El guerrero 13
Cuando abrió sus ojos, decidió volver al lugar donde paraba con su discípulo; ese tonto muchacho que tanto llegó a apreciar. Sabia que él buen muchacho había alcanzado un excelente nivel. Era por mucho uno de los mejores de su clase, aunque él por orgullo no se lo hacia saber.
Volvió por el mismo camino que había tomado y allí se encontró con el mencionado aprendiz. El joven lo miró algo preocupado, pero el anciano solo atinó a sonreír de lado y hablarle con algo de desprecio:
Era hora que te levantaras. Ya están por llegar...
¿Quienes?. Preguntó él muchacho algo confundido.
Pronto los veras y conocerás. Comentó el anciano, en tono misterioso.
¿Bueno, hoy que haremos?. Preguntó el joven.
Solo repasar lo que sabes. Comentó el anciano.
Los dos se miraron y avanzaron en la espesura del bosque, ya no se miraban con cordialidad. Ahora se estudiaban, como esperando el descuido para atacar. El joven fingió mirar hacia un lado y el anciano entonces comenzó.
Los movimientos de ambos eran veloces y sin pausa, parecía una danza aunque en sus rostros no había sosiego. Los dos se atacaban en serio, en un intercambio de golpes el muchacho llego de lleno al pecho del viejo que cayo al suelo.
Sin embargo, un golpe en la espalda lo hizo rebotar contra el piso. El anciano estaba justo al lado izquierdo de su retaguardia. Había caído redondo en un truco de cambio de cuerpos, cuando golpeo el anciano ya no estaba ahí... solo golpeo un tronco con sus ropas.
Se levantó de un salto y atacó una y otra vez al anciano que retrocedía, pero no lograba darle. Cuando el anciano trastabilla, el joven avanza, pero cae redondo en su trampa... este, tomándolo de sus ropas y apoyando su pie sobre el estomago del muchacho lo impulsa con fuerza hacia delante.
Pero este se hace un bollo en el aire y rueda, utilizando el impulso para no caer de mala manera. Realiza un barrido y hace caer al anciano que ya iba a ultimarlo. El joven desaparece entre los árboles, mientras el anciano se queda parado al descubierto.
Una lluvia de dardos cae sobre el anciano que solo ríe, los objetos hacen blanco y el muchacho cae para cerciorarse. Pero una vez allí, se percata de su error...
Muy tarde. Comenta el anciano.
Uwaaaaaaaaaaaaah
El joven es hundido violentamente en la tierra, mientras el anciano sale de ella. Este se ríe, mientras lo mira. En ese instante se percata de que es el quien cayo en la trampa, ya que ese cuerpo solo es madera..
Solo alcanzó a cubrirse con una mano, ante la patada de uno que caía desde arriba. Un sonido como a rotura de rama seca le advirtió que sus huesos ya no eran los de antes. El dolor se apoderó de su brazo.
El muchacho se detuvo, nunca había visto en su maestro tal gesto de dolor. Se acercó a su mentor, este le sonrió de costado al tiempo que le decía.
Haz logrado obrar un milagro muchacho, has sido el primero en fisurar mi brazo. Haz crecido mucho y eso me alegra, saber que tengo un digno sucesor. Comento complacido el vejete.
El aprendiz se quedo anonadado, no cabía en su gozo ante tal reconocimiento por parte de esa persona que tanto respetaba y admiraba. Se acercó mas al maestro y este, aprovechando la cercanía le dio un golpe con el hombro.
Recibió el golpe de lleno y cayo al suelo tomándose la cara, Hakuunsai riendo le dijo:
Ahora, estamos iguales.
El joven se levanto y lo miro con ira, pero comprendió que solo era orgullo. Acompaño al anciano hasta la casa de la viuda, una vez ahí tuvieron que vendar al vejete. A pesar de sus protestas, un sendo vendaje le pusieron.
La mujer miro al aprendiz y luego le pregunto:
¿Cómo sucedió?
Pues, estábamos entrenando taijutsu y cuando bloqueo uno de mis golpes su antebrazo se fisuro.
Oh, comprendo. Ahora estará sin compañero de entrenamiento, es una pena.
NADA de eso. Dijo el anciano
¿Cómo, piensa seguir luchando?. Preguntó la mujer, incrédula.
Seria muy tonto si quisiera luchar así contra él, Ud. Debe ser su uke mi señora, se lo pido.
Pe..pero... yo, yo no se pelear. Comento la mujer, mientras miraba a sus niños.
Yo conocí a su marido en uno de mis viajes, Zankuro Minatsuki. El reconoció el hecho de que las técnicas no eran de él sino suyas. Por favor se lo pido, ayude a este alumno idiota mío.
Veo que no puedo con Ud. Anciano. Seré compañera de su pupilo, solo espero que todo esto no lo haya planeado. Porque como lo sepa, le haré pagar.
El anciano rió, mientras miraba a la mujer. La dama se levanto del lugar dirigiéndose a su cuarto. Minutos después, volvió recogiéndose el pelo y atando las mangas de su vestido para que no le molestaran.
Movió su mano, invitando al pupilo a seguirle. El muchacho miró al anciano y este asintió en señal de aprobación. El joven siguió a la dama, mientras el anciano se quedó cuidando de los niños de la viuda.
Estos estaban extrañados, era raro ver a su madre comportarse de esa forma. Hakuunsai entonces comenzó a contarles una historia, era necesario divertirlos mientras la señora Minatsuki aporreaba a su aprendiz.
Nunca mejor dicho, el muchacho se las estaba viendo difíciles ante su nuevo adversario; a pesar de ser solo una mujer. Seiko era totalmente diferente al anciano, su forma de moverse y combatir la hacían temible.
Un golpe con sus dedos entre las costillas y el joven reculó dolorido. Cuando se pusó en guardia, la dama ya estaba sobre él. Le tiró un puñetazo, pero la mujer giró y aprisionó el brazo de su oponente con su propio brazo; para luego pasar su brazo libre alrededor de su cuello. La intención era quebrarle el brazo... ella no jugaba, solo ejercía la fuerza suficiente para hacerlo rendirse.
El joven pudo safarse de la técnica pero su alivio duró poco, ya que la dama no le daba respiro. Una patada con giro casi lo tumba, a la que le siguieron varios ataques de puño para finalizar con una patada descendente.
La mujer miró al muchacho, todo sudado y jadeante. Le dedico una fría sonrisa, y luego se sentó en el suelo... al rato le hablo:
Si quieres, podemos continuar; no tengo problemas con debiluchos como tu.
¿Porque todos los que tienen nivel alto son tan arrogantes?. Preguntó él con enfado.
No lo se, simplemente somos así. Comentó ella.
El muchacho se paró, estaba mas decidido. Seiko lo miro y rió... por un momento le pareció ver al tonto de su marido...
Mientras, en el castillo Mifune repasaba la estrategia a utilizar frente a la inminente lucha. Esta vez tenia que ser definitivo, debían expulsarlos a cualquier precio. Shinmen observaba, preocupado al ver que sus fuerzas eran pocas y las noticias no eran muy alentadoras, los barcos con los refuerzos habían llegado al campamento chino...
Hasta aquí llega esta continuación. Paciencia... ^^
Glosario:
Uke: Para las técnicas de agarre o de defensa, así se denomina al atacante. Tori es quien se defiende.