miprimita.com

MU Capitulo 46: Por Uds. Mis soldados

en Otros Textos

Capitulo 46: Por Uds. Mis soldados

Una semana pasó desde que Sigurn, Schekander, Diógenes y Baiken conocieron el amargo sabor de la derrota. Durante esos siete días, los soldados de la Marca del Este combatieron con heroísmo. Acatando las ordenes de Abigail los flecheros se convertían en los protectores de los guerreros de a pie.

Con cada ráfaga de flechas las criaturas eran barridas del lugar. Aunque, la otra cara de la moneda... era no poder usarla muchas veces. Luego de unas decenas de disparos los arqueros se comenzaban a agitar. Era en esos momentos en los que esos hombres luchaban con más ahínco.

Esa tarde tres viajeros llegaron a la fortaleza a pedir asilo. Las puertas se abrieron y todos pudieron ver entrar a esos forasteros. Un lancero, un mago y una niña pequeña junto a ellos. Diógenes miró a la niña que se escondía tras un sonrojado Maestro de Almas.

Asrok salió a recibirles junto con Abigail y Schekander. El tuerto saludó a los recién llegados. Aunque le sorprendió la familiaridad con que le saludaron las dos reclutas. El mago no podía desprenderse de la niña que le sonreía de forma picara. Las dos féminas se agacharon a saludar a la niña que volvió a esconderse tras Baiken.

Hay alguien que esta sufriendo mucho aquí- Dijo Kalima desde la pierna del Mago.

Nuestro Comandante esta muy herido. Es raro que una niña pueda sentir su energía- Dijo Asrok sorprendido.

Esta pequeña ha estado viajando con nosotros desde que llegamos aquí. Al contrario de su apariencia, es alguien con grandes poderes. Creo que ella podrá ayudar a Sigurn- Les dijo Diógenes confiado.

¿Como te llamas, pequeña?- Pregunto Abigail.

Kalima, señora- Respondió la niña mirandole a los ojos.

Abigail es mi nombre, ella es Schekander- Le dijo con afabilidad la rubia.

Jamás había visto una mujer tan alta- Dijo la niña mirando hacia arriba.

Bueno, dejen de entretener a la chiquilla. Tiene un héroe al que curar- Dijo Baiken algo mosqueado.

El mago tomó a la niña en brazos y siguiendo al tuerto entraron. Le siguieron por los intrincados pasillos de la fortaleza. Luego de caminar un rato llegaron por fin a los aposentos del Guerrero Dragón. Adelante iban la niña junto con Baiken y Asrok como guía. Tras ellos, Diógenes junto a Schekander y Abigail.

Una vez allí, la niña le pidió a Baiken que le acompañara. Asrok abrió la puerta de la habitación y todos entraron. Allí tendido en la cama podía apreciarse al Comandante Sigurn hundido en una profunda depresión. Las heridas sanaban lento y su desesperación por levantarse hacían más acuciante el tratamiento.

La pequeña miró los ojos llenos de tristeza de ese guerrero y entonces hablando con firmeza pidió:

Déjenme sola con él. Baiken, preciso de tu fuego.

Bien- Dijo el albino mientras levantaba sus manos.

Los escoltas se quedaron asombrados ante tal cambio de parte de la mocosa. Era como si fuera alguien de más edad. Con algo de resquemor fueron abandonando la habitación, mientras Baiken realizaba su conjuro de llamas. Al oír las llamas dentro de la habitación se conmovieron. Pero al ver salir al mago de allí les tranquilizó.

Estará bien, es más. Mañana ya podrá salir a batallar como solía hacerlo- Dijo Baiken con seguridad.

¿Comó puedes estar tan seguro, Mago?- Inquirió el tuerto.

Esa niña me ha curado todo este tiempo. A ciencia cierta no sé bien que es lo que hace, pero las heridas del cuerpo sanan al instante- Le comento el mago.

Es como usar auras de curación, solo que a un nivel mucho mayor- Dijo Abigail en actitúd reflexiva.

Unos minutos mas tarde, la pequeña salió temblando de pies a cabeza. Baiken le tomó antes de que cayera al suelo. Kalima estaba empapada en sudor, pero débilmente sonrió... había logrado su cometido. Ese guerrero ahora dormía, pero en solo un día volvería a levantarse. Ahora, solo quedaba esperar.

Diógenes, Baiken y Kalima se aprestaban a dejar la fortaleza. Su aporte ya estaba hecho, Abigail se llevó aparte al lancero. Quería hablar a solas con él. Schekander rió y acompañó a los otros dos hacia el portón. Baiken miró a la germana por unos instantes y acariciando el rostro de la niña que dormía habló:

Entiendo que ella le odie por haberle abandonado en Lorien. Pero...

Heh, no es necesario que me expliques nada. Ya me lo aclaró Diógenes en persona. Pero ella es otra historia- Le dijo la morena.

HAHAHAHA, pobre Diógenes- Rio burlonamente el mago.

Tendría que haber luchado por ella, tendría que haberle rescatado- Dijo la germana con algo de pesar.

En fin, espero verte de nuevo. Belleza- Le interrumpió Baiken mientras caminaba.

Ante esa afirmación, la mujer se sorprendió. Nadie, exceptuando Diógenes le había dicho algo parecido. El mago se sonrió y ni bien se abrieron las puertas dejó a esa sonrojada berserker sola. Mientras se teleportaba por la selva junto a la niña, esta despertó. La mirada de la chiquilla cambio, de eso se percató ese mago y rió. Ella estaba celosa, si señor.

Vamos, deja de hacerte. Suéltalo- Le dijo el albino a su preciosa carga.

No vuelvas hacerlo delante de mí. Aunque me vea como una niña, mi corazón es el de una mujer- Le reprochó ella.

Lo sé, lo sé. Es que no me acostumbro a tenerte solo en mis sueños- Dijo el Maestro de Almas.

Confórmate, al menos hasta que el momento llegue. No me veras en mi verdadera forma- Dijo ella con firmeza.

Ese día, te volverás mi enemiga. Ojalá nunca llegue ese momento- Le dijo él mientras volvia a saltar.

Entonces seguiré siendo una niña para ti, Baiken- Dijo Kalima con dulzura.

Gracias, mi amor- Le susurro por lo bajo.

La niña sonrió mientras cerraba sus ojos y una lágrima bajaba de su mejilla. Las palabras de ese mago no estaban erradas. Llegaría el momento en que ella volvería junto a los seguidores de su padre. Y él... estaba destinado a enfréntales en combate. Baiken sonrió comprensivo y mientras apretaba a la niña contra su pecho le dijo:

Ese día daré todo de mí. Me gustaría morir en tus manos, no existiría nada mejor.

TONTO, no digas más- Pidió la niña al borde del llanto.

El Maestro de Almas sonrió de nuevo y esta vez volvió a desaparecer. Mientras, Diógenes abandonaba el castillo. La recuperación de Sigurn era un hecho, mañana ese hombre estaría de nuevo luchando. Se tocó la cara unos instantes, le dolía por las cachetadas que recibió de Abigail. La blonda no le perdonó por dejarle allí en Lorien, junto a su padre.

El lancero rió mientras cargaba sobre sus hombros la lanza. De nuevo las puertas de la fortaleza le dejaban irse. Una vez fuera, comenzó a correr hacia ese mar de apariciones y monstruos. Con un grito descargó una lluvia de golpes y esas bestias fueron cayendo a su paso.

Las horas de ese día pasaron como de costumbre, unos luchando a mas no poder. Y otros descansando para luchar en la noche. Pero cuando el astro rey comenzó a ocultarse todos pudieron sentir algo distinto. Las bestias parecieron calmarse de repente, ese mar de apariciones fue replegándose. Incluso dentro de la cueva en la que se refugiaban Baiken, Kalima y Diógenes podía sentirse. Esas poderosas energías malignas se abrían paso por la selva.

Diez guerreros tan altos como los árboles circundantes se pararon alrededor de la fortaleza. La Marca del Este quedaba sitiada. Cada uno vistiendo una armadura monstruosa diferente. Y cada cual con su arma distintiva, así aparecían los diez capitanes del Ejercito de Lord Kundum.

Uno de estos colosos dio un paso hacia la fortaleza y tomando aire gritó:

NOS HEMOS HARTADO DE QUE VOSOTROS DESTRUYAIS SIEMPRE A NUESTROS SUBORDINADOS. POR ESO, LES BARREREMOS DE LA FAZ DE LA TIERRA.

Los flecheros no contestaron, solo tensaron sus arcos y dispararon. La lluvia de flechas cayó sobre los Capitanes que mientras reían bloqueaban y cortaban todas las saetas. La sorpresa y el estupor se apoderaron de los arqueros. Jamás habían visto algo parecido, esos hombres estaban por encima de su nivel.

Abigail y Schekander estaban descansando en los aposentos. Solo Asrok y los demás soldados hacían frente a las amenazas. Los diez avanzaron confiados mientras desenvainaban sus armas. Hoces con cadenas, Espadas, Guadañas, Lanzas, Bastones de combate. Cada guerrero mostraba ahora sus armas.

Reciban mi Cadena del Destino- Dijo uno de los Capitanes mientras lanzaba su ataque.

Ataca con todo, Ryas. Triple Impacto- Gritó el segundo mientras las secciones del bastón caían sobre la muralla.

Dios, este Tenma. Quemalo todo, Ryuujin- Dijo el tercer capitán mientras arrojaba su lanza.

Jakka. Bien... Destazador Cósmico- Dijo el cuarto hombre, mientras agitaba su Guadaña.

Hefner, tan cuidadoso como siempre. Corte relámpago- Dijo el quinto guerrero al desenvainar su sable.

Al – andalus... Tomen esto- Dijo el sexto mientras descargaba un golpe de su mazo sobre las murallas.

Hemiel. Bien hecho... vamos Lilien, Arael y Dimas- Dijo el séptimo guerrero que descargaba un golpe con su espada.

Como digas León- Gritaron los aludidos mientras se lanzaban al ataque.

Las paredes de la muralla temblaron ante los colosales ataques. Los flecheros se movieron de los lugares de impacto para no ser alcanzados. Sin embargo, esta pesadilla recién comenzaba. Esta vez la velocidad de los ataques era mayor. Los guerreros de a pie salieron de la fortaleza. Ya era de noche cuando la última lucha comenzó.

Con sus escudos y lanzas esos veteranos se plantaron ante sus adversarios. Aunque no fueran tan poderosos como ellos. Por su orgullo como guerreros no titubearían. Asrok también salió a luchar, sus dagas giraron unos momentos en sus manos. Esta sería su forma de darle las gracias a su líder. Con resolución se lanzó a por todos ellos... les vencería sin importar como.

Los diez Capitanes se vieron de pronto atacados por tres frentes. Asrok, junto a los veteranos atacaban. Mientras los flecheros volvían a atacar, pero esta vez usando la técnica nueva. La flecha de penetración. Los rayos mortales salieron en busca de sus victimas. Los guerreros se vieron forzados a retroceder. Justo para que los lanceros les atacaran.

Diez grupos coordinados atacaron al unísono. Estos oponentes de excepción se vieron arrinconados. Pero usando sus ataques especiales detuvieron a esos curtidos rivales. Tenma, el usuario de los bastones seccionados sonrió al verlos retroceder... estaban dando todo lo que tenían. Le sorprendió ver a ese cíclope caer desde los árboles.

Las dagas de Asrok se clavaron en el hombro del gigante que grito de dolor. El tuerto sonrió mientras su brazo derecho sacaba la daga. Un haz de luz cruzó el cuello del guerrero que intentó capturar al asesino. Pero el lugarteniente de Sigurn era muy escurridizo.

Para cuando le quiso atrapar, ya había escapado. Mientras el gigante caía... el asesino buscaba su siguiente blanco. Sin embargo, la muerte de su compañero solo enfureció a los restantes. Asrok estaba rodeado por tres de esos guerreros, cruzando sus dagas... el asesino rió. Bien, siempre quiso morir luchando.

Los rayos de un nuevo día comenzaron a cubrir Kalima. Los guerreros de la Marca del Este todavía luchaban. Los asediantes luchaban contra ellos y poco a poco les iban venciendo. La diferencia era notoria, porque mientras los Capitanes estaban frescos. Los soldados se hallaban por demás cansados, después de todo… combatían al nivel de estos tipos.

El cambio de guardias se acercaba y los guerreros comenzaron a irse. Fue en ese momento en el que los Capitanes mostraron su verdadero poder. Los reemplazos miraron ateridos como sus compañeros eran hechos trizas ante sus propios ojos. Los restos quedaron esparcidos como si de semillas se tratase.

Ante este espectáculo Asrok se lanzo de nuevo a la carga. Evadió las cadenas de dos de esos guerreros. Esquivo los lanzazos de Jakka a quien le respondió lanzándole su daga izquierda. Esta penetro en su ojo derecho, dejándole con un campo visual mas reducido. Se movió de nuevo hacia los costados, evitando los golpes de los otros generales. Pero ese sable se movió aun más rápido. La punta salía por el pecho del tuerto que miró hacia abajo. No le había sentido acercarse tan rápido, León hizo una mueca. Ese hombre les había hecho esforzarse.

Un nuevo movimiento y la hoja bañada en sangre salía del cuerpo. La herida se abrió y toda su vítae salió a presión. El tuerto caía de rodillas ante esos guerreros... sus ojos comenzaban a nublarse. Sus dientes se apretaron y cerró los ojos, todavía tenía que seguir luchando. Evadió ese corte final y atacó. León se sorprendió ante la pericia de su rival. Las dagas de Asrok dieron contra la coraza, rebotando. Eso fue todo, ya no podía hacer más.

El Capitán suspiró aliviado, ese hombre ya no se interpondría con su objetivo. El más fuerte de los soldados del Frente Este había sido derrotado. O al menos eso creían, confiados avanzaron y de nuevo cargaron contra las murallas. A cada golpe los flecheros respondían, pero ya estaban demasiado agotados. Sin poder moverse, solo podían esperar a que esas armas los aplastasen.

La cadena de Ryas volvía a azotar el muro sur, abriendo una brecha. Al volver la cadena, el guerrero tuvo que evadir esos rayos mortales. Una mujer rubia le observaba desde la almena de una de las torres. Abigail volvía a tensar su arco, estos hombres debían ser detenidos. Eso al menos se lo debían a Sigurn... a favor por su hospitalidad.

El nuevo ataque llegó pero a manos de otros cuatro que le rodearon en el aire y atacaron. La arquero sacaba cinco flechas mientras se arrojaba al vacío. Los ataques vinieron a por ella. Sin embargo, las armas volvieron a sus dueños. Schekander había utilizado su Desenvaine Rápido.

La germana apareció ante ellos, distrayéndoles. Las saetas salieron pero esos guerreros evadieron por muy poco los ataques. Algunas de sus protecciones estallaron por el contacto con esos rayos. Los Capitanes comenzaron a atacar, pero Schekander les respondió con su espada. Abigail le cubrió la retaguardia con sus flechas, pero esos hombres eran muy fuertes.

De las habitaciones de la fortaleza se oyeron unos pasos. Un hombre de largos cabellos de fuego tomaba a su vieja compañera. El filo de la hoja refulgía ante ese guerrero que envainando salía. Con determinación Sigurn de alfa vestía de nuevo su armadura. Al salir del recinto el panorama que recibió le enfureció. Sus soldados, los hombres a quienes había rescatado de la derrota. Esos mismos ahora yacían muertos en un vano intento por defender esa fortaleza. Con lágrimas en sus ojos ese Guerrero Dragón gritó:

MALDITOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS

Todos los peleadores quedaron detenidos. No esperaban más enemigos y menos a alguien como él. Sigurn se veía diferente, liberando su poder espiritual abrumó a sus adversarios. No era el mismo guerrero que le plantó cara al Psicópata Itinerante. Ahora, en verdad estaba furioso. Los Capitanes rieron al verlo en ese estado, habían conseguido lo que querían. Ahora sería más fácil eliminarlo.

El hombre embutido en su armadura avanzó por las ruinas. Al ver a Schekander y Abigail les habló:

Agradezco mucho que estuvieran junto a mis guerreros hasta el final. Pero el destino que me espera no es para Uds. Alcancen al lancero y escriban una leyenda mayor a la mía.

Sigurn. No tienes que hacerlo, si luchamos juntos...- Intervino Schekander.

No, Schekander. Aún no haz alcanzado el nivel definitivo. No podrías pelear a la par nuestra. Estas muy cerca, pero tu debes hallar las claves. Fue bueno verte de nuevo. Ahora, vete antes de que salgas herida- Le detuvo el Guerrero Dragón.

Vamos, Schekander- Le dijo Abigail.

Gracias, Abigail- Dijo el guerrero mientras avanzaba.

Véncelos- Le dijo ella mientras se iba.

¿Ya haz terminado con las despedidas, hombrecito?- Le dijo una voz ronca.

El que habló fue Hemiel que ya aprestaba su mazo para el combate. Sigurn no respondió, solo esperó que las mujeres estuvieran lo suficientemente lejos. Cuando ya les perdió de vista dejó que su poder saliera. Los Capitanes sintieron la fuerza de su espíritu... impresionante.

Pero ellos tampoco se quedaban atrás y por fin dejaron salir sus verdaderas fuerzas. La tierra se hundió ante tanta fuerza imprimida. Jakka y Ryas fueron los primeros en mostrarse hostiles. La cadena y la lanza volaron en dirección al espadachín. Estos quedaron atónitos al verle desaparecer. Los cortes sobre sus costados se abrieron casi al instante, mientras el guerrero aparecía a sus espaldas.

Al – andalus y Hefner atacaron también. Las hojas chocaron unos instantes, lo justo para que Hefner quedara en la línea de ataque del mazo de su compañero. El golpe lo clavó en la tierra, literalmente. El usuario de la maza gruño de ira, había errado de blanco. Pero su furia duró poco, la hoja de esa espada traspasaba su garganta... ese Guerrero Dragón pasaba a su lado.

Espero que ya hayas terminado con las despedidas, basura- Le dijo Sigurn mientras lo despchaba.

No te enaltezcas, Sigurn de Alfa- Dijo otro Capitan.

El Capitán León atacaba con una lluvia de estocadas, Sigurn las bloqueaba mostrándole su pericia. Ese guerrero era diferente a los otros, sabía como moverse con la espada. Un presentimiento embargo al Guerrero Dragón. Este seria su última batalla, esta sería por sus soldados.

Lilien, Iriel y Dimas usaron una técnica combinada. Usando sus armas atacaron a distancia con una lluvia de proyectiles. Sigurn miró hacia el lugar del que venían los ataques. Jakka y Ryas se lanzaron de nuevo a la carga a toda velocidad. Estelas de viento produjeron al moverse así de rápido.

El guerrero Dragón estaba solo de nuevo, sin embargo... el recuerdo de sus hombres estaba con él. Al recibir los proyectiles, los tres guerreros bajaron la guardia. De seguro estaba acabado. Pero se sorprendieron al oír aceros chocar entre el polvo. Jakka y Ryas encontraron resistencia. Esa bestia sonreía, mientras detenía sus hojas. Fue una fracción de segundo en la que repelió las armas y atacó horizontalmente.

Ambos se quedaron como idiotizados, solo iban a cerciorarse de que había muerto. Pero ahí estaba él, todavía en pie. Con temor le vieron venir sobre ellos y atacar. Dos cortes y sus armaduras comenzaron a abrirse. Desde atrás una cadena envolvió su muñeca... Ryas se había movido durante el segundo ataque. Jakka gritó mientras arremetía con su lanza.

Sigurn rió de manera insana y mientras apretaba sus dientes evadía la lanza. Movió su brazo atado y le propinó un potente puñetazo al lancero. Ryas fue arrastrado por esa fuerza inaudita. Preparó su técnica de inmovilización... tenía que lograr sellar los movimientos de ese guerrero.

Pero el Guerrero Dragón no necesitó cortar las cadenas. Esta vez mostró su más terrible faceta. Su cuerpo comenzó a calentarse tanto que ardía. Las cadenas de acero no pudieron sujetarle. Las llamas consumieron la cadena como si fuera pasto.

La boca de ese sujeto se abrió y un río de llamas baño el campo de batalla. Los Capitanes estaban en aprietos... Sigurn de alfa les estaba mostrando el verdadero poder de su rango. Con un soplo la espada de acero se volvió llamas de una potencia jamás vista. Un solo movimiento de su mano y lancetas de fuego cayeron sobre los guerreros que ahora se veían superados.

Pero Hefner que hasta entonces se había mantenido al margen actuó... usando una técnica prohibida su guadaña se transformó en una mujer. El siniestro sujeto sonrió y entonces el verdadero nombre de su arma salió a la luz:

Ve... Ángel de la Muerte.

Ante esas cuatro palabras los Capitanes se quedaron helados. Ese sujeto tan poco comunicativo tenía bajo sus órdenes a alguien tan poderoso. Hefner señaló con su dedo al Guerrero Dragón y entonces la mujer alada partió. Evitó los ataques del Guerrero tan fácil que no lo podrían haber creído si no lo veían. Luego, tocando con sus manos el rostro de esa leyenda. Le susurró unas palabras y luego le besó.

Eso fue todo, la doncella desapareció mientras la guadaña volvía a manos del extraño guerrero. Sigurn quedó estático, su poder desapareció por completo en un solo instante... Hefner habló nuevamente:

Mi Ángel de la Muerte detuvo el corazón de ese guerrero. Ya no existe un sentido en continuar esta lucha. Ese hombre ha muerto.

NO importa, le cortaré la cabeza y me la llevaré de trofeo- Dijo León mientras se acercaba.

Heh, será mejor darle el golpe de gracia- Dijo otro Capitán.

Los otros Capitanes desoyeron lo dicho por Hefner. Querían vengarse y en el fondo... habrían querido enfrentarle de igual a igual. Miraban a ese Guerrero ahí parado como una estatua inanimada. Estaba con la boca abierta y los ojos en blanco. Sin embargo, un grito brotó de esa garganta y Hefner se dio cuenta de lo que ocurría. Había oído hablar de técnicas suicidas y esa era una...

ULTIMO DRAGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON. Gritó ese moribundo.

Sus llamas envolvieron los cuerpos de los Capitanes que tenía cerca. Soportó las hojas que penetraban su carne y entonces lo liberó. Una violenta explosión subió hacia los cielos perdiéndose entre las nubes. Así consumaba la venganza por sus soldados caídos, así... la leyenda de Sigurn de Alfa llegaba a su fin.

Continuará...

Mas de Tenchu

MU Capitulo 60: Esperanza. (Epílogo al final)

MU Capitulo 59: Viento y Oscuridad

MU Capitulo 58: Recuerdos en Ishkar

MU Capitulo 57: Sinfonía de Destrucción

MU Capitulo 56: Busqueda

MU Capitulo 55: Mortal Kombat

MU Capitulo 54: 800 Flechas

Mu Capitulo 52: Noche Salvaje

MU Capitulo 51: Caceria

Pato Criollo

MU Capitulo 50: Padre e hija

Mu Capitulo 49: Ishkar

MU Capitulo 48: Traspasando el Fin del Mundo

MU Capitulo 47: Reunión

Una Historia de Navidad

MU Capitulo 45: Derrotas y Sorpresas en Kalima

MU Capitulo 44: Devolviendo Memorias

MU Capitulo 43: En la Marca del Este

MU Capitulo 42: La Marca Este

MU Capitulo 41: Avances

MU Capitulo 40: Un año después

MU Capitulo 39: Kalima

MU Capitulo 38: El Lamento de Lorien

MU Capitulo 37: ¿Que ocurrió con Abigail?

MU Capitulo 36: La espada resurge

MU Capitulo 35: Arusa el ayudante

MU Capitulo34: La Instruccion de Diamante

MU Capitulo 33: Una guerra se vuelve leyenda

MU Capitulo 32: La Orden de Caballeros Fantasma

MU Capitulo 31: Icarus

MU Capitulo 30: Preparación y despedida

MU Capitulo 29: Alas de Esperanza

MU Capitulo 28: Duelo en Tarkan

MU Capitulo 25: Entrenamiento y Sacrificio

MU Capitulo 24: Duelo en Davias

MU Capitulo 23: Punto de encuentro

MU Capitulo 22: Heridas

Mu Capitulo 21: De nuevo en Davias

MU Capitulo 20: El poder de Circe

MU Capitulo 18: Secuelas y una promesa

MU Capitulo 17: La plaza del Demonio

MU Capitulo 16: Camino a Noria

MU Capitulo 15: La visita a Peleo

Mu Capitulo 14: Aparece un rival

MU Capitulo 13: La verdad de Asura

MU Capitulo 12: Aventuras en el Estadio

MU Capitulo 11: El fin de una leyenda

MU Capitulo 10: Lucha en Tarkan

MU Capitulo 9: El pasado de Peleo

MU Capitulo 8: Viajando por Tarkan con Peleo

MU Capitulo 6: Explorando la Torre Perdida

MU Capitulo 7: El Septimo piso de la Torre Perdida

MU Capitulo 5: Hacia Davias

MU (04: Guerra de Clanes)

MU (03: La tutoria de Abigail)

Mu (02: Asura, el psicopata itinerante)

MU (01: Comienza una leyenda)

Mugen: Balance

Mugen (13: Acto Final)

Mugen (12: Infierno y Regreso)

Mugen (11: Premonición y Perdición)

Mugen (10: Mente Criminal)

Mugen (9: Maldición)

Mugen (8: Exilio)

Mugen (7: Sadismo e Igualdad)

Mugen (6: Revelación)

Mugen (5: Mentiras)

Mugen (4: Misión)

Mugen (3: Revelación)

Mugen (2: Violación)

Mugen (1: Encuentro)

El guerrero (17)

El guerrero (15)

El guerrero (16)

Cambio

El guerrero (14)

El guerrero (13)

Reencuentro

Uno menos

El guerrero (12)

El guerrero (11)

La aparición de Nemesis (2)

La aparición de Nemesis (1)

Justicia sin precio

Controlandome

Historia para Clark Kent

La charla

La moza

El guerrero (7)

Mientras llovía allá afuera

El guerrero (5)

Una forma de amor

El guerrero (4)

Castigo Celestial

A ella

¿Un sueño? ¿o tal vez una premonicion?

Cambio de roles

Paso durante la semana de la dulzura

El guerrero (3)

Un encuentro inesperado

Combate durante el Crepusculo

La conocí mientras se desudaba

El Escorpión Resolana

Los dos Compañeros: El Campamento

Camino a Kanazawa, sigue la aventura...

El panzón y la niña

Mi primera vez con una marimacho

Un encuentro Increible

Sexo sobre ruedas

Una intriga, una victima y sexo

Mientras te retrataba

El luchador y su protegida

Usted sera mio

Percepción

Primer Encuentro