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¡Claro mami! Adelante.
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Espero que no te importe que me acerque, ¿vale? No tengas miedo.
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No claro que no —contesto yo mientras noto como ante sus afirmaciones mi corazón late con fuerza, apunto de salírseme del pecho.
En un primer momento se inclina sobre él y lo observa, lo mira desde todos los ángulos y finalmente lo coge con dos deditos. Suavemente desliza el prepucio hacia atrás descubriendo mi glande. Me asombro a mi mismo de lo bien estudiada que tengo esta lección de las clases de sexología que nos dieron en su día en el insti.
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¡Qué bonito es Guille!
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¿Tú crees?
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¡Sí, es precioso! No había visto antes un pene joven como el tuyo tan pequeñito.
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¡Pero mamá no me digas que es pequeño, a mi me gustaría tenerlo grande, como los de las películas porno! —la recrimino muy dolido en mi amor propio.
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Claro que no es pequeño, hijo. Es del tamaño que tiene que ser a tu edad, ya te crecerá poco apoco, ya lo verás que hermosa polla vas a tener cuando seas mayor... ¡uy perdona mis palabras es que estoy algo nerviosa! ¿Y tú estás nervioso?
Sin darme tiempo a responder acerca su oído a mi pecho y lo pega contra él, oyendo sin duda el crepitar de mi corazoncito bajo la piel.
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Tranquilo Guille, tú también estas acelerado. Anda túmbate y relájate. Cierra los ojos mientras oyes mi voz, ¿vale?
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Está bien, mamá, es que es una situación algo embarazosa la verdad, pero antes he notado que a tí también te latía fuerte el corazón. ¿Es normal?
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Claro que sí —afirma obligándome a tumbarme en la toalla—. Entonces cuéntame que ves en esas pelís porno, cuéntame lo que te gusta y lo que no.
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Bueno mamá, pues veo a la gente hacer el amor...
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¿El amor? ¿No hijo, lo de las películas no es amor, es sexo, así que aunque te saltes mi regla llámalo por su nombre, vale?
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Está, bien pues veo a los tíos follar con las tías, también veo a las mujeres follando... o lo que sea que hagan entre ellas y eso me gusta, ¿es normal mami?
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Si, es normal, a los hombres os gusta ver a dos mujeres hacerlo entre ellas. ¿Y qué más ves?
Mi madre ha vuelto a cogerme de nuevo mi “pequeño” pene y con dos deditos lo mueve arriba y abajo muy suavemente, masturbándome.
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Bueno veo a los tíos con unos pollones enormes, follándoselas.
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Ten en cuenta hijo que lo normal en un hombre es tener un pene más pequeño que esos, esos son una excepción y muy pocos hombres los tienen. No te tiene que obsesionar con el tamaño. Cuéntame más, ¿qué te gusta de las lesbianas, por ejemplo?
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Bueno me gusta verlas comerse el coño, besarse y acariciarse y sobre todo cuando se meten los consoladores una a otra o las dos a la vez, con unos que hay de doble punta, ¿sabes los que digo?
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Si hijo yo también las he visto en las películas.
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¿Es que tú también las ves, y te gustan?
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Claro hijo, cuando estoy sola me ayudan a excitarme para masturbarme y alcanzar antes el orgasmo. Venga cuéntame más, ¿las pelis las ves sólo o con amigos?
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Bueno las vemos en casa de un amigo que se las coge a sus padres cuando están trabajando. Las vemos él y yo en su salón y a veces nos masturbamos bajo las enaguas de la mesa camilla.
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¿Si, qué interesante? Seguro que habéis comparado vuestros pitos, ¿verdad? ¿Quién lo tiene más grande?
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Pues casi lo mismo, aunque él dice que la mía es un poco más grande.
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¿Ves cómo es normal tu tamaño de pene? Y dime qué más ves en las películas.
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Pues a veces dos hombres follan a la vez a una mujer, uno por la vagina y otro por el ano.
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¿Y eso te gusta?
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Pues si, la verdad es que me atrae todo lo que veo, debe de ser porque como yo no lo había hecho antes, me refiero a que nunca había follado ni con animales como estoy haciendo aquí, pues me gusta todo.
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¿Y te gusta mi coño Guille, quiero decir que si lo ves como el de las actrices porno, más o menos claro?
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Claro que sí mami, tu coño es bonito como tus pechos pues tú eres una mami muy guapa. Hasta lo llevas afeitado como ellas, aunque con unos pocos pelillos más pero también me gusta.
Para mi sorpresa noto como mi madre coge una de mis manos y la acerca a donde yo nunca hubiese soñado llegar, a su coño, frotándomela contra sus labios y pelillos.
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¿Te gusta el tacto también de mi chochito, como antes el de mis pechos?
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¡Oh mami, nunca hubiese imaginado que fuese así! Lo tienes húmedo, ¿verdad? Eso es porque estás excitada, ¿no?
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¡Vaya, sabes mucho sobre sexo, eh!
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Bueno nos lo explicaron en unas clase de sexología en el insti.
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Pues sí hijo, mami también esta disfrutando de estas caricias que nos estamos haciendo.
Me confiesa mientras suelta la mano con la que le estaba tocando el coño, yo por inercia la dejo caer al suelo.
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No hijo, sigue tu sólo tocándole el chochito a mami, ¿porque te gusta tocarlo verdad?
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Si, claro, mucho mami. ¿Pero esto que hacemos no está mal?
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Bueno hijo eso depende de lo que ambos pensemos, pues yo no quiero obligarte a que lo hagas ni a que aguantes mis caricias, lo hago sólo porque creo que te gustan, igual que yo no me dejo tocar por que me sienta obligada, ambos somos libres y libremente lo hacemos, ¿no piensas así hijo?
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Por supuesto mamá, es que me choca un poco pero te confieso que me está gustando muchísimo lo que hacemos.
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A mami también Guille, anda sigue con mi chochito, no lo dejes sólo.
Automáticamente elevo la mano y palpo su suave humedad, con sus suaves pelillos y labios vaginales y todo lo que puedo. También palpo su ano, aunque temo que esto no le guste y en seguida vuelvo con su chochito. Abro los ojos para verla pero ella posa sus manos en ellos y me indica que los cierre que es mejor así...
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¡Oh Guille cuánto me está gustando esto! Acariciándote tu pene tan bonito, mientras me tocas con tus manitas mi chochito. Te voy a hacer un regalito hijo ya que a mami le está gustando tanto lo que le haces.
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