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Las niñas consentidas (01)

en Amor filial

Las niñas consentidas I

Paula siempre a sido la niña consentida de la casa, a sus 15 años es una bella mujercita de cuerpo delgado, ojos café, piel blanca, cabello largo hasta media espalda y oscuro. Yo me llamo Gerardo y soy su papá, ella es una de las niñas mas aplicadas de su escuela y le encanta hacer deportes, tiene una gran cantidad de amigos y amigas y con todos ellos se lleva muy bien gracias a su carácter.

Mi esposa se llama Dolores y es una bella mujer de 42 años, se conserva en muy buen estado físico y de salud gracias a que al igual que su hija le encanta el deporte y practica natación por las tardes, entre ellas dos se llevan de lo mejor y se cuentan muchos de sus secretos. Debo de decir que afortunadamente nos va muy bien a mi esposa y a mi en el trabajo y no nos falta nada, tenemos una linda casa de dos plantas y Paula nuestra hija siempre a ido a buenas escuelas.

Un viernes por la tarde Matilde, la sirvienta, una joven mujer de la provincia que trabajaba con nosotros desde hacia ya algunos años nos pidió permiso a Dolores y a mi para salir de urgencia ya que había recibido una llamada de su pueblo informándole que uno de sus parientes estaba enfermo. Con Matilde vivía su hija Juana de doce años pero ella tendría que quedarse ya que posiblemente Matilde se llevaría toda la semana en su pueblo y Juana tenía que ir a la escuela. En la cual todavía no comenzaban las vacaciones sino hasta dentro de quince días, Dolores y Paula se iban mañana sábado a pasar unos días a la playa así que quedamos en que yo me haría cargo de todo durante la ausencia de todos los de la casa.

Y así en la noche lleve a Matilde para que tomara su autobús en la terminal y a la mañana siguiente muy temprano lleve a Dolores y a Paula al aeropuerto para que tomaran sus vacaciones. Juana y yo nos despedimos de mi mujer y mi hija, y luego me la lleve a comer a un Mc Donalls, ya que por los siguientes días ella sería casi como mi hija.

Juana es de tez morena, cabello lacio que le llega hasta los hombros, delgadita de ojos claros, su cara es delgada y tiene una bella expresión en el rostro, su cuerpo apenas esta en formación, pero deja descubrir que ella va a ser una mujer delgada y de bellas formas felinas como su made Matilde que tiene un excelente cuerpo. Mientras nos dirigíamos de regreso a la casa pude apreciar las piernas delgadas de Juana quien llevaba puesta una pequeña minifalda la cual a la hora de sentarse se le subía bastante, casi hasta dejar libre un poco de sus bragas de color blanco. Pude notar la tersura de su piel y no pude evitar que una leve erección se presentara en mi pene.

Cuando llegamos a casa deje que ella se bajara primero para poder a preciarla mas detenidamente, su menudo cuerpecito se veía bastante apetecible, sus pequeños senos se dibujaban debajo de la blusa que traía puesta y sus pequeñas nalgas ya se veían bien paraditas, me quede unos instantes en el auto hasta que ella se introdujo en la casa ya que tenia que acomodarme el pene que me estaba lastimando la truza por la erección que se empezó a formar.

La idea de estar más cerca de Juana se empezó a apoderar de mi mente y esa noche no pude dormir tratando de espiarla, sin obtener buenos resultados, cuando me acostaba veía su figura y me la imaginaba desnuda. Tuve que masturbarme para tranquilizarme un poco y así poder dormir.

El domingo ya un poco más relajado hurgue un plan para estar junto a ella y poder tocar su cuerpo sin que ella se diera cuenta de mis intenciones, le propuse que toda la mañana estudiara y que al medio día iríamos de compras para regalarle unos bonitos vestidos y unos trajes de baño para que en las tardes nos dedicáramos a nadar un rato en la alberca.

Cuando llego la hora de que termino de estudiar salimos a la plaza comercial y nos pasamos casi tres horas buscando vestidos y trajes de baño. Luego compre unas pizzas y nos dirigimos a la casa para después de comer ver todo los regalos que le había comprado a Juana, ella estaba feliz, por supuesto yo había escogido para ella unos trajes de baño pequeñitos para poder apreciar mejor su cuerpo, también compramos ropa interior sexy y vestidos y minifaldas ceñidos para que se le pudiera apreciar bien el cuerpo, le dije que se fuera a probar su ropa mientras que yo preparaba la alberca. Salí hacía el patio que esta en la parte de atrás de la casa y ella fue a su habitación para probarse y guardar su ropa nueva.

Yo prepare la alberca y unas cervezas, ya estaba todo listo para iniciar mi plan, Juana tardo unos quince minutos después de que yo me acosté a tomar un poco de sol. Cuando apareció no pude evitar que un gesto de admiración por lo hermosa que se veía. Traía puesto un bikini amarillo fluorescente que se ajustaba perfectamente a su cuerpo de niña, sus largas piernas morenas eran antecedidas por un hermoso monte de Venus que se dibujaba perfectamente, sus pequeños senos en desarrollo se amoldaban a la tela como si hubieran sido los moldes originales, su pezón resaltada en el frente. Su cabello lacio caía a los costados de su cara y su linda sonrisa se dibujaba en su rostro como la de un ángel.

Me levante y la abrase invitándola a que se acercara a la alberca, entonces le dije.

[Gerardo] -Aquí comienza la diversión.- y de un empujón la arroje a la piscina.

Ella después de asomar la cabeza sobre la superficie del agua se comenzó a reír diciendo que le agua estaba fría y que la había tomado a traición.

[Gerardo] -Claro que si, esta es una guerra y tu has sido el primer barco hundido.-

[Juana]-Así pues ya veremos señor.- Dijo mientras se acercaba a la escalera y salía del agua para corretearme por la orilla de la piscina.

Yo por supuesto que me deje alcanzar y ella fue la que me aventó al agua, ambos empezamos a reír y a juguetear en el agua. Yo aprovechaba esto para tocarla, pude sentir así sus firmes senos y sus tibias nalgas, ella lo notaba pero parecía no darle importancia como si esto fuera parte del juego, la verga se me empezó a parar y entonces la tomaba del estomago y acercaba sus nalgas a mi pene y la restregaba sobre el.

Juana estaba de lo mas divertida, cuando el sol se comenzó a ocultar y el viento frío se dejo venir yo salí del agua y me seque, luego me acerque a la alberca con una toalla seca y le dije a Juana que podía salir que ya no le iba a dar frío, ella obedeció y se acerco a la escalera, luego salio del agua y yo coloque la toalla en su espalda y la comencé a secar, primero por la espalda y luego descendiendo por sus costados, pude palpar con toda mi mano sus lindas y duras nalguitas para luego descender mas aun por sus piernas, ella se seco el resto del cuerpo. Luego nos sentamos los dos y empezó a funcionar la segunda parte de mi plan.

[Gerardo] -Bien Juanita, ahora vamos a brindar por que pases de año.- dije mientras le servia en un vaso un poco de cerveza.

[Juana] -Pero a mi no me gusta el vino, además mi mamá no me dejaría tomarlo.- me dijo en tono inocente.

[Gerardo] -No te preocupes que tu mamá no esta aquí para regañarte, además yo si te doy permiso.-

[Juana] -Bueno, pues vamos a ver a que sabe.-

Ella tomo su vaso y le dio un pequeño sorbo para luego hacer cara de que no le había gustado.

[Juana] -Sabe amarga, tiene un sabor raro.- me dijo.

[Gerardo] -No te preocupes, te sabe así porque no te has acostumbrado al sabor ya que es la primera vez que la pruebas, sigue tomando y veras que no tardas en acostumbrarte.-

Juana me hizo caso y siguió bebiendo, parece que se acostumbro rápido al sabor ya que su vaso se estaba quedando vació. Mientras yo le preguntaba cosas de la escuela, Juana también era de las alumnas aplicadas de su clase. Comencé a notar que la cerveza empezaba a hacer sus efectos en la niña y cuando ella no se daba cuenta le ponía otro poco a su vaso para que este nunca se viese vació. Yo me senté a su lado y puse mi mano justo atrás de sus nalgas. El olor que su piel despedía me estaba volviendo loco, era algo dulce, como el olor de una fina loción que solo un cuerpo joven puede despedir.

Mientras platicábamos mi mano se iba acercando más a las nalguitas de la niña, ya pronto comencé a sentirlas cuando ella se echaba para atrás, pronto ya mi dedo comenzó a moverse de un lado a otro acariciando el culito de Juanita. Ella lo noto y se quedo callada e inmóvil, yo no me detuve, pude notar como su nerviosismo aumento y su respiración se agito, con la otra mano comencé a acariciar su carita y pasaba uno de mis dedos por sus labios.

[Gerardo] -Sabes, eres una niña muy linda. ¿Cuántos novios tienes en la escuela?-

[Juana] -Ninguno, bueno hay uno que dice que es mi novio, pero no somos nada.-

[Gerardo] -Sabes si yo fuera tu novio, te enseñaría muchas cosas nuevas.-

[Juana] -¿Qué cosas?-

[Gerardo] -Bueno, te enseñaría a besar, a tocar, a jugar a lo que juegan los adultos.-

[Juana] -No sé, ya es casado.-

[Gerardo] -No te preocupes por eso, mira que esta es una ventaja, si no decimos nada a nadie, cuando un chico te guste tu puedes andar con él y yo no diría nada tampoco,-

[Juana] -Usted es muy guapo y siempre me compra muchas cosas, pero que va a decir mi amiga Pau, si se entera.-

[Gerardo] -Mira si tu no le dices nada no tiene por que enterarse. Además te daría algunas cosas mas, ¿no te gustaría?-

[Juana] -Pues la verdad, no sé, como que si un poco.-

[Gerardo] -Anímate, ya veras que bien la vamos a pasar.-

[Juana] -Bueno, pero júreme que nadie lo sabrá.-

[Gerardo] -Te lo juro, pero vamos a tener que seguir tratándonos como nos tratamos ahora para que nadie sospeche.-

[Juana] -¿Cómo?-

[Gerardo] -Bueno pues tu me sigues tratando de usted mientras que estemos con los otros y si nada mas estamos tu y yo me puedes decir Gerardo, te parece.-

[Juana] -Bien pues, ahora que hago.-

No le conteste solo me puse de pie y me senté a su lado. La tome por los hombros y sin darle tiempo a reaccionar la bese en la boca, al principio solo con los labios pero después de que ella acepto mi beso le fui introduciendo la lengua mientras que mis manos fueron bajando por su espalda y acariciando su tersa piel morena de niña. Ella al principio trato de resistirse pero a los pocos segundos se abrazo de mi y permitió que las caricias y el beso continuaran. Mi lengua hurgaba todos los rincones de esa boca que ya no se resistía y que ahora contribuía con su lengua que se había enfrascado en un feroz batalla con la mía. Mis manos seguían acariciando su espalda y las manos de ella comenzaban a hacer lo mismo que yo le hacía. Cuando nos separamos del largo beso le pregunté:

[Gerardo] –¿Te ha gustado la forma en la que te he besado?-

[Juana] –Si nunca antes había sentido algo así, me gusto mucho.-

[Gerardo] –Ven vamos a el cuarto de arriba, tengo otras cosas que enseñarte.

Me puse de pie y estire mi mano para que ella la tomara, estiro sus dos manos y las puso sobre la mía yo la jale y los dos entramos abrazados a la casa, subimos las escaleras y la lleve directo a mi habitación, la deje sentada en la cama mientras yo iba a donde tenía mis cajones, abrí uno y saque unos discos de películas que tenía ahí, escogí el que ya sabia exactamente como empezaba y entonces me dirigí al lugar en donde esta el reproductor de DVD, prendí la televisión e introduje la película en el aparato, tome el control y fui hasta donde estaba Juana sentada observando todos mis movimientos con su bella cara angelical.

[Gerardo] –Bien amor, ahora vamos a ver una película que espero te guste, aquí vas a aprender cosas nuevas y bellas que luego podremos practicar. Pero antes ve a ponerte una de los camisones nuevos que te compre para que podamos estar más a gusto-

Diciéndole esto la tome de la mano y la puse de pie al lado de la cama y la volví a besar, ella se abrazo nuevamente de mi y pego su delicado cuerpo al mío, podía sentir sus pequeños senos pegándose contra mi cuerpo, una erección se me empezaba a formar la pegue todavía mas para que ella la pudiera sentir, luego nos separamos, nos quedamos mirando unos instantes a los ojos y luego ella dio media vuelta y salió hacia su habitación para cambiarse de ropa, yo entre tanto hice lo mismo, fui al baño y tome mi bata, me desnude y me la puse, luego fui a la cama para esperar a que regresara Juanita.

Cuando por fin apareció en el marco de la puerta me quede admirándola, se veía perfectamente sensual. Traía puesto un camisón de seda color blanco de los que compramos que a pesar de lo holgado de la tela dejaba ver su delgada silueta y se marcaban a la perfección su par de pequeños senos, el pezón se marcaba en el frente de estos de una manera muy sutil. El camisón le llegaba a la mitad de las piernas lo que me permitía apreciar muy bien sus delgadas y morenas piernas de tersa piel.

[Juana] –Mira creo que me quedo muy bien el regalo.-

[Gerardo] –Te vez perfecta, que lindo se ve tu cuerpo debajo de esa tela, ven acércate para que te vea mejor.

Juana se acerco lentamente y un poco nerviosa, pareciera que todo lo que estaba sucediendo la tuviera muy excitada. Mientras se dirigía hacia donde yo estaba pude notar que debajo del camisón traía puesta una tanga ya que se le marcaba un poco y esto la hacía verse mas excitante, cuando llego hasta donde yo estaba acostado pase una de mis manos por la delicada tela que cubría sus nalgas y sobe un poco ella dio un pequeño respingo pero dejo que continuara.

[Juana] –¿Te gusta como se me ve?

[Gerardo] –Me encanta, te vez muy bien, creo que me estoy enamorando de ti.-

[Juana] -Ja, ja, ja, que lindo, gracias. Yo también te quiero.-

Ella me dio ahora el beso a mi y después se acostó a mi lado en la cama y se cubrió con las mantas, yo me acomode y pase una de mis manos bajo su cabeza para abrazarla, tome el control del DVD y pulse el botón de play para que la película empezara, pero antes seleccione la escena en la que tenía que empezar.

En la película se encontraba una bella mujer trabajando en una oficina y después de salir de trabajar llegaba a su departamento y se empezaba a bañar, luego llegaba un hombre que era su novio y la esperaba en la recamara, cuando ella salía del baño con una pequeña toalla amarrada a su cuerpo empezaban a besarse y acariciarse cachondamente sin que se llegaran a desnudar en esta escena. Pude notar la excitación en Juanita quien comenzó a respirar mas rápido, yo la abrase un poco más fuerte pero esta vez me puse de lado para que pudiera sentir la dura erección que ya se me había formado en el pene. Nos empezamos a besar como imitando a los actores de la película, ahora las manos de ella recorrían mi espalda y yo las mías acariciaban su cabello y también su espalda, los besos se hacían mas y mas intensos mientras continuábamos, Juanita aprendía muy rápidamente lo que le iba enseñando a hora su lengua ya penetraba profundamente en mi boca buscando mi lengua, la chupaba con sus labios y jugaba con ella. Mis besos se empezaron a desviar hacia su cuello y por primera vez probé el sabor de su piel, era algo embriagador el estar haciendo esto con una niña de tan solo doce años y la cual estaba aprendiendo a pasos agigantados todas las lecciones que le iba dando.

Como pudimos continuamos viendo la película pero ya había avanzado mas de la cuenta y ahora la pareja estaba haciendo el amor, se podía ver como la verga del joven entraba en la vagina de la bella mujer y esta se retorcía de placer mientras que la bombeaban ágilmente y de pronto él se sale de ella, se pone frente a su cara y le echa todos sus mocos en la boca, la mujer trata de tragárselos todos y luego le empieza a limpiar el pito con la boca.

Juana no podía separar la vista de la película pareciera que todo lo que veía trataba de grabárselo. Entonces yo la jale hacia mi y comencé a besarla de nuevo, ella respondió a mis besos y me pidió que apagara la televisión. Tome el control y la apague para continuar con lo que estábamos haciendo. Mis manos recorrían sus pequeños senos y pude notar que ya tenía erectos los pezones, las manos de la niña recorrían mi pecho y mi cara, nuestras lenguas se prodigaban gratas y húmedas caricias que no paraban por mas que tratásemos, nuestra respiración era cada vez mas agitada, nuestra excitación iba en aumento.

El camisón de Juanita se fue deslizando hacia arriba de sus piernas para dejarlas completamente desnudas, al llegar hasta donde estaban sus bragas me detuve, quería que todo fuera lento y excitante. Mis manos se pasearon por la suave piel de las piernas de la niña quién ya gemía por la excitación que estaba sintiendo. Los masajes y caricias a sus piernas continuaban mientras que nuestros labios se fundían en deliciosos besos. Ahora estábamos abrazados y yo quede debajo de la niña, pase mis manos por la parte trasera de sus piernas desnudas y despacio comencé a subir hasta llegar a la raíz de sus nalguitas, suavemente fui siguiendo la forma que tenían sus bragas y mis dedos se iban perdiendo por debajo de la tela de estas. La suavidad de su piel me tenía completamente loco, fui meneando los dedos capturados entre la piel de sus nalgas y la tela de las bragas de color blanco que traía puesta, me empezaba a acercar al ano, podía sentir la redondez de los cachetes mientras que se iban juntando en ese delicioso canal que termina en su agujerito trasero, cuando mis dedos llegaron a su ano jugué delicadamente con ese delicioso manjar de piel morena y arrugada que estaba esperando ser penetrado. Lleve uno de mis dedos a la boca y lo ensalive perfectamente mientras que con la otra mano hacia a un lado las bragas de mi nueva noviecita. Puse mi dedo mojado en la entrada de su culo y fui metiéndolo muy lentamente, Juanita no se inmuto ante tal allanamiento y entonces continué introduciendo más y más hasta que lo tenía completamente en su interior, entonces empecé a bombearla con el dedo, ella no paraba de besarme y sus manos acariciaban mi cuerpo. Mi dedo entraba y salía de ese apretado ano y como ella no decía nada intente meterle otro dedo más, su ano estaba tan relajado que no me costó mucho trabajo meterle los dos dedos, pero esta vez si sintió un poco de molestias, de todas formas yo continué metiéndole los dos dedos en su rico anito hasta que ya se los tragaba con facilidad. Juanita parecía estar echa para el arte de amar ya que se dejaba manipular sin poner mucha resistencia para aprender cosas nuevas, por el contrario parecía que absorbía como una esponja todo lo que se le hacía.

[Juana] -¡Que rico se sienten tus dedos en mi colita.-

[Gerardo] –Que bueno que te gustan mi amor, pero todavía te falta la mejor parte.-

[Juana] -¡Oh… si… enséñame más, haces cosas muy ricas!-

[Gerardo] –No te preocupes preciosa, ya veras que vas a aprender cosas deliciosas y que luego vas a poder practicar con quien tu quieras.-

[Juana] -¡Ahh! ¡Que rico… dame más!-

Parece ser que la niña alcanzo a tener un rico orgasmo mientras que mis dedos continuaban entrando y saliendo de su culo, un escurrimiento de sus jugos mojo las bragas y yo pude sentir la humedad con la mano que estaba apartándolas. Ya estaba lista, le dije que se colocara en cuatro patas y yo me puse de pie para desnudarme completamente, la verga me salto durísima cuando me logre quitar el pantalón de la pijama, me coloque detrás de mi noviecita y entonces tome el frasco de vaselina que tenía en mi buró tome un poco de esta y me lo unte por todo el pene. Nuevamente le volví a meter los dos dedos pero ahora con la vaselina resbalaron mucho mejor, saque los dedos y coloque la punta de mi pene en la entrada trasera de Juanita e inicie la presión sobre el pequeño agujerito. La cabeza empezó a introducirse lentamente, primero la puntita se perdió en su interior y mientras iba avanzando mas Juanita se empezó a queja que le dolía.

[Juana] -¡Hay… me duele, hay.. me duele mucho…-

[Gerardo] –Tranquila pequeña, ya veras que después de que te la meta completa ya no te va a doler, por ahora aguántate un poco, muerde la almohada.-

Ella mordió la almohada como le dije y entonces yo continué introduciendo mi verga en el ano de la niña. Ya había logrado meter la cabeza completa y empezaba a tragarse parte del tronco pero seguía haciéndome señales de que le dolía, me detuve por unos minutos para que ella se acostumbrara un poco, después empecé a meter y sacar hasta la parte a la que ya había logrado avanzar, la cabeza y un poco de tronco entraban y salían del agujerito que se estiraba a lo más que podía, la piel de su ano se hundía al instante de que mi verga la iba penetrando, cada vez que la penetraba trataba de empujar un poco y un poco más para que fuera enterrándose más y más mi pene. Nos tardamos como veinte minutos pero por fin mis bolas lograron golpear la vagina de la niña y ahí hasta el fondo me quede detenido por un par de minutos haciendo los mínimos movimientos parta que su ano se adaptara al tamaño de la barra que lo estaba penetrando. Después de este tiempo inicié el bombeo en el culo de Juanita, despacito empecé a sacar el pene casi hasta la punta y nuevamente hacia su interior, así varias veces hasta que la velocidad fue aumentando y aumentando, la forma en como su culo me apretaba era fantástica pareciera que me lo mordía y estrujaba los chasquidos que producía mi verga al entrar se escuchaban por toda la habitación y Juanita que minutos antes sufriera por la perdida de su virginidad anal, ahora estaba gimiendo y parece ser que en dos ocasiones se logro venir, ya que sus jugos mojaban todas sus delgadas y morenas piernitas.

No iba a tardar mucho tiempo en descargar mis jugos dentro de sus intestinos pero no estaba seguro si quería venirme ya o continuar cogiendo con esa delicia de niña. Mis manos acariciaban su espalda, sus nalgas y sus piernas, pero no le había quitado todavía el camisón de seda que le regale, su cabellera se meneaba incontrolable mientras que yo la bombeaba, ella gemía y suspiraba, en ocasiones me alcanzaba a pedir mas verga dentro de su culo, Juanita había resultado ser muy buena para el colchón a pesar de sus doce años, esto por supuesto que no lo iba a desaprovechar y le tenía preparados muchos más encuentros sexuales a esta linda morenita que por el momento me estaba apretando la verga con todos los músculos de su culo.

Continué bombeando en el ano de la niña, moviéndome rápido y parejo en su interior, mi verga salía hasta la raíz de la cabeza y luego se volvía a introducir hasta el tope, su culo se tragaba toda mi macana y esto me hacia sentir sensaciones que nunca antes había logrado sentir, coger con una niña me estaba gustando y muy pronto ya sin poder contenerme llene el agujero de mi pequeña amante con el caliente esperma que empezó a brotar de mi verga, la niña logro venirse una vez más mientras que grandes gotas de semen corrían por sus lindas piernas y se escurrían hasta las sabanas de la cama, los gemidos de Juanita se dejaron escuchar por toda la habitación y después de nuestras mutuas venidas los dos caímos rendidos en la cama abrazados y besándonos para luego quedarnos profundamente dormidos y despertar hasta el día siguiente a la hora que sonó el despertador, rápidamente me levante prepare el desayuno mientras que ella se bañaba y luego la fui a dejar a su escuela como todos los días, prometiéndole que pasaría por ella al medio día después de que terminara sus exámenes.

El día se me hizo muy corto ya que tenía mucho trabajo a las dos de la tarde le dije a mi secretaria que se encargara del negoció ya que como estaba solo en casa me debía encargar de todo, ella sonriente y coqueta como siempre me dijo que no me preocupara y minutos después ya iba en el carro para recoger a Juanita de la escuela.

Cuando llegue a la escuela de Juanita ya estaban saliendo las primeras alumnas y después de estacionar el carro me dirigí con la profesora que me entregaría a la niña. Juanita venía sonriente y al verme corrió para tomarme de la mano y salir del colegio después de despedirse de su maestra, Natalia, la maestra de Juanita me comentó que ese había sido el último examen de la niña ya que ella había salido muy bien y que si lo considerábamos ella ya no necesitaba regresar a clases sino hasta que terminaran las vacaciones. Fue una muy buena noticia la que nos dio la maestra ya que entonces tendríamos el resto de la semana para disfrutar de nuestros nuevos juegos.

CONTINUA

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