Mugen: Balance
En un café de la ciudad tres personas van a encontrarse. El lugar, para mas detalles es un café de mesas de madera de pino. El ambiente aromatizado con inciensos y las ventanas hechas en vitreaux le dan un toque colorido. La radio vieja transmite una música suave.
Una mujer de cabellos oscuros recogidos en una trenza espera paciente junto a un joven de cabellos oscuros y mirada penetrante. Los ojos de ella miran al joven, se nota impaciencia en esa mirada. Pero él le tranquiliza... aún le queda plazo. Después de todo, ya se había comprometido con ellos.
La puerta se abre y ambos miran hacia allí, una brisa de aire envuelve al recién llegado... algo de frío todavía puede percibirse en él. No había nadie en el lugar mas que esos dos, pero él recién llegado igual miró hacia todos lados.
Acomodó sus lentes algo sucios y caminando con toda paciencia llegó hasta donde se hallaban ellos. Se rascó la cabeza por unos momentos, su pelo corto y sus manos algo callosas no dejaban dudas... era Tenchu.
Se sentó a la mesa, el café ya estaba tibio por la espera. Los miró divertido, podía notar que a pesar de su aparente amabilidad estaban enfurecidos con él. Lo notaba en los ojos de ambos, en la forma en que movían sus manos. El sujeto alzó su mano un momento y luego les dijo:
Lo siento, les he usado a ustedes para algo muy malo.
Ya lo creo... he sido muy desdichado en esta saga. MALDITA SEA, CABRON... PORQUE ME HICISTE SUFRIR TANTO. Rugió Leonardo.
Es cierto y yo tuve que hacerme la heroína enfrentándome a este loco con su katana. Dijo la muchacha mientras sorbía un poco de café.
Bien bien, tranquilícense los dos. Lamento todo esto, pero fue todo para una buena causa. Respondió Tenchu.
¿Buena causa? Buena causa las pelotas, me hiciste hasta degenerado. Dijo el muchacho.
Bueno... es que tu eres degenerado. Dijo el autor, mientras reía.
¿Porque escribiste así?. Preguntaron ambos.
Los dos le miraban rojos de ira, pero este volviendo a un tono mas académico les dijo:
La explicación es la siguiente: Cuando arranque aquí, comencé con dos sagas. Una la de los dos compañeros y otra, la mas larga. La que titule el guerrero... al escribirlas, busqué inferir en ambas obras el espíritu marcial. Resaltando el compañerismo, la amistad y la buena rivalidad. Lo mismo que el honor, el tener códigos y la paz. El resultado que me dieron ambas sagas fue el que esperaba. Muy pocos leyeron las sagas hasta el final y aún menos las valoraron o comentaron. Siendo la principal dificultad el hecho de que el tema se volvía desconocido para la mayoría.
Fue entonces que se me ocurrió la idea, mientras escribía otras historias. La idea de probar con hacer algo similar, pero agregándole sexo. Obviamente, en mi caso como no tiendo a ser poético. Retraté las situaciones con crudeza, llegando a pasar hacia la locura. No quise narrar una historia, sino un montón de hechos que llevan a un hombre hasta su propia muerte. Como se hunde en ese mundo de violencia que llega en la forma de una espada.
Es solo eso, la decadencia de un hombre bueno hacia el infierno. Pero, no todo podía ser malo y por eso apareces tu. Contigo, también llega la posibilidad del fin a tantos periplos.
El resultado de esta saga me ha dejado perplejo. No solo ha sido mas leída y comentada... sea para bien o mal. Pero esto arroja la conclusión de que, sin importar las cosas horribles que lean, eso también puede llegar a calentarles. No les interesa nada de ideales, nada de amistades o cosas buenas... solo les importa leer una buena cogida y ya. Además...
¿Además que?. Pregunta Leonardo.
Si el tema hubiera sido muy técnico... se habrían quedado todos los lectores en ayunas. Me pasó antes, por eso no deseé cometer el mismo error. Por eso es que decidí escribir sin inferir emoción ni poner de mi mismo. Solo escribí, nada mas.
¿Por qué mugen?. Preguntó Mihayla.
Mugen es el vacío, la ausencia de ilusiones. Eso es exactamente lo que muestra la obra. Bien, creo que ya no hay nada que hacer aquí. Nos vemos pronto, Mihayla y Leonardo.
Ambos personajes se quedaron mirando al autor, ellos habían sido usados sin saberlo... tu también, ahora que lo sabes... si, haz sido mi conejito de indias. No me odies, pero este es el verdadero arte del shinobi. No mostrarle a otros mi potencial, eso me hace terrible. Saludos ^^