Más de un mes en la misma situación, un desazón que me corrompe entera, es entre un remordimiento de conciencia y una sobreproducción de adrenalina la que invade mi ser desde entonces.

Solo meses, no lleva mas de unos tres meses en la empresa, y no parecía nada especial, el clásico hombre de unos 30 recién cumpliditos como mucho, moreno, estatura media y normal... pero que con el paso de los días ha resultado ser encantador.

Yo estaba recién incorporada de mi baja por maternidad, con la autoestima un poco disminuida, siempre fui una chica delgada y con curvas, pero tras el nacimiento de mi primer bebe las curvas eran mucho más voluptuosas y me sentía más madre que mujer... mi marido parecía mirarme con esos mismos ojos y había pasado de llamarme "preciosa" a llamarme "mami", algo totalmente poco sensual para mi feminidad.

Él día que llegue a mi mesa la encontré inundada de "post-it" amarillos con notitas que poblaban todo el monitor del ordenador y hasta los cajones, detrás de la columna una nueva mesa decoraba la estancia y podía divisarle a él, que estaba de apoyo a mi baja y mi nueva incorporación con jornada de lactancia.

Debo reconocer que llegué algo irritable, no me agradaba dejar a mi pequeña nena en esa terrible guardería donde seguro que me añoraría sin parar... Y es que la mente de las nuevas madres deben saber que es algo complicada...

El paso de los días me fue llevando algo de normalidad, aunque también generó algo de estrés en mi, seguía dando el pecho a la pequeña, así que iba y venía disparada de un lado a otro, quizá descuidando un tanto mis obligaciones conyugales.

El momento más agradable del día se daba hacia las 10.30 de la mañana cuando bajaba con mi compañero a tomarme un café y charlábamos distendidamente sobre nuestras vidas. Alonso, vivía con su novia, por lo que me comentó era su novia de toda la vida, se conocieron en el instituto y llevaban un par de años conviviendo juntos, me enseño una foto de esa rubia estupenda, tenía una cara afilada, con mirada ardiente y un aspecto bastante sensual... el parecía muy orgulloso.

Al verla me sentí mayor, probablemente solo nos separaban 4 o 5 años o quizá menos, pero yo me sentía mucho más envejecida... igual mis nuevas responsabilidades hacían que el tiempo pasara rápido para mi. En cambio a veces podía abstraerme frente al espejo del lavabo y divisar, la que por todos siempre había sido una cara dulce, de facciones poco marcadas, chata nariz, ligeras pecas, ojos algo rasgados claros y mi morena cabellera... pero cuando pensaba en mi familia y mi vida parecía que mi imagen se transformaba frente al espejo.

Las palabras, la voz y ante todo la mirada de Alonso me halagaban una barbaridad, parecía mostrar una cierta admiración, personal, estética y profesional haciendo que aunque solo fuera durante 10 minutos diarios me sintiera muy especial. Nunca tratamos temas comprometidos ni existieron insinuaciones de ningún tipo.

Hasta que una noche, que estando haciendo el amor con mi marido me vi pensando e imaginando a ese joven chaval metiendome su sexo dentro de mis entrañas y haciéndome sentir la pasión como una autentica mujer... lejos de esa "mami" conservadora en la cual llevaba 5 meses sumergida. Esto me horrorizó, pensaba en él de manera lasciva, mientras mi marido me besaba y tocaba cada pedazo de mi piel...

No paso mucho más tiempo, quizá un par de semanas, cuando nos convocaron a una comida corporativa en un hotel a las afueras de la capital. Tenía una pinta horrible, aburrida, charlas y más charlas sobre políticas internas, medidas publicitarias... etc etc... como simples adolescentes sentados el uno al lado del otro cuchicheábamos intentando sacar el lado divertido a la situación. Más de una vez nos encontramos con miradas inquisidoras por nuestro comportamiento que a nosotros parecían aun más graciosas.

En la comida estábamos repartidos en mesas redondas chiquititas, por delegaciones y departamentos. Alonso y yo , uno al lado del otro charlábamos divertidos y reíamos sin cesar. Ese día si pude notar el calor de su mirada, fija sobre la mía, y el roce de nuestras manos, que simuló que fuera de forma accidental pero yo sé que estaba perfectamente premeditado. Desde estos momentos empecé a notar cierta humedad entre mis piernas, mis deseos volvían a mi mente y parecía estarlo desnudando, su sonrisa era cautivadora...

Tras la comida y con un cosquilleo que me invadía entera, permanecía quieta en la mesa, la mayor parte de la gente se había ido, era viernes y aprovecharon la disculpa para llegar antes a su casa. Yo en cambio, esperaba, sin saber muy bien que, pero alargaba esa situación. Estaba sola, alli, pensando sin querer pensar... hasta que su voz tras mi lóbulo retumbo hasta el fondo de mi corazón sobresaltándome...

Ya casi no quedaba nadie, serían las 18.00, alguno que otro de otras zonas y nosotros dos. Nos alejamos del salón sin que nadie notara la ausencia y nos aproximamos a una pequeña salita muy acogedora con asientos de piel en los que degustamos un ardiente licor de hierbas que despertaba a un muerto.

A mi las palabras no me fluían, me sentía atractiva después de muchos meses de embarazo, parto y maternidad, sentía pasión, y muchas ganas de tener sexo desenfrenado... él me motivaba para ello, su mirada era un tanto sucia ahora, casi deseosa de extrañas ideas... puso su mano en mi pierna, a la altura del muslo y me dijo lo encantado que estaba de haberme conocido y que era una mujer muy sensual...

Sus palabras me regocijaron en mis propios sentimientos, su lengua resbalaba sola entre sus labios y sus frases me dieron todo lo que yo necesitaba, casi sin darme cuenta mi lengua envolvía la suya, humedeciéndola de mi reprimido deseo, hasta el fondo...

La escena no era propia en la cafetería de un hotel, y él con mas templanza ante tal situación que yo me ofreció a subir a una habitación... eso por un momento me devolvió a la realidad, a pensar que qué demonios estaba haciendo, tenía la cara ardiente y las manos congeladas... sus dedos se posaron en mis labios y ahí no pude por más que asentir a su atrevida invitación.

Esto situación enfriaba todo un poco, ya era más premeditado, a mi me habría gustado en el mismo bar subirme sobre sus piernas y cabalgar con su polla dentro de mi... pero eso solo era fruto del desenfreno... jamás me hubiera atrevido a tal circunstancia...

Una vez arriba se sienta sobre la cama y tiende su mano hacia a mi, me siento a su lado y comienza a confesar el deseo que despierto en él desde el primer dia que me vio, dice que soy bella, dulce de aspecto pero un cuerpo que lleva al desenfreno .... dice que mi mirada es inocente y mis labios el fruto del peor de los pecados... y a partir de ahí ya no pudo decir nada más... esa inyección de autoestima hizo que sellara sus labios con los míos y hasta al cabo de un tiempo no pudiera más que jadear de placer.

De forma apresurada intento despojarme de la ropa, yo ni siquiera paré a pensar en el horrible sostén que llevaba, más propio de una coraza medieval con almohadillas que envuelven mis pezones para evitar las fugas del dulce alimento de mi bebe. Siento algo de vergüenza a mostrarme desnuda, solo 5 meses atrás mi tripa tenía unas dimensiones sin igual y ahora a pesar de todos mis empeños en una recuperación rápida de la figura igual mi vientre no está tan liso y firme como tiempo atrás.

Él no parece reparar en nada de esto, parece muy excitado, desprende los corchetes de mis sostén dejándolo caer a un lado sin presta atención... y fijamente mira mis senos. Unos senos transformados, diferentes a los que antes fueron, más hinchados, redondos... sobretodo porque estaba en la hora a la que generalmente doy de comer a mi bebita... pero hoy había olvidado todo menos mi propio placer.

Mis pezones muy rojos inflamados de los chupetones de mi hija se notaban firmes y vistosos como jamás en mi vida nunca los tuve. Sus manos no paran de recorrerlos mientras su lengua envuelve la mía sin cesar. Me los pellizca con la presión suficiente como para conseguir en mi una corta corriente de placer... siento como para de besarme y mira sus dedos manchados por un liquido blanquecino...

La leche brota de mis pechos suavemente ante su presión, sus ojos se han puesto muy brillantes al verlo, baja lentamente enseñándome con cierta anticipación la punta de su lengua y como esta rebaña las gotas que manan de mis dos redondos dulces cantaros...

Introduce mis pechos entre sus dos rojizos labios y succiona con algo de fuerza, me resulta muy erotizante esa situación, posteriormente me besa y puedo notar el dulzor de su paladar...

Continua en su tarea de dejarme desnuda, yo invadida por el placer voy dejando mi lado recatado mientras desabrocho los botones de su camisa.... Estamos tendido en la cama, yo desnuda con mis braguitas negras puestas, y el a mi lado con el pantalón de vestir...

Mira mi cara y hace el primer amago de ir a desprenderme de mi ropa interior... casi lo estoy deseando, pero se limita a la simulación, luego comienza a frotarme muy suave por encima de la tela, que de lo húmeda que está no tiene ninguna dificultad a ceñirse perfectamente a las formas de mi rajita.

Mientras se ceba en esta caricia, intento torpemente desprenderle de sus pantalones. Debajo de la cremallera una erección asoma sin ningún tipo de tapujo y vergüenza, a pesar de él no haberme desnudado completa no dudo en quitarle los slips y observar su estupendo cuerpo sobre la cama.

Mi movil está sonando, no pienso en que algo malo puede estar pasando, simplemente lo dejo con ese latoso sonido ambientando la habitación... el me sonríe al ver que estoy dispuesta a no parar aunque la tierra se hundiera...

Besando su abdomen dejo un hilito de humedad hasta llegas al comienzo de la pelvis... no puedo ver tal polla erecta, dura y brillante con ese olor tan peculiar abandonada... la agarro con una mano, parece ofrecerme resistencia... y con mis labios hago creerle que se la voy a mamar... observo como alza la mirada para verlo forzando las cervicales... pero solo me limito a envolverla con mi lengua y empaparme de sus propios liquidos..

La miro fijamente, siendo consciente de que con semejante miembro dentro de mi coñito voy a tener un orgasmo, estoy deseando sentir como con fuerza se abre paso entre mi hinchada vagina a punto de estallar...

Durante un rato me dedico a chuparla, bañarla en mi humedad e introducirla entre mis dos pechos como tantas veces soñé en hacer... pero ahora con la hinchazón del embarazo era más sencillo. Le masturbo con ella entre mis pechos, de la presión y congestión alguna gota de leche sale por ellos dejándolos un poco blanquecinos pero muy erectos... él no para de incorporarse para mirar e intentar acercar su dedo para rebañar cada gotita de leche que mana de éstos.... cada vez que su pene asoma entre mis senos alargo la lengua para rozar su puntita. Le noto muy excitado... jadea fuerte.... pero es su teléfono el que suena... yo sigo haciendole mis trabajitos mientras me siento muy decepcionada cuando veo que se levanta con intención de cogerlo... camino hacia el bolsillo de su americana me dice:

Yo un poco chafada, y empezando a acordarme de mi familia le hago caso, me quedo desnuda sobre la cama bajo su atenta mirada, veo que saca el movil de la chaqueta...

MI cara se torna gris, no era momento más que de disfrutar, ya vendrían las penas y remordimientos... pero mi coñito palpitaba sin parar... el teléfono seguía sonando mientras él se acercaba a mi lado con el en la mano sin descolgar y abría mis piernas... cual fue mi sorpresa cuando puso el aparato encima de mi clítoris mientras sonaba y un vibrar lo agitaba resaltando en luminoso el nombre de su novia...

El cosquilleo que me produjo me hizo sentir un gran placer, desde la distancia se quedo mirando como yo disfrutaba de ello. Esto me devolvió a la situación que otra vez me ansiaba sentirle dentro de mi...

Cuando el teléfono paro de sonar el lo cogió y lo olió casi con depravación, eso despertó mis instintos más animales... lo abandono a un lado del lecho y hundió su boca y nariz dentro de mi vulva, durante un rato se centro en él obteniendo de mi jadeos y movimientos casi propios de contorsionista ante tal placer....

Al cabo de un rato se tendió sobre mi, pude sentirle encima, rozando cada parte de su piel la mía, jugueteando con mis endulzados pezones que parecían enloquecerle...

Me puse sobre sus rodillas, una pierna a cada lado, agarré con decisión su polla y la dirigí al interior de mi casi chorreante sexo que quiso succionarla, mi boca soltaba palabras obscenas como nunca antes en mi vida había hecho... sus manos agarraban mis pechos con fuerza y me notaba llena de él... que a veces dejaba escapar alguna de sus manos a mis nalgas para apretarlas como si solo fueran suyas e introducir sus dedo indice dentro de mi culito redondo...

Arranco de mi todo tipo de barbaridades, creo que estas le embrutecieron y nos acabamos girando, yo a cuatro patas sobre la cama y él montándome por detrás... se oia como sus testículos golpeaban contra parte de mi sexo.

El sonido de nuestros móviles mientras tanto se entremezclaba, según estaba follandome veía como se encendían las luces y el nombre de sus novia pintaba la pantalla, pero en esos momentos no tenía ni pena, ni remordimientos ni nada... la parte animal se había apoderado de mi... su novio se lo montaba muy bien y yo me lo estaba tirando... todo tendía a embrutecerme más y cuando Alonso follandome en esa posición se corrió... seguidamente lo hice yo... mientras todo su semen sobresalia por los laterales de mi sexo...

Al poco de vivir este orgasmo, en la punta de mis pezones unos hilitos de leche salían... los lamió de nuevo, extendió la humedad de mis muslos por todo mi sexo con su mano... y el teléfono... sonó...

Era difícil verle tendido a mi lado, con la polla brillante y arrugada mandándole a su novia besos mientras su mano reposaba entre mis abiertas piernas... igual que fue difícil hablar con mi marido para decirle que me retrasaría, que la reunión se había alargado, y mientras los labios de Alonso envolviéndome mis rojos e irritados pezones...

Esa noche mientras amamante a mi bebe... pensaba lo tonta que había sido, sobretodo cuando tras la puerta mi marido sonriente miraba embelesado a su esposa e hija en tan bonito momento. Se sentó a mi lado y me repitió con una voz profunda y sincera ... "que éramos lo más importante y amado de su vida"...y ahora... ¿?