miprimita.com

El padre del vidriero

en Gays

EL PADRE DEL VIDRIERO

En la última semana de Noviembre operaron a mi tío, el que me llevó a Curitiba, eso no creo que le pueda interesar a ninguno de mis lectores, pero... siempre hay un pero, lo que sucedió en el Sanatorio sí le puede interesar.

Tuve que pedir algunos días libres en el trabajo porque el encargado de cuidarlo iba a ser yo.

Todo fue normal se internó a primeras horas del mañana, en la habitación había un turco o libanés de unos 87 años, medio loco que lo tenían que tener atado porque se quería arrancar las sondas y demás artilugios que tenía conectados a su cuerpo, pero por suerte después del mediodía le dieron el alta y una vecina se lo llevó.

Quedamos solos por un buen rato hasta que apareció un señor dando vuelta, creímos que andaba buscando al paciente que se había ido pero finalmente supimos que era el nuevo "inquilino" de la cama contigua a la de mi tío.

Dijo llamarse Luis, era una gallego rollizo de carnes macizas, andaba por los 68 años, muy rosado de piel, no era muy alto, pero corpachón por eso no se notaba su baja estatura, que en realidad no era enano pero andaría por 1,60.

A mi tío tenían que operarlo a las 18 horas, el cirujano se retrasó y recién vino a operarlo alrededor de las 21, a pesar de la intranquilidad por la demora ese tiempo lo aprovechamos haciendo sociabilidad con su compañero de habitación.

Voy a resumir lo que nos contó Don Luis nos dijo que era viudo, jubilado de vidriero y que tenía tres hijos, uno de ellos estaba en Barcelona, otro había quedado medio loco por consumir drogas y ahora se dedicaba al yoga y a vender sahumerios.

La luz de sus ojos, además del que estaba en España era el hijo del medio, que según nos contó era una maravilla en la cocina, pero preparaba solamente comidas vegetarianas y carne vegetal, para su inmensa clientela, pero como acá no había porvenir, para mitad de años pensaba irse a vivir con su hermano en Barcelona, pero antes tenía que pasar por Corrientes porque se había hecho por Internet una novia allí y quería conocerla y si concretaban se la llevaría a Barcelona con él.

 

 

Lo único que me llamó la atención fue que sin ningún pudor el gallego se quedó en bolas delante de mí y se puso el pijama.

 

Parecía un oso de peluche, totalmente cubierto de vellos marrones, tan dorados que le hacían destacar más la piel rosada que estaba debajo de esa pelambre enmarañada, el casi setentón tenía un muy buen culo, durito, regordete y sin ninguna carne colgante, pero no pude verle la verga porque cuando se quedó en bolas se puso de espaldas a mí y cuando se dio vuelta para meterse en la cama ya tenía el pijama puesto.

Me dije para mis adentros! Qué bueno que está el veterano, si tiene la pija regordeta y firme como el culo, será un espectáculo! Que lástima que al otro día lo iban a operar de la próstata y no la podría probar...

Fue un pensamiento porque en ningún momento él hizo alusión a que le gustaría probar una verga o que ya había probado culos de hombre, solamente habló de su mujer, la única esposa que había tenido y que había fallecido hacia muy poco tiempo.

 

Dos años de viudo, tres hijos entre 24 y 42 años, jubilado de vidriero, pero no habló de nueras ni de nietos, el hijo medio esquizofrénico vivía con una tipa sesentona pero parece que solamente lo dejaba vivir en su casa, o sea que no eran amantes sino compañeros de vivienda..

Pasamanos la noche tranquilos, mi tío despertó de la anestesia mientras Don Luis dormía a pata suelta, nadie vino a verlo ni le dieron comida porque al otro día temprano lo operaban.

Al otro día se llevaron a Don luis para el quirófano sin que ningún familiar se dignase a aparecer por la sala solamente andaba dando vueltas un tipo bastante desprolijo con cara de extraviado, pero no le di importancia.

Cuando terminaron de operarlo, vino el doctor a la a sala buscando familiares para darle la información de cómo había salido la operación; yo le dije que no había ninguno porque por allí no había aparecido ninguno de los hijos que Don Luis había dicho que tenía.

Finalmente descubrimos que el tipo barbudo, de cabello largo, bastante desaliñado era hijo de Don Luis, el medio loco que andaba en cosas extrañas.

Estuvo un rato con el padre, conversó con nosotros de lo que hacía y trato de vendernos productos naturales de medicina alternativa para curarnos algunas enfermedades y al rato se fue.

El padre se quedó solo toda la mañana, con la sonda puesta para lavarle la vejiga para que por allí saliese toda la sangre que había desparramada dentro de ella.

Yo no pude irme a mi casa porque el doctor que habia operado a mí tío me había dicho que vendría a la mañana siguiente para darle el alta, lo esperé inútilmente hasta las siete de la tarde y el galeno no apareció.

Como mi tío estaba bien, decidí irme para mi casa a dormir porque ese sillón era muy incómodo y además para que iba a pasar otra noche allí si mi presencia no era necesaria.

Don Luis estaba intranquilo, porque litros y litros de suero pasaban por su cuerpo haciéndolo llenar gran cantidad de frascos con orina mezclada con la sangre que iba saliendo de su vejiga, en determinado momento quiso ir al baño, pero las enfermeras no quisieron llevarlo porque tenía prohibido levantarse o moverse mucho por la operación.

El viejo como gallego porfiado se levantó de la cama con todos los frascos y las sondas colgando y se dirigió al baño.

Tuve que ayudarle a acarrear frascos de suero y demás cosas que tenía conectadas a su cuerpo y de paso aproveché para mirarle la polla, que era tremendamente corta y cabezona, pero tal vez parecía muy gorda porque estaba inflamada por tener la sonda dentro de ella.

Mientras estaba en el baño se apareció una enfermera malísima porque el paciente no podía levantarse, pero que íbamos a hacer si estaba en el baño y si él tenia necesidades de evacuar el intestino?

 

Casi al mismo tiempo que la enfermera protestaba entró en la sala un muchacho de unos 30 y pocos a años, rubio pero no dorado tirando a cobre, me impactó la belleza de ese joven y al mismo tiempo me pareció conocido.

 

Él me miró y me dijo:

-¿Dónde está mi papá?

No tuve necesidad de explicarle que estaba en el a baño porque la enfermera muy enojada se adelantó a mi respuesta.

Quedamos todos en la habitación esperando que Don Luis saliese del baño, el muchacho me miraba insistentemente hasta que finalmente dijo:

-Creo que usted me parece conocido pero no sé de donde, no puedo recordar...

Mi cerebro también hurgaba entre sus más recónditos lugares tratando de averiguar de donde conocía a ese muchacho tan seductor, que hacía que el cansancio por haber dormido arrollado en ese sillón se fuese disipando y mi verga comenzase a anunciarme que quería acción con ese ejemplar que tenía al alcance de mi mano y por que no de mi boca, lengua y demás partes erógenas de mi cuerpo.

Él con su juventud y su cerebro más fresco fue el primero que se acordó de donde nos conocíamos y me dijo:

-Ya sé, vos fuiste el que se le cayó la toalla en la azotea donde estábamos reparando una claraboya!!!!

-Ahhh! Sííí.. Tenés razón...

En eso apreció Don Luis, lo ayudaron a subir a la cama, la enfermera le cambió el suero porque el que tenía se había terminado después que ésta se fue, seguí conversando un buen rato con Ramón que así me recordó que se llamaba.

Yo estaba muy cansado y sin bañarme por más de 24 horas, me hubiese gustado tener un encuentro sexual de cualquier tipo con Ramón, pero estaba en inferioridad de condiciones, él era joven y recién llegado en cambio yo "mayorcito" y casi sin dormir.

Para no perturbar con nuestra charla y para que los pacientes descansasen salimos a pasillo donde encontramos una sala con sillones donde pudimos conversar a gusto, después de charlar un buen rato en los que Ramón me dijo que se iba a radicar en España, pero antes iba a pasar por Corrientes porque se había hecho un amigo por Internet, quería ver si se llevaban bien y cogerlo unas cuantas veces antes de la despedida.

Luego de charlar por un par de horas decidimos ver como estaban los pacientes, nos dirigimos a la habitación pasadas las 21 horas, pero en el camino encontramos una sala oscura y casi deshecha...

El sanatorio está en reparaciones y hay muchas salas en ese estado repletas de escombros y con los baños totalmente desmantelados, al verla Ramón me dijo:

-¿Vamos a ver que hay acá ¿ ¿Por qué tienen esta sala con tantos escombros?

Cuando entramos en esa oscuridad me agarró la mano, la llevó hacia la cremallera de su pantalón, entre los dos la bajamos, luego él metió una mano y extrajo de entre sus ropas la bella pija rosada y cabezona la cual no podía ver por la oscuridad tan intensa, aun recordaba su forma de cuando la había disfrutado en mi casa el día que cambiaron los vidrios de la claraboya de la escuela de informática.

Con mi mano comencé a correr el prepucio que era bien ancho y la cubría totalmente, cuando la cabeza quedó afuera pude sentir su tersura y al apretarla pasándole un dedo por el frenillo se le escapó un gemido de placer.

-Dale, chupámela, si es lo que querés hacer desde que nos volvimos a ver en la sala donde está mi papá...

Que verdad había dicho, a pesar del cansancio que tenía desde que lo vi anhelé volvérsela a chupar como lo había hecho en mi casa unos años antes, pero acá no tenía las comodidades de las cuales había disfrutado en esa oportunidad, pero una rato de placer no se puede desaprovechar.

Me hinqué con cuidado de que no se adhiriese el polvo de los revoques a mi ropa y me puse a realizar la tarea que me había encomendado.

Su verga era deliciosa, la olí por toda la superficie de su glande que era igualito al de su padre, luego la introduje en mi boca tratando de que el prepucio tan abundante dejase la cabeza libre para poder saborearla totalmente.

Él comenzó a gemir con cada trozo de carne que iba entrando en mi boca, casi me atraganté cuando toda estuvo dentro y sus pendejos quedaron a la borde de mi nariz haciéndome estornudar muy fuertemente.

Detuve la mamada porque me ahogaba y además porque temí que alguien hubiese oído el estornudo y viniese a ver que sucedía en esa habitación.

Por un minuto permanecimos en silencio tratando de oír si algún paso se aproximaba, mientras tanto el se pajeaba tratando de mantener la erección y la excitación de su verga para cuando volviese a prodigarle mis sabios lengüetazos ésta siguiese en igual estado de excitación y de dureza.

No pasó nada, nadie había sentido mi estornudo por lo tanto volví a mamar su cada vez más duro falo hasta que comenzó a agitarse con hermosas palpitaciones violentas y un chorro interminable de semen fue expulsado por su uretra, tan precipitadamente que terminó estrellándose sobre el polvo de los escombros de esa habitación.

-AHGHHHHHHHHHHHHHHHHHhhhhhhhhhhhh!!!!

Fue el ahogado sonido que emitió su garganta durante el transcurso de esa eyaculación en la cual Ramón gozó como un marrano.

Su verga comenzó a desfallecer entre mis manos, pero la mía seguía muy dura, como estaba la de Ramón unos momentos antes de que la excitación lo llevase a eyacular de esa manera tan violenta.

-La puta!!! Omar!! Seguís chupándola maravillosamente! ¡Me hiciste gozar muchooooo...!

Yo seguía de verga dura, como pude la saqué de dentro de mi pantalón, pero la pobre no estaba en condiciones de higiene para que le hiciesen algun arrumaco.

Ramón se agachó, la olió y dijo:

-¡Cómo apesta esto! ¿Dónde la metiste?

-Como querés que esté si hace casi dos días que estoy metido acá dentro, ahora me voy a mí casa a bañarme y luego a dormir horizontalmente, pero por lo menos haceme una paja así me voy tranquilo...

Ramón se puso enfrente de mí, me besó en la boca muy intensamente mientras nuestras lenguas se revolvían allí dentro su mano jugueteaba con mi verga, primero con lentitud luego que su excitación fue en aumento los movimientos de su mano se aceleraron y mientas me tocaba el culo con una mano con la otra movía mi prepucio hasta que me hizo exclamar.

-Daaale!!! Un poquito maáás que ya acabo... !!

Mi leche también regó los escombros de esa pieza en reparación, los obreros al otro día ni se iban a imaginar que allí estaban depositadas nuestras lechadas que a lo mejor quedarían a perpetuidad metidas entre la mezcla y el Pórtland de los nuevos revoques.

A Ramón le quedó en su mano un olor impresionante a verga porque dijo que iba a lavarse antes de hacer otra cosa porque parecía que había tocado a un zorrino de esos que largan orina muy fuerte.

Yo también fui a lavarme las manos con él y en el baño pude verle la cabezona cuando se la lavó porque el semen que tenía pegado en su glande ya comenzaba a despedir un olor muy fuerte.

Una vez que estuvo limpita le di un beso tratando de que mis labios rodeasen tan lindo capullo.

Los enfermos descansaban, me despedí de ellos y me fui a mi casa a bañarme y a descanar como Dios manda.

Le di mi número telefónico a Ramón para que me llamase para concretar un encuentro en mi cama, pero de eso hace más de tres meses y ni noticias de él.

Supongo que se habrá ido para Corrientes donde habrá cogido como loco con ese chico de su edad y luego se habrá ido para Barcelona a la casa de su hermano.

OMAR

Como siempre espero comentarios en omarkiwi@yahoo.com

Mas de omarkiwi

El brujo de los puros

Jugando con la botella

En un hotel cercano a Shangrilá

Se concretó en Villa Mercedes

Olegario lo conocía

Glazo me llevó a la plata

Sorprendi a Glazo con un travesti

Víspera de nochebuena

En el festival de rock de Durazno

En el cumpleaños de Olegario

Hugo C. & Julián O.

Primero de mayo en concordia

El oficinista de concordia

El viejo de las tetas grandes

Me los presentó Marcelo

Polvo rápido con el policía bisexual

Juan de Colonia del sacramento (día 3)

Juan de Colonia del sacramento (día 2)

Juan de Colonia del sacramento (día 1)

Me lo contó Marcelo

El ex-imberbe me reconoció

Pierre, Cristina y yo

Pajeando a mi primo Alarico

El tío Marabú

Xeripé, sargento del pelourinho

Benicio, el mozo de Recife

Rodrigo me hizo perder el arraial d´ajuda

Mario Cezar, recepcionista de Río de Janeiro

Mala noche pasó Carlos Francisco

Un lujanero llamado TIMOTEO

El tipo que vive a la vuelta del cine porno

Trío con jerónimo en un cine porno

El debut de Eduardo

Valentin me invitó a su casa

Al borde del arroyo con el bodeguero

Lo conocí por internet

El policía de Luján

Un empresario en la calle malabia

Un empresario en el Hilaria Elisabeth

Valentín casi me lo entregó

Valentín limpia de todo

El policia bisexual me visita

Bajo el puente del parque rodó

Al fin localicé al policía de la tormenta!

El malabarista del parque Roosevelt

El sobrino de mi cuñada

Trio en la casa en construcción

El policía de la tormenta me reconoció

Una mariposa en un concierto

Con tres imberbes en Kibon

Follada con un nudista en chihuahua

El novio de la hija de la portera

La hija de la portera, su novio y yo

Los fracasos de Marcelo

Me lo contó Ricardo

Cumpleaños feliz con la ayuda de Salustio

Con mi vecino Salustio

El flaco del 333

Aventura solitaria en el rio Santalucia

Radamés después de la lluvia dorada

Radamés y la lluvia dorada

Hugo desapareció!

El peluquero del pene corto y cabezudo

Jalada con un espectador

Sara volvió de Canadá

El jardinero cambia de punta

Un guardia de seguridad me paga un favor

Moreno, delgado y con una verga normal

Otro hetero que cambió de bando!!!?

Fiesta para tres vergas

Trio con pierre y su chica

Oftalmólogo limpito

El jardinero de punta gorda

El policía del cementerio me llevó a la comisaría

Que pene! (el del chico del cyber)

Un anuncio en el baño de la terminal de omnibus

Me quedé otro rato en el cine porno

Un soldado con un cartel que decia melo

Otra aventura en un cine porno

Quien era el marido de Rosalia!

En la carpa de Yi y Canelones

Día del patrimonio en el cementerio

Me fuí tras el culo de un policía

El mecánico del club

El albañil de Artigas

El policia bisexual y mi portero

Mensaje de agradecimiento

El medico de la mutualista

Oselmo, el taxista que la probó y la adoptó

Nahuel antes se llamaba Bibellco!

Un enfermero apodado coco

El debut de coco el enfermero

Jugador de basket, amigo y algo mas...???

Con nimedes entre los arbustos

Mi primo reynaldo, el camionero y yo

El guarda del 125 cabalga

Virgen a los 58!

Reencuentro con el policia bisexual

El muchacho del minimercado

El cuidacoches de Atlatida

Santiago su mujer y su cuñada

Guillermo un dentista conocido como -La Guillota-

Bibelico me hizo gozar sobre una mesa

Ya no quedan masajistas como los de antes

Un joven de 18 años

Acosado por mi primo

Al taxista Mario lo conoci en un cumpleaños...

Un profesor hetero!

Una chupada en el parque batlle

Recordando al negrito Luis

Audacia o descaro

Fantasia hecha realidad

A Serafin se lo rompieron en un cine porno

Bajita y tetona

Xavier me invitó...

Un lector que firmaba Geejay

Don Roque, el suegro de mi primo Reynaldo

Inesperado amante en un crucero

Marcos el muchacho del gimnasio

Juan Manuel, el hijo de un amigo de mi cuñado

Nestor me sedujo con su croissant

Rubio, velludo y transpirado

Casi fui testigo de una violación

El cuidacoches y el marinero

Pajas con Ulises

Osvaldo el lamepies

Eniwe, director teatral

Experiencias en los bares

Ireneo, quería muchisima mas -nafta-

El portero de Roberto

Los instaladores de telefonos

Vendiendo enciclopedias

El chico del bar

El truco del slip

Walmir, el guia curitibano

Tormenta rumbo a Santa Teresa

El amor de -los ratones-

En el baño con Dario

Casa con piscina

Mi primera y última vez en un sauna

Ireneo queria mucha -nafta-

Ireneo queria mi -nafta-

El -casi- suegro de Epifanio

Placenteras asaltantes escandinavas!

Federico, el hermano de Andrés

Panchos con mostaza

El fisicoculturista de la tanga turquesa satinada

Yazifar, el sastre

Anonimo

Homenaje a Daniel (muerto a los 35)

El paraguayito de Piriapolis

Accidente por felación

El panzón que no se le paró

El sargento de la plaza Fabini

Un día de suerte al fin y al cabo (2)

Un día de suerte al fin y al cabo (1)

El profesor Leyva

Tito, de Sarandi del Yi

Fernando, artista plastico

El guarda del 125

Las confesiones de Alex Trinidad

En el pulpito

El cuidacoches del buceo

Lionel, alumno de inglés

Provisorio

El marinero del referendum

El tatuador

El profesor-profesora

Gustavo, la profesora de ingles, yo... y los otros

Otro sereno y van...

Mi segundo viaje a salta

Chebo y su descubrimiento

Carlos Felipe

La casa de la gloria

Un albañil llamado Moncho

La lapicera de olga

Aventura con el hijo de un embajador

El lecherito de Gaby

El día que Miguel trajo al -querubin-

Doña Toribia, la curandera

El macho de la casa de citas

El gendarme chileno

Qué padre de familia?!

Mi hermano leo en Australia

En la vuelta ciclista del Uruguay

Pierre, la gorda y yo

Las cartas de Flydesdfale

Mi hermano Leo

El encuentro con Diaz

El enfermero y los dos hermanitos

Fin de semana con mi primer travesti

Mi primo Reynaldo

Mi -amigo- Pierre (01)

El farmaceutico desconcertante

Carta de Fito

El gerente y la miel

Los vidrieros de la Claraboya

El compañero de trabajo

El Gerente me retribuye

El director del liceo

El perro de Fito

El slip de Hugo

El mirón

Siempre hubieron bisexuales

Mi primer viaje a Bahía

Mi primer policia

Como conocí al gerente

La viuda Margarita

El pelado de la playa

El chico de la moto

Los soldaditos y yo

Una excursión a sexo total!

El indio Jose

El policia bisexual

En las grutas de punta ballena

El empleado de la telefónica

El cobrador de gastos comunes

Mi primer viaje a salta

El gerente y el Rafa

El Rafa

El tipo del omnibus

Bogyus

Mi primera vez

El matrimonio de Flores