ANONIMO
Unos veinte días antes de Semana Santa vino un tío mío a visitarme, cosa que no
me extrañí para nada porque desde que quedó viudo se encuentra muy solo y viene
seguido a conversar un poco, a cenar o a tomar una copa conmigo.
Mi tío anda cerca de los ochenta años es grandote, o sea corpulento y para nada
representa su edad.
No crean que voy a contarles una historia de sexo con mi tío, cosa que nunca
pasó por mi mente y supongo que por la suya tampoco porque mi tío es hetero de
esos que quedan pocos y nunca se le ocurriría pensar en el incesto.
Hago el comentario de mi tío, porque esa noche me preguntó que planes tenía para
la Semana Santa, yo le respondí que como tenía poco dinero porque el año
anterior había gastado mucho porque había estado en Buenos Aires, Rosario y
había ido dos veces a Salta, y que por esa causa este año me tendría que
conformar con ir una semana a la casa de mi hermana en Buenos Aires.
Mi tío me dijo que él nunca había estado en Curitiba y que quería conocer el
Tren de Serra do Mar, no quería ir solo y si yo aceptaba me pagaba todos los
gastos.
Yo ya había estado en Curitiba y en el Tren en unas tres o cuatro oportunidades,
pero ahora hacía unos 14 años que no iba por allí, por culpa de las excursiones
que van a Río de Janeiro o a Bahía, que pasan por Curitiba pero no entran a la
ciudad.
Enseguida acepté la oferta de mi tío y al otro día me puse en campaña de
recorrer agencias de viaje para ver las condiciones y los itinerarios de los
paseos que proponían.
Varias agencias me dijeron que Curitiba no era vendible o sea que no era un
lugar muy solicitado, todas la agencias me ofrecían Camboriú o FLorianópolis.
Encontré una agencia que no lo promocionaba, pero al solicitar ese destino me
dijeron que tenían un ómnibus para allí, pero no directo, o sea que teníamos que
pasar dos noches en el balneario de Bombas.
Cuando me mencionaron ese lugar, recordé que había tendio una aventura allí con
un alemán unos años antes, pero eso no es para esta narración y si me acuerdo lo
relataré en otra oportunidad.
Me pareció bien el itinerario, porque lo que más le intereasba a mi tío era el
Tren y Curitiba lugares que estaban incluídos en la excursión.
Preparamos todo para el viaje y cuando mi tío abonó los US$250 de cada uno, vi
que había muchos lugares libres y me acordé de una prima de mi madre y la llamé
por si quería ir con su hija a pasear por allí.
Me dijero que no, porque querían ir al Sur de Chile. Su hija había ido dos veces
con su marido ahora ex-marido y ella hacía más de veinte años que no iba, pero
no querían ir al Brasil.
Llegó el día de la partida y nos llevamos una sorpresa enorme, ellas estaban
entre los pasajeros!!! Nos dijeron que la otra excursión llevaba más de una
semana y ellas no podían dejar el negocio cerrado por tantos dís y para no
quedarse en Montevideo toda la semana decidieron ir con nosotros.
En la agencia de viajes había un mundo de gente, tomando ómnibuses para los
diferentes destinos que esa agencia tenía excursiones.
Entre tanto gentío me saludó una chica gordita, pensé que sería alguna
ex-alumna, como no me acordaba de ella me dijo que nos habíamos conocido en un
Fin de Año en Canasvieiras, era cierto yo había pasado un fin de año allí.
Casi al instante que ella me saludó, vi a un muchacho bajito de color cetrino,
de bigote y perita bien negros, que me sonreía con cara de niño bueno y lo
reconocí al instante, nos besamos en la mejilla y nos alegramos del encuentro.
Esa pareja nunca viajó conmigo en el mismo ómnibus, esa excursión de Fin de Aóo
llevó dos ómnibuses y el de ellos se hospedó en Cansvieiras y el nuestro en la
Playa de los Ingleses, no compartímos el mismo hotel pero nos encontrábamos
todos los días porque los paseos eran los mismos con los mismos barcos y
restaurantes.
Cada vez que nos econtrábamos en ese viaje conversábamos y en el Cristo Luz les
mostré las fotos que recién había revelado.
De esa pareja no supe ni el nombre, ni de donde eran y los perdí de vista hasta
esa tarde en la agencia de viajes.
El no es muy alto, pero esa dulzura y esa bondad natas suyas afloran por todos
sus poros y eso fue lo que me cautivó de él en ese viaje, pero no intenté nada
ya que iban de luna de miel y los encuentros fueron esporádicos y no daban para
profundizar una relación o una amistad.
Pero en esta oportunidad tampoco tuve la suerte de viajar en el mismo ómnibus
que ellos, ya que su destino era Bombas y Camboriú.
En el camino los encontré en los lugars habituales de paradas en la ruta, hasta
que al otro día cuando llegamos a Bombas, los vi que se alojaban en el mismo
hotel que nosotros.
En el viaje iba pensando que no iba a tener suerte porque no había nadie
interesante entre los pasajeros y la tripulación como para tener una
satisfactoria cogida o chupada.
El guía que era el más interesante, de unos cuarenta aóos no era una belleza
pero como dice el dicho " a falta de pan son buenas las tortas", iba acompañado
de su novia, quedó descartado de mis pensamientos, los choferes uno gordo panzón
no me atraía, el otro bajito y feo iba con su esposa, la mayoría de los
pasajeros eran mujeres mayores y solas, entre los hombres iban algunos con sus
esposas y el único que iba solo era medio raro o medio alocado y nada atractivo.
Así que me dije, que en este viaje no iba a poder tener ninguna aventura.
El muchacho y su esposa no pasaron por mis pensamientos ya que los encuentros
eran muy breves y no teníamos oportunidades de intimar.
Pasamos el primer día en Bombas sin novedad, recorrí la playa con mi tío y
mientras él se quedó descanzando y tomando el sol en las reposeras que el hotel
tiene en esa playa, yo salí a caminar por la arena.
Mientras caminaba iba recordando que unos años antes en esa misma playa y por
ese mismo camino me había encontrado con un alemán que muy gentilmente en una
mezcla de portugués e italiano se ofreció para tomarme unas fotografía entre las
rocas que hay donde termina la playa, no voy a contar ahora lo que pasó entre
esas rocas, (aunque fue breve) merece una narración aparte.
Llegué a esa rocas donde se encuentra la Praia da Galheta pero ni rastros de
alemán??!!! El me había dicho que tenía casa en esa playa y me había invitado a
ir, pero como yo no iba solo no pude aceptar, al no encontrarlo pensé que habría
vendido la casa o tal vez vendría más cerca del invierno, porque cuando lo
conocí fue entre junio y julio....
Llegué a mi destino tomé alguna fotografía y como no había gente interesante por
el lugar volví a donde estaba mi tío.
Al otro día no vi a la parejita porque ellos se fueron a una excursión en el
Barco Pirata de Camboriú y nosotros fuímos en un ómnibus local hasta la Playa de
Bombinhas, donde encontré a un tipo que me pareció conocido y le grité: -Yo te
conozco!!! Como diciéndole que no me acordaba de donde y él tenía mucha más
memoria que yo, era un guíaa de otra excursión que la chupaba maravillosamente
bien y como lo había visto solamente esa semana que duró ese tour a Barra Velha
ni me acordaba ni de su nombre.
Que memoria tenía este tipo!! Se acordaba perfectamente de a que lugar nos había
llevado y con quiénes había ido yo, me dijo que lástima que no fui por la
agencia en la cual trabajaba ahora.
Una lástima porque por lo menos en esa iba a tener a algien con quien disipar
mis deseos carnales, pero ellos no iban a nuestro destino y mi tío no hubiese
querido ir a otro lado...
A la noche volví a encontrar a la pareja en la puerta del hotel y se quedaron
con pena de que no habían conocido Bombinhas, los dejamos y nos fuímos a vestir
para cenar en el comedor del hotel.
Luego de cenar subí con mi tío a la habitación ya que al otro día teníamos que
madrugar porque salíamos para Curitiba, al rato cuando terminé de hacer la
valija, le dije a mi tío que me iba al bar a tomar algo.
En el pasillo me encontré con el muchacho que venía a su habitación, nos
saludamos y nos pusimos a conversar.
Cuando le dije que iba a tomar algo me dijo que si no me molestaba su compañía
él se tomaría un par de tragos conmigo.
Estaba muy lindo, a pesar de un día y medio de playa estaba adquiriendo un color
bastante seductor y con esa pera y el bigotito muy bien arreglado era un manjar,
pero inalcanzable...
Pedímos un par de vasos de whisky y nos pusimos a conversar sobre el viaje y los
lugares que habíamos visitado , yo que conocía bastante esos lugares le sugerí
algunos para que visitaran en sus tres días en Camboriú y le dije que era una
verdadera pena que se perdieran el viaje a Curitiba y el Tren de Morretes.
El quedó con pena de no haber elegido la misma excursión que la mía, pero le
echò la culpa a la Agencia de Viajes que no se la había ofrecido.
Pasó el tiempo, copa va copa viene cuando se acordó de su mujer, pidió un
teléfono y la llamó a la habitación y le dijo la verdad que estaba tomando uunas
copas y conversando en el bar con unos pasajeros que enseguida volvería.
Conversamos un poco más mientras nuestras piernas estaban una muy junta de la
otra por momentos se rozaban y él no hacía ningun ademán de retirar la suya, más
bebida entraba a su cuerpo él correpondía con más aproximaciones pero no tocamos
el tema pra nada.
Pagamos la consumición, salimos del bar abrazados aunque no estábamos borrachos
como para necesitar ayuda lo hicimos como un gesto de amistad y ni siquiera
esperamos el ascensor, ya que estábamos alojados en el primer piso fuímos por la
escalera.
Esa subida fue deliciosa!!! A mi que el muchacho me atrajo desde que lo conocí
en la excursión anterior me excitó, me sentí en las nubes con su brazo en mi
cintura, su cuerpo pegado al mío, podía percibir su calor, que era mucho, mi
brazo lo rodeaba por los hombros y nuestras caras casi podían tocarse de tan
cerca que estaban.
Cuando terminamos de subir la escalera le apreté más el hombro y con ese
movimiento le hice voltear la cabeza quedando su boca sobre la mía.
Me rechazó instintivamente pero no dijo nada y seguimos caminando por el
pasillo, hasta que vimos una puerta abierta, era la habitación donde las
"arrumadeiras" guardan las toallas, la ropa de cama y los útiles de limpieza.
Se habían olvidado de cerrarla o andaría alguna mucama a esa hora trabajando por
allí? No me importó nada de eso le di un empujón y nos metimos en esa habitación
donde quedamos frente a frente, Intenté besarlo en los labios pero nuevamente me
rechazó.
No quiso besos en la boca pero en cambio empezó a morderme el cuello y yo le
hice lo mismo mientras mis manos tras su espalda lo aproximaban a mi cuerpo.
Apoyé mi pija semidura sobre su bragueta y pude sentir unos movimientos como que
allí había un ser vivo que empezaba a incorporarse.
Mientras nos mordíamos y lamíamos me decía: -Nooo!! Pará está mi mujer
cerca.....
Eso decían sus labios, pero al mismo tiempo seguía afirmando su bulto sobre el
mío sin atreverse a hacer otra cosa.
Yo estaba re-caliente y necesitado de acción, ya que desde que había salido de
Montevideo no la había tenido.
Metí mi mano entre nuestros cuerpos y bajé su cremallera hasta que logré extraer
esa barra de carne punzante no me detuve.
No era gran cosa, era pequeña como su dueño pero que me importaba el tamaño con
la ganas que tenía de él, y en el momento que estaba a punto de conseguirlo no
me iba a poner a pensar en tamaños!! Me agaché, con una mano la sostuve y le
corrí el prepucio hacia atrás y pude ver una linda cabecita apenas húmeda por
unas gotitas de transpiración por los nervios que lo acometían pensando en su
mujer.
La lamí y luego la metí en mi boca acompañado por sus gemidos apenas audibles,
mientra me agarraba la cabeza para que ni un centímetro de su corta verga
quedase fuera de ella.
Mientras chupaba, bajé mi cremallera, mi pija saltó hacia afuera erecta en toda
su longitud y con una mano empecé a correrle el forro muy lento para gozar más
mientra chupaba.
-Apúrate, hacelo rapido que mi mujer estará intranquila....
-Aahhhhhhhhhhhh..........Uyyyyyyyyyyyyy.....
En pocos segundo se derramó en mi boca con una aullido apenas percetible, porque
trató de no hacer mucho escándalo para que no se delatase nuestra presencia en
el lugar.
Una vez que cesaron sus espasmos, sacó su pija chorreante de mi boca, su semen
corría hacia afuera de mis labios, extendió una mano y me dio una de las toallas
que había en esa habitación, me limpié la cara y escupí el semen que había en mi
boca.
Apresuradamente se limpió los restos de leche que salían aun por su orificio
uretral y la guardó.
Le mostré en que estado estaba mi pija y le pedí que me la chupase cosa que se
negó porque el sabor de mi pija podía ser detectado por su mujer, en realidad
fue una excusa porque con el olor a whisky que salía de su boca ella no iba a
darle un beso o a identificar si era otro el olor que salía de la boca de su
marido.
A regañadientes me la agarró y comenzó a pajearme mientras me mordía la oreja,
pero me dijo que le avisase cuando iba a acabar para que no lo hiciese entre sus
pantalones.
Cuando llegó el momento me retiré agarré la toalla mientras él me extraía con
sus dedos hasta la última gota de leche que fue a para allí.
-Nunca pensé que agarraría una pija tan grande y tan dura!!! Hizo ese comentario
como si fuese un niño en su primer descubrimiento de las pijas de otros niños.
Se despidió de mi y se fue a su habitación, mientras yo guardaba mi pija y
escondía la toalla para que el semen se secase antes de que la descubriesen las
mucamas del hotel.
Volví a mi habitación, mi tío dormía, me acosté y me dormí inmediatamente.
Al otro día nos llamaron para desayunar antes de partir hacia Curitiba.
En el viaje fui pensando en el mcuhacho, no me dijo su nombre, solo se que vive
en la Ciudad de la Costa.
Esperé encontrarlo en el viaje de vuelta pero nuestros ómnibus no se cruzaron,
ya que ellos estaban más cerca de Montevideo que nosotros, supongo que habran
llegado antes.
Me gustaría saber su nombre y donde vive para poder tener un contacto cercano de
cualquier tipo.
OMAR
Como siempre espero comentarios en
omarkiwi@yahoo.com