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Una amistad dificil de llevar

en Hetero: General

Tengo un amigo, bueno para mi por lo menos si los es, un buen amigo... Aunque si me paro a pensar creo que ya no es buen amigo, no si queremos relacionar el concepto de la amistad plenamente entendida con su persona.

Yo no estoy enamorada, me atrae mucho física y químicamente hablando. Es encantador la verdad, divertido, simpático, con un gran sentido del humor y muy pasional. Nos conocemos desde hace tiempo, yo diría que unos 8 años. Íbamos juntos al instituto, y desde entonces mantenemos esta relación. Tenemos muchos amigos comunes y dicen que somos la pareja perfecta...

Pero... se equivocan! Ojala me sintiera enamorada de él, que más podría pedir, un chico atractivo, y que tiene una dosis de sensualidad y erotismo que consigue extraer de mi cuerpo las mejores sensaciones...

Las cosas se están complicando, esta mezcla de sentimientos nos han llevado muchas veces a la confusión, esa misma que hace que el cariño y la pasión puedan confundirse entre dos personas. Intentamos estar juntos, yo no era feliz... pero él parece no haberlo entendido.

La verdad es que dice estar enamorado de mi, mira que le presento a mis amigas, pero se mantiene distante con ellas. Hemos hablado y dice que esta dispuesto a seguir como hasta ahora. Lo cierto, es que yo mientras no tenga pareja estable no me gustaría renunciar a sus caricias ni su sexo, porque disfruto con él. Tenemos la confianza suficiente como para poder disfrutar plenamente de esos momentos. Y el tiempo ha hecho que cada uno conozca lo que al otro más le agrada y excita... sinceramente, creo que en "la cama" por llamar de alguna manera a las relaciones sexuales, somos casi perfectos...

Ahora cuando acaban las caricias... empiezan los conflictos. Dentro de mi existe una pequeña conciencia que me impide tener relaciones con ningún otro chico si él esta presente. Evidentemente no me refiero a echar un polvo ante sus ojos, me refiero a cuando estamos en algun bar todos juntos y se me presenta alguien majo, si él está en el grupo yo me alejo despavorida, porque se que a él le molesta. Total, que siempre acabamos discutiendo por unos celos sin sentido.

Realmente no tengo muy claro como evolucionará esto... Este fin de semana estuvimos juntos, salimos con nuestros amigos y al final de la noche se ofreció a acompañarme a casa. Da igual que le diga que no, porque fijo que acabará acompañándome, y la verdad no os voy a engañar me gusta su compañía...

Íbamos riendo mucho, en sus ojos lo podía ver, cuando parábamos ante cualquier semáforo me miraba de esa forma que él lo hace, una vez más iba a pasar... Es capaz de mirarme y con sus pupilas llegar hasta la parte erótica de mi cerebro, hacerla cosquillas y revolucionar cada hormona de mi ser... a la vez siempre muestra su media sonrisa... en esos momentos siempre pienso que es el hombre de mi vida...

Estábamos hablando de temas triviales, no había insinuación en las palabras, era la comunicación no verbal la que funcionaba, yo sentía como mi cara comenzaba a reaccionar a sus señales y probablemente también estuve seduciéndole sutilmente.

Un silencio invadió el vehículo, era el momento en el que él desvío la dirección, no cogimos la rotonda a la derecha, seguimos recto, recto como cada vez que nos dejábamos llevar por nuestra química.

El viaje, me pareció largo, largo e interesante, mira que conozco su juego pero nunca me llega a parecer monótono, siempre me divierte igual que si fuera la primera vez.

Estaba aparcando, y mi corazón latía más aceleradamente. Paró el motor del vehículo, mientras, yo desabrochaba mi cinturón, cuando alcé la cabeza, tras hacerlo, su mirada estaba fija en mi cara, sonreía con ternura y picardía... mmm... es irresistible cuando lo hace así.

Me beso en los labios, fue un pico, nada más... él tiene esa facultad de convertir lo casto en excitante... digo yo... porqué no estaré enamorada de él...

Salimos del coche y caminamos unos tres minutos hasta la puerta de su portal. Vive en un estudio que compartía con un amigo, pero desde hace un par de meses esta solo, el otro chico se fue a vivir con su novia.

Arriba, como siempre, habitaba su propio desorden, ese que le hacía divertido, al abrir la puerta nunca sabías que podías encontrar, no era excesivamente caótico, era simplemente como él mismo...

Que lugar tan familiar, en los últimos dos años había pasado bastantes ratos alli, con él, buenos y no tan buenos, y también con José (el chico que antes vivía ahí) que fue testigo de muchos de nuestros tensos momentos.

Ahora lo estoy recordando y se me está despertando un sentimiento tierno y entrañable...

Bueno, continuo en la historia. Al abrir la puerta salió un calorcito muy agradable de la vivienda, este sábado ha hecho un frio más que importante en Madrid, y fue bastante reconfortante sentir esa sensación.

Desde la espalda sentí los brazo de mi amigo rodeando mi cintura, me envuelve, es como si quisiera apretar fuerte pero luego viera mi fragilidad y no quisiera hacerme daño... su cabeza se agachaba retirando mi pelo para besarme una única vez en el cuello.

Yo me dejaba hacer, al notar el roce de sus labios en mi piel todas mis terminaciones nerviosas despertaron como si hubieran tocado la trompeta en un cuartel. Mi piel hacía que mi vello se pusiera de punta, un escalofrío me recorrió entera... mis pezones se endurecieron rápida y contundentemente y una ola de excitación me invadió de los pies a la cabeza.

Tras su beso se retiro y me dijo que tenía que ir al baño, y yo me quede alli retirando de su pequeño sofá unas camisetas, sentada, mirando al frente, hasta que de nuevo asomo su cuerpo al lado del mio, siempre embaucándome con su sonrisa, no pude por menos que devolvérsela... creo que en él causo la misma sensación sexual que él genera en mi.

Cogió mi mano y me puso en pie y volvió a abrazarme de una manera especial, era un abrazo dulce, con alto grado de seducción y que a la vez parecía mostrar algún que otro sentimiento de cariño o... no sé de qué. Me sentí realmente especial...

Volvió a besar mi cuello, ahora eran varios besos pequeños y algo húmedos que pintaban una bufanda a mi alrededor... se aproximaba a mi orejita, sabe que me encanta, y empezó a morderla y a juguetear suavemente con ella... su respiración me excitaba una barbaridad. Sus manos estaban envolviendo mi cara, los dedos rozando mis labios con suavidad y sus palabras inundando mis sentidos... me habla, me conquista con sus palabras, susurra con el tono idóneo para el momento, y tiene el punto de dulzura y picardía ...

Me encantas mi niña...shsss... dejame tu cuerpo para mi...

No puedo describiros la sensación, no son las palabras, son las maneras que se gasta el amigo, que creo que si me cantara la vaca lechera conseguiría los mismos efectos...

Mientras me susurraba sus manos ahora estaban en mi cuello, acariciándolo, rodeándolo entero, intenté girarme para besarle pero me sujetó con firmeza en esa posición, desde la cual comenzó a desnudarme. Saco por la cabeza mi camiseta negra, debajo llevaba una de tirantes que también quitó con mucho mimo y mi colaboración.

Me quedé ahí, con el sujetador negro, sus manos juegan con mi espalda, notaba su piel que palpaba con lascivia, sus labios sellaban la zona y sus dedos comenzaban hábilmente a desabrochar los corchetes del mismo... cuando lo consiguió note una liberación tenía ganas de dejar mis pechos desnudos, tenia infinitas ganas de que posara sus manos sobre ellos, acompañó a los tirantes por mi brazo, primero saco uno y luego otro y lo quito, pasando este a formar parte del desordenado escenario.

Sus caricias moldeaban mi cintura, subían por los laterales de mi cuerpo como queriendo rozar el principio de ambos pechos, se centraba en mi liso y algo hundido vientre, ahora ascendía paseando la palma de su mano desde mis caderas hasta el centro de mi pecho, entre ambas tetas sin rozar ninguna de las dos...

Estaba excitadísima, sus manos quería abrir una nueva frontera, conquistar nuevos terrenos, desabrochaban los botones de mis vaqueros, con suavidad pero también con decisión. Yo bajaba la vista para ver sus ágiles dedos en tan maña tarea...

Empujo los pantalones hacia abajo, al ritmo también encogía su cuerpo, quedando su mirada casi a la altura de mis nalgas, frias, frias como siempre están, como queriendo llamar la atención, sobresalían las dos entre la tirita de mi tanga también negro...

Alce mis piernas, primero una y luego otra, para colaborar en quitármelos, al igual que los calcetines... sus manos no pararon de recorrerme, de arriba abajo, sus labios empezaron con pasión a besar mordisquear mis rinconcitos. Las manos se posaban sobre mi culo como queriéndolo apretar con fuerza, lo beso varias veces y subió hasta envolver mis dos pechos con sus amplias manos...

Ahora si que no podía más, me moría de ganas de besarles, de sentir nuestras cavidades bucales juntas, y acariciar con mi lengua cada pedacito de su boca, de mordisquear sus calidos labios... quería que su torso desnudo rozara el mio, sentir las pieles unidas en la desnudez.

Me gire, miro mi cara y consiguió enloquecerme más... bajo la vista rápidamente hacia los pechos, comencé a desabrochar su camisa sin mucho miramiento, yo no era tan suave... cuando puse mis manos sobre su pecho jadeo de alivio, cerro los ojos y cambio su expresión. Mis pequeñas manos querían abarcar todo su torso, pero tenía la sensación de tener ante mi la inmensidad de todo un universo que se escurría entre mis dedos... roce sus pequeños pezones, a él le encanta...

Vestí de besos su pecho, moje de pasión su torax, descendiendo hasta ese ombliguito, el vello ahora se iba haciendo más abundante, los huesos de sus caderas parecían dibujar una flecha en una única dirección. Mis manos se agarraban a su cuerpo para impedir un renuncio, ahora nuestras hormonas se habían puesto en funcionamiento, un día más se reconocían las unas a los otras, empezaba de nuevo la fusión de nuestros cuerpos.

Como dos perfectos amantes, que se conocen y que se desean se desarrollan nuestros encuentros, mis manos desenlazaban el juego del botón y el ojal, con suavidad y decisión uno a uno fue dejándome abierta una nueva senda... hasta 5 conte.. deje caer la tela hasta el final de sus largas y fuertes piernas. Mi cabeza, próxima, casi pegada a su hinchada entrepierna, podían ver su ropa interior azul marino, parecía de un algodón suave, de hecho ahora que recordaba esos slips yo ya los conocía, realmente le sentaban muy bien.

Tiene un culo muy excitante, no es grande, pero si redondito, debajo de la ropa pasa desapercibido en la multitud de la gran ciudad, pero desnudo parece un par de manzanas, frutos del pecado. Deseo dejarle desnudo, bajo su ropa interior, él lo divisa todo con su mirada ardiente y penetrante, creo que con ella puedo sentir como me hace el amor...

Porque con su mirada me hace el amor y con su cuerpo me folla, son dos sensaciones diferentes, ambas llenas de erotismo pero perfectamente diferenciables por mi y de las que no me gustaría prescindir.

Estaba desnudo, su pene con su propia textura, su propio color, su propia temperatura parece querer diferenciarse del resto de su ser. El cerebro de mi amigo es el director de esta orquesta y su polla la batuta... ahora mismo está a punto de comenzar el concierto.

Me abrazo fuerte a él, para notar todo su cuerpo pegado al mio, está más caliente que yo, sus manos se amarran a mis nalgas, y noto el calor de su miembro focalizado en mi vientre...

Me besa profundamente, nuestras lenguas se unen con aceleración y juegan haciendo circulos que llenan nuestras bocas, sus manos mientras agarran mi tanga y lo empujan con decisión hacia abajo, los movimientos ahora ya no son tan precisos, tengo que ayudarle a quitármelo mientras nuestros labios no se separan. Los mordisquea, atrapados con sus blancos dientes ejercen una leve presión que me vuelve loca, ya estoy desnuda... y él también.

Siento como va haciendo que me aproxime hacia su cama revuelta, el edredón está desordenado sobre la misma, me tumba en ella y vuelve a hacerme el amor con sus brillantes pupilas... la humedad se ceba en mi.

Mis piernas abiertas dejan a la vista todo mi sexo, humedecido, agarra mi labio derecho y me sonríe. El sábado estrenaba un nuevo piercing, cambie el aro por una bolita plateada, él se da cuenta, parece que le gusta también. Deja de pellizcarme ese pedacito de carne y se sumerge dentro de mi parte más erógena.

Sus manos lo abren y saca su lengua, con ella recorre mis colorados e hinchados labios menores, los introduce dentro de su boca y succiona con pasión, acaricia mi clítoris con su mojado órgano, deslizándose este con rapidez y deliciosamente. Estaba muy excitada me ecanta como me hace el sexo oral, es paciente y delicado, no deja ninguna parte sin atención, parece saborearlo. Lo besa varias veces, casi de la misma manera que besa mi boca.

Mordisquea la parte interna de mis muslos y acaricia mis piernas a la vez, sus besos ascienden por mi torso, se paran en los pechos igual que su mirada, permanece fija en ellos, sus manos se aproximan a mis rosados y marcados pezones... un par de pellizquitos los alertan... y sus labios intentan obtener de mi los mas excitantes jadeos.

Mientras realiza todo esto, mis ojos permanecen cerrados, centrándome en cada sensación, esto lo alterno con la vuelta a la realidad, donde diviso su cuerpo desnudo, su cabeza su boca y me eleva un grado más en mi propia lujuria. Su mano acaricia mi sexo mientras sus labios humedecen mis pechos, sigue subiendo, sube hasta mis labios.

Está tumbado sobre mi, noto su pene que ha dejado un hilito de humedad al lado de mis muslos, estamos ardiendo, nuestros besos son acelerados, mi sexo palpita a un ritmo desenfrenado y me muero de ganas de besar su sexo.

En nuestro abrazo empujo sutilmente su cuerpo hacia un lado, giramos unidos y abrazados hasta que quedo ahora yo sobre él, no quita la mirada de mi cara, incorporo mi torso y dejo que me observe sentada sobre él. La piel de mi coño roza la suya a la altura de su vello púbico, se que le estoy mojando y creo que lo agradece...

Mi lengua está dispuesta a hacerle gemir, baja a sus pezones y juega con ellos, dibuja sobre el lienzo de su vientre hasta llegar a su polla. Mordisqueo sus muslos y lamo su miembro. Está cálido, casi es mio, creo ser la única que lo ha disfrutado en los últimos meses... él no puede decir lo mismo, pero eso no es lo importante ahora porque lo sabe y acepta.

Con la boca llena de su sexo la pasión se desenfrena en mi, centro toda mi atención en ello, en sentir su calor y en escuchar sus fuertes suspiros y sus excitantes palabras, esas que probablemente no sean ciertas pero que en esos momentos te las crees y te ponen a cien...

Mi niña lo haces como ninguna... llenate la boca, y no pares Alesandra, vamos preciosa sigue, sigue... que bien la comes...

Esto consigue en mi efectos insospechados, sus palabras suenan entre jadeos y gemidos, entre susurros y grititos... Acaricio sus testículos, parece que va a estallar y es él quien la saca de mi boca diciéndome que si sigo se va a correr.

Vuelve a hacer un giro, de nuevo esta sobre mi, apretando mis pechos con fuerza y mordisqueándomelos, agarra su polla con la mano y con el glande se dedica a frotar mi clítoris, sabe que eso me encanta, se juntan nuestras humedades y ambos cuerpos resbalan con mucha facilidad, es muy agradable cuando me masturba con su polla... la pasa entera por mi sexo y noto que la punta quiere introducirse...

Me aparto, recriminándole que no se ha puesto el preservativo, siempre quiere que lo hagamos a pelo, sabe que tomo la píldora y no entiende mi actitud. Sabemos que ese no es momento e discutir este habitual tema, como medio enfurruñado, casi como un niño saca uno de la cómoda que tiene y se lo pone a gran velocidad. La tiene muy dura y erguida.

Se tumba, le beso en los labios con mucho cariño, casi como premio a lo que sé que tanto le disgusta, pero no somos pareja estable, mantenemos relaciones con más personas y aunque él me dice que últimamente solo conmigo, por la seguridad de los dos es lo mejor...

Parece que la recompensa le hace sentirse mejor, está a mi lado abrazandome. Recostados los dos sobre nuestro costado izquierdo, su mano desde mi espalda acaricia mi sexo y juega con la bolita de mi coño, jadeo, su polla reposa entre mis nalgas. Noto como va llevando la punta hacia la entrada de mi vagina, la introduce lentamente y hasta el fondo.

Nos movemos acompasadamente, esta posición me encanta, sus manos recorren mi cuerpo, sus jadeos llenan mi orejita rebotando en mi sensible cuello. Le siento dentro de mi, como sale y entra sin dificultad, como acaricia con su sexo mi interor. Con gran excitación creo ver llegar un orgasmo. Estos nunca vienen solos, avisan con antelación, un cosquilleo sube de las rodillas a los muslos, de los muslos al vientre, de éste hacia las paredes interiores de mi vagina explotando en el climax, como un fuerte escalofrío que recorre desde mi nuca hasta el coxis, produciendo agitación en mi coñito que mi amigo con dos de sus dedos apoyados sobre él percibe en esos instantes...

Mis palpitaciones presionan su polla, le gusta, sus jadeos son fuertes, sigue moviéndose en la misma posición, sabe que me he corrido y eso siempre le enorgullece, ni una sola vez de las que he estado con él, por más que lo he intentado se ha corrido antes que yo. Deja caer parte de su peso sobre mi espalda llevándome a una nueva posición, quedo tumbada sobre su cama bocabajo, no ha sacado su miembro mientras nos hemos movido.

Todavía estoy disfrutando de los últimos espasmos de placer, y él sigue moviéndose, aprovechando toda mi lubricación derivada del orgasmo, todo su cuerpo esta sobre mi, yo permanezco quieta, bocabajo con las piernas abiertas, besa mi cuello y levanta su torso para mirar, lo veo de reojo... la noto a punto de estallar en mi interior, esta muy hinchada. Con esfuerzo introduce una de sus manos entre mi vientre y el colchón y mientras me folla acaricia mi sexo esperando encontrar una reacción en mi.

Y él sabe encontrarla, no tarda mucho en estimular mi clítoris, otra vez se disparan los mecanismos humanos, mi cuerpo muy sensible esta predispuesto a un nuevo orgasmo, sus palabras son aceleradas y los indicios de que se va a correr..

- Follas como nadie princesa- no suena dulce, más bien algo bestia en el tono... mmm... me encanta, esa mezcla de ambas cosas es su máximo encanto.

Jadeamos los dos, y él comienza a correrse, dos embestidas que me enloquecen, las dos finales, a pesar de estar yéndose su dedo se mueve sin parar, su polla permanece en mi interior cuando el escalofrío vuelve a mi ser... Es delicioso, me encuentro envuelta por él, casi aplastada por su cuerpo vencido por el placer y el cansancio... pero en ese momento es genial...

Se aparta a un lado y quita la goma de su miembro, me giro para observarle, esta muy atractivo, su sonrisa está en la cara, se acerca a besarme... lo hacemos los dos con cariño... es un beso dulce.

Con su brazo me rodea y deja que caiga mi torso sobre su pecho, hoy no dice nada, y se lo agradezco, generalmente en estos momentos sale el tema del amor, de los celos, la amistad, y rompe el encanto. Agarra el edredón con una mano y tapa nuestros cuerpos mientras acaricia mi pelo. En sus caricias leo sus pensamientos, o eso creo, otra vez me empiezo a sentir medio culpable, besa mi cabello y me da las buenas noches...

Llegue a mi casa a las 10.00 de la mañana, me despedí de él con un casto beso en los labios, me pidió que me quedara pero en mi casa me esperaba una buena... menuda bronca!!! He hablado con él en esta semana, y tengo un lió impresionante... no sé si seré capaz de dejar las cosas como están...se esta convirtiendo en una amistad difícil de llevar.

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