PAJAS CON ULISES
Ulises era un amigo de mi padre, tendría unos cuarenta y tantos años y yo unos
dieciseis cuando me sorprendió en el baño de su casa pajeándome.
Pero para que ustedes sepan como sucedió eso debo decir que él tenía dos hijos
de mi edad con los cuales yo compartía muchos de mis juegos y salidas.
Era viudo hacía unos tres años. su esposa había fallecido de cáncer de ovarios y
él se había dedicado a sus hijos, no le conocimos a ninguna nueva pareja...
Ese día como tantos fui a su casa a buscar a sus hijos pero todavía no habían
llegado.
Ulises estaba solo y me hizo pasar al dormitorio de ellos para que hiciese
tiempo mirando algunas revistas porque él estaba muy ocupado reparando una
radio.
Empecé a buscar entre los libros de mis amigos y atrás de ellos encontré una
revista porno con parejas hetero haciendo las mil una maravillas.
Con esa edad quien no se excita viendo esas imágenes, la verga se me puso a mil,
por lo que decidí ir al baño para hacerme un paja y calmarme un poco la
calentura que me había dado la visión de esas fotos.
Estaba en lo mejor, con la mano apretando la cabeza y tirando del "cuerito" para
darme más placer pero al estar tan entretenido con eso no me di cuenta de que
abrían la puerta.
Era Ulises que venía a orinar y se sorprendió mucho de verme allí haciendo eso,
yo quedé rojo de vergüenza con la pija en la mano, empapada y totalmente baja.
El se quedó mirándome y yo a él.
-Omar!!! Así no se hace la paja!!!
No atiné a decir nada, quedé duro como una piedra pero lo que antes estaba duro
se encongió tanto que casi desapareció de mi cuerpo.
Oímos la puerta de la calle, seguramente eras sus hijos que volvían.
-Después hablaremos de esto. Yo te voy a enseñar como se hace.
Después que me dijo eso, guardé mi pija, salí del baño y supongo que él se habrá
puesto a orinar.
Me encontré con sus hijos y por supuesto no conté nada del mal momento que había
pasado al ser sorprendido por su padre en esa actitud tan vergonzosa.
Como la curiosidad es más fuerte que todo, a los pocos días llamé a Ulises y le
preguté si era cierto que me iba a dar clases.
Por supuesto que era cierto, así me lo dijo y me citó para que fuese a su casa
al otro día un rato antes de que llegasen sus hijos.
Me dio un sermón, diciéndome entre otras cosas que con mi mano podía darme todo
el placer que quisiese y que tenía que llevar un ritmo perfecto de correrla
sobre mi glande y hacia atrás de modo que cada zona de mi verga debía sentir el
placer en toda su superficie.
Con toda esa charla previa mi pija comenzó poco a poco a crecer y crecer dentro
de mi slip, hasta que me dolió de lo dura que se me puso.
Ulises me salvó a tiempo diciéndome:
-Bueno, si vas tener tu primera lección, empezá sacando la pija y mostrame como
la agarrás.
La liberé de su encierro, ya con algún rastro de líquido preseminal, y empecé a
acariciarme los huevos, a darme un buen masaje en ellos porque los tenía muy
apretados dentro de mi ropa y necesitaban un poco de soltura..
-Por lo que veo sos muy veloz, ya tenés toda la cabeza mojada!!
Me puse muy nervioso, no solamente por las indicaciones de Ulises, sin porque
tenía vergüenza de él, era amigo de mi padre, padre de mis amigos y... me atraía
un poco pero no podía decírselo a pesar de que estaba de pija dura en su
presencia y él mirándomela muy entusiasmado con lo que me iba a enseñar.
-No sólo la pija tenés que manipular, primer pellizcate los pezones y comenzá a
gemir bajito como que te está gustando lo que te estás haciendo.
Mis manos dejaron momentáneamente la pija y se fueon a pellizcar la parte
indicada por Ulises.
A los pocos segundos de pellizcarme mis pezones comenzaron a ponerse duros y mi
garganta empezó a gemir por el inusitado e inesperado placer que mi cuerpo
estaba recibiendo a través de las terminales nerviosas de mis tetillas.
Empecé a gemir como una perra, imaginando un sinfín de cosas y de placeres hasta
ese momento desconocidos para mi y que Ulises con sus indicaciones había abierto
la puerta para poder penetrar a ese recóndito sitio de mi cerebro donde esos
estímulos lo excitaban.
Mi culo comennzó a dilatarse porque luego de chuparme un dedo lo empevcé a meter
por allí mientras Ulises hacía lo mismo con su culo par que yo viese como se
hacía esa delicada forma de llegar a los confines del placer.
Y después, cuando ya no podía más, mi mano comenzó a subir y bajar por mi pija,
ya casi morada, con ganas de escupir toda la leche rica que atesoraba dentro.
Con la otra mano hice un círculo con mis dedos y me pajeé en la cabeza de la
verga, muy suavecito...
Hasta qeu terminé por tener la esperada eyaculación e inundé todo alrededor mío
con mi lechecita caliente, deseando que alguien me enculase furiosamente, que me
rompiera el culito, que acabase dentro mío para hacerme disfrutar.
Al poco rato vi que la mano de Ulises sacudía muy fuertemente su pija y con unas
convulsiones muy fuertes acompañadas por unos gemidos de placer, expulsó una
gran cantidad de leche.
Cuando todo pasó y recobramos la normalidad me dijo:
-Vení, vamos a lavarnos las manos y las pijas ya que empieza a derretirse la
leche y si no la sacamos inmediatamente vamos a quedar todos pegoteados.
Realmente estaba fascinado con la paja que me había enseñado a practicar Ulises,
pero necesitaba algo más...
La próxima vez que fui, Ulises me dijo:
-Ya que viniste te voy a enseñar a hacer el tirabuzón.
Poné la pija entre las palmas de las manos y deslizalas en direcciones opuestas
como retorciendo, pero hacelo con suavidadd porque te va a doler.
Fui muy torpe al querer hacer eso y no pude hacerlo por lo que Ulises trajo un
poco de aceite, me la untó con él y con sus manos una a cada lado de mi verga
empezó a hacerme lo que me había explicado.
Realmente cada vez que retorcía mi verga me daban unas tremendas ganas de
expulsar toda mi leche, pero Ulises se daba cuenta de la tensión que estaba
soportando mi pija y por esa razón disminuía el torneado aflojando la tensión y
la excitación.
Un momento después su verga estaba totalmente fuera de sus pantalones chorreando
precum en gran cantidad, Ulises tomó mis manos y me dijo:
-Estoy muy excitado y tengo ganas de acabar...hacémelo y demostrame que
aprendiste a hacer el tirabuzón.
Tomó mis manos y las guió a su verga, la cual no necesitó de ningun lubricante,
como había necesitado la mía porque estaba totalmente empapada y pegajosa por
sus fluídos naturales.
Como mis manos no daban el ritmo de la paja tirabuzón que él requería para
llegar al grado máximo de excitación, apoyó sus manos sobre las mías y las fue
guiando hasta que empezó a jadear y de su verga asomó una generosa cantidad de
líquido blanquecíno que me pegó en la frente porque yo me encontraba agachado
entre sus piernas.
Cuando Ulises se recobró del momento de placer que había disfrutado me vio la
frente y exclamó:
-Lo siento! No me di cuenta. Esperá que te limpio.
Mi relación con Ulises cada día se ponía más caliente pero se limitaba solamente
a eso: pajas de todas clases.
Otro día que fui a su casa me enseñó a hacerme una paja "Exprimidor de limón"
pero con la variante que yo sostenía mi pija por el tronco y él con su mano
ahuecada me retorcía la cabeza al mismo tiempo que con su otra mano se sostení
el tronco de su verga y yo tímidamente trataba de enroscar el glande con mis
dedos.
Solamente pajas y más pajas me enseñó a hacer Ulises en los dos o tres meses que
disfrutamos pajeándonos mutuamente pero cuando intenté algo más... explotó y
todo terminó entre nosotros.
Ahora con los años y la experiencia sospecho que Ulises era un gay no asumido o
no salido del armario como les dicen ahora, porque pajearnos mutuamente no lo
encontraba mal pero una relación más completa entre dos hombres (en este caso un
hombre y un adolescente) lo puso descontrolado.
Sucedió que con la Paja exprimidor de limón nos excitamos mucho pero ninguno de
los dos podía tener una eyaculación por lo tanto intenté chupársela y cuando
tuve el glande dentro de mi boca me dio un manotón sacándome la boca de su
verga.
Luego me insultó terriblemente tratándome de degenerado y un sinfín de cosas
más.
Para mi descargo le dije que los dos hacíamos cosas de maricas porque nos
tocábamos las pijas y algo más para buscar el orgasmo que nos hiciese gozar
plenamente.
No aceptó ningún alegato, solamente dijo que él me estaba enseñando a pajearme
sin inteciones de tener una relación homosexual conmigo.
Se las dio de macho conmigo y tal vez fuese cierto porque al poco tiempo se
casó, jamás los vi con un hombre ni oi ningún comentario sobre él y algún tipo.
Lo seguí viendo porque era amigo de mi papá y yo de sus hijos, pero nunca más
estuvimos a solas y si lo estábamos él trataba de alejarse o de buscar la forma
de eludirme.
Ahora Ulises es abuelo y poco se de él...
OMAR
Como siempre espero comentarios y fotos en:
omarkiwi@yahoo.com