El erotismo vive en mi interior... desde joven, cuando descubrí que era capaz de proporcionarme placer... el mayor regalo que puede hacerte la naturaleza, cuando las hormonas están a flor de piel, en la primavera de mi juventud, todo era fuego y pasión, aunque fuese en solitario.
Y yo gozaba acariciándome y fantaseando historias infinitas, todos los días, pensando en cómo sería hacerlo, hacerlo de verdad, con otra persona. Y así pasé muchos años, escribiendo y masturbándome, ideando historias, pensando en múltiples alternativas, tríos, lésbicos, con monjas y con curas incluso, hasta que derivé hacia las relaciones madre hijo, padre hija, primo prima, tía sobrino, sin saber cómo llegué a esa parte parcela tabú del sexo, y allí descubrí el morbo, un morbo casi infinito que anidaba en mis fantasías. Pero claro, sólo en mis fantasías, qué mas hubiese querido yo que tener una relación clandestina con uno de mis tí@s.
Prácticas solitarias, durante años y decenas de relatos, la mayoría sin publicar, tal vez no con la calidad de ahora, pues en aquellos tiempos mi bagaje cultural no alcanzaba a más, pero sin duda allí había frescura, la frescura de una juventud que ahora añoro, recuerdos en mi mente que llevo conmigo y de los que en absoluto me arrepiento. Son mis tesoros, mis relatos, de los que nadie de mi entorno sabe, salvo yo, claro y ahora vosotros a través de todorelatos.com.
Luego llegó el sexo en pareja, un éxtasis continuo, el enamoramiento, placeres de fin de semana, y semana tras semana nuevos encuentros, cada vez más atrevidos, cada vez un poco más lejos, hasta llegar al mayor gozo que un ser humano pueda alcanzar, amor y sexo unidos. En mi caso llegó un poco tarde, eran otros tiempos y cada cual es como es, hasta que no te llega el momento has de tener paciencia, pero el momento llega finalmente y verás lo que se disfruta.
Ahora el fuego ya no quema tanto, la pasión es más espaciada en el tiempo, más puntual, un fin de semana. Luego el trabajo, días de monotonía, el tiempo pasa rápidamente, las semanas discurren una tras otra, las estaciones se suceden y ahora es otra etapa, ni mejor ni peor, simplemente distinta.
He vuelto a mis momentos de soledad, disfrutando de mi cuerpo, disfrutando con mis relatos, y por qué no, disfrutando al ver cómo vosotros lectores, os calentáis al fuego de mis frases, con la pasión de mi alocada imaginación, con mis historias y personajes, donde trato de plasmar emociones reales, huyendo de coitos imposibles al estilo del porno, centrándome más en los sentimientos y en la sensualidad de los personajes, así trato que sean mis relatos y entiendo que así gustan a los lector@s que los siguen.
Es una simbiosis, la simbiosis entre el autor@ y su lector@. Me gusta que mis relatos os gusten, valga la redundancia, me gustan las felicitaciones, pues a nadie le amarga un dulce y me gusta saber de vuestras sensaciones cuando los habéis leído. Por eso os animo a que los comentéis y valoréis cuando sintáis la necesidad de decirme algo. Si lo preferís, por ser más íntimo a través de mi email, perfecto también. Por supuesto también cuando veáis que algo se puede mejorar, la crítica constructiva nos ayuda a todos y es un feedback sano.
Para mi como autor@, a veces desanima un poco ver miles de accesos y apenas una decena de valoraciones o comentarios, por eso os pido que si disfrutáis con un relato lo valoréis al menos, igualmente si no gusta pues también, pues pienso que para eso los publicamos en esta página y creo que todo el que publica quiere saber si sus historias gustan o no, pues sino, ¿por qué lo hacemos? Desde luego no por dinero, eso ya lo podéis saber... puede ser algo de vanidad, pienso que todos la tenemos en mayor o menor medida. En mi caso, los que me conocéis sabéis que trato de ser cercan@ con los lectores que se ponen en contacto conmigo.
Espero que mi confesión de hoy os haya gustado, y como la anterior, ayudado a conocerme un poco más. Espero también no haber pecado de excesiva vanidad, os aseguro que no era esa mi intención.
Besos y abrazos para tod@s.