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Me follé a mi hija: Apoteosis final

en Amor filial

ME FOLLÉ A MI HIJA: APOTEOSIS FINAL

Después de todo lo ocurrido en el que fue un fin de semana de locura, Sandra y yo no podíamos ser más felices. Todas las noches se metía en cama a dormir conmigo, a besarse conmigo, a amarme como nadie jamás me amó: verla llegar desnuda a mi cama, como descorría las sábanas para acostarse conmigo…yo me abrazaba a ella y la miraba con devoción y pasión absolutas. Debido a mi trabajo y a sus estudios, no siempre podíamos hacer el amor, pero no había un solo día en que no nos estuviésemos besando y acariciando al despertarnos y al irnos a dormir. Durante varios e inolvidables meses no hubo más que amor, cariño, ternura y sexo del bueno. Las experiencias que vivimos juntos solo hicieron que nos quisiéramos aún más, y yo no le pedía más a la vida, pero Sandra sí.

Con la promesa que me hizo de encontrarme una mujer, mi hija comenzó a trazar un plan del cual apenas me dijo nada hasta que estuvimos a punto de realizarlo. Como requisito mínimo, me exigió follar con ella dos veces por día, lo que era un castigo maravilloso: follábamos en el baño, en el sofá, en el suelo, sobre la mesa de la cocina, contra la pared…lo hicimos en cada rincón de casa, y follamos como conejos. Al volver a tener la ocasión de usar su culito, Sandra me pedía continuamente que la diera por el culo, y lo hice tanto que al final ya se la metía sin resistencia alguna de su orto. Se lo dejé bien dilatado, algo que a ella le encantó y que me dijo que sería algo bueno en el plan que se había trazado. La noche anterior a cumplir su plan, después de una sesión doble de follara y encularla, los dos estábamos echados en la cama, sonrientes como dos enamorados.

-Mmmmmm…menudo ritmo llevamos…a este paso me quedaré sin fuerzas para mi futura novia jajajaaja…

-Que va, así aprendes a aguantar más y de paso nos aseguramos de ligar.

-¿Y como es eso?.

-El sexo produce endorfinas y libera muchas hormonas, además de que vuelve el pelo más brillante y los poros al transpirar mejoran nuestra piel etc etc…vamos, que nos hará más atractivos para ligar con la gente, por eso quería hacerlo tanto antes de ir de ligoteo-me explicó-.

-Pero que lista es mi niña, la de cosas que sabes-me reí-.

-Y sé muchas más-dijo en tono pícaro-. Ahora disfrútame de nuevo. Te necesito dentro de mi papi…te quiero…oh fóllame papá…folla a la puta de tu hija…

-No tendrás que decirlo dos veces-contesté en tono malévolo-.

Volviendo a besarnos y a explorar nuestras bocas en profundidad, hicimos el amor una última vez antes de dejar de estar solos, y quizás debido a eso, fue la más intensa y apasionada de todas, en la que de estar debajo de mí llegó a estar encima cabalgándome como toda una amazona para luego estar recostada de lado mientras yo se la metía por detrás hasta el fondo, explotando en un orgasmo tan visceral y tan hondo que nos quedamos agotados y dormidos en poco tiempo. Al día siguiente, dos semanas después de estar dándole caña sin parar, Sandra me hizo vestir algo sexy y salimos juntos el sábado siguiente para divertirnos y buscar una "viciosa bisexual"(como Sandra dijo) para mí. Acudimos al "Starlight", un bar-discoteca que era de los más grandes que había en la ciudad. Al entrar allí, había más gente de mi edad que de la edad de Sandra, pero ella, más que molestarle, le pareció perfecto, y acudimos a la pista de baile. Yo lo hice primero, y como media hora después de estar en la barra mirando a todas partes, lo hizo ella. Cuando se metió a bailar, lo hizo frotándose con todos los hombres que había hasta llegar a mí dejando ver a todos que era un putón, para después jugar conmigo a ponerme el culo en el paquete y a ponerme cachondo. Sus juegos no tardaron en atraer las miradas de hombres y mujeres de alrededor, y poco después que varias mujeres me estaban mirando, la empujé un poco para echarla de mi lado. Sandra de acercó y la volví a echar.

-Anda, ¡lárgate de aquí niñata!, que tienes edad para ser mi hija.

Ella insistió un poco más, pero volví a echarla, lo que abrió la veda para que mujeres más cercanas a mi edad se me acercaran. Vi a Sandra quedarse en la barra del bar mirándome. La vi echando un vistazo a todas las que se me acercaban, y en especial a una no muy lejos de ella que si bien me miraba mucho, también miraba a Sandra. Ésta, que se dio cuenta de que la andaban ojeando, comenzó a ponerse en poses sensuales en su butaca haciéndose la inocente mientras me miraba de reojo. La mujer que tenía al lado(una pelirroja imponente) dejó de mirarla y se vino conmigo.

-Hola, ¿qué tal estas?.

-Muy bien, ¿y tú?.

-Bien gracias. Oye, menuda zorra calientapollas la que se te acercó ¿eh?.

-Sí, siempre hay alguna de esas por aquí. Menudas pájaras están hechas las putitas éstas…

-Sí, solo buscan un polvo rápido.

-La miras mucho. ¿Tanto te atrae-pregunté jocoso-?.

-No, es que mírala: sentada ahí provocando a todos para ver quien se la follará primero. Menuda cerda. Lleva "fóllame que soy una furcia" escrito en la cara.

-Es la edad-contesté airado-. Tienen que exhibirse.

-Sí, todas pasamos por eso. ¡Oh!, por cierto, me llamo Cecilia, "Ceci" para los amigos.

Yo también me presente y ambos empezamos a bailar en tono cachondo. Ceci resultó ser una pécora de mucho cuidado que bailaba y se movía casi tanto o mejor que Sandra. Buen cuerpo, 1’75 de alto, ojos verdes que me traían loco, pelo rojizo liso y vestía pantalón de cuero ceñido(con chaqueta a juego) y una camisa estampada en tonos rojizos con generoso escote…Era toda una tía buena y lo cierto es que me gustaba mucho. Mientras bailábamos la acaricié un poco, pasé la mano por su cintura, por su vientre, sus piernas…ella se dejaba hacer por mí y no me costó saber que andaba bastante salida y que yo le había entrado por el ojo derecho. Poco después Ceci me llevó al baño y metiéndome con ella al lavabo de chicas empezamos a restregarnos como posesos. Su boca no era como la de Sandra(me era imposible no compararla con ella después de tanto tiempo follando los dos), pero sí era todo un manjar.

-Mmmmmmm…besas muy bien, me gusta…estás muy apetecible…

-Tú también Ceci…con este modelito que llevas, me imagino que todos se pelearían contigo por follarte.

-A mí los machitos me dan por culo-dijo en tono despectivo-. Yo busco tíos con sesos de verdad, no con una polla con cerebro.

Me reí bastante y seguimos besándonos y acariciándonos hasta que de golpe…

-¡¡Mierda!!. No traje condones…

-¿¿No tienes condones??.

-Se me olvidaron-contesté avergonzado-. ¿Qué te parece si mejor estamos más tiempo por ahí y luego vamos a mi casa?.

-¿Y tu esposa?.

-De haber tenido mujer habría venido con ella, ¿no crees?.

-Mmmmmmmmmm…un divorciado-se relamió en plan lascivo-…

-¿Tanto se me nota?.

-Sí-contestó entre divertida y sarcástica-.

La forma en que me miraba me daba la impresión de que iba a comerme de arriba abajo. Volvimos a la pista de baile largo rato para contonearnos un poco más, aprovechando para conocernos un poco más Ceci y yo. Estuvimos mucho rato en plan sensual, lanzándonos miradas y juegos de palabras con dobles y hasta triples sentidos. Yo no podía apartar la vista de su escote y lo que ofrecía en él, y ella no paraba de mirarme el paquete con ojos de loba, pero justo a la hora y media de contoneos y juegos tuve que disculparme.

-Ceci, ahora tengo asuntos que atender, pero volveré a por ti. ¿Podrás esperarme?. No tardaré mucho.

-¿Seguro que volverás-preguntó frunciendo el ceño-?.

-Claro que sí. De todas las que conocí, tú eres la mejor. Eres muy guapa…y me pones mucho-le susurré al oído-…

-Mmmmmmmm calla ya embaucador…tú sí que sabes como calentar a una mujer…te esperaré, pero no mucho, así que no tardes o perderás la ocasión-me incitó-…

La besé bien fuerte para que supiera que volvería a por ella, salí del Starlight y doblando la esquina más cercana estaba Sandra esperándome(la cual había salido del bar un rato antes que yo haciéndome una seña). Al estar juntos me plantó un fuerte beso y me miró con gesto interrogante.

-¿Qué tal ha salido?.

-Perfecto, yo ya estoy servido, ahora te toca a ti, ¿verdad?.

-Sí, vámonos.

-Más vale no tardar mucho. Ceci dijo que me esperaría poco.

Con un escueto "no te preocupes" Sandra y yo partimos, separados uno del otro por unos metros, a otro bar, el "San Rafael"(a un par de calles de distancia del anterior), en donde al revés que en el Starlight había más gente de la edad de Sandra que de mi edad. Ella entró primero y cinco minutos después lo hice yo. Me acerqué a varias jovencitas para intentar frotarme con ellas(las cuales, evidentemente, me echaron en un visto y no visto) hasta que al llegar a Sandra estuve coqueteando con ella un buen rato hasta que, haciendo ver que hasta entonces no se había dado cuenta, dijo a todos:

-¡¡Vete a tomar por el culo, que a mí no me van los maduros!!. ¡¡Joder, que casi podrías ser mi padre!!. ¡¡Lárgate a por una viejorra, que yo lo que quiero es un tío de mi edad!!.

Insistí, me echó un par de veces más y al largarme me quedé en una esquina mirando como todos los chicos del lugar iban acercándose a ella al oír como me echaba. Sandra estuvo tanteando a todos, frotándose con ellos, insinuándose, relamiéndose y meneándose para ver quien era el más salido. De todos los que se le acercaron, solo uno empezó a bailar al mismo ritmo que ella y eso la animó. Era un chico rubio de ojos claros con cara de no haber roto nunca un plato. Aunque no pude oírles hablar, Sandra me contó su charla mucho después.

-Hola buenorra, menudo cuerpazo que tienes…

-Eres un poco descarado, ¿no?...

-Mejor descarado que tímido. Soy Jesús, "Suso" para los amigos.

-Sandra, encantado.

-Igualmente, y dime, ¿sueles atraer tanto a los viejales?.

-A veces. Menudos plastas-se quejó-.

-Pues es cierto que ese podría ser tu padre-contestó Suso medio en broma medio en serio-…y no sé, si yo tuviera una hija vestida así, no se que haría…

-¿¿Te lo montarías con tu hija??.

-¿¿Y por qué no??. Si ella accede y yo también, y tal como van ahora las tías, no lo dudes. Soy un pervertido, que le voy a hacer-repuso entre divertido y resignado-…

-Ya lo veo. Lo tuyo no es muy normal ¿eh?. Lo de decir cosas así a una tía que no conoces…

-Lo sé, pero me da igual. ¿Me guardas un secreto-susurró-?.

-Claro, dime.

-Que me encantó el numerito del tío ese frotándose con las tías, me imaginé que cara pondría si frotándose con alguna descubriese que una fuera su hija jajajaja…

-Mmmmmmm-murmuró Sandra siguiéndole el juego-…¿y que crees que pasaría: el padre se follaría a la hija; él se escandalizaría, o quizá ella…?.

-No lo sé-contestó-, pero me da morbo pensarlo…

Sandra lo miró de pies a cabeza como quien estuviese tasando el valor de una mercancía, y luego siguió con Suso, conociendo a su grupo de amigos para después seguir con él. Viendo que todo andaba sobre ruedas, seguí el plan y volví raudo al Starlight no sin antes hacer una seña a Sandra. Ella asintió ligeramente y me largué con bastante prisa a ver si Ceci aún estaba allí. Por suerte, no se había ido, aunque juraría que debió estar bailando mucho, ya que tenía la frente algo húmeda de sudor(que rápidamente se quitó con un pañuelo tanto de la frente como en el pecho, dejándome entrever algo más de su escote y disfrutando de una amplia panorámica).

-Hola guapa, ya he vuelto…

-Por los pelos, casi me iba a ir. ¿Has hecho lo que tenías que hacer?.

-Sí, ¿nos vamos a otro sitio?.

-Vale.

-¿Has bailado mucho?, te veo algo sudadita….

-Sí, necesitaba mover el esqueleto…

-Mmmm dicen que el sudor es una poderosa llamada al sexo, o eso leí en una revista.

-Jajajajaajajaa…eso no lo sabía, pero si es verdad, yo debo estar pidiéndolo a gritos-me dijo con un mohín de ironía-...

Ceci y yo nos reímos mucho. Nos marchamos de allí abrazados uno al otro, cuando, justo después de salir, nos encontramos con Sandra y Suso que iban a entrar en el sitio del que nosotros estábamos saliendo. Las caras de ambos eran pura sorpresa.

-Hola Papá, ¿qué tal todo?.

-Muy bien Sandra. ¿Vienes aquí?.

-Sí, a estar un poco y luego a probar otro sitios.

-Yo también. Bueno, ya nos veremos. Hasta luego Sandra.

-Hasta luego Papá.

Se despidió dándome un fugaz beso en la boca y ambos entraron mientras nosotros salimos. Ceci me miraba con ojos entre la incredulidad y la furia.

-¡Creo que me debes una explicación, y más vale que sea convincente!.

-Me divorcié hace ya muchos años y Sandra lo fue todo para mí. Es mi hija y lo que más quiero en el mundo. Hace poco me dijo que no pensaba tolerar que yo me quedase solo, que me buscaría una mujer a quien quisiera. Todo esto fue idea suya, ¡¡de verdad!!.

Ceci me miró boquiabierta. Evidentemente no esperaba algo así.

-Mucho te debe querer para hacer eso por ti.

-Así es-contesté secamente-.

Ella no dijo nada, solo me agarró por la cintura y seguimos caminando. Mientras tanto, en el Starlight, estaba sucediendo una situación parecida(y que Sandra me contó al día siguiente).

-¿¿Tu padre era el viejorro que se frotó contigo en el San Rafael??, ¿¿qué puñetas pasa aquí??.

-Nunca he tenido un novio formal y yo quería uno, así que la cosa era decir delante de todos y sin parecer putón que andaba buscando un hombre, de modo que él ideó todo esto para hacer que todos os fijaseis en mí a ver quien caía. ¡¡Fue idea suya!!.

Suso la miró con ojos intrigantes mientras se tomaba una copa. Sandra percibió una mirada de deseo y morbosa satisfacción.

-Mmmmmmmm-gimió después-…tu padre y tú jugando a las apariencias…bailando y frotándose contigo…contoneándote con él…y luego el beso que le diste-murmuraba para sus adentros en voz alta-…

-¿Ocurre algo-preguntó ella como quien no escuchaba bien-?.

-No, nada-replicó negando con la cabeza-. Vamos a divertirnos.

A la vez que ellos se fueron a la pista de baile, Ceci y yo nos largamos a otro pub, y hasta las cinco de la mañana tanto Sandra como yo estuvimos conociendo a nuestras respectivas parejas. Por mi parte, Ceci cada vez me gustaba más, su cuerpo y su forma de pensar me estaban atrayendo como un imán, y en cuanto a mi hija, Suso no dejaba de decir barbaridades y fantasías haciendo reír a Sandra e incitando su imaginación(la mayorías de burradas que soltaba eran sobre ella y yo juntos). Al dar las cinco en punto Sandra y yo(aún situados en puntos distintos) decidimos que sería buena hora de volver a casa, así que ella con Suso y yo con Ceci nos fuimos a pasar la noche con tanta puntería que los cuatro acabamos juntos en el portal. Suso y Ceci no eran tontos e intuyeron que pasaba algo pero hasta no estar los cuatro en casa no dijeron nada. Fue ella quien soltó la pregunta del millón de dólares:

-¿Qué está pasando aquí?.

-Pues verás-empezó a decir Sandra yendo a frotarse conmigo-, lo que te contó mi padre es cierto a medias. De verdad no ha tenido mujer desde el divorcio y yo quiero que tenga una, que ya es hora, y sí sé todo lo que te dijo, es porqué yo le dije lo que tenía que decir. Todo formaba parte de mi plan, pero hay más, mucho más: como también quería un chico algo formal pero también bastante salido, tramé lo de bailar juntos mi padre y yo las dos veces, una para que él ligara, y la otra para que yo ligara. Luego, era cuestión de ver, de seleccionar, y finalmente, de coincidir todos juntos para montarnos algo más que un simple polvo de sábado noche.

-¿Una orgía, los cuatro?. Niña, tú eres un putón.

-No-la corrigió-, soy LA putón, gracias, y sí me dejas acabar, contaré porqué organicé todo este juego de engaños y farsas.

-No hace falta, ya lo sé. ¡¡Te follas a tu padre!!.

Los tres quedamos mirando a Ceci con gesto perplejo. Lo que más me impactó no fue la cara de Sandra si no la de Suso. Parecía paralizado.

-¿¡Como!?...¿¡pero cuando!?...si mi plan era perfecto…

-¿Te crees de verdad que puedes ganarle a una tía hecha y derecha a la hora de ser zorra?. Un respeto a tus mayores, niña. Puede que la gente sea ciega, pero no me hizo falta mucho para ver el parecido familiar en el Starlight, y cuando te pusistes en plan zorrón a frotarte contra él, supe que pasaba algo, así que fui a tantear el terreno. Cuando más tarde él me dejó sola "por asuntos que atender", salí un momento y os vi en una esquina los dos juntitos y como os ibais al San Rafael. Cuando lo vi salir tuve que darme prisa por volver al Starlight, y por poco no me pilló, de ahí mis perlas de sudor-me espetó mirándome con saña-. No era de bailar.

-¿¿Y si lo sabías todo por qué no me lo dijiste-pregunté incrédulo-??.

-Porqué quería llegar hasta el final a ver que os traíais entre manos, de modo que cumplí con mi papel de "víctima" haciéndome la ingenua incluso cuando dijiste lo de los condones, que a mí no me importaba nada. Todo era teatro porqué necesitaba saber qué iba a pasar...y porqué tú me gustas de verdad-repuso abrazándome y besándome-…vaya par de zorros estáis hechos, y sobre todo esa golfilla que tienes por hija…

-Diooooossssss que morbo, que puterío, cuanto vicio-dijo Suso dejándonos a todos de piedra-. Me cago en la puta, estoy en el séptimo cielo. Ya me parecía a mí que el rollo padre/hija que os traíais era algo raro, pero no me imaginaba todo esto. Y si esto va de orgías, pues nada nada, a follar se ha dicho. ¡¡QUIERO FOLLARME A CECI!!.

-¿¿¡¡A mí-preguntó ella toda sorprendida-!!??.

-No tienes idea de las veces que he querido follarme a una madura y todas me han dado puerta llamándome "niñato". Llevo no sé cuanto tiempo esperando por una oportunidad como ésta, ¡¡y ahora por fin me voy a resarcir!!.

Y dicho eso, los cuatro nos fuimos a la cama y Suso se fue a sobar a la que iba a ser mi novia mientras Sandra y yo nos entregamos al uno al otro para demostrar que efectivamente nos lo montábamos juntos. Ellos no dejaban de mirarnos pero sin desatender lo suyo en una especie de competición por ver quien gozaba antes: padre e hija contra las parejas de los dos.

-Mmmmmmmm a ver que tienes aquí….¡¡Suso, menuda herramienta te gastas!!...me vas a hacer muy feliz con este pedazo de nabo…

Sandra se apropió de mi verga y Ceci de la de Suso, ambas enzarzadas en un duelo a ver quien la mamaba mejor. Sandra, como ya me tenía bien caliente, no tardó en ponerme cachondo, pero como Suso andaba muy excitado por poder tirarse a una mujer madura, en seguida estuvo totalmente erecto con Ceci pasando sus manos por sus huevos, masajeándolos y acariciándolos por todas partes. Sandra, entregada a mi verga, se tomaba su tiempo para saborearme como si fuera la primera vez que me lo hiciera. Mmmmmmmm que manera de chuparme, que forma de excitarme tenía la zorra de ella. De vez en cuando miraba a Suso recibiendo los mimos de Ceci y por su cara podía ver que le estaban dando la mamada de su vida. Ceci no paraba de subir y bajar su cabeza tragándose toda la polla del novio de mi hija, y ésta hacía lo propio con la mía con una pasión que rayaba el fanatismo. ¡¡Dios, que maestría mamando rabos, parecían las mejores expertas del mundo!!. Lo mejor era ver las caras de vicio que ponían cuando se miraban entre sí, retando a su orgullo de mujeres para demostrar quien era la mejor.

-Mmmmmm papi que rico…me encanta chupártela…uuuuuuff que dura está, es riquísimo…¿te gusta como lo hago?...¿verdad que lo hago bien?...

-Uuuuuuff síiiiiiii-respondí con un largo y ronco gemido-…aaaah aaaah sigue chupando, sigue chupando…mmmmmmmmm trabaja esas manos…acaríciame bien…aaay Sandra que bien lo haces…chúpame todo…eso es, asíiiiii…

-¿Y tú que, Suso?...¿te gusta como te la chupa una mujer madura?...¿que te parece como lo hago?...¿estoy a la altura?...

-Síiiiiiiiiiiiiiiiiiii…ooooooooohhh que mamadaaaa…la de veces que habré rezado por esto…es aún mejor de cómo lo imaginaba…ni todas las de mi edad que me lo hicieron te igualan, eres una maestra chupapollas…no pares Ceci, me tienes a tope…dios, que buena estás….te voy a follar ese cuerpo de viciosa…se nota que necesitas polla…trágatela toda, vamos, hasta el fondo…

Y superando a Sandra, Ceci consiguió metérsela en la boca hasta que su nariz se metió entre el vello púbico de Suso y luego movió la cabeza de un lado a otro para saborearla como una porra de fresa gigante. Los gemidos y sonidos que hacían al tragarla y sacarla eran demenciales, lo mismo que los intentos de Sandra por imitarla y hacerme lo mismo. Si bien no lo consiguió, sus intentos tuvieron el efecto esperado, ya que me puso muy cachondo. Por su parte Ceci pajeó un poco a Suso y dejó de mamarlo, pero se echó en la cama abierta de piernas y llamando a éste con el dedo.

-¿Quieres follarte a una madurita?...Pues aquí me tienes semental, a ver que sabes hacer…a ver si sabes complacer a una mujer como yo-lo retó-…

-¡¡Madre mía que polvo te voy a echar!!...¡¡que depravación, cuanto vicio: el padre y la hija aquí a dos metros follando y nosotros a punto de hacer lo mismo!!...¡¡estoy que lo vivo!!...

Con una cara de vicio impagable, él se puso no a follarla, si no a comerle el coño como yo nunca había visto a nadie hacerlo. Era como un huracán desatado e incontrolable que tocaba, lamía y chupaba a partes iguales como un esquizofrénico. A Ceci la puso en órbita con nada que hizo.

-Jooooooodeeeeeeeeeeeer…uuuuuuuff cómeme todaaaaaa cacho perrroooooooo…aaaaaaaayayayayayyyyyyyy…que rico…así, asíiiiiiii…oh dios mío, pero que portento de lengua-dijo sorprendida-…como me lameeeeeeeeeeees…

-¿No te lo dije?. Soy un experto a la hora de comer almejas, nadie me gana en esto-dijo con un arrebato de orgullo-.

-Pueees calla y chupaaaaa…oooooohh…lámeme toda, saboréame bieeeeeeeeeen…

Viéndolos tan entregados a lo suyo, hice que Sandra dejase de chuparme y me propuse hacer lo mismo, demostrando que, al igual que pasó antes entre Ceci y Sandra, la veteranía es un grado y que sí que había alguien que pudiera ganarle: tras abrir con los dedos los labios vaginales de mi hija, mis avances exploratorios fueron directos, penetrándola con la lengua y un dedo juguetón que entra y salía al tiempo que se encargaba de tocarle su clítoris.

-Mmmmmmm mmmmmmm mmmm mmmmm…mmm mmmm…uuufff que rica estás hijita…papi te quiere con locura…vamos, goza para mí, gime, chilla, goza, jadea, explotaaaaaaaaaa…disfruta de las caricias de papi…

-Aaaaaaaaaaaah síiiiiiiiiiii…¡¡aaaaaaaaaaahh!!...¡¡oh que cosa más increíble, que ricooooooooooo!!...ooooooooh dios míoooooooooo…dame más duro papi, más fuerte…méteme ese dedo mas hondooooooo…voy a explotaaaaaaaar…quiero explotar de una veeeeeeeeeeeeez…

La maestría de mis lametones dejaron a Suso algo perplejo, lo supe por como me miró y por la forma en que miró a Sandra retorcerse en la cama. Decidido a demostrarle quien era el auténtico comecoños, me entregué a fondo para hacerle a Sandra la cunnilingus definitiva, procurando usar labios, dientes, lengua y dedos que tuvo como resultado una espectacular cadena de largos espasmos y gemidos varios que resonaron por toda la habitación y elevaron aún más la atmósfera sensual a nuevas cotas. Las dos chicas estaban en éxtasis y nosotros solo vivíamos para darles el mayor placer posible hasta el punto límite en que dejamos atrás los preliminares y nos fuimos a por todas. Con la ventaja que tenía, penetré a Sandra minutos antes de que Suso lo hiciera a Ceci.

-¡¡Joder, que gozada: me voy a follar a una madura viendo como se lo montan entre ellos padre e hija!!. ¡¡Ya puedo morir en paz!!. ¡¡Esto es una puta pasada!!.

El entusiasmo de Suso nos superaba a todos. Sus instintos pervertidos parecían no tener fin, y apuntando bien, él y Ceci se pusieron a lo suyo mientras Sandra y yo íbamos con lo nuestro para celebrar que el plan no solo funcionó, si no que además lo hizo mucho mejor de lo que nosotros mismos esperábamos. Mi hija me atrapó con su cuerpo convirtiendo sus piernas en una tenaza que no me dejaba lugar para salir de allí, abriéndose para penetrarla más a fondo. Pasé una mano por su espalda, la otra a sus nalgas, y me puse a embatirla con todas mis fuerzas. La excitación que llevaba encima con todo lo que había pasado me había puesto tremendamente lascivo. Los dos hombres nos lanzamos de cabeza a dar placer a nuestras mujeres, follándolas con la mayor pasión de la que disponíamos, y Suso no podía si no tirarse a Ceci como quien se tira a la reina del baile.

-Uuuuffff que bien follas Suso del alma….uuuummmm nunca me lo había montando con un chaval como tú…dame fuerte so cabrón…móntameeeee…métemela toda, córrete machooooo…

-Vamos papáaaaaa, dame tú también, quiero tu leche, la necesitoooo…ooohh síiiii que cosa más ricaaaaaaaaa…me chifla tu pollaaa papiiiiiiiii…

Ceci cambió los roles y tomó la iniciativa haciendo que Suso quedase boca arriba en la cama para poder cabalgarlo en plan salvaje, mientras que Sandra me atraía más fuerte contra ella para que le metiera hasta los huevos si podía. La excitación alcanzó su punto culminante y casi a la vez(debimos ganar por pocos segundos) nos corrimos entre gritos de lujuria, escuchando como Suso y Ceci también gozaban del fantástico polvo que habían echado justo a nuestro lado. Fue un paroxismo genial.

-Bueno, creo que ahora toca lo que corresponde, ¿verdad-pregunté-?.

-Desde luego. Ya tenía unas ganas enormes de hincarte el diente, so liante…te vas a enterar de quien es Ceci…

La amenaza que me lanzó me intimidó tanto como me excitó. Sandra se fue con Suso y sin mediar palabras ambos nos enzarzamos en nuestros asuntos sin competiciones ni nada, solo el deseo de darnos una noche de orgía los cuatro sin parangón alguno. El primer beso que me di con Ceci casi me dejó sin aliento, Ceci no paraba de besarme como si estuviese arrebatándome la vida, succionándome y recorriendo toda mi boca con su dulce lengua, encontrando la mía para ponernos a jugar con ellas, explorándonos sin darnos un momento de respiro. Mis manos tocaban cada rincón de ella, cada parte de su cuerpo, lo recorrían presas de un deseo incapaz de contenerse por más tiempo y ella hacía lo propio tomando posesión de mi polla y jugando con ella entre sus ágiles dedos para pajearme y ponerme duro. ¡¡Menuda guarra que era, me lo estaba pasando de vicio!!.

-Mmmmmmmm puerco que eres…follando con tu hija…seguro que le distes por el culo y todo y la puta de ella se dejaba…ahora vas a saber lo que es una furcia de verdad…

-Calla y bésame.

Mi boca andaba ansiosa de probar la suya, de su humedad, de su dulzura, de su fogosa pasión…a su vez, Sandra y Suso estaban manoseándose como si estuviesen en un parque haciéndolo a la vista de todos, se tocaban y excitaban a toda velocidad. Suso palmeó el culo de Sandra al oír lo que dijo Ceci y Sandra le susurró al oído "Ceci tiene razón, también me dio por detrás" haciendo que él pusiera una cara de pervertido que daba gloria verla. Por mi parte bajé un poco mi cabeza y pegué mi boca a sus fantásticas tetas, que eran un poco más grandes que las de Sandra(y bien sostenidas que estaban). En cuanto mis labios comenzaron a jugar con sus pezones Ceci me atrapó con sus manos indicándome donde y como chuparlos, lamiéndolos como si fuera un niño goloso que devorase tarros y tarros de chocolate. Chupé, lamí, tiré, mordisqueé y besé cuanto quise, demorándome en degustar ese bien esculpido cuerpo que merecía un sinfín de atenciones. El otro hombre del lugar puso su polla entre las tetas de mi hija y cogiendo éstas empezando a pajearse así(lo que llaman una cubana), haciendo que luego fuera ella quien le hiciera esa paja mientras no paraba de insultarla llamándola puta, cerda, golfa, zorra y un montón de cosas más. Sandra, más que ofendida, respondía con un arrebato de orgullo mientras la cubana que le hacía a su novio lo ponía salidísimo.

-Mmmmmmmmmm menea esas tetas…así, asíiiiiiiiii…apriétame la polla dentro pedazo de zorra, putón…que golfa eres, follándote a tu padre y dejando que te dé por el culo…dios, casi me dan ganas de violarte, de castigarte…

-Síiiiiiiiiii castígame lo que quieras, sodomízame, viólame si quieres…hazme de todo Susooooooo…hazme lo que quieraaaaas…castígameeeee…

Sin más dilación Suso volteó a Sandra y si prepararla ni nada se la metió por el culo, haciendo que Sandra gimiese de dolor.

-Aaaaaaaaaaahh…dueleeeeeeeeee…mmmmm que bestia eres, me encanta, me gustaaaaaaaaa…emputéceme, envíciameeeeeeeeeee…

Y se puso de darle por el culo con más violencia de la yo jamás hubiera hecho gala. Alentada por los gemidos de Sandra, Ceci se abrió de par en par y me hizo bajar la cabeza para que la lamiera. Estaba empapada de jugos y al verla así no me hice de rogar y empecé a beber de ella como si estuviera sediento durante semanas. ¡¡Que sabor, era una gozada total, y no paraba de chuparla oyendo como a mi hija le daban por el culo!!. Enseguida dejé de lamerla para dejarla un poco húmeda, y sin esperar nada más, penetré a Ceci y lo hice metiéndola todo lo que pude. ¡¡Uuuuuuuffff que gozada!!.

-Por fin te tengo como yo quería-me dijo-…llevaba deseando follar contigo desde que te vi en el Starlight…necesitaba tanto un buen repaso…

-Pues pienso dejarte como los chorros del oro…

Momentos después de haberla penetrado y dejar que la sensación me llegara desde los pelos de la nuca hasta los dedos de los pies, me puse a trabajármela con total devoción, ella me gustaba mucho y no quería ni de lejos darle lo que se merecía por parte de este servidor. Las acometidas eran profundas, potentes y secas mientras que Suso se follaba a mi hija con estocadas menos fuertes pero más rápidas en plan "aquí te pillo aquí te mato". Embriagados de una atmósfera sexual llena de olores y sonidos que nos llegaban como una marea imposible de detener los cuatro nos estábamos dejando llevar por un sentimiento de lujuria y desenfreno que nos estábamos acercando cada vez más al cielo de los amantes, y solo deseábamos seguir así largo rato, alargar la noche tanto como pudiéramos para seguir follando y gozando como verdaderos depravados.

-Aaahh aaaaaahh aaaaaaahh…fóllame Suso…encúlame, dame bien fuerte…quiero que te corras dentro…córrete dentrooooooo…

-¿Y si te preño?.

-No estoy en días de riesgo…ya ves que pensé en todo para ejecutar mi plan jajaajajaja…uuuuuuuufff que polvooooooo, me gustaaaaaa…

-Zorra de mierdaaaaa, así que engañando a la gente ¿eh?, así que eres una putilla caliente ¿verdad?...yo a las putillas me las paso por la piedra…

-Síiiiiiiiiiiiii hazme de todoooooooooo…

Cambiando de lugar tras unas últimas y potentes estocadas, Suso pasó de estar enculando a Sandra a follársela sin dejar de sobarle el culo y las tetas. Sus ojos casi echaban fuego mientras se la estaba cepillando, claro que yo no me quedaba corto follándome a Ceci en la incansable y fantástica búsqueda del placer.

-Oooooooohh que coño tienes, me abrasaaaaaaaaas…aaaay que cosa más rica…uuuff que panochita más apetitosaaaaaaaaaa…

-Uuuuuummmmm no pares por dios, dime lo que quieras pero no pares…si lo haces te mato ¿me oyes?...te matoooooooooooo…oooooooh síiiiiiiii fóllame ya cabrón pervertidooooooooooo…fóllate a esta putaaaaaaaaaaaaaa…

El ambiente caldeado a más no poder, y no dejábamos de intentar caldearlo más aún. Entre Suso por un lado y yo por otro, la orgía que nos estábamos montando era un premio que ni de lejos nos habíamos imaginado. Con la ventaja que llevaban, Suso y Sandra se corrieron largo y tendido, gozándose entre sí con largos besos acallando sus gritos y con infinitas caricias. Luego de volver a la calma se quedaron mirando como nosotros estábamos en la recta final para gozar tal y como ellos lo hicieron, solo que en vez de seguir follándomela a todo trapo, fue ella quien me tumbó en la cama poniéndose a cabalgarme con un salvajismo propio de una psicópata. Se movía, se retorcía, gemía y chillaba empalándose sobre mi poronga, comprimiéndola dentro suyo de formas que ni yo podía imaginar. Sandra y Suso nos animaban con vítores de alegría, queriendo que gozásemos de una vez, y entre una cosa y otra, Ceci por fin cayó rendida sobre mi pecho al corrernos, en un orgasmo que fue como un chip que la hubiese desconectado. Por sus ojos resbalaban lágrimas de placer que no tardó en enjuagarse.

-Aaaaaaaaah aaaaaaaaaah-suspiraba pesadamente-…ya hacía tanto que no follaba de esta manera…aaaaaaaaayyy que polvo…mmmmmm eres un amor…

Me abrazó y estuvimos jugueteando con las manos unos minutos hasta que miró a Suso y luego a mí. Después me susurró algo que fue recibido con una mueca de placer y perversión como hacía tiempo no ponía. Hice acudir a Suso junto a mí y le susurré lo que Ceci me había dicho, y él asintió con un guiño.

-¿Se puede saber que os traéis entre manos-preguntó Sandra-?. No me gusta que me dejen al margen.

-¿¡Al margen!?, no te preocupes, serás el centro de atención-contestó Ceci-.

Rápidamente entre Suso y yo la cogimos y la pusimos a cuatro patas en la cama bien abierta de piernas. Ella intentó resistirse al principio, pero debió intuir lo que pretendíamos todos, ya que se dejó hacer y quedó a cuatro patas como las perritas. Suso se puso debajo de ella y yo detrás mientras Ceci se puso delante. Le plantó un fuerte beso en la boca que Sandra quedó con la cara sorprendida.

-Mmmmmmmmm…pero que boquita tienes putita…ya que todo fue idea tuya, prepárate para recibir la recompensa…

-Mmmmmmmm que bien besas…ya sabía que eres una buena zorra bisexual…

-¿Y eso como lo sabes pequeña arpía?.

-Bueno, a un gay siempre se le reconoce tenga pluma o no, siempre hay algo que lo delata…pues lo mismo ocurre con los bisexuales…¿o crees que no me di cuenta de cómo me mirabas mientras estabas con mi padre en el Starlight?...

-Chicos-nos espetó-…¡¡FOLLAOS A ESTA PUTA DE UNA VEZ!!.

Dicho y hecho, tras ponernos a tono y con las vergas bien duras, Suso la penetró primero y luego lo hice yo. Una vez conseguimos encontrar un acomodo y un ritmo común, los dos nos la estábamos follando a base de bien.

-Aaaaaaaaaaahhh que ricooooooooo…mmmmmm ya no recordaba cuando me hicieron algo asíiiiiiii…uuuuuuuufff que fantásticooooooooo…

¡¡Menuda cerda que tenía por hija, si le habían hecho de todo y yo sin enterarme!!. La puta que la parió, a esa zorra pensaba destrozarle el culo, de modo que no reprimí las ganas que tenía por practicar con ella el sexo duro, y por los gemidos que lanzaba, Sandra le gustaba que le hicieran cosas de esas. Le dije a Suso que nada de sentimentalismos, que la follara bien follada en plan duro, así que ambos al unísono la penetrábamos de forma tan potente como amoral. ¡¡No estábamos haciéndole el amor, casi la estábamos violando, y nos gustaba!!. Ceci se lo pasaba bomba viendo como su futura hijastra recibía un soberano polvo a dos bandas. Luego se acercó para volver a besarse con Sandra y sobarla en las tetas, tocando y tironeando de sus pezones antes de metérselos en la boca en plan lésbico. En ese momento Sandra era la zorrita más salvaje y mimada del mundo: su padre y su novio se la estaban tirando mientras su futura madrastra estaba comiéndosela a base de bien. La situación se hizo tan insoportable que Sandra no tardó en correrse por todas partes al recibir la leche de ambos, quedando tumbada en la cama con sus dos agujeros. Cuando pensamos que aquello ya había terminado, Ceci se aprovechó del cansancio de Sandra y se la folló una última vez mientras nosotros nos la estábamos pelando viendo la escena. Suso y yo descubrimos nuestro gusto por los shows lésbicos debido a la rápida erección que había tenido, y echamos los últimos(y escasos) chorros en las bocas de ambas, que tragaron todo con una cara de vicio que puso un sensacional broche de oro a una noche maravillosa.

A la mañana siguiente fui el primero en despertar en una marea de cuerpos: enfrente de mí estaba Ceci, y detrás tenía a Sandra abrazada a Suso. Ver esa escena me hizo darme cuenta de que aquello ponía punto y final a un capítulo a nuestras aventuras en solitario, algo que no me causaba pesar alguno, pues siempre guardaría un precioso recuerdo(y sé que Sandra también) del tiempo que los dos estuvimos juntos solos entregándonos a placeres y juegos eróticos con total libertad. Ahora se nos abría un nuevo capítulo con muchas más aventuras junto a Ceci y a Suso, los cuales según los miraba comenzaron a desperezarse mirando a su alrededor y mirándome a mí con cara de seguir divirtiéndose durante muuuuuucho tiempo.

Pasamos casi todo el día juntos los cuatro. Suso tuvo que llamar a casa de sus padres para decir que quedaba con una amiga para evitar tensiones en ellos, y lo cierto es que no pudimos parar de contarnos fantasías, juegos eróticos, perversiones y un sinfín de las cosas más obscenas que cuatro personas en esas circunstancias pueden compartir. Anduvimos desnudos todo el día, siempre sobándonos, tocándonos y dándonos un buen repaso satisfaciendo todas nuestras necesidades, en una apoteosis final que ni Sandra ni yo jamás hubiéramos imaginado. Mi hija fue follada una y otra vez lo mismo que Ceci, y como colofón final, Sandra sacó su peli porno de su escondite secreto(el cual jamás reveló a nadie) y la vimos una vez más, guardando fuerzas el tiempo que la vimos para entregarnos mutuamente después en un todos contra todos. Ni que decir tiene que pusimos en práctica todas las guarradas imaginables que mencionamos, y todos recibimos una buena sesión de sexo que abría la puerta a futuros placeres que seguirían uniéndonos como la familia que ya éramos.

Ceci y yo ya tenemos planes de boda, y aunque Suso y Sandra aún no, están muy unidos y se lo pasan bomba(ellos nos cuentan con pelos y señales todas las cosas que hacen tanto en privado como en algún lugar público). Tanto mi hija como yo estamos muy enamorados de nuestras parejas y nos entregamos a ellas con total devoción y cariño, aunque eso no quita un buen repaso entre ella y yo con ellos de testigos, que se lo pasan de miedo viéndonos en acción. Sandra y yo bailamos, nos seducimos y hacemos el amor tan apasionadamente como aquella primera vez, rememorando ese fantástico encuentro que nos mostró todo un mundo nuevo de placeres. Cada vez que pienso en ello, no dejo de sorprenderme y maravillarme de todo lo que he vivido, de todas las cosas que nos han ocurrido a Sandra y a mí en todo este tiempo, pero lo que más me fascina y sorprende es que todo ocurrió por qué, en un loco y sensacional fin de semana, me follé a mi hija…

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