Percepción
Se habían criado juntos en el mismo barrio, tenían la misma edad, solo que el nació un mes antes. Sin embargo ambos eran muy diferentes, pero sentían un gran aprecio el uno por el otro.
El se llamaba Andrés y ella Cintia. Desde chico, este niño se metía en problemas...sino lo corría el perro se liaba a golpes con el primer incauto, o lo encontraban trepado sobre algún árbol. Le encantaba joder a la gente.
Ella era todo lo opuesto: una niña muy tímida, retraída y educada. Solo ellos se entendían, en el barrio no entendían como con ella Andrés se quedaba tranquilo contándole vaya uno a saber que.
Además, como sus casas estaban pegadas una a la otra; a Cintia se le hacia muy fácil llegar al cuarto del chico ya que ella le tenia terror a los truenos. Los años pasaron y las cosas entre estos dos no cambiaron. Excepto porque el ahora se dedicaba a pelear por plata y por gusto y ella se dedicaba a los libros, llegando a ser uno de los mejores promedios de su escuela. Desgraciadamente ella aun usaba ortodoncia, lentes y la obligaban a andar con el pelo recogido. Por fin terminaron el secundario, y para sorpresa de todos Andrés se recibió con ellos. El destino elegido para el viaje fue Bariloche. El destino quiso que durante el viaje a estas dos personitas tan diferentes les tocara viajar juntos.
Durante el viaje ella durmió y el, medio dormido vigilaba que nadie les gastase una joda... igualmente nadie estaba tan loco como para gastarle una broma a Andrés.
Cuando llegaron al destino, los dividieron en grupos. Todos se fueron a sus habitaciones. Luego partieron al primer tour que tenían. Al llegar la noche, luego de un baño marcharon a la disco. Los chicos se fueron rapidísimo, solo Andrés se quedo bañando.
Mientras disfrutaba del baño, escucho el quejido de la puerta, alguien había entrado. El joven se seco y se puso un pantalón. Cuando se dio vuelta, solo encontró a Cintia.
La joven, visiblemente ruborizada le dijo:
Vine para ver si estabas listo para la fiesta.
La respuesta de el no se hizo esperar:
Aha, estoy listo. Solo quiero una cosa, que bailes conmigo.
Puede ser, pero sabes que soy patadura, así que no me pidas mucho. Le dijo la chica.
Ya en la fiesta, Andrés se porto como todo un caballero. De mas esta decir que nadie podía creerlo. Todo la fiesta se la paso bailando con Cintia. A la madrugada el se despidió y no lo volvieron a ver hasta la excursión de las 8:00. Volvía limpiándose la comisura de los labios, con la camisa toda sucia. Pero en su mirada había satisfacción.
Nadie pregunto de donde venia, todos sabían de su gusto por la piña. La aventura comenzó durante el ultimo tour, que consistía en una caminata por el parque Nahuel Huapi. Andrés iba en lo ultimo de la fila, por molestar. Iba conversando con Cintia, cuando en un descuido, la empujo. El camino era muy angosto y bajo este corría un río. Ella empezó a caer, el miro sus ojos llenos de desesperación y se arrojo, y la abrazo para protegerla. Ambos fueron arrastrados por el río, no se sabe hasta donde los llevo.
Andrés saco a Cintia del agua, ella no respiraba. Comenzó a practicarle los ejercicios de resucitación, masaje cardiaco 1..2..3..4..5 y luego respiración boca a boca. Ella seguía sin reaccionar, y el empezaba a desesperarse. Continuo con la respiración mecánica y los masajes cardiacos y por fin reacciono, escupiendo el agua que había tragado.
El la miro y le dijo:
Que bueno que estas bien, me tenias preocupado
¿No te diste cuenta, de que estaba aguantando? Inquirió ella.
¿O sea que lo de recién?
Aha...estaba fingiendo. Le contesto Cintia
Pero...¿Por qué?
Es que ningún chico me ha besado, sabes bien que no soy muy agraciada. Explico la joven.
Conmigo no tenes que mentir, nos conocemos desde chicos. Le dijo Andrés
Tenes razón, a vos no puedo mentirte. Dicho esto la chica se saco los lentes,
dejando ver sus ojos celestes como el cielo. Guardo los aparatos en la cajita que siempre llevaba con ella; y por ultimo se deshizo de la gomita que le aprisionaba su atrayente pelo rojo.
El se quedo sin palabras, solo sonrió. Ella le miro a los ojos con algo de malicia. El no entendía nada, pero le dijo:
Salgamos de acá, metamonos en un lugar con mas reparo.
Ella lo siguió, adentrándose entre los pinos. Andrés se puso a hacer un fuego, ya que estaban con la ropa totalmente mojada. Una vez hecho esto, comenzó a quitarse la ropa.
¿Qué haces?. Grito ella escandalizada.
Que...¿es que nunca viste a un chico en slips? Le dijo en tono chulo el muchacho.
Pues....solo en fotos. Respondió la acongojada muchacha.
Pues aquí tienes un hombre hecho y derecho. Dijo el con orgullo.
Pero el hombre parece estar algo excitado. Comento ruborizada.
El miro hacia abajo...mientras su miembro apuntaba hacia arriba. Pero lejos de sentir vergüenza, le pregunto:
¿Ya has tenido sexo?
No, he estado esperando a que cierta personita tome la iniciativa. Dijo ella con cierto enfado.
No lo sabia. Dijo el
En todo caso, recuperemos el tiempo perdido. Comento Cintia.
Dicho esto, la jovencita comenzó a desvestirse....primero se quito el jean, dejando a la vista unas torneadas piernas, unos muslos firmes y unas caderas que harían que cualquier hombre de gracias al Creador de ser lo que es. Cuando comenzó a desabrocharse la camisa, el la detuvo.
Déjame hacerlo a mi. Musito
Ella sumisa se dejo quitar la prenda, quiéralo o no ella también estaba excitada. Andrés fue desvistiéndola despaciosamente, mientras iba besando el hombro de la chica. La joven suspiraba, la camisa toco el suelo. Y la pregunta salió sola:
¿ Y esto?
Jeje, ¿sabias de esto también?. Cintia lo miro desafiante. ¿También me la queres sacar vos?. Le dijo en tono burlón.
El comenzó a sacarle la faja que mantenía sus pechos escondidos. Una vez libres, beso esos pechos redondos, paraditos y tan ricos. Ella solo gemía del placer mientras el continuaba besando cada rincón de su piel. Por fin llego a su rajita, ella lo miro suplicante, sin decir nada lamió su clítoris para lubricarla.
Cintia a esta altura gritaba, se estaba corriendo y ahora le parecía algo maravilloso.
Mientras el mástil de Andrés seguía duro como una tosca. Audaz; ella le quito el slip a su amante. Y tomando su polla se la metió en su boca, mamaba como si fuera una loca, el sentía que tocaba el cielo con las manos, no podía creer que esta chica realmente estuviese haciéndolo con el.
La muchacha continuo con su tarea, chupando y dando todo el placer posible a su amado. El la detuvo, ya estaba muy duro y habría sido una pena correrse ahí mismo. Cintia tenia algo de miedo, pero a la vez esta excitación que tenia iba aumentando. Sin mas, Andrés comenzó a introducir su "caballero rojo" (se me ocurrió) dentro de esa cueva sin estreno centímetro a centímetro, evitando lastimar a la joven. Pero la polla del caballero si bien carecía de una gran longitud, era bastante ancha. Por lo que la chica sintió dolor.
¡¡Sácala!!. Pedía ella
Espera un poco, que esto te gustara. Dijo Andrés
El no era adivino, pero al cabo unos minutos los pedidos se acallaron dando lugar a gemidos de placer. Ambos seguían disfrutando de este sinceramiento, ella tuvo un orgasmo. En ese instante se detuvo todo, ella sentía escapar sus fluidos por el hueco dejado por ese instrumento. Cuando lo miro, vio que el miembro de su compañero no había tenido suficiente, aun seguía en pie. Con malicia el le dijo:
Ahora te desvirgare por completo.
Dicho esto ella se giro, quedando boca abajo y el la tomo por las caderas. Primero ensalivo un dedo y lo introdujo en el ano de la chica, que empezaba a tener sus dudas de si eso le gustaría. No tuvo mucho que pensar, ya que el mástil de su amado comenzó a abrirse camino por su estrecho paso. Ella grito, pero el no hizo caso y comenzó el mete- saca, unos segundos después ella gemía y le pedía: "Por favor no pares".
El no tenia esa intención, pero termino por correrse dentro de ella. Ese fue el único momento en el sus piernas temblaron, su polla vació por completo su liquido espermático dentro de ella. Luego de esto ambos quedaron tendidos en el suelo mientras la luna comenzaba a adueñarse del cielo.
El se vistió a prisa y le dijo:
Vamos Cintia, tenemos que volver. Seguro que nos están buscando
La joven lo miro divertida a la vez que le respondía:
Volvamos mañana, yo se el camino de vuelta.
¿Como?....¿Me vas a decir que todo esto lo habías planeado? Comento incrédulo.
Erm....no tan bien como yo pensaba, pero si. Fue la respuesta de ella.
¿La caída y este trastorno también? Volvió a preguntar Andrés, cada vez mas sorprendido.
Ahahahahaha, no, fue un impulso del momento. Creí que seria divertido.
............. bueno, volvamos mañana. Ya tuvimos suficiente Dijo el mientras la abrazaba.
A veces algunas personas usan mascaras, no se muestran como no son en realidad. Es por eso que ese famoso dicho no esta al cuete: "Las apariencias engañan". Solo es cuestión de percepción, para conocer la verdad que se oculta tras la fachada.
Este... esta vez me zarpe un poco con la longitud del relato. Pero busque superarme. ^ ^