Parece que fue ayer el día que nos conocimos, cuando antes de saber su nombre miraba de arriba a bajo su atractiva figura, y no podía desprender de mi mirada la suya propia, oscura y profunda, dotada de vida propia. Me pareció estupendo, pero esta sensación se engrandeció en el momento que escuche su voz, varonil sin dejar de ser dulce, a la cual acompañaba de forma gloriosa una estupenda vocalización sin abandonar su cara una expresión risueña.

Me lo presentó mi amiga Laura, eran compañeros de la facultad desde hacía un par de años. Hasta el momento en el cual supe su nombre todo parecía apuntar a que sería un viernes más, como otro cualquiera, pero nada más que él dejo de plantearse como un ser anónimo para mi, un presentimiento acompañado de un rápido palpitar me dijo que probablemente acabará siendo mucho más.

Durante un largo rato estuvimos charlando, bebiendo y bailando, no sé cuanto sería el tiempo que transcurriría pero a mi se me pasó como si de un único segundo se tratara. De repente entre nosotros se abrió paso una chica bajita pero con una cara dulce que la hacía encantadora, chatita, rubia de ojos azules que desde la espalda de mi nuevo amigo le amarraba diciendo el típico... "sorpresa!"

Vaya, la verdad es que como somos las mujeres, que celos me recorrieron el cuerpo, casi como una descarga eléctrica que hizo que conteniera mi más que notable enfado, salvo por un gesto que en mi cara quedo tatuado en forma de "entrecejo fruncido". Él saludo de él hacia ella no hizo más que empeorar mi mal humor, cuando vi, que ambos labios se juntaban en uno solo... esto me hizo pararme a pensar de nuevo lo mal que fijo mi vista en "ellos". Noté como nada más despegarse él alzaba la vista hacia mi como de reojo, lo cual todavía acabo por enfurecerme más, porque no solo había perdido un objetivo sino que además este parecía haberse dado cuenta, lo cual le llenaría a él de todo el orgullo que a mi tal situación me restaba...

Vanesa era como se llamaba esa maravillosa y perfecta jovencita, desde la distancia intenté cambiar el chip, al fin y al cabo era uno más como tantos otros que muchas veces había conocido.... "que tontería, para que engañarnos... me había encantado, por más que intentará convencerme de otra cosa el jarro de agua fría había caído sobre mi casi en forma de hielo punzante"

El resto de la noche fue como la de cualquier otro viernes, me aleje de él y permanecí con mi grupo de amigos intentando olvidar todo lo anteriormente ocurrido, pero la forma en la que él me observaba discreto y desde la distancia me inquietaba...

Antes de salir del local para irme a mi casa me acerque al baño, dentro había tanta gente que la sensación de falta de oxigeno estaba patente desde hacía algunas horas, notaba todo mi moreno pelo pegado a la frente, suponía que debía tener un espantoso aspecto, asi que siendo coherente con la coquetería que me define me dispuse a retocar mi imagen antes de en la fria madrugada salir a buscar un taxi para retirarme

En el espejo la imagen reflejó algo peor de lo que esperaba... mi aspecto era realmente malo, tenía un par de colores similares a los de heidi, el pelo cercano al contorno de mi rostro permanecía húmedo del sudor y tenía la piel algo cansada. Abrí el grifo del agua fría y tras dejarla unos segundos correr llené mis dos manos con ella con el fin de sumergirme. Sentí un alivio generalizado al notar el frió contraste de ambas temperaturas sobre mi piel, repetí varias veces la acción, y en una de estas sentí como unos brazos rodeaban mi cintura, sobresaltada levanté la vista y en el espejo vi reflejada su sonrisa de niño malo... Las chicas de al lado no dejaban de increparle por su tremenda osadía...

Fui a girarme para decirle algo pero se anticipó a mi y cuando comenzaba el movimiento vi reflejado el gesto que hacía apoyando su dedo índice sobre esos carnosos labios...

Sentí como tiraba de mi brazo, así que sin oponer resistencia me deje llevar, cerré el grifo, salimos del baño femenino para ingresar en el masculino donde el público era mucho menor y parecía menos molesto con mi presencia, o por lo menos no lo manifestaba. Abrió una de las puertas y quedamos presos allí entre risueños soniditos que se escuchaban en el exterior por el numerito de nuestra entrada.

En ese lugar tan poco romántico se quedo mirándome fijamente a mis ojos, mientras con su mano apartaba de mi frente los ondulados pelos mojados por el agua que caían sobre ella. Al notar su piel sobre la mia sentí la norme excitación que me invadía teniéndole tan cerca, mi corazón palpitaba rápido y mis pupilar debían estar más dilatadas que nunca...

Sus dedos fueron desabrochando cada botón de mi camisa entre las cuatro paredes de ese sórdido lugar, lo hacían lentamente...su capacidad de anticipación a los hechos era tal que antes de que volviera a intentar a hablar su dedo ahora se posaba sobre mis calientes, labios.... introducciendo la punta de estos entre ellos y mirando con suma atención cual era mi reacción, que se basaba en entornar mis párpados para succionarlo suavemente...

Con la camisa abierta y dejando todo el sujetador a su disposición sus manos acariciaban mi cintura envolviéndola y rodeándome mientras intentaba desabrochar con suavidad los corchetes de mis sostén blanco... una vez desabrochado lo subió por encima de mis dos pechos saliendo los dos llenos de energía hacia el exterior con los pezones tan erectos que pedían a gritos un poco de su atención.

Escuchaba las voces de nuestros vecinos de baño, cada vez que se abría la puerta que comunicaba los aseos con el local la música sonaba fuerte, y parecía que todo, y todos permanecía ajeno a lo que ahí dentro iba a a pasar.

Sus labios empezaron a besar mi cuello, eso es algo que me enloquece, me sentía totalmente excitada y llena de morbo, sus manos subían y bajaban, muy rápido pero nunca llegaba a tocarme los senos deseosos de ser apretados, acariciados, besados, lamidos... sus dedos intentaban desabrochar los botones de mi pantalón, y con tan solo dos de estos él ya hacía fuerza para meter su mano y acceder a mi sexo para hacer su primera exploración.

Todo esto me activó, ahora era yo la que estaba deseando ver como era su polla, como la tendría y lo mejor cual sería su sabor... me imaginaba allí, agachada, introduciéndola entre mis labios, mientras por debajo de la puerta podía observar un montón de pies cuyos dueños tras esa fina y endeble puerta de madera permanecían... sentí como con solo pensar en esa idea sumada a los besos, jugosos, suaves y apasionados de mi acompañante producían una más que importante lubricación y casi podía notar como mi rosada e hinchada vagina se iba dilatando pidiéndome que la diera algo más...

Mis manos bajaban hacia la cintura de su pantalón, intentando deshacerse de él, no me costó mucho... a la hora de desabrochar su pantalón fue el mismo quien colaboró en la citada tarea... debajo de la tela de sus vaqueros, un tejido de algodón mezclado con lycra me dejaba ver un abultado paquete al que me parecía escuchar mi nombre...

Introduje mi mano entre la prenda interior y su abdomen, el pareció estremecerse como si llevara un buen rato esperando con ansia ese momento, noté el calor que salía de allí y rápidamente me dispuse a aferrar su hinchado sexo que necesitaba en esos momento de mi... que para algo era la que más cerca estaba... no?

Tenía que decidirme si quería o no metermela dentro de mi boca y mamarsela durante un rato, eso siempre me ha gustado, pero su lengua por fin se había parado en mis alterados pezones y pasar a practicarle sexo oral sería renunciar a esos lametones y mordisquitos con los que estaba siendo premiada. Notaba toda mi ropa interior mojada que se adhería a mis labiós vaginales.

Definitivamente me lance a saborear lo que tanto me atraía, con mis pechos rozando sus piernas mi cabeza se iba a proximando a él, lentamente... sus manos acariciaban mi pelo, mientras yo hacia que sintiera mi respiración fuerte y jadeante cerca de sus testículos y ascendente hacia el glande... volví a notar su mirada fija en mi, ahí pude leer el significado de todo lo que allí estaba ocurriendo. No sé que tipo de novia sería la suya, pero estaba claro que a él le movía el morbo, hoy era yo pero mañana podría ser cualquier otra... pensar en esto me hizo darme cuenta que probablemente no volviera a saber de él así que lo mejor sería exprimir el momento hasta la última gota...

Mientras mis manos agarraban la base de su polla mi lengua acariciaba toda la punta y mis labios la succionaba con cuidado pero apasionadamente... mi pensamiento volvía a volar y de reojo divisaba que se veía por debajo de la puerta... seguramente alguien se habría percatado de las cuatro piernas que asomaban en nuestro baño, al igual que yo les veía a ellos... con los ojos cerrados saboreando su estupendo sexo me esmeraba a fondo en que entre de todas aquellas con las que mantuviera relaciones extrañas a mi me recordara por lo bien que se la había mamado... imaginaba que abrían la puerta y nos encontraban en esa situación, él apoyado sobre la fría pared de azulejos blancos, con la camiseta levantada y los pantalones y slips por las rodillas, mientras que yo a sus pies succionaba de su miembro los más morbosos jadeos, y semi desnuda, con los pecho deseosos y el pantalón desabrochado permanecía de cuclillas ante la vista de varias miradas masculinas que se excitaban ante tal situación... sobretodo al ver como él llegaba al climax sobre mi...

Evidentemente esto contribuyó a que me abandonará al sexo, dándole mucho placer y me lubricara deseando llegar a completar nuestra relación... me aparte de él, y subí hacia su cara... me dijo que deberíamos parar o acelerar ya, porque sino nos iban a echar en falta, y yo le suplique que por favor me follara.

Una sonrisa despertó en su expresión acalorada, agacho su torso y saco del pantalón un preservativo, mientras él se lo ponía yo acababa de desabrochar mi pantalón y desnudar una de mis piernas. Vi como su mirada se perdía en mi sexo, cuidadosamente arreglado que se mostraba jugoso y apetitoso. Con sus manos los acarició, creyendo yo que tan solo con ese movimiento repetido un par de veces podría haber tenido un orgasmo... Bajo la tapa del vater y se sentó sobre ella, yo me puse encima agarrando su sexo y apuntando hacia mi dilatado agujero de placer de espaldas a él. Fui sintiendo como entraba, hinchada, como queriendo aun abrirme más, me deje caer hasta el fondo cuando parecía que ya no podía entrar más y me llenaba al completo. Él, poco discreto ante el placer sexual jadeaba bastante fuerte mientras sujetaba con una mano mi sexo y con la otra agitaba mi clítoris... yo me movía de arriba abajo dejando que me arañara con ella todo mi interior.

Nuestros jadeos, y ante todo los de él parece que se escucharon en el exterior donde las risas eran más que notables... eso no nos importaba en ese momento, yo seguía moviéndome, follandole a él más que a la inversa, y él dejándose hacer frotando mi coñito empapado de placer. Al agachar la vista hacia el suelo vi como una cabeza asomaba por ahí mientras me guiñaba el ojo y sacaba la lengua relamiendo su labio superior. Me excitó saber que estaba viendo mi sexo totalmente abierto, en el que entraba la polla de , en ese momento, mi amante y su dedo me frotaba la entrepierna...mi compañero permanecía ajeno a ese espectador... unos segundos ojos fueron los que asomaron por la amplia rendija de unos 80 centimetros de alto y ambos abandonaron risitas en nuestra estancia...

Varias veces sentí que me llegaba el orgasmo, me fui un minuto o dos antes que él intentando no armar mucho escándalo, cosa que de poco sirvió ya que cuando a el le invadió la descargarga jadeo casi como una mala bestia. Al ver que nos incorporábamos ,los dos chavales huyeron despavoridos, supongo que con una buena calentura. Me beso en los labios y con frialdad me dijo que debíamos actur con discreción, ya que probablemente se habrían dado cuenta de nuestra ausencia... Vi como tiraba un condón lleno de blanco semen por el vater mientras se vestía, yo hacía lo mismo, y los dos en un silencio casi sepulcral... Me ayudó a brocharme el sostén y me dijo que había sido uno de sus polvos más morbosos... no supe si sentirme satisfecha o algo superficial... así que tras pensar un rato creí oportuno decantarme más por la primera opción..

Salí yo primero, nadie parecía haberse dado cuenta de mi ausencia, a partir de unas determinadas horas el alcohol provoca efectos evasión más que considerables... a quien si parecía que alguien añorara era a él, la rubita alzaba la vista por encima de todas las cabezas con mirada de preocupación...

Al verla me sentí culpable, parecía enamorada... vi como por la esquina aparecía su novio que la obsequiaba con un enorme beso de tornillo mientras recorría con sus manos entre la multitud el minúsculo cuerpecito de ella que contrastaba con mis voluptuosas formas...

En cinco minutos se estaban despidiendo, se acercó a mi, di dos besos a su chica y luego, a él... mientras, sentí que dejaba algo en mi bolsillo, se despedía como si nunca jamás nada hubiera ocurrido.

Al otro lado del bar veía a un chico que me guiñaba el ojo, parecía mas joven que yo y me sonaba de algo, fijando la vista vi como como asomaba su lengüita relamiendo su labio superior con una sátira sonrisa... me enojó sin parecerme nada divertido, cogí mi abrigo y tras una rápida despedida de todos me fui a mi casa en un taxi, dentro de éste saqué el papel que él depositó en mi bolsillo, allí en boli de color azul solo su nombre, un tlf y un "llámame mañana por favor..."