Que tendrá el comienzo de la ingle de "ellos". Debo reconocer que pone a mil ver cuando se han quitado la camiseta como bajo su ombligo se marca en los laterales el comienzo de sus caderas, que dibujan un par de toboganes que se precipitan hacia su sexo... empiezan a asomar ese vello, para mi preferiblemente oscuro.

Es excitante cuando te arrodillas frente a ellos y comienzas a desabrochar sus pantalones intentando no rozar un milimetro de su piel. Esto es complicado, porque generalmente cuando nos encontramos en esta tesitura el hinchazón de la zona es más que evidente. Dejar caer sus pantalones hasta el suelo, anudando sus tobillos y que desde arriba divisen la imagen nuestra a sus pies con sucias intenciones que presagian a corto plazo gran placer para ellos.

Su mente va rápido, la mente masculina sumada a su sentido de la vista forman una bomba de relojería... tanto que puede estallar al menor contacto con la misma.

Me encanta agarrar los boxer a la altura del comienzo de los muslos y tirar hacia abajo, con dos deditos ahuecar la goma de los slips para quitárselos sin alcanzar a tocar mínimamente ninguna pedacito de su cuerpo. Que permanezcan desnudos de cintura para abajo en mi presencia, viendo el poderío de sus sexos, a esas alturas empalmados, alzándose, mostrando su energía sin que ni siquiera haya soplado a su alrededor...

Ahora empieza lo divertido, hay que dejar que miren, es como dar un mechero a un niño, hay que dejar que lo hagan, y facilitar su tarea. Me gusta acercarme muy cerca de sus sexos, pegar mi carita a ellos, todavía sin rozarles, respirar el aroma de la pasión y del deseo. De algunos en estos momentos brotan las primeras gotas de líquido preseminal y se vislumbra el brillo en la punta de sus penes... si asi fuera, es delicioso sacar mi dulce lengua húmeda y con mi punta robarles esa gota sutilmente, casi sin tocar la carne de la que brotan...

Es delicioso observar como debajo de su erecta polla, dos testículos son testigos de esta dulce tortura, realmente para estos momentos yo estoy deseando meterme su sexo en la boca, saborearlo, besárselo con pasión, amarrar con suavidad sus testículos y recorrerlos con mi lengua... pero si lo hiciera así todo terminaría muy rápido, y no sería igual... quiero dulcemente torturarle y a la vez me torturo a mi... a los dos nos gusta!

A veces ya me habría suplicado que la introdujera en mi boca, o que se la agarrará, pero no le haría caso, de hecho si así me lo pide es cuando más me excitaré yo y mas retardaré los momentos.

Yo permanezco vestida, en el suelo mirando de cerca su liso vientre y su hinchado miembro... saboreando las primeras gotas de su excitación... tan cerca de ella que noto el calor que desprende, soplo, soplo suave, desde sus huevos hasta el glande... el mira hacia abajo... que estará pensando, parece a mil...

Acerco más mi cara, mi frente y nariz comienzan a rozar su oscura piel, noto el vello raspando muy suave mis carrillos, paso su glande por mis labios sin abrirlos, los deja algo húmedos, notó su olor a sexo, me excita...

Muevo el cuello para que su glande viaje por cada rincón de mi cara, ojos, boca, la restriego entera, parece disfrutar. Meto mi cabeza entre sus piernas, ahora son los testículos los que ocupan mi rostro.

Él sigue en pie, observando desde arriba la escena, mantiene las piernas algo abiertas, abro mi boca por primera vez, e introduzco uno de sus testículos dentro, envolviéndolos con la tibia y humeda suavidad de mi boca, su cuerpo parece recorrido por una extraña sensación, se ha estremecido, mi mano entra en acción, acaricia el espacio existente entre estos y el ano de él... algo tiene alli que sé que le enloquecé.

Veo que intenta llevar su mano hasta su polla, sabé que no debe hacerlo, si él participara en mi dulce tortura acabaría el juego, el trato es que él este a mi disposición y a mi ritmo, mientras mi boca esta llena de él le miró para negarle su actitud con mi mirada, frena su mano con sufrimiento.

Todavía no he rozado su pene y creo que está a punto de irse, pero solo es apariencia, sé que en el fondo no es así, simplemente como antes dije la mente masculina y la vista de ellos con un cóctel explosivo y es lo que yo estoy aprovechando...

Mueve sus caderas cuando mi dedo se encuentra cerca de su ano, nunca jamás se lo introduje ni siquiera lo intenté, solo quiero jugar... lo haría si él me lo pidiera, pero si no, yo solo jugaré y se que esta partida le gusta.

Lo he sacado de mi boca, agarro ahora sus testículos con mis manos suavemente y mi lengua comienza a recorrer su polla desde la base hasta la punta, parece encantarle, me mira con atención apartando con sus manos el pelo de mi rostro para poder observarlo con mayor claridad, la lamo como si quiera limpiársela, por todos los lados, levanto mi vista para ver como me mira... ahora estoy muy húmeda.

Deseo metermela dentro, deseo succionar con fuerza y realmente lo que quiero es sentirle dentro de mi, pero se controlar mis impulsos, abro mi boca llena de humedad de pensar en mis deseos y rodeo con mis labios todo su glande, estaba muy húmedo, solo chupo su puntita, pero parece que al hacerlo libera parte de su tensión. Al pasar la lengua por agujerito noto como salen gotas de un sabor peculiar, creo que está haciendo grandes esfuerzos por contenerse.

Mientras su punta está envuelta por mi boca, mi lengua pasea por esa parte tan sensible en la que termina el capullo, le escucho jadear y decir que si asi sigo se va a correr... eso no es lo que yo quiero, me palpita mucho el coñito y siento cierta ansiedad... paro de mamarle su pene, quedá con cara frustrada, casi decepcionado, creo que le encantaría correrse, creo que estaba a punto de hacerlo y le he cortado. Sabe que si quiere más no hay replica posible, hoy yo pongo el ritmo, otros dias lo hace él.

Me pongo de pie y empiezo a desprenderme de mis prendas de ropa, no puedo apartar la vista de su brillante sexo, duro y rígido. Ël me mira con atención, estoy enfrente de su cuerpo, quito mis pantalones, debajo se ve mi ropa interior negra, un tanga escotado y bastante bajo, quito mi jersey, ahora mi camiseta, a juego puede divisar un sujetador negro que envuelve mis pechos, lo desabrocho y dejo a su vista mis tetas, me pongo de espaldas a él mostrando mis nalgas (soy algo exhibicionista) y bajo mi tanga, mientras doblo mi cuerpo hacia adelante dejándoselo totalmente decubierto. Me agacho a coger el tanga del suelo dejando al descubierto mi coñito y mi ano desde la parte de atrás. Sé que eso le encanta, cada vez que puede me pide que le enseñe mis zonas más sensibles desde esta posición.

Curiosamente su sexo sigue muy duro, mi intención era evitar ese orgasmo que estaba a punto de llegarle, no sé si lo habré conseguido. No puede tocar a no ser que yo coja su mano para llevársela hasta la zona que yo desee.

Me muero de ganas que envuelva mi sexo con sus dedos, que los introduzca en mi interior, que pellizque mis pezones, pero esta dulce perversión casi me excita más, sé que él también desea hacerlo, por eso no le voy a dejar.

Me aproximo donde está, de pie acerco mi cuerpo al suyo, alzo su camisa y dejo que mis pezones rocen su torax... me encanta y mi pelvis aprisiona su polla... estoy húmeda y creo que en la zona interior de los muslos se nota algún que otro brillo por este motivo.

Vuelvo a agacharme ahora me meto subitamente toda su polla en mi boca, hasta el fondo, mi lengua la frota y mis labios succionan con energía, jadea, casi pequeños grititos, de arriba abajo, jugueteo con ella, y mis manos con sus huevos... sus piernas parecen flaquear y sus manos siguen sujetando mi morena melena para observar mi boca rebosante de él.

No puedo más, estoy excitadísima, tengo fuertes palpitaciones y mucha humedad, tiene un sexo precioso, que lo tendría horas en la boca, experimentando nuevas formas de besárselo, lamérselo y comérselo que pudieran hacerle enloquecer... pero está a punto de correrse...

Sacó mi boca, ahora si que parece que ya no le agrada el juego, creo que perdió el autocontrol, quiere correrse ya!, casi que yo también, estuvo bien mientras duró. Me pongo en pie y le guío para que se tumbe bocarriba, voy a cabalgarlo, va a tener un gran orgasmo sin haber rozado ni una parte de mi ser con sus mano.

Tendido en el suelo su polla es de desproporcionadas dimensiones con respecto al resto del cuerpo, paso una pierna a cada lado de él y me siento sobre su sexo, duro, calido y húmedo de espaldas a su mirada.

Que placer, tocó mi clítoris, él no lo ve pero sabe que lo estoy haciendo por la posición de mi brazo, los suyos caen a los laterales, soy yo la que me encargo de moverme de arriba abajo, he gritado al sentirla en mi interior. Me la he introducido sin dificultades, la excitación anterior ha hecho que mi vagina estuviese suficientemente dilatada y lubricada, de hecho casi la absorbido. Ahora contraigo mis músculos interiores para que note la presión que ejerzo sobre él.

Escucho su voz, emite ruidos inteligibles, sigo moviéndome de arriba abajo, recorriendo el interior de mi sexo con el suyo, mi mano sigue acariciando mi clítoris, creo que me voy a ir.. creo que ya.. espera...noto mucha humedad dentro, me da gran placer, golpea las paredes, y su polla tiene espasmos dentro de mi... Ahora si le escucho claro, grita explicando lo que le pasa, se esta yendo... y yo... estoy a punto a punto de correrme sin experimentar una caricia suya, usando su cuerpo para mi placer.. solo de pensarlo... experimento un gran orgasmo lleno de fuerte tensión anteriormente reprimidad.

La dejo dentro de mi unos instantes, ya no es poderosa, pero sigue formando parte de mi cuerpo, todavía si.. y me gusta cuando en estos momentos lo hace...

Todavía tengo palpitaciones entre las piernas, son los restos del orgasmo que acabo de sentir, dejo mi cuerpo caer hacia atrás, mi espalda apoyada sobre su camisa, mis piernas siguen abiertas a cada lado de su cadera, su polla reposa apoyada en mi sexo mientras baja su volumen del todo...

Siento un beso en mi nuca, unas manos que me envuelven, que grato calor, que dulce sensación, sus manos ahora envuelven mi pecho, acarician mis pezones y una de ellas baja a tocar esa parte antes prohibida. Creo que con sus dedos puede notar mis palpitaciones, el dedo índice se empapa de mi humedad y con ella caricia mi coñito con ternura, no tiene alto contenido sexual pero si sensual...

Son caricias lentas, dulces y pausadas, en mi clítoris, rodeando mis labios vaginales, los mayores y menores, noto su respiración en mi cuello... me gusta como lo hace, me entrego, todo se desarrolla de una manera muy distinta que me lleva a la obtención de un placer especial... diez minutos de tiernos roces con su piel bastaron para llevarme de nuevo hasta el cielo. Mientras me corría su mano envolvía mi sexo queriéndose adueñar de mi, su pene permanecía bajo mis nalgas algo erecto, en esa posición permanecimos unos minutos tras mi orgasmo.