El Campamento
Ya habían pasado varios meses desde que conocí a Li Sou ( El narrador esta amarrado a los pies de Ariel, que con un pie encima de su cabeza, lo tiene dominado.) Para fines de ese año, el dojo participó de un gotompo... esto es un campamento al aire libre, pero en el que se compite por sobrevivir a los llamados del gotompo.
Mi amiga y yo esperábamos con impaciencia que el día llegara, habíamos marcado en el almanaque la fecha e íbamos tachando los días, hasta que la fecha llego.
Ese día, a las seis de la mañana paso el micro a buscarme, después fuimos por Li Sou que salió hecha un zombi del sueño que traía... aun desconozco como le hizo para subir al micro, porque andaba con los ojos cerrados. El destino era Misiones... teníamos un laargo viaje delante, por esto me volví a dormir... Mucho después sentí que alguien me zamarreaba, era Li sou despertándome.
Mmmm... Dije yo.
Dale, dormilón, despertate. Dijo ella mientras me seguía moviendo.
Yaaa, ¿que pasa?. Le pregunte.
Mira que lindo. Comento ella mientras señalaba hacia la ventana.
Me acerque a mirar y vi como entrábamos a Santa Fe, ella seguía admirando el paisaje... yo extraje la camara del bolso y le saque una foto. Li sou se quedo sorprendida, pero solo me pidió una copia.
Para el mediodía, el Sensei nos dijo que pararíamos en un lugar para comer y estirar los pies. Nos detuvimos en una estación de servicio, me baje corriendo al baño para aliviar mi vejiga... al rato llegaron como un tropel los otros.
Una vez que estuvimos todos reunidos, el Sensei nos estuvo comentando sobre lo que nos esperaba en Misiones:
Cuando lleguemos, encontraremos a gente de otros dojos y lugares. Ahí los dividirán en grupos para acampar; a cierta hora escucharan un llamado y ahí deberán internarse en la selva y sobrevivir al llamado, ya que tendrán que eliminar a los otros equipos. Bueno... ahora comamos.
Devoramos toda la comida que llevamos y ya satisfechos reanudamos el viaje... Los mas veteranos nos contaban sus anécdotas:
¿Se acuerdan de esa vez que lo encontramos al Guillo temblando dentro del arroyo?. Inquirió uno.
Seee...como olvidarlo, si tuvimos que sacarlo a la rastra. Comento otro, mientras largaba la carcajada.
Y no se olviden de la vez que te encontramos a vos colgando cabeza abajo porque caíste en una trampa. Le dijo uno, en tono socarrón.
Jajajajajajajaj. Rieron todos.
Seee...¿y esa vez que Nico se escondió en la tierra y lo pasaron por arriba los de Rio Negro?. Comentaba otro.
Siii...yo estuve ahí, fue comiquísimo verlo retorcerse gritando Uuuuuuuy Aaaargh. Después que pasamos sobre el.
¿Y esa vez que no pudimos con el Sensei, que se nos había escondido arriba del árbol?. Dijo uno.
Sep... esa vez con re acostó, pero esta vez venceremos. Comento uno con deseos de revancha.
Así pasamos la mayor parte del viaje, con Li Sou nos la pasamos charlando y jugando juegos de palabras.
El sol se ocultaba, las sombras empezaban a adueñarse del cielo; mientras contemplábamos la puesta del astro rey. Y veíamos el horizonte llenarse con esos tonos dorados y rojos... nos miramos a los ojos largamente, como si nos habláramos en medio del silencio.
El Sensei se había quedado dormido, los demás al poco rato fuimos cayendo presa del sueño.
A las cuatro de la madrugada, llegamos por fin a nuestro destino. La selva se extendía ante nosotros, imponente, llena de formas retorcidas y serpenteantes que se elevaban como garras hacia el cielo. Hicimos unos pasos y nos encontramos con un montón de personas... algunos estaban soñolientos, otros súper despiertos; el Sensei se nos perdió de vista. Al rato lo vimos acompañado de varias personas que resultaron ser Senséis de mayor graduación.
Nos dieron las directivas del gotompo, cada uno tendría una ramita pintada con cal, si tocábamos al oponente con eso, este quedaba fuera. Podíamos escondernos para atacar o para no ser detectados, los llamados serian en cualquier momento.
Por cosas del destino, Li Sou y yo permanecimos en el mismo equipo, teníamos por compañeros a unos jóvenes de Salta y Santa Fe. Armamos el campamento y nos tiramos a dormir...
Aun no había salido el sol, cuando se escucho una sirena... era la señal para comenzar el gotompo, nos internamos en la selva, caminábamos sigilosamente sin hacer ruido; Alberto hizo señas de que nos dividiéramos.
Yo me fui por la derecha, caminando entre los árboles para confundirme entre las sombras, trepe un árbol y me quede a la espera de otro participante... al rato escuche un ruido, una pisada. Encaramado en la rama, me tire hacia abajo con la rama en la mano y casi me muero del susto al ver que me esperaban... era Li Sou que se había perdido.
Seguimos los dos juntos, buscando un oponente; con las primeras luces del alba encontramos a uno de otro equipo... se había quedado dormido, el hilo de baba que le caía de la comisura del labio lo delataba; lo pintamos todo... la dibujamos el numero 10 en el kimono y la hicimos bigotes en la cara.
Volvimos al campamento, ahí, frente al fogón le contábamos a los otros lo que nos había pasado; todos echamos a reír... las risotadas se extendieron por toda la selva.
Sin embargo, en el siguiente llamado no tuvimos tanta suerte, nos eliminaron fácilmente; por lo que tuvimos que volver al campamento.... igualmente nos quedamos jodiendo ahí.
De ese campamento aun tengo las fotos, que atesoro en un álbum ya viejo; tengo muchas de nosotros dos juntos; la pasamos genial, sin embargo una carta de la embajada cambiaria todo...
Aquí les dejo esta continuación, espero les guste.