Cuántos y cuántos tabúes personales tenemos cada uno de nosotros en nuestro interior... hasta el más liberal apuesto que guarda alguno en la recámara que intenta dejar que se cubra de escarcha hasta formar enormes estalactitas sobre él. Tan gruesas y duras que parezca que nada alberga... pero ahí están...

Yo he descubierto que lo mejor es conocer cuantos tengo y todo lo que pueden llegar asustarme, y a través de esta práctica he comprobado que la mayoría me excitan. Generan en mi cuerpo las reacciones típicas de algo que sexualmente me agrada. Aceleran mi pulso, levantan un hormigueo por mis muslos, aumentan la humedad entre mis piernas y más a menudo de lo que yo creía recurro a esos pensamientos para mi propia autosatisfacción...

Me asusta, a veces mucho, tanto que hasta me llego a sentir culpable, a veces pienso que son otros los que me poseen mientras lo hace él, cierro los ojos y genero mi propia fantasía donde no son sus manos las que me tocan sino otras. Y esto dicen que es habitual y poco preocupante... a veces cuando cabalgo sobre sus piernas mientras le hago el amor miro su cara y cuando cierra sus ojos y siento su pene clavándose hasta mi corazón pienso que igual sea él quien en ese momento piense que es otro sexo el que penetra, y yo soy otra, quizá rubia, con menos pecho, o quizá alguien totalmente desconocida... y lo peor es que en esos momentos eso no me enoja... me excita, me muevo sobre su miembro como si solo esos segundos fuera a ser mío... como si nunca más como una extraña me fuera a llenar y llego a orgasmos muy húmedos, casi chorreantes ,que endulzan el aroma de nuestra pasión.

Otras veces me encuentro a mi misma, frente al espejo, desnuda, con mis redondos pechos, abundantes y todavía muy erguidos y prietos, veo mi cintura que llega hasta mi ombligo donde empieza la pendiente descendente donde pone "Meta", ahí mis dos labios, redondos abultados, cuidadosamente depilados de asoman.... y centro mis pupilas en ellos, en el piercing que los decora... si mi mirada permanece más de 30 segundos fija en esta imagen el final está cantado, casi como el gordo de Navidad por los niños de San Ildefonso....

Sobre el frío parquet descansan mis nalgas, y mi cuerpo se tumba. Desde esta posición mis pechos parecen más pequeños, el gélido suelo ha puesto mis pezones muy redondos y duros... y mi mente vuela...mis manos dejan de ser de mi titularidad... porque imagino como un par de extraños entran por mi casa y me encuentran desnuda, tendida sobre el suelo masturbándome, como si de una invitación para ellos se tratará puedo imaginar como su boca se hace agua al verme y unas sonrisas malévolas presiden sus rostros...

Puedo notar como sus dientes aprisionan mis pezones, y mientras mis ojos permanecen cerrados son mis dedos quienes entre sus yemas los encierran, presionándolos como una perfecta simulación de un mordisco. Me concentro tanto, que soy capaz de evadirme, recreando unas caras muy varoniles y de con un alto atractivo, que me miran y me muestran sus blancos dientes y carnosas lenguas, hinchadas y sonrosadas...

Puedo verlos mirándose cómplicemente, mientras uno bebe de mis cántaros el otro con su mano cata mi sexo, mientras con una mano posando su dedo sobre los labios para indicarme que debo estar calladita y con la otra intenta abrirse paso entre mi vulva... en ese punto es mi otra mano, la que avanza con fuerza y energía hasta mi coño y se abre paso entre su humedad, mientras agarra mi arito plateado y tira un poco de él... estremeciéndome del morbo y placer que esto me proporciona...

Puedo sentir el tacto de los dos sobre mi cuerpo, por eso no empleo el dedo índice para las caricias, estoy acostumbrada a esa piel, es el anular, ese que mantengo casi intacto, solo para cuando dejo brotar oscuros deseos que me convertirían en todo, menos en esa chica dulce, y clásica que aparentemente soy...

Chupo mis dedos que dejo resbalar entre mis labios, para darles la humedad que tendrían si esos dos hombres estuvieran saciándose de mi, mis manos se mueven aceleradamente, apretando mis senos con fuerza hasta casi hacerme daño.

Como mi mente imagina, casi puedo escuchar sus risas por la fortuna que han tenido al encontrarse a alguien como yo deseosa de ser follada por los dos y liberada del calor...

Me incorporó y quedo sentada frete al espejo, puedo abstraerme de tal manera que a cada lado de mis brazos creo verles... no dudo en levantarme e ir hasta mi dormitorio...alli está mi vibrador, ese metálico que me regalaron. Nada más darle al "ON" escucho ese ruido eléctrico que parece traer de mi recuerdo las más placenteras sensaciones....

Mi cuerpo vuelve a abandonarse sobre el suelo frente al espejo, tuerzo mi cabeza hacia un lado para poder ver como por mi dilatada vagina asoma un líquido blanquecino... vuelvo a esa extraña fantasía en donde dos desconocidos ladrones van a apoderarse de mi cuerpo... no sé porque pero eso me excita... en la realidad sería la peor de mis pesadillas, y jamás se lo confesaría a nadie... pero en el silencio de mi intimidad convierto mis manos en las suyas, y el vibrador en sus sexos... casi hasta escucho sus palabras...

Estoy muy excitada, casi esperando que suene la cerradura de la puerta de mi casa y eso sea una realidad, mis manos quedan cortas, con el vibrar del eléctrico aparato acaricio mi cuerpo, está frio y dejo que roce mis pezones hasta casí irritarlos... la necesidad de introducir algo entre mis labios se hace creciente... sería lo que más desearía poder saborear uno de sus sexos masculinos mientras el otro me penetraba... empiezo a sentir la impotencia de que eso no es real... algo está fallando, no puedo reproducir cada sensación... me entran ganas de ser un reclamo para alguien...

Desnuda, enciendo el ordenador, el vibrador esta disminuyendo su potencia, las pilas están a punto de agotarse, sentada sobre la silla de mi escritorio, lo dejo tenue entre mis dos labios empapados y entró en un chat de sexo...

Soy escueta, siento el cosquilleo rozando mi clítoris, quiero excitarme hasta limites insospechados sin llegar al climax, porque ahora deseo que algún hombre entre dentro de mi y me haga estallar gracias a él... yo me sepo a poco...

Me anunció explícitamente, sin vacilaciones, directa:

HOLA SOY UNA CHICA DE 24 AÑOS DE MADRID, ESTOY MUY EXCITADA, ESTOY DESNUDA Y CON UN VIBRADOR ENTRE LAS PIERNAS, TENGO LUGAR PARA QUEDAR PARA SEXO REAL...

No tardo nada en recibir muchas ofertas, de diversos tipos, no me acabo de decidir, llegado el momento de tomar una decisión no me atrevo, soy una cobarde que está muy caliente, casi enfadada conmigo misma apago el ordenador dejando a todos con la palaba en la boca....

Deseo por lo menos que alguien me observe, las pilas están al final de su carga...necesitó sentir mis pezones vivos, desnuda me acerco al estudio miró a mi alrededor y pienso en algo que me ayude...

Mi excitación se multiplica, cojo un par de clips, que no me cuesta nada enganchar en mis rosados pezones, me miró en el espejo y enloquezco de excitación.... abro las piernas... mi sexo está muy colorado, hinchado y dilatado..

Apoyada sobre el quicio de la puerta, con mi dedo extiendo el flujo que de mi brota hasta mi clítoris, la piel se me pone de gallina... mis ojos se cierran y mi imaginación vuelve a desenterrar el baúl de los tabúes....

Según introduzco la punta de mi vibrador dentro de mi puedo imaginar que es una chica quien lo hace, mientras su novio nos mira excitado, desde el fondo, acariciándose con templanza...

Lo muevo sin cesar, noto ese tembleque entre mis paredes, y en mis fantasía veo como ese chico esta penetrando a su novia mientras esta mete este plateado objeto en mi interior y lo mueve con precisión mientras lo mira a escasos centímetros... veo esa lengua femenina acariciando mi clítoris... y es entonces cuando mi dedo anular... ese al cual anudo todos mis tabúes, hace circulitos, sutiles y femeninos sobre mi sexo, mientras mi otra mano se encarga de llenar mi arca de los placeres....

Son tan reales mis pensamientos, que abro los ojos y veo los metálicos clips en los pezones, casi como si estuviera siendo torturada, veo como muevo el vibrador y mi otro dedo frota sin cesar tan delicada parte.... puedo observar con la mirada perdida en ese extraño reflejo como me invade el orgasmo, mis ojos emiten destellos, y con la vista algo nublada me doy cuenta de todo lo que mis tabúes sacan de mi... son más que fantasías... son sentimientos de ansiedad... que con dificultad me cuestan satisfacer...

Boom Boom, palpitaciones rítmicas, corazón acelerado. Mi cuerpo tendido sobre el parquet deja cierta humedad... las pilas no han aguantado hasta el final, y esos improvisados instrumentos de placer, como unos simples clips se hallan medio caídos...

He tenido un gran orgasmo, lo he sufrido y disfrutado... pero que es el sexo sino una mezcla de ambas sensaciones?