequeños y húmedos labios vaginales.

Carmina comenzó a hacer muecas de dolor cuando la verga ya se había clavado casi un cuarto dentro de su pepita, Ramiro no dejó de empujar solo hasta que fue detenido por el himen de la pequeña, hasta ese punto la niña comenzó a sollozar un poco por el dolor que estaba experimentando. Patricia entonces fue la guía en esta delicada labor, le dijo a Ramiro sin que Carmina escuchara que debería de empujar fuetemente hasta donde fuera posible clavarle la verga para que el dolor fuera lo menos lento posible y que después de esto tendría que detenerse y no moverse hasta que la niña le dijera que lo podía hacer. Mi amigo entonces siguió paso a paso las indicaciones de mi mujer; cuando su verga se clavó rápida y fuertemente hasta un poco más de la mitad en la apretada rajadita de la pequeña, ella soltó un fuerte grito y gruesas lagrimas corrieron por sus mejillas al mismo tiempo que pedía que se la sacaran insistentemente, Paty agarró de las nalgas a Ramiro para evitar que se saliera, la niña se retorcía por el fuerte dolor experimentado, pasaron un par de minutos y ella se comenzó a calmar un poco, entonces Paty le preguntó a la niña si ya había pasado un poco el dolor, ella acento afirmativamente entonces le dijo a Ramiro que se comenzara a mover lentamente y en forma circular para dejar que la pequeñita se acostumbrara a las nuevas sensaciones, mi amigo se veía sumamente excitado y mi mujer también, pero no perdía la cordura para ir guiando en esta nueva tarea. Poco a poco Ramiro se fue clavando en la apretada vagina de Carmina y luego de muchos esfuerzos logró que su verga llegará hasta el fondo de la panochita antes virgen. Sus movimientos se hicieron más profundos ahora en cada arremetida, la pequeña comenzó a gemir de satisfacción en lugar de dolor, su rostro cambió visiblemente y ahora sus caderitas comenzaron a girar al ritmo de las bombeadas que su tío le estaba dando, la visión era extraordinaria ya que ahora estábamos todos parados a un lado de la pareja, se podía ver claramente como la gruesas verga de Ramiro iba penetrando la apretada vaginita y los labios de esta se aferraban fuertemente a la piel del garrote, cuando éste entraba los labios se iban hacia dentro junto con la piel del tronco a la cual se aferraban y cuando salía pasaba lo mismo pero a la inversa, un poco de sangre se precipitaba de la vaginita de Carmina y caía por sus nalguitas, eran solo unas pocos hilillos.

Las caderas de Ramiro se movían ahora febrilmente empujando todo contra la pelvis de la pequeña que en este preciso momento comenzó a experimentar sus primer orgasmo producido por una gruesa y cabezona verga, sus jadeos y gemidos se escuchaban fuertemente por toda la habitación, cada uno de los que observábamos la escena nos masturbábamos junto con los movimientos de ellos. Ramiro al comenzar a sentir las fuertes contracciones en la vagina de su sobrina también fue empujado a su propio orgasmo y explotó intensamente por primera vez en la vagina de su pequeña y amada sobrinita; gruesos canales de esperma comenzaron a manar del interior de la apretada penetración de ambos a cada salida del viril miembro, gemidos ahogados de Ramiro se escucharon junto con las ultimas exhalaciones de la pequeña Carmina, ambos continuaron moviéndose hasta que por fin la verga de mi amigo perdió su dureza. Los demás en ese instante alcanzamos también nuestro propio orgasmos y todos caímos al suelo presas del cansancio, pero por supuesto que ampliamente satisfechos de nuestros sexos.

CONTINUA