Primer Encuentro ¡Ouch!
El se llamaba Ignacio, un muchacho muy simpático y gentil. Pero a la madre natura se le había olvidado darle un lindo rostro.
El joven no tenia mucha suerte con sus relaciones, es mas tenia 21 añitos y aun no conocía el placer de sexo. Y la ultima de sus novias lo dejo por un monigote forrado en billetes.
Por esta razón, Ignacio buscara refugiarse en su pasión por las Artes Marciales...sin saber que el amor estaba por llegar a su vida.
Una madrugada como tantas, el muchachón se levanta para irse a entrenar a los bosques de Palermo. Aun con sueño llega al bosque y comienza a calentar articulaciones y músculos. En eso ve pasar a una chica trotando, no logra ver su cara, ya que iba oculta en una capucha, pero algo le dice que debe conocerla.
Sin saber porque, deja su entrenamiento y comienza a seguirla por el bosque. Intentando que no note su presencia ya que temía la reacción de la joven y tampoco era cuestión que pensara que tenia en frente a un depravado(aunque lo fuera).
Iba embobado con el movimiento de esas caderas al trotar, unas caderas estrechas pero musculosas, de las que descendían unas piernas que parecían esculpidas por el mejor de los escultores. El encanto acabo cuando la desconocida joven se detuvo en un lugar del recorrido; Ignacio solo atino a tirarse entre los arbustos.
Su alivio duro un segundo, luego del cual escucho a la muchacha que decía:
No podes esconderte, salí.
De mas esta decir que salió de su escondite, en ese ínterin la chica se saco la capucha y al fin el chico pudo ver su rostro. Unos ojos almendrados, una nariz un tanto respingada, labios finos y todo ello enmarcado en una abundante cabellera morena. La joven se acerco a Ignacio con cara de enfado
¿Se puede saber porque me seguía?, inquirió la chica.
No se, solo quise conocerte.
La joven comenzó a reírse, luego le dio la espalda al muchacho mientras decia:
Te equivocaste de chica, no soy alguien que desee someterse a otro así porque si.
Ignacio se acerco mas a ella, pero la chica se dio vuelta y le pregunto:
¿Puedo recordar tu cara?
Las manos de la chica se acercaron a la cara del atleta y comenzó a recorrerla para luego decirle:
La próxima vez que me veas no tienes porque esconderte. Por cierto, me llamo Shiki.
Yo soy Ignacio, respondió el chico
La joven lo tomo de la mano y le dijo:
Seguime, necesito que hagas algo por mi.
Se adentraron en la vegetación y ella deslizo sus manos recorriendo el cuerpo de Ignacio. El no podía creer lo que estaba pasando, sin embargo la chica no se detuvo, y comenzó a besarlo, luego le saco como pudo la sudadera el no perdió el tiempo, mientras la despojaba de su buzo. Para su sorpresa se encontró con un cuerpo muy trabajado, pero sobre todo unas tetitas muy ricas que se dispuso a sobar y chupar. Lo hacia con toda la torpeza propia de un primerizo, además los nervios lo dominaban.
Shiki seguía en lo suyo, había logrado sacarle la remera y los pantalones. El pene de Ignacio luchaba por salir de sus slip, ella se sorprendió al encontrar semejante bulto, acto seguido tomo la polla de su confundido amante y comenzo a chuparla como si ya quisiera sacarle jugo. El se dejo hacer, sin embargo estaba a punto de correrse. Shiki se dio cuenta y se detuvo.
Ey, no te corras todavía que aun no has probado nada. Le dijo a un excitadísimo Ignacio.
El solo atino a decir: - Tratare. La joven se recostó en el suelo, estirando sus brazos casi con lascivia. Tomo a su amante de los brazos y lo atrajo a ella. El intento meter su herramienta en el coño de Shiki, pero se encontró con una cueva muy estrecha. La joven solo dijo: - Metemela, quiero sentirte dentro mío. Sin mas reparos Ignacio fue metiendo su instrumento poco a poco dentro de su amante. La chica empezó a gemir, dado el grosor del miembro de su ocasional aventura. El comenzó a moverse rítmicamente con un mete...saca, mientras ella le pedía que le acariciara sus pechos y gritaba vaya uno a saber que cosas. Cosa que el no dudo en hacer. Así se mantuvieron por un rato, hasta que el se corrio dentro de ella. Quiso separarse, pero La joven lo retuvo con un:
Quiero mas.
El acto siguió, sin decir una palabra, el disfrutaba de nuevas sensaciones y ella también. Porque...aunque no lo había dicho, también era virgen.
Rato después ambos charlaban(no sean jodidos, estaban vestidos ya.)
Ignacio: - ¿Cuando vuelvo a verte?
Shiki: - Bastante pronto, creo, salvo que mis mayores se enteren.
Ignacio: - Si queres, mañana nos vemos. Yo vengo siempre por acá.
Shiki: - Que...¿entrenas?
Ignacio: - Si, para el Torneo Metropolitano. Faltan pocos días.
Shiki: - Ah, mira vos, entonces nos vamos a ver seguro. Yo también participo.
Ignacio: - ¿De veras?, ¿Como así?
Shiki: - Si...tengo un titulo que defender.
Ignacio: -Naah, me estas cargando. Vos no podes ser....¿Ramírez?
Shiki: - Aha, esa soy yo, Shiki Ramírez. Madre coreana y padre argentino. Luego de decir esto comenzó a reírse.
Ignacio se quedo callado, no podía salir de su asombro. No solo acababa de conocer a la campeona sudamericana de full contact...sino que !!se la había tirado¡¡.
Espero les guste esta mi primer historia. Pude ver que me falta mucho para poder hacerlo realmente bien. Pero confío que con sus comentarios podré mejorar.