Fiesta familiar XXV
Ese viernes al medio día todavía tuve la oportunidad de volver a coger con mi sobrinita y mi esposa al mismo tiempo, ya por la tarde me quede de ver con Ramiro, habíamos quedado en el mismo café que la vez anterior pero decidí que mejor sería que viniera para la casa y así podríamos planear algo junto con mi esposa y ella nos podría dar mejores ideas ya que al ser mujer tendría un trato más delicado con la niña.
Ramiro llegó como a las 16:00 horas y lo invitamos a sentarse en la sala con nosotros, Montserrat se quedo en la parte de arriba completamente agotada por las cogidas de la noche y medio día que habíamos tenido. Por supuesto que puse a mi esposa al tanto de lo que Ramiro deseaba con su sobrinita y le comente a él que mi mujer sabía todo lo de mi sobrina conmigo, también le comente que me cogía a mi pequeña hija, esto para que el se desinhibiera frente a Patricia y la platica fuera menos tensa al tratarse de un tema difícil de tratar con personas extrañas. Le mostramos la fotografía de la pequeña Carmina a mi mujer y ella aprobó la idea diciendo que en realidad era una preciosidad de niña.
Ramiro nos comentó entonces que este fin de semana podría disponer de la niña ya que sus padres iban a salir de la ciudad y la habían dejado a su cargo, nos pusimos de acuerdo en que se viniera a la casa y que aquí mi mujer se encargaría de prepararla para él y que además le haría compañía a Montserrat. Dicho todo Ramiro salió de la casa por sus cosas para acomodarlas en uno de los cuartos, ya más tarde como a eso de las 19:00 horas salió a casa de su hermana para recoger a su sobrinita Carmina.
Llegaron como a eso de las 21:00 horas a la casa, la niña en persona se veía mucho más hermosa que en la fotografía que Ramiro nos mostró, inmediatamente la invitamos a pasar y acomodamos sus cosas en el cuarto de Montserrat, ambas chicas se pusieron entonces a platicar en lo que nosotros terminábamos de acomodar la habitación. Luego de terminar los arreglos en la habitación bajamos todos juntos a la sala y nos pusimos a platicar mientras jugábamos un juego de mesa, empezamos apostando frijolitos y ya al termino del juego ganó la pequeña Montserrat. Esa noche no paso nada pues no había mucho tiempo así que las chicas se fueron a acostar mientras que Ramiro, Paty y yo nos quedamos en la sala viendo una película porno.
Por supuesto que nos comenzamos a calentar, todos estábamos sentados en el sofá grande, del lado derecho, Ramiro, al centro Paty y por último yo. Mis manos comenzaron a recorrer las piernas de mi mujer quien venía vestida con una falda que le daba casi a las rodillas, yo levante un poco la falda mostrando parte importante de sus bien formadas piernas, Ramiro miraba pero no se atrevía a tocarla, yo continué acariciando sus piernas mas sin subir demasiado, dejando las cosas a la imaginación, Patricia por su lado me comenzó a sobar la verga sobre la tela del pantalón, así permanecimos hasta que la primer cogida de la película terminó.
Cuando comenzó la segunda cogida en la película me saque la verga y Patricia se agacho para comenzar a mamarmela, yo metí las manos bajo su blusa y comencé a masajear sus senos, Ramiro solo miraba pero sin atraverse a tocar a mi esposa, entonces con la mirada le indique que le levantara la falta y comenzara a tocarla, inmediatamente Ramiro comenzó a meterla la mano bajo la falda a mi mujer tocando sus firmes y deliciosas nalgas,ella se acomodo un poco para que el visitante no tuviera problemas y pudiera comenzar su labor de desvestirla; Ramiro desabrocho la prenda y la fue deslizando lentamente por el cuepo de mi mujer hasta que ella solo quedo en bragas, de color negro y encaje que se ajustaban perfectamente a su figura, él la admiro por unos segundos y luego se hinco frente al sofá para besar las piernas Paty, ella abrió un poco las piernas para permitir las caricias del visitante en su entrepierna, las manos recorrían con ansiedad sus bien torneadas piernas y luego se movieron por ellas hasta llegar a sus nalgas, las sobó dulcemente, frotando cada milímetro su piel, entre tanto la boca de Paty se tragaba por completo mi erecto miembro, su lengua acariciaba despacio mi tronco proporcionándome increíbles y agradables sensaciones, de vez en vez se dedicaba exclusivamente a la cabeza del pene, chupándola, lamiéndola y mamándola con delicadeza, mientras con su mano me masturbaba o sobaba las bolas. Nos detuvimos todos por unos instantes en lo que nos desnudábamos, luego me senté yo en medio del sofá y Patricia se hinco delante de mi para mamármela, le dije a Ramiro que se parara frente a mi en el sofá para que yo a su vez se la mamára a él, su verga estaba durísima y la puso frente a mi cara, tome con una de mis manos el garrote y acerque mi cara, lo comencé a mamar despacio, igual que lo hacia mi mujer sobre el mío.
Patricia paró un poco de mamarme para mirar como se la mamaba yo a Ramiro, esto me calentó y entonces se la mamé con más gusto, metía la verga por completo en mi boca, tratando de tragármela toda, la chupaba dulcemente y con mi lengua la recorría para acariciarla a la vez que la chupaba. Luego de unos minutos mi esposa reinició su labor sobre mi pene, unos de los dedos de Paty comenzó a jugar en mi ano y lo fue introduciendo lentamente hasta que me lo comí por completo, en ese punto ella comenzó a bombearme, yo por mi parte le hice lo mismo a Ramiro mientras seguía mamandoselo. Luego de varios minutos cambiamos de posiciones, esta vez mi mujer se acomodo en el sofá, Ramiro se montó sobre ella y comenzó a métersela por la vagina, Paty recibió con gusto la verga que la comenzó a perforar inmediatamente, luego yo me coloque tras de Ramiro y apunte a su orificio mi garrote, el se detuvo para permitir la penetración, cuando por fin logre que la verga se incrustara entoneces los tres iniciamos un acompasado mete y saca que permitía que su verga se metiera y saliera de la vagina de mi mujer y a la vez que mi pene entrara y saliera de el culo de Ramiro, tomamos ese ritmo delicioso por varios minutos hasta que mi mujer logro llegar al orgasmo.
Descansamos solo unos segundos y luego nos acomodamos en otra forma, esta vez yo me acosté de espalda a la alfombra, Paty se montó sobre de mi dándome la espalda y se comenzó a clavar mi verga en el culo, inmediatamente me la comenzó a apretar con su esfínter, luego de que ella quedo completamente empalada en mi garrote se echo para atrás y abrió sus piernas de par en par dejando libre acceso para que Ramiro la se montara en ella y la penetrara por la vagina nuevamente. En ese rico sandwich comenzamos a movernos los dos, nuestras vergas se frotaban a la vez que entraban y salían de los agujeros de Patricia quien gemía y suspiraba fuertemente, su boca entonces busco la de Ramiro y ambos se perdieron en un intenso beso, yo subí mis manos por las piernas de mi mujer y después continué hasta llegar a las nalgas de mi amigo, se las acaricie tiernamente y luego busque su ano para clavarle uno de mis dedos, los ritmos alcanzados hasta este momento eran verdaderamente deliciosos y pronto entre los dos logramos hacer que Paty alcanzara un fuerte orgasmo, sus gemidos fueron entonces casi desesperados por las formidables sensaciones que nuestras embestidas le estaban provocando, los fluidos vaginales de ella escurrieron de su vagina y cayeron justo sobre su ano que al estar siendo penetrado por mí verga esta se lubrico haciendo más deliciosas las sensaciones por su humedad, eran tantos los jugos de ella que me empaparon por completo el garrote, después de su orgasmo ella continuó moviéndose como indicándonos que no nos detuviéramos a descansa, así que nosotros continuamos bombeando y en muy pocos segundos ella volvió a llegar al clímax, esta vez más intensamente que la anterior. Fue tan intenso su orgasmo que ahora si nos dijo que ya no podía más, que paráramos.
Esta vez la dejamos descansar mientras que Ramiro tomo mis piernas y las llevo hasta sus hombros, luego apunto su ardiente barra en la entrada de mi ano y empujo con un poco de fuerza hasta que la verga se incrusto profundamente en mí. Se comenzó a mover lentamente provocándome una agradable sensación en mi culo, recargo su cuerpo contra mi y nos fundimos en un beso caliente y ansiado sin dejar de bombear en mi interior, mi verga se apretaba contra su estomago y se meneaba al mismo ritmo de sus embestidas, lo cual me producía también placer, así que a la vez que me penetraba también me masturbaba.
Patricia nos pidió que no nos viniéramos todavía ya que ella quería que se los echaramos en su interior. Un rato más me continuó penetrando Ramiro y luego hicimos un cambio de posiciones y ahora yo lo penetre a él, se hinco en el sofá y yo parado desde atrás se la deje ir hasta el fondo de su apretado y caliente ano, me lo estuve cogiendo por un prolongado rato hasta que sentí que ya pronto iba a eyacular y me detuve.
Ramiro y yo quedamos parados uno al lado del otro y Paty se hinco frente a los dos y mientras a uno lo masturbaba al otro se la mamaba, para que la calentura no se nos apagara Ramiro y yo comenzamos a besarnos intensamente, su lengua y la mía se fundieron en una prolongada batalla que nos ponía a mil, al poco rato mi mujer nos pidió que nuevamente nos la cogiéramos, Ramiro en esta ocasión se acostó en el sofá y mi mujer se montó sobre él tomando la verga con su mano la apunto a su culito, fue descendiendo lentamente hasta quedar completamente empalada por la verga de mi amigo, y lentamente comenzó a cabalgarlo, yo me hinque frente a los dos y me dedique a mamar la rajada de mi mujer que estaba de frente a mí y de espaldas a Ramiro, los movimientos de ella eran lentos lo que me permitía mamar su rajada sin estarla siguiendo arriba y abajo, su clítoris estaba sumamente hinchado, las manos de Patricia acariciaban sus propios pezones mientras que gemía intensamente.
Desde mi posición además de ver la exquisita panocha de mi mujer podía apreciar como la gruesa verga de Ramiro entraba y salía del apretado ano casi hasta la cabeza, bajé un poco mi cabeza para chupar también la poderosa herramienta que se le estaba clavando en el culo a mi bella esposa. Mamé por algunos minutos y después me incorpore haciendo que Patricia se recargara hacia atrás dejándome su pepita completamente expuesta, tomé con una mano mi verga y la apunte entre los labios vaginales de ella, empuje despacio y la cabeza se fue perdiendo en el cálido interior hasta que mis bolas chocaron contra las de Ramiro, los dos nos comenzamos entonces a mover dentro de los calientes agujeros de Patricia, estuvimos bombeando por largos minutos que provocaron en ella dos orgasmos y cuando nos avisó que ya venía por el terceron fue que la empezamos a regar con nuestros jugos, primero exploté yo llenando de esperma lo más profundo de la rajada de mi mujer; al los pocos segundos Ramiro fue el que empezó a escupir sus gruesas y espesas gotas de caliente semen que se depositaron el culo de mi mujer, ella apretó sus nalgas para exprimirle a Ramiro hasta la última gota de leche, luego de que ambos terminamos y nos salimos nos quedamos recostados sobre el sofá, Patricia se hinco entonces frente a nosotros y nos comenzó a mamar las vergas hasta que nos las dejó completamente lubricadas y limpias con su saliva.
Después de esa sensacional cogida nos quedamos platicando un rato más de lo que podíamos hacer todos juntos con las niñas y de cómo deberíamos de iniciar a la pequeña Carmina que por supuesto aun era virgen y quizas nunca antes había oído hablar del sexo, Montserrat que ya sabía y estaba acostumbrada a practicarlo podría ser de gran ayuda para nuestros propósitos de enseñar a su amiguita el bello arte de amar.
Cuando terminamos de platicar los tres subimos a la habitación de Mi mujer y mía y nos acostamos juntos en la misma cama, así nos quedamos completamente dormidos sin saber a que horas.
CONTINUA