miprimita.com

MU Capitulo 43: En la Marca del Este

en Otros Textos

Capitulo 43: En la Marca Este

Sigurn se quitó el yelmo de su armadura, dejando que los nuevos vieran su rostro. Los hombres quedaron mirando a ese pelirrojo de ojos verdes. Una sonrisa se esbozó en esos labios. El hombre estaba satisfecho con los nuevos soldados.

Soy Sigurn de Alfa, y quien esta al mando aquí en la Marca del Este- Dijo el guerrero con voz firme.

¿Eres ESE Sigurn?- Preguntó uno de los nuevos mientras le señalaba con el dedo.

Si, no hay otro que comparta mi nombre- Respondió el hombre.

¿Quién es Sigurn?- Preguntó Schekander a su compañero mas cercano.

¿No sabes quien es este hombre, mujer?- Le volvió a preguntar el hombre asombrado.

Bueno, ¿Tan malo es no saberlo?- Preguntó ella algo molesta.

¿Qué tanto hablan allá atrás?- Inquirió Sigurn curioso.

Los cuchicheos cesaron ante el comentario del guerrero. Solo se vio una mano levantarse. El Comandante se sonrió al ver a la berserker tomar la palabra.

Estos hombres dicen que eres un guerrero poderoso. Pero a mi me pareces alguien común.

Como siempre, Uds. Los berserkers no se preocupan por esas cosas. ¿No es cierto, eh Schekander?- Le dijo el hombre riendo.

¿Cómo es que me conoce?- Preguntó ella sin comprender.

¿Acaso ya olvidaste a la persona que te enseñó a tomar correctamente a Ulfenhart?- Le respondió él casi en un regaño.

¿Acaso eras tu ese Caballero Dragón?- Preguntó ella Azorada.

Heh, parece que ahora si recuerdas- Respondió el hombre satisfecho.

La mujer se quedó anonadada, jamás pensó volver a encontrar a ese hombre. Ese, su primer maestro de espada. Un verdadero Caballero Dragón, así se les llamaba a los berserkers que había logrado dominar el estado de furia. O sea, que a pesar de beber del mismo liquido que Schekander... Él podía permanecer al control de sus actos. De buenas a primeras no parece mucho. Pero la diferencia es decisiva.

Bien, ahora pasan a estar bajo mis órdenes. Se les facilitará ropa y desde este mismo momento van aprestándose para la batalla. Los más veteranos les irán adiestrando en la forma de combatir de aquí- Dijo Sigurn.

Ey nosotros no precisamos aprender ninguna forma de pelea- Alzó la voz un mercenario.

Bien, entonces sal afuera tu solo- Respondió Sigurn seriamente.

El que habló se quedó mudo. Sabía que de salir solo allá fuera, terminaría como una mancha de sangre en la muralla. Sigurn estaba serio, ya no sonreía. En estos diez años había visto a muchos imbeciles orgullosos. Con todos ellos pasaba lo mismo, salían gritando y maldiciendo. Mataban y gritaban para luego terminar devorados por las apariciones.

Aquí las cosas se hacen en equipo. Si quieren sobrevivir a su primer día, cooperen- Termino de hablar Sigurn.

SI SEÑOR- Gritaron todos.

Ante esa respuesta, el guerrero rió y los dejó bajo el cuidado de Asrok. Este era el segundo al mando. Un hombre de estatura mediana que presentaba un parche en su ojo derecho. El soldado se cruzó de brazos y mirándolos durante un largo rato habló:

Bien, pedazos de mierda. Tienen hasta que suene la campana para ir a cambiarse. Luego de eso, quiero sus traseros llenos de mierda aquí mismo.

Ey TU- Dijo molesto uno de los reclutas.

¿Tienes algo para decir, pequeña escoria?- Preguntó Asrok mientras la vena del cuello se le hinchaba.

Si, que no me hables así, bastardo- Le respondió el sujeto.

Te hablaré como me venga en ganas. Y ve acostumbrándote o pasarás a ser mi mujer. Pedazo de carne muerta- Dijo Asrok mientras se cruzaba de brazos.

No lo permitiré- Dijo el mercenario.

Un guerrero imponente salió de la formación. Llevaba en sus manos un martillo grande y pesado. Una armadura de placas le protegía, se le notaba bien entrenado. Pero esto no atemorizó al mal hablado Asrok. El hombre solo rió y ladeando la cabeza se dirigió al agresor:

Vamos basura, no me hagas perder el tiempo.

El hombre perdió la paciencia y descargó un mazazo sobre ese tuerto. La maza impactó en ese lugar levantando tierra. Cuando la nube se disipó… El corpulento hombre no se podía mover. Sentado sobre sus hombros y presionando la punta de su daga sobre la columna... ese tuerto esperaba.

Bien... creo que ya aprendiste cual es tu... lugar aquí. Así que, desaparece de mi vista- Le dijo el tuerto desde su asiento.

Asrok se bajó del pálido guerrero que todavía no se levantaba. Muchos pudieron ver como había mojado sus pantalones. Los reclutas comenzaron a reírse pero el tuerto los paró en seco.

A CAMBIARSE, MALDITOS BASTARDOS. MAS VALE QUE OS MOVAIS SI NO QUEREIS QUE OS CUELGUE DE LAS PELOTAS.

Ante tal afirmación y después de lo que vieron. Los guerreros salieron corriendo como un tropel de caballos. Ya en los vestuarios se encontraron con que la puerta estaba trabada. La razón era sencilla, las dos únicas mujeres estaban cambiándose. Esto generó un morbo y una excitación general. Esos hombres deseaban tomar a esas mujeres a como diera lugar.

Golpearon la puerta con frenesí, pero no pudieron moverla. Por eso, cuando la vieron abrirse. Todos esperaban con avidez a ver a las damas. Schekander salió primera, recibiendo un mar de babosadas. La mujer supo acallarlos rápidamente, desenvainó su espada y les dijo:

Si alguno logra vencerme, ese hombre tomara mi cuerpo.

Del asunto no se habló mas, nadie se atrevió a desafiar a esa tatuada. Si el tuerto era rápido, ella era estúpidamente fuerte. Enfrentarse a cualquiera de los dos era una locura, para cualquiera de ellos. Estaban en un nivel diferente al resto, se notaba que no eran como ellos. Tal vez por eso dejaron pasar a la rubia sin decirle nada.

Los hombres se cambiaron rápido. Mientras embrazaban sus armas oyeron la primera campanada. A continuación le siguió otra y luego el primer grito de ese maldito tuerto:

VAMOS, MONTON DE BASURAS. UNAS MUJERES LLEGARON ANTES QUE UDS. NI SIQUIERA PUEDEN SUPERAR A DOS CHICAS, SON PATETICOS.

Los guerreros aparecieron atropellándose entre sí. Una vez formados, Asrok volvió a dirigirles la palabra:

Bien, ahora saldrán con nosotros al campo de batalla. Prepárense para navegar en un océano de sangre y muerte.

Las puertas de la fortaleza se abrieron lentamente, allí del otro lado pudieron ver a Sigurn arrodillado. El guerrero estaba orando, el segundo al mando hizo un gesto para que todos guardaran silencio. Cuando vieron que se incorporaba, pudieron percibir como los ojos de ese sujeto brillaban. Pero no era un brillo común, era como si de golpe una bestia se apoderara de su interior.

El hombre solo hizo una seña y luego salió corriendo a una velocidad que jamás habían visto. Cuando salieron fuera de la protección brindada por las murallas vieron el mar de bestias. Ese guerrero estaba atravesándolo a golpe de espada. Aunque más bien parecía como si los destrozase con solo tocarlos. Si no lo estuvieran viendo, no podrían haberlo creído.

Ahora es nuestro turno de mostrar de que estamos hechos- Dijo el tuerto mientras embrazaba escudo y lanza.

Los novatos salieron en el mismo plan de siempre: como una horda enardecida dispuesta a matar o morir. En cambio, los veteranos iban en una formación compacta y unida. Con sus escudos se protegían, mientras atacaban con las lanzas. A pesar de avanzar a un paso más lento, vencían con facilidad a sus rivales. Al moverse en sincronía, podían centrar el daño de manera más eficaz.

Ninguno de los que integraba la formación se cansaba mucho. Conservaban más energía para los momentos críticos. Ellos ya sabían como se comportaban los enemigos, corrían con ventaja. Por eso, al pasar al lado de los guerreros heridos se les reían. No era por ser malditos, pero así aprendían una valiosa lección. El trabajo en equipo podía hacerles poderosos.

Quizás por eso no se esperaron a esa mujer allí. La tatuada blandía su espada a la par que evitaba los ataques. La forma en que se movía era armoniosa, pero efectiva. El nivel técnico que poseía era impresionante. Había que aceptarlo, esa dama era diferente al resto. A diferencia de ellos, podía enfrentarse sola a esa masa de seres. Ya eso era admirable.

Un temblor les puso en guardia, Centinelas de Kalima. Eran centauros monstruosos solo vistos en esta región. Tal era la altura de estas bestias que fácilmente pasaban los árboles. Estos iban armados de lanzas con dientes. Las armaduras que llevaban eran muy pesadas y les cubrían por completo. Tornándolos montes completamente blindados.

Estos enemigos atacaban al galope. Blandiendo sus armas y ensartando a sus victimas en un solo instante. Los veteranos formaron un círculo mientras se protegían con los escudos. Schekander evadió las lanzas y los pisotones de sus atacantes. Su espada se alzó y atacó al más cercano.

Los borbotones de sangre saltaron mientras la pierna volaba... cercenada. El centauro caía herido ante la germana. La tatuada miró los ojos de su victima que le suplicaba piedad. De nuevo la espada se levantó y un golpe poderoso bajó sobre la cabeza. Eso fue todo para el Centinela.

Mientras, los veteranos demostraban su pericia contraatacando a los centinelas. Desde ese círculo les arrojaban jabalinas y los ensartaban con sus lanzas. Las que se partían en los ataques, se reemplazaban con celeridad. Había que seguir atacando. De a poco fueron dándoles muerte. Cuando terminaron de matarlos a todos, los guerreros levantaron su formación.

Estaban satisfechos y aliviados, esas batallas podían ser demasiado duras. En ese momento de distensión aprovecharon para felicitar a la tatuada. Pero Schekander no contestó, solo empujó a un costado a uno de ellos y desenvainó. Los lanceros no comprendían nada y se enfurecieron.

El ruido producido por el choque de dos espadas los sacó de su estado. La germana se había movido tan rápido que no habían podido verla. Pudieron verla dándoles la espalda. Deteniendo a un Caballero Maldito que había salido de la nada. Schekander no podía mirarles, percibía que ese enemigo era muy poderoso. Solo les gritó con apremio:

Aléjense de aquí, este guerrero esta fuera de su nivel.

Los soldados comenzaron a retroceder, para llevar a los heridos. Dejaron sola a la mujer que dándole un golpe a la hoja repelió al guerrero. Este cayó parado y desenvainando su daga se lanzó a por ella. La morena rió mientras le esperaba con un corte ascendente. El ataque mutuo tuvo efectos... Schekander se miró la hombrera cortada, mientras el Caballero se tomaba la garganta.

La aparición dio unos pasos titubeantes hacia su blanco y luego cayó muerto. Se desangró a los pocos segundos. La germana suspiró aliviada un instante. Sin embargo, sus propios instintos le pusieron en guardia de nuevo. Esta vez aparecieron cuatro Caballeros Malditos. Estos guerreros le rodearon mientras sacaban sus dagas.

En un solo movimiento atacaron arrojando sus dagas. Schekander repelió los proyectiles con su espada. Sin embargo, quedó desprotegida ante el ataque directo de esos guerreros. Todo eso había sido una distracción, era un poco tarde para lamentarlo. Cerró los ojos para realizar su técnica de espada rápida. Pero antes de que pudiera hacerlo, alguien apareció en su ayuda.

Los cortes fueron largos y poderosos, como resultado esos acosadores cayeron destrozados. Un guerrero de apariencia descuidada y musculosa espalda apareció ante ella. El hombre acomodó su pelo para que no le molestara en la cara. Luego, recargando nuevamente su lanza sobre el hombro izquierdo volvió a caminar.

No le dio mayor importancia al asunto. Ese hombre se dirigía de nuevo hacia las profundidades de Kalima. La berserker envainó su espada y le gritó:

EY

El lancero se quedó parado algo más lejos y sin darse la vuelta le preguntó:

Que ¿Vienes por venganza?

Gracias- Le dijo Schekander

Heh, no fue nada. Estate más atenta la próxima vez- Le recomendó el hombre.

La mujer sonrió, parecía ser que había otros guerreros poderosos combatiendo allí. Ese guerrero era una prueba de ello. No estaban tan solos como creían en Kalima. Le vio perderse de nuevo en las profundidades de la selva. Ese lancero era formidable, lastima que no fuera Diógenes. La forma de comportarse, no coincidía con la de su viejo amigo.

Sigurn apareció a su lado unos instantes después. El guerrero estaba feliz de verle aún en una pieza. Cuando le preguntó que le había pasado, ella le comentó lo sucedido. El guerrero le miró comprensivo y luego habló:

No necesitas darme tantas explicaciones ni inventar esas historias de fantasía. Los Caballeros Oscuros no usan lanza. Así que, ese lancero del que hablas no existe... niña. Volvamos al fuerte.

Puede que tengas razón, vamos- Dijo ella.

Ambos volvieron al fuerte caminando. Ya estaba comenzando a oscurecer. Ese día había sido muy duro. Pero el bautismo de fuego estaba completado para los nuevos. En ese día experimentaron la crueldad de esas tierras. Vieron con sus ojos la fiereza con que se recibía a los novatos. Si querían sobrevivir... tendrían que trabajar en equipo.

Schekander y Abigail se quedaron mirando desde la muralla hacia ese horizonte. Las nubes tomaban los colores del fuego. Mientras el sol desaparecía de nuevo. La germana ya le había puesto al tanto de lo que pasó. No habían dudas para ellas: ese había sido Diógenes.

Continuará...

Mas de Tenchu

MU Capitulo 60: Esperanza. (Epílogo al final)

MU Capitulo 59: Viento y Oscuridad

MU Capitulo 58: Recuerdos en Ishkar

MU Capitulo 57: Sinfonía de Destrucción

MU Capitulo 56: Busqueda

MU Capitulo 55: Mortal Kombat

MU Capitulo 54: 800 Flechas

Mu Capitulo 52: Noche Salvaje

MU Capitulo 51: Caceria

Pato Criollo

MU Capitulo 50: Padre e hija

Mu Capitulo 49: Ishkar

MU Capitulo 48: Traspasando el Fin del Mundo

MU Capitulo 47: Reunión

Una Historia de Navidad

MU Capitulo 46: Por Uds. Mis soldados

MU Capitulo 45: Derrotas y Sorpresas en Kalima

MU Capitulo 44: Devolviendo Memorias

MU Capitulo 42: La Marca Este

MU Capitulo 41: Avances

MU Capitulo 40: Un año después

MU Capitulo 39: Kalima

MU Capitulo 38: El Lamento de Lorien

MU Capitulo 37: ¿Que ocurrió con Abigail?

MU Capitulo 36: La espada resurge

MU Capitulo 35: Arusa el ayudante

MU Capitulo34: La Instruccion de Diamante

MU Capitulo 33: Una guerra se vuelve leyenda

MU Capitulo 32: La Orden de Caballeros Fantasma

MU Capitulo 31: Icarus

MU Capitulo 30: Preparación y despedida

MU Capitulo 29: Alas de Esperanza

MU Capitulo 28: Duelo en Tarkan

MU Capitulo 25: Entrenamiento y Sacrificio

MU Capitulo 24: Duelo en Davias

MU Capitulo 23: Punto de encuentro

MU Capitulo 22: Heridas

Mu Capitulo 21: De nuevo en Davias

MU Capitulo 20: El poder de Circe

MU Capitulo 18: Secuelas y una promesa

MU Capitulo 17: La plaza del Demonio

MU Capitulo 16: Camino a Noria

MU Capitulo 15: La visita a Peleo

Mu Capitulo 14: Aparece un rival

MU Capitulo 13: La verdad de Asura

MU Capitulo 12: Aventuras en el Estadio

MU Capitulo 11: El fin de una leyenda

MU Capitulo 10: Lucha en Tarkan

MU Capitulo 9: El pasado de Peleo

MU Capitulo 8: Viajando por Tarkan con Peleo

MU Capitulo 6: Explorando la Torre Perdida

MU Capitulo 7: El Septimo piso de la Torre Perdida

MU Capitulo 5: Hacia Davias

MU (04: Guerra de Clanes)

MU (03: La tutoria de Abigail)

Mu (02: Asura, el psicopata itinerante)

MU (01: Comienza una leyenda)

Mugen: Balance

Mugen (13: Acto Final)

Mugen (12: Infierno y Regreso)

Mugen (11: Premonición y Perdición)

Mugen (10: Mente Criminal)

Mugen (9: Maldición)

Mugen (8: Exilio)

Mugen (7: Sadismo e Igualdad)

Mugen (6: Revelación)

Mugen (5: Mentiras)

Mugen (4: Misión)

Mugen (3: Revelación)

Mugen (2: Violación)

Mugen (1: Encuentro)

El guerrero (17)

El guerrero (15)

El guerrero (16)

Cambio

El guerrero (14)

El guerrero (13)

Reencuentro

Uno menos

El guerrero (12)

El guerrero (11)

La aparición de Nemesis (2)

La aparición de Nemesis (1)

Justicia sin precio

Controlandome

Historia para Clark Kent

La charla

La moza

El guerrero (7)

Mientras llovía allá afuera

El guerrero (5)

Una forma de amor

El guerrero (4)

Castigo Celestial

A ella

¿Un sueño? ¿o tal vez una premonicion?

Cambio de roles

Paso durante la semana de la dulzura

El guerrero (3)

Un encuentro inesperado

Combate durante el Crepusculo

La conocí mientras se desudaba

El Escorpión Resolana

Los dos Compañeros: El Campamento

Camino a Kanazawa, sigue la aventura...

El panzón y la niña

Mi primera vez con una marimacho

Un encuentro Increible

Sexo sobre ruedas

Una intriga, una victima y sexo

Mientras te retrataba

El luchador y su protegida

Usted sera mio

Percepción

Primer Encuentro