Un encuentro increíble
Paso hace algún tiempo, pero cada vez que lo recuerdo... se me llenan los ojos de lagrimas, ojo, son de felicidad.
Como les conté en mi relato anterior; me dedico al dibujo. Uno de mis primeros proyectos había sido una historieta, allí me había encantado uno de mis personajes; mas concretamente una mujer esta era una de las protagonistas.
Paso el tiempo y yo me olvide de este proyecto, que termino en un rincón olvidado de mi estudio. Sin embargo, la ruptura con Anabella me tiro abajo y me quede solo con mi imaginación. Las cosas iban a cambiar aunque yo ni siquiera lo sospechaba.
Esa tarde, fui directo al súper a comprar las cosas que me faltaban en casa. Me dirigí a la góndola de las salsas, en busca de unas latas de Pomarola para las pizzas que pensaba hacer hoy. Estaba acuclillado tomando una de las latas, y en eso uno de esos odiosos carritos me choca; caigo al piso y me levanto hecho una furia.
Pedazo de pelot....... fíjate lo que haces. Dije mientras me levantaba a ver a mi agresor.
Discúlpame, no te vi. Fue la respuesta.
Cuando finalmente vi la cara de mi agresor me quede helado...era exactamente igual al diseño de mi personaje de historieta. Para mas detalles hablo de una mujer rubia, muy alta; con unos preciosos ojos color miel. Tenia unas facciones muy suaves, enmarcadas en las ondas que formaba su pelo.
¿Estas bien?. Me pregunta ella, preocupada por mi cara.
¿Eeh?...ah... si, estoy bien. Respondí yo, asombrado.
Ah, que bueno. Dijo ella a la vez que acercaba su mano a mi frente.
Yo estaba como un estúpido, (. Sí, mas aun.^^) la joven toco mi frente y yo sentía que mis hormonas estaban de concierto, mi cara se enrojeció con el contacto de su mano; cuando la aparto yo le pregunte:
¿Cuál es tu nombre?
Me llamo Inés ¿y tu?
Yo soy Alejandro.
Seguían las coincidencias, a mi personaje yo le había puesto el nombre de Inés. Trague saliva con dificultad, el miedo se estaba apoderando de mí. Eran demasiadas coincidencias, pero algo de ella me seguía atrayendo; así que decidí jugarme el todo por el todo y le dije:
Por favor, señorita ¿podría venir conmigo?. Tengo algo que mostrarle.
La joven acepto; yo la conduje hasta mi apartamento cuando llegamos a la puerta del mismo, ella ya no estaba. Algo decepcionado entre en mi departamento y ahí pegue el grito; Inés estaba ahí adentro mirándome. Yo aun me preguntaba como había hecho para entrar sin que la viera.
La tome de la mano y la lleve hasta mi taller, ahí busque mi proyecto y se lo enseñe... ella solo atino a decir:
!!Es igualita a mí¡¡
Es por esto que te miraba con esa cara. Le explique yo.
¿Es que no te das cuenta?. Me dijo ella.
De repente su mirada cambia, ya no era tan serena como antes; sus ojos tomaron una tonalidad más oscura y me tomo por la camisa.
Yo soy ella, vos me creaste pero te olvidaste de mí. Así que ahora haré que me recuerdes siempre.
Yo ya veía llegar el golpe, pero enorme fue mi asombro cuando ella comenzó a acariciarme y a continuación me beso en la boca; mientras su lengua buscaba la mía. Me deje llevar, y al parecer ella también porque me abraza y pega su pubis al mío... sintiendo así como va creciendo mi herramienta. Emule su abrazo, mientras con mis dedos recorría su espalda y comenzaba a darle pequeños besos en el cuello. Inés me soltó y se saco la blusa color verde que llevaba puesta, dejando a la vista un cuerpo de ensueño... unos pechos tal y como me los había imaginado; redonditos, un poco duros y con el tamaño justo para mi mano y su abdomen sin trabajar, perfecto por donde se viera.
¿Te gusto?. Pregunto ella.
Claro que me gustas, eres preciosa. Respondí yo, mientras me sacaba la camisa.
Ella se sonroja, pero se acerca hacia mí para luego descender y bajarme el gastado pantalón de gimnasia, junto con los boxers. Mi pene salió de su prisión, estaba durísimo y bien erguido; ella se asombra al verlo y sin mas lo llevo a su boca para continuar lamiéndolo y engulléndolo por completo.
Yo mire hacia abajo para comprobarlo con mis propios ojos; Inés me succionaba todo, mientras clavaba sus ojos los míos. Ella acelera el ritmo y yo acabe por correrme en su boca; el esperma salpica su rostro y buena parte fue a parar a su boca.
Cuando ella se paro, me miro con curiosidad y me dijo:
¿Eso es lo que pasa cuando te corres?
Umm... si. Le dije yo algo avergonzado.
La mujer se levanto y se alejo, pero yo aun quería sentirla cerca mío. Por eso la abrace por detrás, Inés; un tanto sorprendida me dice:
Porque el apuro, si aun no he empezado.
Yo seguía sin soltarla y comencé a besar su espalda desnuda, la muchacha gemía por el placer que le estaba brindando... podría decir que la tenia dominada, iluso de mi. En un abrir y cerrar de ojos, ella se zafo y me empujo hacia la cama para luego tirarse encima mío. Se oyó un quejido, la cama apenas y soporto la caída de los dos. La tome de la cintura y bese sus pechos, ella se dejo hacer y luego así como así me arranco la camisa de un tirón...
Nooo, que esa camisa era la única buena que tenia. Me lamente yo.
Eso es lo de manos...después te vas a lamentar de no tenerme. Comenta ella.
Sin mas, yo le saque el jean y luego le arranque la bombacha con los dientes (Seeeeee^^). Y me dedique a besar cada centímetro de su cuerpo, para luego centrar todas mis fuerzas en lubricar su clítoris. Sin darme cuenta ella llego a su clímax y se corrió del gusto. Los grititos de ella me excitaban aun más, con este jugueteo mi polla tuvo tiempo para volver a levantarse de entre los muertos.
Ella al verla tan dura, me rogaba que le introdujera mi verga. Yo no pensaba perder mas tiempo y se la introduje toda de un solo golpe... luego de esto, creí que me quedaría sordo de por vida ya que Inés dio un grito que conmovió todo el edificio. Me quede quieto, y ya estaba pensando en sacársela; pero fue ella la que insistió en que siguiera.
Volví a arrancar con el mete saca, esta vez bien despacito cosa de que no le doliera tanto. Al rato ya pude aumentar el ritmo de mis embistes mientras ella se abrazaba a mí, y me besaba en la boca. Tome sus piernas y las apoye en mis hombros para poder penetrarla mejor, ella solo jadeaba y gemía...me encantaba tenerla así.
Pero lo bueno dura poco, y sin poder aguantar mas me vacié por completo dentro de Inés, que solo decía:
Tengo tan caliente el coño, se me quema.
Yo me quede dentro de ella, soltando hasta la ultima gota de mi semen en su interior. Ella, con todo el pelo revuelto, el cuerpo acalorado se me hacia tan irreal.
Saque mi falo completamente flácido de su interior, ella me abrazo con gran fuerza acercándome a su cuerpo. Nos quedamos dormidos los dos en la cama.
Al día siguiente, me desperté y la busque con la vista...pero no pude encontrarla. Trate de hallarla en el baño o en la cocina pero solo encontré una concisa notita:
Nunca voy a olvidar esta noche.
Espero que no te olvides de mi.
Me quede solo, mirando la nota. De pronto se me dio por tomar mi cuaderno de dibujo, en el que estaba mi proyecto inconcluso...ahí la halle, sonriendo de felicidad. De mis ojos se deslizaron unas lagrimas y sin mas puse manos a la obra, no pare hasta ver mi proyecto terminado.
Aun hoy sigo sin creerme del todo que este encuentro haya ocurrido realmente, por ahí mi estresada y agotada mente me jugo una mala pasada...
Espero sus comentarios ^^