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Una intriga, una victima y sexo

en No Consentido

Una intriga, una victima y sexo.

Era un día como cualquier otro en su monótona vida. Pero nadie pensaría que un pequeño trozo de papel podría hacer tantos estragos. El se dedicaba a enseñar artes marciales, era un hombre maduro y libre ya que había quedado viudo muy joven por la muerte de su amada a manos del Cancer.

Desde ese momento se dedico por completo a transmitir su arte, era la única manera de escapar al dolor que lo embargaba. Era un hombre muy respetado por sus habilidades y su conducta. Se contaba que muchas mujeres habían querido acercarse a el, pero ninguna tuvo éxito. El se encargaba de rechazarlas, al parecer se prometió no volver a involucrarse con ninguna mujer.

Pero las cosas cambian, los años pasan y aun la voluntad mas férrea termina por ceder. Sin embargo este hombre seguía con la misma actitud, pero una carta llegaría para revolucionar su mundo.

Ese día, dejaron bajo la puerta de su casa un sobre sin remitente...el hombre, movido por la curiosidad abrió cuidadosamente la carta, en la que se leía la siguiente declaración:

Tarde o temprano lograre que por mi enloquezcas

Mientras tanto, por ti esperare...como una esclava del amor.

La frase era corta, pero la intención era clara y vaya que consiguió impresionar al hombre. Al comenzar la clase, se encontraba turbado...la carta lo intrigaba, pero siguió desarrollando su clase de forma normal.

Durante la misma, se percato de que había una persona dentro del dojo...tal vez se trataba de un interesado, así que dejo a cargo de la clase al alumno mas avanzado y experimentado, para atender al visitante.

Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarle?. Pregunto el hombre.

Al darse vuelta, este rudo hombre se encontró con una belleza de otro mundo. Una rubita muy linda, con unos profundos ojos azules, labios finos y rostro de niña. Pero ya contaba con unos 1,78 de estatura.

Ah, si... es que me gustaría tomar unas clases. Le respondió la muchacha.

¿Y porque desea aprender?

 

Es que deseo poder defenderme por mi cuenta, creo que me ayudara a tener mas confianza en mi misma.

Muy bien, llene esta planilla y tráigamela mañana, la clase comienza a las 17:00 hrs. Por ahora venga con ropa suelta y cómoda; luego deberá comprarse la indumentaria.

Oh, muchas gracias; entonces...¿mañana?

Si, trate de ser puntual.

La joven se retiro del lugar, cuando el Sensei se dio vuelta se encontró con que todos sus discípulos estaban fisgoneando.

¿Que están haciendo?, !!Continúen¡¡. Los reprendió el Maestro.

Mientras tanto, en la calle; la joven caminaba...se reía. Por fin su sueño iba a concretarse; aprendería a defenderse de esos molestos que tanto la acosaban.

Además... ese maestro, tenia algo que la atraía y pronto lo sabría. Siguió su camino, al tiempo que escuchaba todo tipo de piropos y la guarradas, procedentes de todo macho que cruzaba. Eso la molestaba mucho, no soportaba a esos babosos que se la pasaban acosándola.

Con su novio no podía contar, había resultado igual que todos ellos; un idiota que solo quería beneficiársela para presumir frente a todos. Solo le interesaba el envase, no le importaba saber que sentía ella, ni como pensaba. Por esto lo dejo, con esto se hartó de los hombres.

La clase termino, y los alumnos designados para la limpieza del dojo iniciaron su tarea, el comentario que estaba en boca de todos era:

Que buena estaba la rubia esa, ojala que venga. Comento uno de los jóvenes.

Seeee, yo la haría mía. Dijo uno, audaz.

El Sensei estaba taciturno, otras cosas le preocupaban...aun intentaba develar la procedencia de la carta. Este tema absorbía toda su atención, tanto que no se percato de que sus alumnos finalizaron la tarea y se estaban yendo.

Esa noche, se la paso practicando. Tenia que sacarse todas esas dudas, el creía que esa era una buena forma, pobre iluso. A la madrugada, agotado físicamente se dio un baño para luego acostarse a dormir.

Para cuando consiguió conciliar el sueño, ya el sol estaba saliendo... pero esto poco le importo; estaba agotado. En su sueño vio nuevamente la carta y la frase que estaba en ella, miles de sombras desfilaron a su alrededor; sombras que luego se mostraron con la figura de su mujer. De pronto se despertó, había traspirado y se encontraba inquieto; luego de un frugal almuerzo se la paso meditando.

A las cuatro de la tarde, se dirigió al dojo para abrirlo. En la puerta de madera y papel encontró pegado otro sobre, en su interior una frase similar a la anterior:

Ya has comenzado a turbarte ¿no?

Aun no has visto nada.

No te ufanes, no te resistas.

Tarde o temprano vendrás a mi.

Esto ya estaba colmando su paciencia, abrió el dojo y ya adentro encontró la forma de calmarse. Los alumnos entraron todos alborotados...no era para menos, la nueva estudiante estaba vestida con unos pantalones sport que resaltaban su cola redonda y firme. Y una remera gastada sin mangas que solo resaltaba sus atributos. El hombre meneo la cabeza, pero soluciono el tema enseguida:

Alguno de Uds. Facilítele un kimono.

Los hombres, al unísono se sacaron el kimono y se lo ofrecieron a la joven, dejando al descubierto sus trabajados torsos. La joven, visiblemente sonrojada tomo el primero que alcanzo y se lo ciño.

Comenzaron con el saludo a los ancestros, la joven siguió a todo el grupo en la ceremonia. Ni bien se pararon uno de ellos le dijo:

Haz todo lo que hace el Maestro, sino pregúntale.

Ella asintió, calentaron los músculos, con ejercicios suaves...luego las articulaciones y elongación; por suerte ella se encontraba atrás de todos los alumnos por la disposición que se da por experiencia...aunque estos se morían de ganas por mirarla hacer los ejercicios.

Cuando llego el momento de practicar las técnicas de agarre, llego el momento de dividirse en parejas, todos esos hombres pensaban: Que me toque con la rubia. El Sensei ejecuto el movimiento varias veces con el estudiante mas avanzado, para que ahora lo realizaran los demás estudiantes.

A la muchachita le toco, con alguien de su mismo peso y altura, un bigotón con cara de muy pocos amigos. Que sin ninguna compasión ni aviso, la ataco; la joven grito y se cubrió. Los demás miraron, era poco usual que se gritara así en el dojo. El hombre aun no la había tocado, detuvo su ataque y comenzó a rascarse la cabeza:

Sensei, ¿no hay otra persona para que entrene?, esta chica es muy miedosa. Comento el bigotudo.

Señorita, venga. Le ordeno el Maestro.

La temblorosa muchachita, se acerco al hombre; este le lanzo un puño y lo detuvo antes de alcanzar su rostro...la joven había cerrado los ojos.

Ud. Debe perder el miedo al ataque, si no puede ver el ataque, no podrá defenderse...ahora vuelve a su lugar y realiza la técnica. Aun falta mucho para que la clase termine.

Si, señor. Le dijo la joven.

Sensei, aquí soy un Sensei. Disculpe, ¿su apellido? Le dijo el hombre.

Aranda. Le contesto la jovencita.

La clase continuo, ella consiguió adaptarse bastante bien al grupo. Ya no le asustaban los ataques y no cerraba los ojos. Terminada la clase la joven Aranda se acerco al Sensei.

Maestro, aquí tiene la ficha que me dio ayer.

Ah, gracias. Ya que esta acá, le recomiendo que venga con ropa holgada; aquí se viene a buscar la superación personal, no chicas lindas. Le comento el hombre riéndose.

Creo que tiene razón...¿eso quiere decir que me considera linda?. Inquirió ella.

Puede ser, pero...(mirando la ficha con los datos de la chica) eres muy chiquita como para mi, Laura – San. Le comentó en tono afable.

Aha, lo único que quiero saber es ¿porque sonríe tanto si su corazón esta destruido?

Tengo mis razones. Dijo el Sensei en forma cortante.

La charla termino ahí, el hombre se alisto para el turno siguiente y tendría gente hasta las 22:00 hrs. A la hora designada el dojo quedo desierto y el se dispuso a cerrar, para dirigirse a su hogar. Una vez en su hogar, literalmente devoro la cena y tomo la nota que le habían dejado. ¿Quien puede ser?, aun no entiendo quien podría obsesionarse tanto conmigo. Pensaba el hombre, con estos pensamientos en la mente, se durmió.

En la mañana un sonido lo despertó, algo rondaba por la casa; lo sabia por el súbito silencio en el lugar. Tocaron timbre, por lo que dejo sus cavilaciones y atendió, su sorpresa fue grande al encontrarse a su alumna.

¿Qué hace Ud. acá?. Le pregunto en forma tajante.

Yo...venia a cobrarle su suscripción al biblioteca. Comento ella mientras le extendía el recibo.

Ah...disculpe entonces. Decía el hombre, al tiempo que buscaba el dinero en su bolsillo.

Ignorante de el; que no se percato de cómo lo observaba la muchachita. Los ojos de la joven recorrieron cada centímetro del cuerpo de este hombre, que a ella se le antojaba un verdadero macho. Se mordía los labios pensando en tener a este hombre a su merced, satisfaciendo sus mas secretos deseos. Terminada la transacción, la joven se fue, pero no sin antes decirle:

Hoy nos vemos entonces.

Si, así lo creo. Respondió el.

El volvió a su patio, donde se dedico a arreglar su jardín. Pero su tranquilidad se vio interrumpida nuevamente por el timbre, nuevamente se dirigió a la puerta...pero esta vez no había nadie, salvo un papel pegado a la puerta, con otro mensaje:

Ya te esta molestando.

Aun falta un poco mas.

No desesperes, todavía no es el momento.

Tarde o temprano caerás.

El hombre estaba molesto, pero lo mas grave aun era que no sabia quien podía ser... excepto que esta jovencita tuviera algo que ver. Si lo pensaba mejor, era muy posible ya que ella llego al dojo el mismo día que recibió la primer carta. El problema era probar que ella se sentía atraída por el; abandono la idea...no era posible que una chica de 20 años se fijara de esa forma en el, era absurdo.

Descarto por completo esta idea, no entendía como podía cruzársele por la mente algo semejante. Mas tranquilo se puso a cocinar, aun faltaba mucho para las clases del día, nuevamente golpearon la puerta, fue a la puerta y apoyo su oído sobre la puerta...nada, volvió a su cocina, pero de nuevo sonó el timbre.

Salió a abrir y se encontró con Teodoro, su viejo rival.

Tiempo sin verte, Alejandro.

Lo mismo digo, Teodoro.

A pesar de dialogar, la rivalidad entre estos dos no se había perdido...Alejandro hizo pasar a su viejo rival. Recordaron viejos tiempos, en los que ambos combatían por ser los mejores, en eso Teodoro se desvía del tema y le dice:

Vengo para comentarte que mi hija esta viviendo en la ciudad, yo le recomendé que fuera a tu dojo para aprender Kempo. ¿Ha pasado por allí?

Mmm...creo que si, hace unos días llego una nueva estudiante...Laura...

Aranda, ¿es que te olvidaste del apellido de tu rival?. Pregunto el otro.

Ella te admira mucho, ¿recuerdas que tu la cargabas cuando era pequeña?; ¿no te acordas?.

Si, me acuerdo. Respondió el otro.

Ahora entendía, todo encajaba perfectamente; por esto le mostró a su amigo las cartas y le comento lo que opinaba. Sin embargo no encontró comprensión por parte de este...sino incredulidad.

Vos estas loco, ¿mira que mi nena va a pensar hacerte a vos semejante cosa?...sácate esa idea del mate, che.

Tenés razón, mejor dejo de hacerme la cabeza. Bueno, te dejo que tengo que dar clases.

Ok, nos vemos en otra oportunidad.

Alejandro abrió el dojo y las clases comenzaron, ahora sabia quien era su nueva pupila. Las cosas marchaban bien, ella se había venido con ropa holgada y ahora se veía mas concentrada en el entrenamiento...salvo pequeñas correcciones que el Sensei le iba marcando, en esos fugaces momentos la chica lo miraba con cariño y hasta con deseo. Sin embargo Alejandro no percibía nada de eso, por eso no notaba como se ruborizaba la joven al contacto de su mano. La clase finalizo, y todos se fueron retirando del dojo, Alejandro llamo aparte a la joven.

Así que...tu eres la hija de Teodoro, ¿porque no me lo mencionaste?.

Es que queria aprender sin que lo supieras, no quiero tratos especiales. Le comento ella.

No los tendrás, pero es que hoy tu padre vino a verme y me lo comento...sino no me habría enterado.

Jeje, el siempre metido. Buscaba la forma de acercarme a ti. Le dijo ella sonrojándose.

Hablaremos en otro momento, tengo clases todavía. Le dijo el.

Entonces vení a mi departamento, le dijo ella al tiempo que le entregaba un papel con la dirección.

Iré. dijo el.

Cuando termino con las clases, tomo el papelito y lo miro, allí tenia la dirección: Los Sauces 230. Ap.2. Sin mas, cerro el dojo y se dirigió a la casa de la muchacha. Apenas se había cambiado, llego a un edificio y allí busco el portero eléctrico. Toco en el apartamento 2 y escucho la voz de ella que le decía:

Pasa

El hombre subió al apartamento de la joven, de repente sintió vergüenza un tipo de su edad, visitando a una jovencita sola en su departamento. Ya se encontraba ahí, no había vuelta atrás...golpeo la puerta y ella lo atendió.

El corazón le dio un vuelco, la muchacha se encontraba en la puerta con un vestido turquesa que resaltaba las curvas de su cuerpo y un sugerente tajo que dejaba al descubierto una de sus piernas enfundada en unas panties negras. Con una mano, hizo entrar a Alejandro, que se hallaba completamente anonadado frente a este espectáculo.

Me arregle así para vos. Le comentó la joven, al tiempo que se sonrojaba.

Erm...no me esperaba esto. Dijo el hombre.

Lo se, pero es que quiero que me veas como lo que soy...una mujer. En sus palabras había mucha pasión.

Todo dicho, la joven se acerco a Alejandro y le dio un suave beso en los labios, sus labios ardían de pasión y la boca de ese hombre le sabían a néctar por lo que volvió a besarlo, pero esta vez no lo soltó, parecía que quería asfixiarlo. El seguía sin reaccionar, estaba impresionado por la acción de la chica. No podía creer lo que estaba pasando...esa chica, hace que no mucho el tuvo en brazos; ahora lo besaba con deseo, esto era inaudito.

El quiso apartarse de Laura, pero esta lo detuvo en seco. La muchacha lo tenia agarrado de la cabeza y no pretendía soltarlo y el no quería hacerle daño. Ella lo miro, obligándolo a besarle. Pero el esquivo su mirada, estaba acongojado por lo ocurrido...en contraste, la joven tenia otros planes.

Tomo unos vasos de la mesa y le ofreció un poco de jugo, claro que al vaso de Alejandro le puso un poco de somnífero; por lo que a los pocos segundos, el hombre quedo dormido. Ella puso en marcha su plan, ahora el seria solo para ella. Levanto al hombretón, lo deposito en su cama y lo desvistió. A continuación saco unas sogas que había escondido en el armario y ató sus manos y pies a los respaldares de la cama.

Ella se despojo de su vestido, dejando su cuerpo completamente desnudo ante el inconsciente Alejandro. El se perdía una visión increíble, su rubia cabellera cayendo sobre sus atléticos hombros, hacia abajo unos pechos bien paraditos y firmes coronados por unos pequeños pezones rosáceos, un abdomen chato y luego se ensanchaba en unas preciosas caderas de las que descendían unas piernas muy bien trabajadas por los largos entrenamientos que tenia desde chica.

Se acostó sobre el hombre y comenzó a besarlo, empezó por el cuello y continuo lamiendo su pecho, así hasta llegar al encuentro de su endurecida polla que se alzaba orgullosa apuntando al cielorraso. Excitada ante tal instrumento comenzó por llevárselo a la boca, y llenarlo de lametones...quería hacer gozar a su hombre, no importaba que estuviera sedado. El falo de Alejandro estaba duro como paquete de pastillas, y Laura sin pensarlo un minuto mas se posiciono sobre la polla de su hombre y poco a poco fue enterrándose sola en esa estaca; su cueva estrecha se estremeció al encontrarse con esa polla abriéndose paso por su interior.

Aaaaaaah, esto es... Increiibleeee. Dijo ella al tiempo que se corría por vez primera.

Las paredes de su virgen coño fueron adaptándose a ese objeto digno de deseo y así, la joven comenzó con un mete saca de locura; al tiempo que gritaba de la excitación... tal es que Alejandro volvió en si. Quiso levantarse, pero las sogas se lo impidieron. La muchacha al ver que su amante estaba despierto comenzó a abrazarlo y besuquearlo, lógicamente el no entendía nada...solo sabia que ahora estaba a merced de la hija de su mejor amigo.

Debes parar con esto. Le ordeno el, mientras las sogas se tensaban nuevamente.

Tu solo relájate y disfruta. Alcanzo a decir ella, al tiempo que le clavaba sus ojos azules.

La joven mantenía el ritmo, el solo podía aguantar las caídas de sus firmes nalgas sobre su cadera; su cabellera rubia se sacudía en el aire; Laura estaba disfrutando a sus anchas de la excitación que sentía. El vociferaba y le rogaba que parara esa locura, pero al poco tiempo su voz ceso...el también (aunque no quisiera admitirlo) empezaba a gozar con las acciones de su rubia pupila.

Ella se veía espléndida con todo ese sudor en el cuerpo, dándole un toque casi irreal a su figura.

Aaaaaaaaaaahn, Siiiiiiiiiii, que gustoooooooo. Papitooo, partime al medio.

Un estremecimiento la recorrió por toda la espalda, sus gemidos se acentuaron y su respiración se entrecorto mas; sus fluidos empaparon su coño y sus muslos. Laura se abrazo a Alejandro, pero no ceso el ritmo de sus descensos.

El ya estaba rendido a su voluntad, exhausto de luchar contra sus propios deseos y una situación que se había escapado de sus manos. Se dejo llevar, la joven quería hacerlo correr, dejo de cabalgarlo y en ese instante el se vació por completo sus chorros a presión salpicaron de espeso semen la boca y el cuello de la joven, que extasiada lamió hasta el ultimo milímetro de su polla, para sin previo aviso propinarle un suave mordisco.

Ella lo desato en silencio, pero el no se movió del lugar...solo atino a preguntar:

¿Porqué hiciste todo esto?

Yo...quería ser tuya, quería que vos me desfloraras. Ese era mi regalo para ti. Contesto Laura, al tiempo que unas lagrimas afloraban por sus mejillas.

Yo... te apreciaba... como a una hija... Pero ahora todo cambio. Dijo el.

.......

Laura no respondió, solo prorrumpió en un amargo llanto. Ahora el remordimiento se apoderaba de su ser. La espalda de ella sintió una tibia mano apoyarse en su hombro.

No llores, no tienes de que arrepentirte. Dijo el tratando de consolarla.

Abrázame, solo quiero que me abraces. Respondió ella.

Los dos se fundieron en un abrazo, todo era muy claro ahora...todo este tiempo estuvieron esperando por alguien que llenara su soledad. Sin darse cuenta, el destino orquesto todo para que ambos se encontraran. No importa la edad o la apariencia, cuando el amor llega no hace distinciones.

Esta vez si...me fui a la m..... sepan disculpar ^^

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