Llevaba tiempo pensándolo... Actualmente hace solo siete meses que lo tengo pero hasta el momento no me arrepiento de haberlo hecho, si quizá lo haga con el de la lengua dentro de unos años pero ahora mismo soy feliz con los dos.
Como ya os habréis dado cuenta por el tiempo en el cual llevo escribiendo, me gusta el morbo. A veces me da miedo la velocidad con la que estoy viviendo determinadas experiencias, quizá dentro de no mucho me encuentre algo decepcionada por no saber qué más esperar del sexo, ahora mismo el escribir sobre ellas me ayuda a sacar mucho más partido y satisfacción de ellas...
Bueno, pues hace dos años decidí ponerme un piercing en la lengua, imaginar que revolución en mi casa, el motivo no era estético... porque no nos olvidemos de algo en la lengua el piercing no se ve... y yo odio aquellos/as que van por ahí mordiéndolo y dejándolo resbalar entre los labios para que todos lo vean. Mis motivos fueron sexuales.
Tuve un rollito que no paso del sexo oral con un chaval que tenía un piercing y os juro que fue estupendo, su manera de rozar mi clítoris con el, golpearlo y demás me hicieron ver el cielo y me llenaron de morbo. Asi que ni corta ni perezosa...fui a ponérmelo.
En mi casa me decían que para que me ponía eso en la lengua, imaginareis que no podía decir que era para dar más placer a los tíos cuando mamara sus mas preciados miembros, igual si lo hubiera hecho me habrían dado en adopción... así que simplemente omitía la respuesta ya que no se me ocurría nada convincente que no tuviera contenido sexual...
La verdad que los primeros días resulto un tanto desagradable, ya que la lengua se me puso como un entrecot de buey, roja y gordísima... lo pase algo mal por la tontería jejeje... pero creo que ha merecido la pena.
Se que existen personas que no les gusta, les da dentera, pero a mi hasta el momento todo el mundo me ha dicho que le ha encantado, así que con esta satisfacción hace siete meses me anime a algo nuevo...
Ya os digo que a mi la estética de los piercing no me apasiona, a mi me gustan ocultos y sobre este segundo y último (ya que no creo que me anime a más) se trata mi historia.
Muchas veces cuando acababa de depilar mi sexo, me miraba frente al espejo y pensaba que había que darle un toque de fantasía a la zona... evidentemente no pensaba en un pack de luces navideñas ni nada parecido pero si dude entre un tatuaje y un piercing...
El tatuaje lo descarté, ya que pensé que el tiempo, con suerte, pasa para todos y no sé como quedaría con el paso de los años si la piel se estirara o arrugara... así me decidí por el piercing.
En ningún momento pensé en hacérmelo en el clítoris, la idea era muy sugerente... pero mi miedo también, supongo que eso tiene que ser un dolor impresionante, y además luego tanto roce igual podría se molesto. Yo quería agarrar uno de mis labios, exactamente el derecho donde empieza mi rajita... un arito me gustaba...
Me acerqué al mismo sitio donde me habían hecho el de la lengua, que tiene buena fama (creo que lo de la hinchazón de la lengua le pasa a la mayoría o eso me dijeron) y comente lo que quería hacer.
Me dijeon que eso no era nada complicado ni doloroso y que el día que quisiera me pasara por alli.
Tardé un mes desde que lo pregunte hasta que me fui para allá, evidentemente este no lo comenté en mi casa ni nada... mi tardanza en acercarme es que me daba algo de vergüenza.
Cuando llegue me toco esperar, finalmente pase a otra sala distinta en la que me habían hecho lo del de la lengua. Dentro se encontraba un chico más o me nos joven con unas rastas y un look un tanto extravagante y divertido:
A ver entonces tu que quieres?
Un piercing- dije
Me imagino, tatoos yo no hago
Donde?
Me quede callada. Tardando un poco en iniciar un amago de mueca con mis labios...
Aha no me digas más... en los pezones!- me dijo riendo
Aquí os debéis poner morados con la tontería de los piercing le dije
Sobre todo poniéndolos en los huevos, menuda satisfacción- me dijo irónico
Bueno lo quiero en los labios de mi sexo- la verdad que le iba a decir que en el coño pero me dio vergüenza y casi sonó peor lo de los labios de mi sexo.
El se puso muy profesional y me dijo que me bajara los pantalones y la ropa interior y me tumbara en la camilla...
No sabeís lo ridícula que me pude sentir, la noche anterior estuve depilando al completo todo mi coñito para que pudiera hacerlo donde a mi me gustaba y ahora me sentía como una niña de 5 años en la consulta del doctor.
A ver... aquí? O más abajo? Y lo hacia señalando con la punta de sus dedos la parte superior de mi rajita- La verdad que a mi donde más me lo piden es aquí y señalo el comienzo del coño. Me explicó que las chicas taladraban los dos labios para dar la sensación de que sujetaban ambos y quedaba más cerrado... pero no impedía nada el acceso al clítoris... ves?- me dijo tocándolo sin ningún vacile
No, no yo lo quiero solo en uno, en el derecho- le dije deseando acabar con esa situación
En este... aquí?- volvió a tocar suave y castamente...
Ahí está bien
Traes el pendiente?
Está en el bolsillo del pantalón... mierda!
Pues lo necesito- me dijo sonriente
Tuve que incorporarme ponerme de pie, agachar mi espalda para subir mi pantalón a una zona en la que mi mano entrará en el bolsillo, ays no lo encontraba...
Veía como el chico me observaba risueño, desnuda de cintura hasta las rodillas, intentando taparme pero de forma frustrada. Por fin apareció, volví a tumbarme...
Esto casi no duele es un segundo, de todas maneras como esta zona es delicada y tienes la piel muy sensible de depilarte si quieres antes te extendemos este producto que anestesia un poquitin
Lo que tu veas- le dije más colorada que mi lengua a los días de ponerme el piercing
Note sus dedos dando circulitos sobre mi labio por la parte exterior, extendía algo suave y frio... me gustaba, me miraba...
Tienes que abrir un poco las piernas, solo un poquito
Me note húmeda y creo que el en mi mirada también lo vio, su dedo abrió mis labios y llegó hastá el clítoris, presionándolo... me estremecí mordiendo mi labio inferior
Estas húmeda... e introdujo el dedo en mi vagina
Me excite mucho, tumbada en esa camilla, mientras ese chico acariciaba mi coñito, lo hacía bien, había esparcido mi flujo por él y sus dedos resbalaban solos. Desabrochaba su pantalón y sacaba su pene entre la cremallera quedando este a la altura de mi cuerpo.
Se apartó para echar el cerrojo del cuarto, y volvió a situarse a mi lado metiendo los dedos entre las carnes crecientes de mi mojado sexo, estaba muy excitada...
Acerco su polla a mi boca y la succione con ganas, estaba empalmado, muy excitado y me dio la sensación que con dos buenas mamaditas que le hiciera se correría... no me equivoqué... justo cuando se iba a ir se aparto rápidamente de mi boca para expulsar su semen sobre mi vientre... introdujo tres dedos dentro de mi y los movio a gran velocidad mirando mi cara...
Yo veía su polla brillante como colgaba sobre los pantalones, entre la cremallera... no tarde nada en que un fuerte calambre invadiera mi cuerpo des la nuca hasta el interior de mi vagina...
Con unas gasas limpio mi vientre y cuando mi sexo aun palpitaba cavo un agujero en mi piel...
Salí de allí con mi nuevo piercing, este no se hinchó y lo único que me ha dado hasta el momento son grandes satisfacciones despertando sucios instintos en quien los descubre con su mirada o su tacto....
Ahora puedo pasar mi bolita de la lengua por el frenillo de ellos haciéndola rodar por una de las partes mas sensibles de su polla, lamerlas aprovechando el relieve de mi pendiente, jugar con sus lenguas y cuando me penetran ven mi pequeño coñito rasurado coronado por un aro que roza su pene a cada movimiento que hacen...