miprimita.com

La escritora (11)

en Amor filial

11

Los chapoteos de mi madre nadando en el agua me despiertan, abro los ojos y la veo nadando en la charca, así que decido unirme a ella.

Conforme voy entrando veo que aún no se ha vestido e inevitablemente pienso que le gusta estar así, desnuda.

—El agua está estupenda hijo, ¿has dormido bien? —me pregunta recibiéndome.

—Si, muy bien, hace bastante calor aún.

Nos quedamos mirándonos el uno al otro durante unos segundos interminables, parece que no sabemos bien qué decirnos o que hacer ahora. En el fondo una duda florece en nuestras almas tras los últimos sucesos.

—Oye mami, ¿tú crees que está bien lo que hacemos? Me refiero a lo de antes —le pregunto finalmente sincerándome con ella.

—Bueno, verás... yo creo que en el fondo si lo hacemos de mutuo acuerdo, respetándonos el uno al otro, no tiene por qué estar mal hijo, ¿es que tú piensas que está mal? —me pregunta ella secándose el cabello mientras el agua resbala por sus pechos desnudos.

—No lo sé, a mi me ha gustado lo que me has hecho... ¡mucho la verdad! Está genial, nunca antes había sentido algo así, ni cuando se lo hacía a la burrita.

—Pues entonces no tienes porqué preocuparte hijo, aceptalo como un regalo y ya está, ¿vale?

—Vale —asiento aún no muy convencido.

El resto de la tarde la pasamos entre baños y siestas a la sombra de los grandes álamos, mi madre continúa desnuda y acabo acostumbrándome a verla así, con su coño peludo y negro, sus pechos prominentes con los pezones erizados y duros por el frío del agua.

—Oye, mami, ¿tú alguna vez lo has hecho por atrás? —le pregunto mientras descansamos tras un nuevo baño.

—¿Por atrás, a qué te refieres hijo?

— Bueno, por el culo —digo con algo de corte, pensando que tal vez le pueda molestar mi pregunta..

—Pues hijo, me da un poco de vergüenza decírtelo pero sí, alguna vez lo intenté con tu padre aunque lo cierto es que nunca llegué a disfrutar haciéndolo así, eso si, ¡tu padre se lo pasaba bomba!

—¿No te gusta entonces? —continúo inquisitivamente preguntando.

Mi madre se muestra visiblemente incómoda ante mi nuevo ataque de curiosidad morbosa y ciertamente esto me produce cierto placer y morbo.

—Pues es diferente, al principio sientes dolor, y a medida que te acostumbras tiene algo de prohibido que te hace desearlo, pero luego vuelve el dolor y aunque terminaba corriéndome seguía doliéndome, así que dejamos de intentarlo.

—Ya, comprendo, por ahí tiene que estar más difícil de meter, ¿no?

—¡Bueno hijo, ya está bien que me da vergüenza hablar de eso, hablemos de otra cosa! —protesta finalmente ella zanjando el asunto bruscamente.

Ya por la noche decidimos bajar al pueblo y cenar en un restaurante a la salida del mismo. La gente, incorregible como siempre, nos mira y murmura a nuestro alrededor. Una comenta: “esa es la escritora”, y otra asiente con la cabeza.

Mi madre está radiante, se ha puesto un vestido espectacular y luce un generoso escote. Esta noche y sin que sirva de precedente me ha dejado tomar tinto de verano y estoy sufriendo algo de embriaguez debido a la falta de costumbre.

Al terminar creo que no soy el único que se encuentra mareado, mi madre se agarra a mi tras pagar la cuenta y abandonamos el lugar intentando que nuestra dignidad no se vea mermada por nuestra falta de equilibrio. Decidimos pasear por las afueras del pueblo en esta noche estrellada hasta más allá de donde las farolas de esta carretera terminan.

—Me encante el cielo de este pueblo —afirma mi madre aún cogida a mi brazo—, ¿a tí no?

—Sí, hay millones de estrellas ahí arriba, en el camino de Santiago, esta noche es espléndida.

Yo voy cogido a la cintura de mi madre y mi mano se apoya en su cadera, sobre su suave y fino vestido. Su perfume es embriagador, y como voy algo pedo, me embriaga aún más.

—Me encanta tu perfume, hueles muy bien —afirmo mientras mi nariz husmea en su pelo, justo por encima de su oreja.

—Gracias, hijo, me alegra que te guste.

—Y tu vestido es muy suave, casi no se nota al tacto sobre tu piel —continúo alagando su ego—. Te has fijado como te miraba el camarero el escote, seguramente que adivinaba el contorno de tus pechos trasparentándose por la tela, porque, ¿no llevas sujetador, verdad?

—¡Oye, qué observador te has vuelto pillín! ¿Te cuento un secreto? Sí que llevo sujetador, está bajo los pechos, mira...

Mi madre toma mi mano izquierda y la coloca bajo su pecho izquierdo, haciéndome palpar algo un poco duro.

—¿En serio? En efecto esto está un poco duro.

—Ves, se pega a la piel por debajo del pecho, aunque da algo de calor, pero realza el busto —se deleita en explicaciones mi madre mientras yo sigo con mis palpamientos.

—¿Puedo tocarlo por dentro? —me atrevo a preguntarle mientras casi sin esperar respuesta introduzco mi mano entre la tela vaporosa—. Es cierto, es como un plástico duro —afirmo yo al tiempo que rozo su pezón que queda al aire por encima del moderno artilugio.

—¡Oye, que por ahí no hay sujetador! Sólo es por abajo para “sujetar”, captas la idea... —enuncia entre risas.

Casi sin querer noto que sus braguitas no son tales, sino que lleva un tanga, pues en su cintura apenas noto el tacto de una costura y suavemente exploro hasta el centro de su espalda donde el inconfundible triángulo delata mis sospechas.

—También llevas tanga, ¿no mamá?

—¡Hijo, acaso estás analizando mi estilismo esta noche! —protesta ella aunque sin mostrarse enfadada.

—¡Perdona mami! Es que cuando me fijo en las niñas de mi edad ya veo que llevan estas prendas de vestir, era simple curiosidad.

—Pues ya no te queda mucho por examinar Guille. Ahora es mi turno, ¡a ver qué moda interior lleva el señorito! —exclama ella introduciendo su mano por mi pantalón y bajándola por mi trasero—. Vaya pero qué culillo más prieto tiene mi niño.

Entre bromas y risas mi madre palpa mi trasero por encima y por debajo también del pantalón. Yo también decido jugar y palpo su culo igualmente por encima del vestido y también por debajo, acariciando sus posaderas desnudas.

—¡Oye Guille!, no hemos quedado en que no está bien tocarle a mamá sus partes íntimas.

—Tú me tocas a mi el culo, pues tengo derecho a hacer yo lo mismo, ¿no? —digo para protestar.

—¡Entonces si te toco aquí, qué me vas a tocar a mi! —dice llevando sus manos hasta mi entrepierna palpando mi polla, que a estas alturas estaba ya dura y puntiaguda—. ¡Pero, estás cachondo hijo!

Mi madre parece extrañada por lo que acaba de descubrir y se separa de mi unos centímetros. Yo continúo con el juego y toco su entrepierna, justo a la altura del coño, aunque sólo a través del vestido. Al mismo tiempo lanzo mi boca a su cuello y lo chupo con pasión.

—¡Sí mamá estoy cachondo, no se si será malo pero creo que es por tí! —exclamo mientras chupo su cuello un poco más.

Ella parece dudar unos segundos y se deja hacer, yo aprovecho y subo su vestido colando mi mano en su interior tocando su tanga y sus ingles, pero justo en este momento parece recapacitar y me aparta de un empujón.

—¡No! —me grita—. ¡Esto no está bien hijo, unos juegos pasen pero no podemos continuar!

—¡Lo siento, no lo volveré ha hacer!

Se marcha caminando de vuelta al pueblo, yo la sigo poco a poco hasta colocarme a su altura. Caminamos un buen rato en silencio. Finalmente llegamos al pueblo y nos montamos en el coche, ella arranca y sin mediar palabra comienza a discurrir por entre los carriles sin asfaltar hasta el cortijo. Al llegar a la puerta para el motor y se gira con gesto muy serio hacia mí.

PD.: Si te va el morbo de lo filial, tal vez te gusten mis novelas: Náufragos (B07B1MLJ8N) o Las Memorias de Adam (B07WLLM982), ellas sus protas se lían con sus madres o sus hermanas en calientes historias. Las puedes encontrar en cualquier web de amazon buscándolas con los códigos entre paréntesis.

Mas de Esther

¿Seguir en lo filial y salir de ahí?

Desde el portal, viendo la vida pasar (3)

La escritora (13)

Desde el portal, viendo la vida pasar (2)

Desde el portal, viendo la vida pasar (1)

La escritora (12)

La escritora (10)

La escritora (9)

La escritora (8)

La escritora (7)

La escritora (6)

La escritora (5)

La escritora (4)

La escritora (3)

La escritora (2)

La escritora (1)

Siete Madres Desesperadas (4)

Siete Madres Desesperadas (3)

Siete Madres Desesperadas (2)

Siete Madres Desesperadas (1)

Posición Dominante

Liberate me (3)

Liberate me (2)

Liberate me (I)

Náufragos (I)

Náufragos (III)

Náufragos (II)

Las memorias de Adam (VI)

Las memorias de Adam (V)

Las Memorias de Adam (IV)

Caluroso Verano (7)

Caluroso Verano (6)

Caluroso Verano (5)

Caluroso Verano (4)

Caluroso Verano (3)

Caluroso Verano (2)

Caluroso Verano (1)

Las Memorias de Adam (III)

Las Memorias de Adam (II)

Las Memorias de Adam (I)

Liberate me (4 y 5)

Liberate me (3)

Liberate me (2)

Liberate me

Big Hugo (3)

Big Hugo (2)

Big Hugo

Siete Madres Desesperadas: Morris, Jane (Compl.)

Ellis, Aisha(3)

Ellis, Aisha(2)

Ellis, Aisha(1)

Naufragos (3)

Náufragos (2)

Náufragos (1)

Vaquero de Ciudad (3)

Vaquero de Ciudad (2)

Vaquero de Ciudad (1)

El secreto de Beatriz (3)

El secreto de Beatriz (2)

El secreto de Beatriz (1)

Un Guiño del Destino (Ellos)

Un guiño del destino (Ella)

Un guiño del destino

Caluroso Verano (7)

Caluroso Verano (6)

Caluroso Verano (4)

Caluroso Verano (5)

Caluroso Verano (3)

Caluroso Verano (2)

Caluroso Verano (1)

Soy Puta (1 y 2)

Soy Puta (8)

Memorias, entre el pasado y el presente (7)

Soy Puta (7)

Memorias, entre el pasado y el presente (6)

Memorias, entre el pasado y el presente (5)

Soy Puta (6)

Memorias, entre el pasado y el presente (4)

Soy Puta (5)

Memorias, entre el pasado y el presente (1)

Soy Puta (4)

Memorias, entre el pasado y el presente (2)

Soy Puta (3)

Soy Puta (1 y 2)

Memorias, entre el pasado y el presente (3)

Memorias, entre el pasado y el presente (2)

Memorias, entre el pasado y el presente (I)

Memorias (10)

Memorias (9)

Memorias (8)

Siete madres desesperadas (3)

Siete madres desesperadas (2)

Siete madres desesperadas (1)

Memorias (7)

Memorias (6)

Memorias (5)

Memorias (4)

Cartas de mamá (5 y fin)

Cartas de mamá (4)

Cartas de mamá (3)

Cartas de mamá (2)

Cartas de mamá

Violación e Incesto (3)

Violación e Incesto (3)

Violación e Incesto (3)

Violación e Incesto (2)

Violación e Incesto

Like a Dream (8)

Like a Dream (7)

Like a Dream (6)

Like a Dream (5)

Like a Dream (4)

Like a Dream (3)

Like a Dream (2)

Like a Dream (1)

El secreto de Adam (3)

El secreto de Adam (2)

El secreto de Adam

Un guiño del destino

Memorias (24 y fin!)

Memorias (23)

Memorias (22)

Memorias (21)

Memorias (20)

Memorias (19)

Memorias (18)

Memorias (17)

Memorias (16)

Memorias (15)

Memorias (14)

Memorias (13)

Memorias (12)

Memorias (11)

Memorias (10)

Memorias (9)

Memorias (8)

Memorias (6)

Memorias (5)

Memorias (3)

Memorias (2)

Memorias (1)

Soy puta (12 y fin)

Soy puta (11)

Soy puta (10)

Soy puta (9)

Soy puta (8)

El erotismo vive en mi interior...

Soy puta (7)

Zorro Blanco: Esta es mi historia...

Soy puta (6)

Soy puta (5)

Soy puta (4)

Soy puta (3)

Soy puta (2)

Soy puta (1)

El coma (3)

El coma (2)

El coma (1)

Caluroso verano (10 y fin)

Caluroso verano (9)

Diario de una universitaria (7)

Caluroso verano (8)

Caluroso verano (7)

Caluroso verano (6)

Caluroso verano (5)

Caluroso verano (4)

Caluroso verano (3)

Caluroso verano (2)

Caluroso verano

Náufragos (3)

Náufragos (2)

Náufragos (4 y fin)

Náufragos

Diario de una universitaria (5)

Diario de una universitaria (6)

Diario de una universitaria (4)

Diario de una universitaria (3)

Diario de una universitaria (2)

Diario de una universitaria

Posición dominante

El Admirador (05)

El Admirador (04)

El Admirador (03)

El Admirador (02)

El Admirador (01)