Camino a Kanazawa

Ya llevaban un largo trayecto, Daisuke seguía caminando a paso firme y decidido, en busca de nuevas batallas; aunque sin quererlo encontró a una persona especial en Koyuki. Iba muy animado, conversando con la chica que aun permanecía en su espalda y que, justamente le pedía que la bajara.

El hombre, accedió al pedido de ella y apoyando su rodilla en el suelo le permitió descender. La chica, se paro y se sacudió el kimono, mientras miraba a Daisuke.

La primer noche en el camino

La noche estaba cayendo sobre ellos, por eso el joven guerrero condujo a la chica al interior del cañaveral, lejos del camino que en estas horas pasaba a transformarse en un enemigo mas, ya que muchos aprovechaban la inseguridad de la guerra para dar rienda suelta a su locura. No era raro que bandas enteras de maleantes atacaran a los viajeros que desprevenidos seguían caminando durante la noche.

Por esta razón, la llevo a un claro, una vez ahí él encendió una fogata para calentarse, por las noches el frio podía llegar a ser peor que los bandidos. La niña se sentó frente al hombre, que sacando una Kodachi y dejándole el resto de las cosas se perdió en el cañaveral.

Ella se quedo con las armas de Daisuke...con curiosidad tomo la enorme arma, ese descomunal Tachi que su acompañante podía tomar con una sola mano y ella, solo pudo arrastrarlo un trecho y tomándolo con ambas manos intento desenvainar la espada que no cedió un solo centímetro; volvió a forzar el arma....nada, poniendo la vaina entre unas rocas y tomando el mango, comenzó a tirar con todas sus fuerzas, por un momento perdió el equilibrio; la hoja abandono su lugar de descanso y quedo desnuda frente a ella, que no teniendo la suficiente fuerza en sus delicados brazos cayo al suelo con esa pesada arma.

Koyuki se levanto nuevamente, y acercándose a la hoja, se quedo mirando el brillo hechizante de ese Tachi, observo las curvas que adornaban la magnifica espada. Estaba absorta mirando ese arma, tanto que no se percato que el guerrero venia justo detrás de ella; y sin decirle nada, apretó sus costados....la chica dio un salto, tal fue el susto que tuvo.

Daisuke se tentó y no pudo contenerse mas, el cañaveral se inundo con sus carcajadas.

La joven vio una pequeña liebre, la miro y le dedico una sonrisa al tiempo que se dedicaba a despellejar el alimento para luego cocerlo en la fogata. Mientras esperaban a que la presa se cocinara, él se arrimo al lado de ella; tomo la hoja de su Tachi y se la mostró en detalle a la joven que observaba como la pesada arma permanecía estática en la endurecida y callosa mano del hombre. Daisuke beso a la joven, mientras la hoja pasaba a ser una muda testigo de su amor...un beso llevo a otro y luego siguieron los arrumacos; habrían seguido pero repentinamente llegaron visitas...

La otra cara del guerrero

Unos hombres de aspecto peligroso hicieron acto de presencia ante los amantes. El guerrero no se inmuto, pero Koyuki temblaba de miedo; Daisuke se paro y miro a los hombres que ya estaban a la defensiva, mientras le susurro a la niña:

La muchacha obedeció y tomando la daga, huyo del lugar...los maleantes quisieron seguirla, pero ya el primero de ellos se encontró con el puño del hombre. Este les dedico una mirada fría, asesina... recién ahí esos hombres comprendieron que se habían metido con alguien que no les convenía.

Koyuki corría en el cañaveral, de pronto un grito desgarro el velo que el apacible silencio había impuesto. La chica, temiendo lo peor volvió sobre sus pasos y se escondió entre las cañas de bambú para observar que estaba ocurriendo. La escena era horrenda, tres de los mal vivientes yacían en el suelo, tenían la columna quebrada por lo tanto sus vidas habían terminado de forma dolorosa.

Los restantes atacaban a Daisuke, pero aun no conseguían tocarlo... el joven los estaba destrozando, en todo el sentido de la palabra. Con un golpe en el oído, uno de ellos cayo mientras otro quiso golpearlo con un puñetazo; Daisuke aprovecho esto y le aplico un proyección...el sujeto cayo de una forma brutal, mientras los huesos de su costado se hacían trizas contra el suelo.

Naturalmente, un grito ahogado de dolor fue todo lo que salió de su boca...en cuanto al ultimo, esquivo sus ataques para después golpear su mentón y luego metiendole sus dedos dentro de los ojos y pómulos para azotarlo contra el suelo. La sangre dominaba la escena y el guerrero volvió a calmarse...pero uno de los bandidos no tuvo suficiente al parecer y a pesar de hallarse en inferioridad de condiciones, lo insulto... grave error,

Daisuke lentamente se acerco a el, un grito inconcluso fue todo lo que se escucho...le arranco la garganta con un solo movimiento.

La joven salió de su escondite, temblorosa se acerco a su amado, sus ojos la delataban... sentía miedo de ese hombre. El no quería ni siquiera mirarla, la pobre había visto una parte de él que habría preferido ocultarle siempre, pero por cosas del destino tuvo que presenciar. Solo le dijo lo siguiente:

La joven, agobiada termino nuevamente en la espalda del guerrero que tomando la liebre cocida la metió en la bolsa del yoroi y se alejo de ese lugar lleno de muerte. Mas adelante, recostó a la niña sobre el tronco de un árbol, la abrigo del frío con el paño en el que llevaba el yoroi. Finalmente él se durmió, entre sus manos se hallaba el arma...esperando pacientemente para acabar con cualquier molestia en una fracción de segundo.

El amanecer los encontró durmiendo aún, Koyuki bostezo y se estiro sacándose la pereza...su amado Daisuke aun estaba sentado, pero bien dormido... aprovechando esto, ella se tiro encima de su espalda por lo que Daisuke tuvo un despertar muy alarmado.

El pasado de Koyuki

Luego de esta treta, volvieron a su peregrinaje...mientras él caminaba, ella iba acomodada en su espalda, la joven comenzó a contarle su historia. Había nacido en la villa de Mibu, siendo aun pequeña sus padres murieron durante una epidemia de colera que afecto a las aldeas de la región... tempranamente se quedo sin familia; sobrevivió como pudo en la periferia de la villa, alimentándose de lo que encontraba. Un buen día, recordó a su abuela...la anciana vivía en una aldea muy apartada y sin pensarlo mas se encamino hacia allí.

Luego de varias semanas de caminar por peligrosos caminos, llego a la aldea. Cuando la anciana la hallo desmayada en su puerta la atendió; y su alegría no tuvo limites al reconocerla su nieta.

Desde ese momento, vivió cuidando de su única familia. La anciana le enseño todo lo que debía saber para convertirse en una mujer eficiente y de utilidad para su cónyuge, pero todo cambio en el momento en que él apareció...no se arrepentía de ello. El dilema se presento cuando la joven pregunto sobre el pasado de su amado; este respondió con evasivas, pero ante la insistencia; accedió a relatar su vida.

El pasado de Daisuke

El joven nació en una remota aldea de nombre Shishu, no llego a conocer el afecto materno... su madre murió al dar a luz y por esto Shinmen, su padre lo consideraba una maldición para su linaje. Su infancia transcurrió en un mundo donde las artes de la guerra eran cosa común, pero las desgracias llegarían pronto a golpearlo... cuando el pequeño Daigoro, (así se llamaba de chico) tenia seis años su padre muere en una emboscada urdida por un grupo criminal conocido como Los Lobos del Mal.

El dolor golpeo el corazón del niño, que dio paso al odio...frente a la tumba de su padre juro vengarlo. Con esta idea en mente abandono todo para entrenarse sin descanso día y noche, hasta adquirir una inusitada maestría en el manejo de su Tachi.

Un día, ya contando con catorce años logro localizar a los asesinos de su padre...de esta forma pudo llevar a cabo su venganza, enfrento a esos despojos que tanto dolor le causaron, infundiéndoles así todo el terror que era capaz de desarrollar con su arma.

Uno a uno fueron cayendo en la posición en que la muerte los sorprendió, esta vez de la mano de un niño lleno de odio y deseos de venganza. Terminada la venganza, un alivio invadió su cuerpo y allí lo encontraron, junto a los cuerpos de los criminales... pero las consecuencias por esto eran terribles, por eso Daisuke huyo.

Se convirtió en un guerrero sin dueño, vendía sus habilidades a quien le placía y una vez terminado el plazo pactado...desaparecía sin dejar rastro, esta era la causa de que la mayoría de las veces lo reportaran como desaparecido en combate o muerto en acción.

De esta forma vivió todo este tiempo, luchando en batallas...sirviendo a diversos señores de la región.

Un encuentro inesperado

El camino se volvió apacible, los sonidos de la naturaleza embargaron todo. Mientras el silencio entre ellos dos se mantenía, pero no era algo molesto en absoluto... les permitía reflexionar y darse cuenta de lo mucho que se parecían.

Koyuki se distraía mirando toda esa naturaleza que la rodeaba, observando a los pájaros que emitían sus cantos. Daisuke seguía caminando, sus deseos por llegar a destino lo impulsaban a mantener su marcha... el camino se hacia solitario.

En la lejanía vieron una figura que caminaba en dirección opuesta a la de ellos, por las ropas debía ser un monje... los viajeros se cruzaron en un tramo del sendero; el monje sintió algo extraño ante la presencia del joven guerrero y este percibió también algo raro en ese hombre, sus miradas se cruzaron mientras seguían sus caminos.

La niña se volvió a mirar al viajero... este se había detenido, mirándolos perderse en el horizonte. Rodeo el cuello de su amado mientras continuaban el viaje... cerca del medio día, el joven guerrero se detuvo. Estaba algo cansado y con bastante hambre, buscaron un lugar donde detenerse...y para alegría de ambos no lejos de allí, se podía escuchar el murmullo de una cascada.

Rápidamente atravesaron el monte y por fin se encontraron ante una majestuosa caída de agua, un pequeño arco iris se dibujaba en el húmedo aire. En fin, un lugar precioso para un baño. Esa fue la idea que cruzo en el momento la mente de los viajantes.

Se acercaron aun mas a la cascada y en unos pocos segundos, se despojaron de sus ropas... por un instante Koyuki y Daisuke se contemplaron el uno al otro. La excitación comenzó a mostrar sus efectos en ambos, ellos, algo avergonzados se sumergieron en la caída de agua mientras recuperaban energías para continuar la travesía que aun les esperaba.

En la cascada

Cuando salieron del agua, el joven observaba el cuerpo de la niña secándose al sol; en el momento una idea cruzo su cabeza... por supuesto pensaba realizarla, despacio se fue acercando a su mujer y rozo con suavidad su hombro. Ella se giro y lo miro... parecía haber adivinado las intenciones del guerrero; quería llevarla detrás de la cascada.

Se dirigieron hacia la cascada sin prisa, como queriendo contener toda esa pasión que pronto se desataría en un torbellino incontrolable.

En efecto, ni bien la columna de agua los oculto de posibles curiosos; sus cuerpos se trenzaron buscándose mutuamente, ávidos de sentirse en contacto...los labios se fundieron en un beso de duración inconmensurable mientras sus manos recorrían y exploraban todos los recovecos.

Él tomo la sartén por el mango, centrándose en los pequeños y respingones pechos de su amada que lamió y mordisqueo hasta llevar a la joven al borde del éxtasis. Ella se dejo hacer, mientras gemía a gusto con las acciones de ese hombre; la niña lo abrazo.

Daisuke comenzó a bajar despacio repartiendo besos por el abdomen de la niña; hasta llegar a sus piernas, que recorrió con sus manos para luego masajear el clítoris de ella.

El hombre, empezó a comerle el coño a Koyuki que se movía como una gata en celo, debido a la excitación al tiempo que oprimía la cabeza de él para que siguiera brindándole placer. Daisuke no se detuvo, haciendo correr a la joven...sus fluidos vaginales que se vertieron en la boca de su amado.

La erección de él, estaba a punto de estallar... Ella se arrodillo y con delicadeza tomo el hinchado pene del guerrero...para luego aplicar presión con sus labios sobre el glande y luego recorrer su ancho tronco a lametones. La joven engullía su miembro por completo, para luego sacárselo y volver a repetir la misma operación. El guerrero jadeaba, se encontraba en otro plano... todo gracias a esas manos y a esa delicada boca.

Su chica se levanto lentamente, mientras lamía el torso de ese rudo guerrero para luego besar sus labios. El acariciaba su cuello, deslizo sus manos por los hombros de la chica, al tiempo que ella rozaba la oreja de su amante... ambos seguían intercambiando caricias, hasta que Daisuke apoyando a la joven contra la pared de roca; la penetro con lentitud... ella gemía con cada embiste de él, este le decía:

Los embistes cobraron mas ritmo y vigor, parecía que de un momento al otro ella terminaría por salirse de esa estaca en la que se hallaba suspendida. Se aferró al cuerpo de él, las gotas de la cascada los cubrían, bañando sus cuerpos y eliminando el sudor.

Los pechos de Koyuki se bamboleaban, siguiendo el movimiento de su hombre; este volvió a cambiar el ritmo... dejo de embestirla como un loco, para hacerlo suavemente; esto la volvía loca. Luego de tanto goce, la muchachita volvió a correrse del gusto mientras Daisuke siguió un poco mas, hasta que no pudo contenerse y una oleada de espeso y ardiente esperma inundo la vagina de su preciosa amante... la sostuvo mientras terminaba de descargar las ultimas gotas, con suma delicadeza retiro su falo aun erecto de la caliente vagina de su chica.

El hombre se sentó al lado de la jadeante chica que lo miraba llena de satisfacción y también, porque no decirlo... con ganas de mas, quería sentir nuevamente ese mástil perforando sus carnes.

Ella se levanto con gran presteza y tomando ese miembro, lo masajeo con paciencia consiguiendo en unos instantes poner firme esa estaca que ya estaba dura como el hierro; él intento incorporarse pero Koyuki se lo impidió con delicadeza. Lo miro a los ojos, y sin perder un segundo él tomo la iniciativa, la recostó en el suelo y la penetro con violencia. Un grito afloro de la garganta de la niña, pero nadie pudo oírlo... el estruendo de la cascada tapaba cualquier sonido. Continuo con su labor, en un mete saca frenético... la muchacha no tenia otra mas que resistirlo todo, a pesar de todo estas sensaciones le causaban placer.

Daisuke continuaba, penetrándola de forma inexorable; mientras ella acariciaba el torso de su amado. Su coñito ardía y con cada embestida la excitación de ambos crecía. El pelo de ella, tendido sobre las rocas, su cuerpo lleno de lujuria y sus brazos intentando rodear a su amado recreaban una escena deliciosa. El guerrero termino por correrse nuevamente dentro de la chica. La joven se quedo tendida en el suelo, mientras él le regalaba caricias a su clítoris...hasta lograr un orgasmo en su compañera.

Se tendió junto a ella, se quedaron ahí los dos mirándose, esa sesión de sexo era lo que ambos necesitaban...mas allá, el mundo seguía su ritmo, la gente continuaba con sus vidas y muchos seguían su camino. Mientras tanto, los ejércitos se preparaban para la inminente lucha...

Bueno...el anterior me había quedado un tanto corto para los que suele haber en esta sección. Lo único creo que me zarpe, de nuevo. El contenido puede parecerles violento pero la época que pretendo mostrarles no fue un lecho de rosas precisamente. Si llegan hasta acá felicitaciones, pero la aventura aun sigue ^^