Cariño... duermes?- agitaba uno de sus brazos suavemente intentando llamar su atención.
Que quieres?- me dijo con voz aburrida
Te hecho de menos, últimamente no hablamos, no nos divertimos igual que antes lo hacíamos y cada vez los silencios habitan más espacio en nuestras vidas...
Mmmm...que dices amor?... duerme... mañana hablamos- murmuraba casi sin molestarse en dar forma sus palabras...
No puedo dormir, y tu tampoco deberías, tendrían que alertarte mis palabras en medio de la noche, desvelar tus profundos sueños y levantar la intranquilidad de un corazón enamorado, deberías...
Pero que estás diciendo... Lucía? De que me hablas?... se precipitó en un giro brusco sobre uno de sus costados, supongo que estas de broma...
No bromeo, no, llevo semanas intentando llamar tu atención, semanas aproximándome a ti, semanas intentando reavivar nuestro fuego... pero ahora solo somos cenizas, por lo menos tú, y sobre las cenizas nada vuelve a prender mi vida...
No entiendo- dijo preocupado encendiendo la lamparita de la mesa...
Ya no tienes ilusión por relatarme tus experiencias en el trabajo, ya no encuentras emocionantes las anécdotas de tus dias, tu cara está apagada, nuestras cenas no las pueblan las sonrisas, hace meses no escucho una carcajada... y tus besos? Tus besos hielan mi alma cariño... hacemos el amor y pasan semanas hasta que lo repetimos, no hay la misma pasión, no ex..
Pero que estás diciendo? Que me quieres decir?, no sé si sabes lo que me estas dando a entender?- me dijo como si no comprendiera mis palabras...
Dime que sientes cuando me besas?, dime que sientes cuando tu cuerpo se reune con el mio... dime si tu deseo lo puedo materializar en un orgasmo lleno de sensualidad?
Pues claro que si! Yo te quiero
Tus palabras no están siendo ni sinceras ni meditadas Juan, tus palabras se precipitan en tus labios... siente de verdad lo que me dices, piensa en la última vez que hicimos el amor... recuerdas como fue? Yo ahora sé lo que es la pasión, tu me la presentaste y me resultó encantadora... pero ya no nos visita amor... y nos hemos acostumbrado... pero ha vuelto a llamar a mi puerta...
El silencio inundo el habitáculo, nada se escuchó tras sus palabras, un cruce de miradas cuya frialdad era espeluznante, ella tenía un brillo cristalino en su mirada, él la ira de sentir arrebatado parte de sus posesiones, ninguno de los dos mostraba nostalgia por los tiempo pasados, ninguno de los dos se acordó del amor...
Hay otra persona, verdad?- dijo el mirándola con dureza
Si, mi vida, hay otra persona
Deja ese tono, deja tus palabras dulces, me estás diciendo que me has sido infiel, me estas diciendo que no te agrada cuando te hago el amor, y que te vas a otras camas a buscarlo, me has traicionado como nunca pensé que tu lo harías- su tono era alto e irritado, su orgullo se sentía herido de muerte, su corazón casi partido punzaba su pecho impidiendo que entrara el aire limpiamente...
No es asi, ni siquiera creo que lo entiendas... se han abierto nuevas puertas en mi vida, lo he intentado durante meses, he comparado e intentado aclarar mi mente... he querido hablar contigo millones de veces, pero hace meses cerraste las compuertas de tu corazón para mi. Cerraste tu mundo casi tanto que a veces no te reconozco, a veces me excito más cuando siento que es un extraño el que mete su polla en mi interior, pero abró los ojos y veo tu cara, entonces es un escalofrió el que recorre mi cuerpo, siento mi sangre helarse en el interior de mis venas y lloro tu ausencia definitiva.
No hagas un poema de amargo desamor de esta historia Lucia, no sé si recordarte que hablamos y discutimos sobre los cuernos que arrastro desde... por cierto.. desde cuando?- dijo sarcástico poniéndose en pie...
Desde hace un mes- contestó secamente ella
Un mes... vaya... no sé quizá tu vaga memoria olvidó comentarme algo antes, joder!! No pudiste hacerlo de otra manera verdad? Es cierto, algo no iba bien, es cierto que nuestras vidas se distanciaban, yo he tenido grandes tentaciones sabes?, bastantes- el tono era de rencor- me encantaría decirte que me tiré a 100 tías que me las folle a muerte y goce como un cabrón, que estaban buenísimas y disfrute como nunca lo hice contigo... pero no puedo... no puedo hacerlo...porque nunca jamás... me oyes?- dijo sujetando su cara mientras sollozaba- nunca jamás te fui infiel con nadie...- cayó sentado sobre la cama y dejo su mirada en la alfombra gris...
Surgió...
Surgió durante un mes?... no me jodas eh Lucia por favor, no me jodas!
Si Juan, es distinto a lo que te imaginas, es distinto por..
Si muy distinto- aludió sarcásticamente- mira Lucía me imaginó como una polla te ha jodido mientras también lo he hecho yo, me imagino que has chupado mi polla con la misma boca que se lo has hecho a otro y me da nauseas sabes? Me da asco...no te entiendo, claro que te escuchó, claro que atiendo tus palabras pero nunca te sentaste frente a mi y me dijiste nada- gritaba con un tono entre ira y decepción, una voz rota era expulsada por su garganta...
-
Que no te dije nada?-La paciencia de ella tocaba a su fin- tú no estabas a mi lado, llegas tarde, en la cena enciendes tu tele y no escuchas mis palabras, fijas tu mirada al monitor y acabas cabeceando en la esquina del sofa. Te he hablado obteniendo por respuesta un "aha"monótono, desinteresado y aburrido, jamás te fui infiel ni con el pensamiento, te he deseado a muerte y hubiera dado mi vida por ti.... pero se cruzó en el camino...- su tono bajo de volumen, miró al suelo y dejo su mirada perdida...
Se cruzó... muchas veces le había contado como me sentía, habíamos compartido los fracasos de nuestros matrimonios, nos sentíamos de forma muy similar, quizá faltaba la ternura y el cariño, no sé Juan...
No me irás a contar, no?, porque lo que me hace falta es que encima tenga que sentir pena por él Lucia...
Una tarde-prosiguió hablando ella bajito- me acerque a su casa como llevo haciendo durante varios años...
Años? Como que años????- se sobresaltó
Ibamos a ir de compras, nos sentamos a tomar un café antes de salir, y hablamos de lo sincera que era nuestra amistad, de lo importante que resultábamos la una para la otra, de lo...
Otra??... giró su mirada hacia la de ella que seguía fija y perdida en la inmensidad del espacio...
Juramos una bonita amistad para nuestra vida, siempre estaríamos alli cuando nos necesitaramos, era la única persona que nunca me falló, para la cual mis palabras eran como metal precioso, todo eran atenciones y ternura por parte de las dos...nos acercamos a darnos un abrazo y... acabamos en un cálido beso lleno de sensualidad...
No puede ser...- decía él aun más bajo que su esposa...
Nunca me sentí atraida por ella, pero esa tarde era especial, esa lenguita pequeña como ella derritió la sangre congelada de mis arterias, todo fue tan natural y tan bonito, sé que no esta bien que lo diga, igual hasta es cruel Juan, pero jamas me sentí asi con nadie y eso que tu mil y una veces en nuestro mejores tiempos me hiciste subir a las estrellas...
Ninguna mostramos un pudor, para las dos era nuestra primera experiencia con una mujer y las manos parecían conocer perfectamente los caminos a seguir, cuando sentí sus manos rodear mi cuello...y deslizaerse sobre mis finos hombros... mi piel parecía haber descubierto una nueva vida, la circulación de mi sangre se activaba, mi corazón bombeaba tan rapido que sentía hormigueos profundos por las piernas que subían desde el tobillo hasta el interior de los muslos
La mirada de él estaba fija en la cara de ella, permanecía en silencio prestando muchísima atención a las palabras, quizá toda esa atención que durante meses, quizá hasta algun año había dejado de prestarle cuando ella lanzaba la voz de alarma.
Parece una tontería y quizá pienses que me he transtornado, pero sus manos son la vida para mi, me inyectan la pasión que durante meses yacía triste y oscura en mi... cuando sus manos envuelven sus pechos, cuando rozamos nuestros erectos pezones... eso no tiene igual. Un abrazo entre nosotras es la fusión del erotismo y el amor. Ella si me lo da, como tu en su dia me lo diste y yo a ti...
La amas?
Creo que si- alce la vista y mire sus brillantes ojos-lo que si se es que la deseo Juan
Y a mi aun me amas?
No lo sé- dijo triste- lo que si sé es que ahora ya no te deseo, aunque te quiero con locura no sé si es amor...
Me cuesta mucho asimilar esto Lucía, me cuesta imaginarme a mi esposa, desnuda, retozando con otra mujer, esa mezcla me resulta... excitante para una fantasía pero muy dura para una realidad...
Lo sé... pero quiero que entiendas que no lo buscamos ninguna de las dos, nuestros cuerpos se atrajeron como imanes que muestran sus polos opuestos, aunque las dos fueramos del mismo lado. Mi sexo y el suyo se rozan, el primer dia que lo hicieron me di cuenta que nunca querría parar. Su lengua conoce cada parte de mi, mordisquea y relame mis pezones y baja hasta mi pelvis, me come entera con ganas, con pasión... el sexo oral nunca lo sentí asi contigo, es ella quien lo hace especial sabes Juan? No es que lo haga mejor que tu, es que verla a ella entre mis piernas me excita de sobre manera...
Sobre ti nunca sentí que te pudiera poseer como cuando noto el aroma de ella y me acerco para envolver su sexo e introducir mis dedos en su interior, como cuando mi boca se llena de ella, o cuando las dos mutuamente nos masturbamos.
Creo que quizá pase por un momento bajo de mi vida no lo sé, pero el sexo que ella me da no solo alimenta el placer más oscuro que hay en mi sino que llena mi corazón de nuevos aires, me eleva el al alma por encima de tus estrellas y deseo pasar horas desnuda junto a ella...
Te pido Lucía que no me tortures más...
Perdona Juan no era mi intención, pretendía que entendieras lo que ha sucedido, que no lo tomaras como una infidelidad común, como unos cuerno y ya está quiero que comprendas que acabo de descubrir una nueva parte de mi persona...
Entonces ahora eres lesbiana?
No Juan, soy Lucia, deseo a una mujer y durante tiempo te desee a ti, ahora se que te quiero y dudo si te amo... no me hagas definirme amor... estoy hecha un lio...
Pero en ella tienes algo más que sexo, no? Eso me has dicho, a ella la amas también... si tu hablaras así de mi pensaría que me amas...
Siempre fuiste un fundamentalista Juan...
Lucía, tengo miedo, ahora que? Que tenemos que hacer...- dio agarrando mis brazos y dándole un cálido abrazo
No sé Juan- contestó mientras acariciaba con cariño su suave pelo negro...
Él beso sus labios, esos dos rosados pedacitos de carne estaban más calientes que nunca, igual que su cara, las manos se posaron sobre la cintura de ella, permanecían frias...
Dejémoslo Juan- le dijo bajito al oido
Por favor Lucía aunque solo sea la última vez... por favor...creo que te voy a perder de por vida... déjame despedirme- sus manos subían por la suave espalda de ella...
Ella se estaba excitando, los labios cálidos se posaban alrededor de su cuello haciendola estremecer, los dedos envolvían la espalda para acabar dando la vuelta a ésta y acariciar sus gorditos pezones. Ese cuerpo que durante meses albergo dos frutos de su amor, los dos hijos que se formarón, cuando él la regó con el símbolo del placer, ahora estaba apunto de perderlo.
Se entregó, lamió con su gorda y esponjosa lengua los pechos, queriendo mamar del manantial de pasión que su irreconocible esposa tenía dentro y al cual el nunca supo acceder... su lengua patinaba por pistas peligrosa, con caída, desde el esternón hasta el primer monte del paisaje, allí inició un largo proceso de investigación, como si de una mina se tratase buscó y buscó hasta encontrar el tesoro que haría escuchar después de unos meses los jadeos de su esposa... se sentía dueño y señor, pero sabía que probablemente las cosas empeoraran, cuando saco la cabeza de entre sus piernas, la vio alli tendida, sobre la cama, desnuda, las piernas abiertas, los pechos mirando al techo del dormitorios y pudo abstraerse y ver a su mujer en similar circunstancia con una cara roja de placer y la otra mujer desnuda entre sus piernas... quedó absortó en tal pensamiento....
Algo le hizo volver a la realidad, una cálida humedad en la cual estaba introducida su erecta polla, bajo la mirada y vio a su esposa, desnuda, arrodillada sobre la gris moqueta, se veían sus dos glúteos, vio también sus labios envolviendo su miembro y ahora imagino que posición adoptarían estos cuando comieran un coño... su mente volvio a abastraerse... un placer inmenso fruto de la mamada de su mujer y sus pensamientos casi le llevan al climax... cuando se dio cuenta tuvo que frenarlo.
Quería hacerle el amor a su mujer, si sentía que la perdía, quería demostrarle que él podía elevarla mucho más alto que cualquier otra persona (mujer-hombre) pero esta ansiedad generó cierta impotencia en él, no sabía qué hacer... todo le parecía común y usual, lo que el no sabía es que su mujer no necesitaba malabares, necesitaba algo en lo que él se implicara de verdad, donde él se entregará... eso era mucho más que una postura o unas palabras...
Su esposo estaba apunto de irse, no tenía tiempo para pensar más, sobre el suelo sobre en el que ella se encontraba arrodillada él se agachó tumbándola en la moqueta, se situo sobre ella y le introdujo su pene lentamente y hasta el fondo. Ambos mantenían la mirada muy abierta, él uno sobre el otro...
Ambos podían ver en su interior, él se quedó muy quieto con la polla dentro del cálido y húmedo sexo de ella, sentía que se iba a correr rápido, estaba muy excitado, pero sabía que cuando lo hiciera todo habría acabado... sentía su pene metido dentro de un globo relleno de agua tibia... el placer era indescriptible. Ella movió sus caderas, él empezó también a hacerlo, más acompasados que nunca se movían en el suelo de su dormitorio matrimonial...
Mirame Lucia- sus ojos se iluminaban con la fuerza de una llama quemando bosques- yo SI te amo!- miraba a sus ojos como queriendo quemarlos
Ella permanecía en el suelo mirándole a los ojos, jadeante, sin pronunciar palabra ni contestar a la frase de su marido... un grito rompió el momento... otro surgió 30 segundos después... era entonces cuando las campanas tocaron el final...