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MU Capitulo 60: Esperanza. (Epílogo al final)

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Capitulo 60: Esperanza

Asura sonrió de forma lastimosa al ver a esos tres. Ya estaba hecha la mitad del trabajo, ahora podían encargarse ellos. Tenían que destruir la otra parte del Demonio Regido. La elfo Circe le tomó entre sus brazos y lo halago:

Estuviste genial

Basta, mujer. Destrúyanle ahora que no tiene un cuerpo-Ordenó el Gladiador.

Como digas, pero no mueras- Respondió ella.

RAPIDO- Gritó Asura.

Vamos chicos, ayúdenme- Dijo Circe dirigiéndose a sus compañeros.

Si- Respondieron los dos.

Mientras perseguían a esa esencia maligna. Circe explicó lo que tenían que hacer. Como Lord Kundum ya no poseía un cuerpo físico. Había que matar su esencia. Esa nube negra tenía que ser eliminada por completo. Y para eso, ellos tres tenían que adelantarse. Moviéndose a una velocidad única los tres desaparecieron. Cada uno reapareció sobre un pico distinto de esa tierra de muerte. Desde allí Circe les guió.

Habló directamente a sus mentes, les advirtió que ahora deberían luchar con magia. A Diógenes le preocupó el tema. Pero Circe le tranquilizó, diciéndole que podía usar los papiros que tenía a mano. Mientras le decía al Lancero lo que debía escribir. Se lanzó al ataque.

Schekander le secundó, ahora daban el todo por el todo. Schekander se transformó en una Valkiria y atacó usando magia. Ella y Circe eran como dos relámpagos blancos corriendo dentro de una nube más oscura que la noche. Diógenes por fin terminó la escritura, Circe le apuraba en su mente.

El Caballero Diógenes se quejó de su pierna herida. Pero ante la orden de la elfo de Kalars saltó con todas sus fuerzas. Desde el cielo podía verse como una columna de luz ascendía como un dragón. Ya encima de la nube, el lancero tiró su lanza con todas sus fuerzas. El papiro atado al arma hizo el resto.

Ese trueno destruyó en mil pedazos el cielo de esa dimensión, haciendo que la nube cayera a tierra mientras era devorada. Ese impacto hizo que la tierra de Ishkar comenzara a hundirse en el mar. Diógenes desplegó sus alas, esperando a que sus amigos salieran de allí. Los minutos pasaron, pero nadie vino hacia él.

Las lágrimas poblaron sus ojos, cayendo por sus mejillas golpeadas y sucias. Que importaba la victoria sin sus amigos. Con ese último golpe había superado al Gladiador Asura. Eso ahora no servía de nada contra la desesperación. En esa isla maldita ahora encontraban su descanso las leyendas.

Abigail, su maestra de armas y en el amor. Baiken, su compañero de aventuras y el ejemplo a seguir. Circe, la vengadora de una tribu guerrera y su salvadora. Schekander, su compañera de batallas y en el corazón. Y por ultimo, el guerrero más poderoso que jamás existió y peleó… Asura. Todos ellos dieron sus vidas en pos de la victoria sobre el maligno.

Comenzó a llorar, pero el cielo se acordó de él. Desde el agua aún burbujeante una figura alada emergió. Schekander apareció cansada y lastimada, pero feliz. Sus alas le llevaron hasta el guerrero que se limpio las lágrimas. La germana rió contenta y mientras le palmeaba dijo:

Todo ha terminado amigo.

Este fue el fin- Respondió él.

Volvamos al Continente, ahora nos volvemos leyenda- Dijo ella.

Eso es lo que me preocupa- Le respondió el lancero.

¿A que te refieres?- Inquirió ella.

¿Crees que nos temerán por nuestra fuerza?- Le preguntó Diógenes.

No lo sabremos hasta que lleguemos allá- Dijo ella algo seria.

Siempre tan descuidada- Dijo el sujeto meneando la cabeza.

Y si alguno quiere tomar tu vida... ahí estará mi espada- Dijo la germana con firmeza.

Diógenes sonrió y miró largamente a su amiga. La mirada sincera de esa mujer y su sonrisa lo decían todo. Alargó su mano y le atrajo, la germana se sorprendió. Pero la sorpresa fue mayor cuando sintió la hoja de esa lanza atravesar su corazón. Los ojos se encontraron y el grito estridente salió de la garganta de la mujer.

MALDICIOOOOOOON

Te descubrí, Demonio... no puedes huir de mi- Dijo el Caballero.

¿COMO TE PERCATASTE DEL CAMBIO?- Preguntó el Demonio asombrado.

Jamás te llame Schekander o amiga. Lo presentí- Le dijo el muchacho.

Heh... has crecido muchacho. Eso me agrada, tu seguirás mis pasos- Le dijo el Demonio riéndose.

¿Cómo dices?- Inquirió Diógenes.

Todo el mundo sabrá de esta lucha. Generación tras generación escribirán de estas lides. Y todos le temerán al verdugo del Demonio Regidor. Un solo hombre pudo más que la bestia que aniquiló millones. Ese es tu camino, de ahora en más... Diógenes- Dijo mientras comenzaba a esfumarse.

Mi camino es tal y como yo lo construyo- Le respondió el muchacho.

Créelo muchacho y engáñate. HAHAHAHAHAAHAHA- Rió el Demonio.

La nube de oscuridad se esfumó devorada por los últimos restos del poder de Schekander. La germana sonrió lastimosamente y acarició el rostro de Diógenes. Ese, su mejor amigo... su amor imposible. No podría haber deseado jamás una muerte mejor. Cerró los ojos, satisfecha. El lancero gritó y lloró en el cielo las muertes de sus amigos.

Sin embargo alguien más apareció tras él. Las alas angelicales y su armadura legendaria le dieron una pista. Peleo había venido también, el Maestro de Almas golpeó al guerrero que no comprendía nada.

Has acabado con todos, zopenco- Le retó.

Luchamos con todas nuestras fuerzas. Peleo- Informó el joven.

Era lo justo, Diógenes. Sino jamás habrían podido vencer- Respondió el Maestro de Almas.

¿Qué haces aquí?- Preguntó el lancero.

Venía con intención de vengar a mi estudiante- Dijo Peleo decepcionado.

Lo siento, me adelanté- Le dijo el Caballero con sorna.

Yo lo siento, pero creo que puedo solucionarlo- Le dijo el Mago.

¿Cómo?- Preguntó el joven sin comprender.

Detén unos instantes a tu amiga- Pidió el albino.

¿Qué vas a hacer?- Preguntó el chico.

El Maestro de Almas cerró los ojos mientras comenzaba a recitar un conjuro. Sus manos se volvieron luz y al acercarlas al pecho de la mujer... la herida sanó al instante y el daño interno fue restaurado. El alma regresó al cuerpo y la mujer abrió sus ojos. La sorprendida germana apenas lo creía. Su última visión había sido la de ese hombre matándole.

Diógenes le soltó y ella le dio un puñetazo. Había sido muy atrevido al tomarle de esa forma. Peleo sonrió y desapareció en el aire, ya no podía hacer nada mas. Schekander miró una vez mas al muchacho y riendo le tomó entre sus brazos, asfixiándole. Ya no quedaba más que volver.

Mientras volaban hacia el continente, pudieron ver cientos de embarcaciones marchando hacia Ishkar. Ellos rieron mientras subían a ocultarse entre las nubes... pobres tontos, la tierra maldita ya no existía. Eran los buques insignia del Imperio, seguro irían a buscar a los supervivientes.

Días después los dos guerreros alados llegaron a la ciudad de Lorencia. Al lugar en que todo comenzó. Ocultando las alas antes de llegar al puente, esos dos bajaron. Estaban agotados, sucios y doloridos por las luchas y el viaje. Caminaron pasando por el puente de piedra. Los portones de negro metal los recibieron como siempre. Delante de ellos no había multitudes vivándoles. Mucho menos nobles y reyes aguardando para felicitarles.

Diógenes miró a su colosal amiga un momento y le preguntó:

Ahora ¿Qué harás?

No lo se, tal vez volver a mi tierra- Respondió la mujer.

Antes de eso... ¿Quieres venir conmigo?- Preguntó el Caballero.

La mujer sonrió y le realizó una revencia a un atónito Diógenes. "¿En que momento había aprendido protocolo esa bruta?" Pensó el guerrero. Ya no importaba, al menos no estaría condenado a la soledad. Schekander apoyó su mano en el hombro del lancero y se dejo llevar. Un nuevo horizonte se abría ante ellos, solo quedaba alcanzarlo...

Epílogo

Dos figuras viajan por el extremo norte del mundo. El viento gélido golpea sus rostros haciendo flamear sus cabellos. Las pieles de oso les protegen del frío invernal. Mientras ambos avanzan por la nieve. Los pinos y abetos parecen conos de crema, pero solo aparentan. La figura más grande canta una canción. La melodía dulce se pierde en la inmensidad blanquecina.

El encapuchado mas bajo se detiene un poco mas adelante y desde el risco helado escruta el horizonte. A lo lejos puede verse un pequeño poblado de casas de madera y humeantes chimeneas. La voz entonces interroga:

¿Es allí?

Si, querido- Responde una voz femenina.

Bien, es hora de que conozcan a los hombres de Lorencia- Dice el encapuchado con sorna.

HAHAHAHAHAHA

¿De que te ríes?- Pregunta el mas bajito.

Solo de cómo te ha cambiado el ser padre- Responde la otra figura.

El hombre sonrió y encogió los hombros, pero era cierto. Esta vida era la que siempre quiso. Sin notoriedades ni prestigio, solo tranquilidad. Ya había quedado atrás la batalla de Ishkar. El tiempo pasado desde que el malvado Kundum desapareció. Del asunto se dijo que los últimos clanes habían sido los responsables. Y desde ese instante, muchas leyendas se tejieron sobre fabulosos tesoros en las guaridas de esos cuatro clanes. Gran cantidad de aventureros intentaron buscar a esos héroes, pero no tuvieron éxito.

Sin embargo, un hombre en Tarkan suele contar a cambio de una copa. La historia sobre un lancero. La historia del gran Diógenes, el verdugo de Lord Kundum. Mientras tanto, la vida avanza en el Continente...

FIN

Nota del Autor: Ahora que por fin he terminado con esta saga. Un sentimiento de felicidad me embarga. Hace un año y un mes comencé con la escritura de esta obra que tienen en sus pantallas. En realidad lo hice sin muchas expectativas. Era un tributo al juego que tanto me divirtió en el pasado.

Sin embargo, a medida que la trama fue avanzando y los personajes crecían. Me fui dando cuenta que ya no podía dejar la historia. No solo no podía, no quería decepcionar a mis lectores. Y cuando se me perdió el archivo con todo lo que llevaba escrito casi me da un vuelco el corazón. Pero no desesperé y volví a recomenzar desde el capitulo 26. Luché mucho con esta historia y muchas veces me trabé días enteros para solucionar situaciones. Esta historia me ha enseñado mucho y sus personajes también. Ojala con esta saga Uds. También hayan podido crecer. Me alegraron mucho los comentarios y sus mails animándome. A veces es difícil predicar en un desierto. Gracias a quienes han llegado hasta aquí, espero les agrade el final.

Tenchu ^^

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