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El flaco del 333

en Gays

EL FLACO DEL 333

Las otras noches como había mucho trabajo atrasado en unos de los liceos donde habitualmente dicto mis clases, resolví quedarme fuera del horario normal para corregir los exámenes de mis alumnos.

Muchas veces en los momentos que entro y salgo del local saludo al guardia de seguridad que hay cerca de la puerta de entrada, pero muchas veces cambian de turno estando yo dentro del recinto y cuando salgo hay otro que no estaba en el momento de entrar.

Yo estaba corrigiendo los exámenes cuando me llamó el limpiador diciéndome que alguien quería hablar conmigo, muy extrañado le dije:

-Quién quiere hablar conmigo?

-El guardia de seguridad.

Me respondió eso sin ninguna explicación adicional, como asentí muy extrañado fue buscarlo, mientras yo me quedaba pensando que querría.

Ni me podía imaginar que el guardia era uno muy vergudo que había conocido años atrás en un baile y que me había visto dentro el liceo por eso había mandado al limpiador para ver si podía "hablar" conmigo.

Muy grande fue mi sorpresa cuando vi que no era el que estaba en la puerta al entrar sino un guardia de un baile que una década atrás me había sacado chispas con su verga tan grande y dura.

Que retentiva tenía este flaco del 333, después de tanto tiempo y de reojo me había reconocido!!

Al verlo entrar en la sala de profesores le agradecí al limpiador y le dije que podía seguir con su trabajo, por supuesto que no le dije que quería quedarme a solas con el Flaco.

Conversamos un poco y entre mis preguntas por supuesto no podía faltar una muy especial.

-Seguís teniendo la verga tan inmensa y dura que me hizo ver las estrellas?

Sin contestarme se bajó la cremallera y sacó un colgajo de carne bobona pero muy apetecible, y luego me dijo.

-Sí la querés ahora ponela a mil y después te la clavo toda.

Me hice el difícil diciéndole que allí no, que podían verlo el director y los otros profesores... por eso la guardó y acordamos que como él tenía que quedarse toda la noche a cuidar el local cuando todos se fuesen me volvería a buscar para terminar lo que no habíamos empezado aun.

En ese espacio de tiempo en que estaba corrigiendo los exámenes fui interrumpido por el director que me dijo que se iba, si yo iba a demorar mucho, mi trabajo estaba casi terminado pero yo tenía otros planes para esa noche por eso le contesté que si no tenía inconvenientes en que me quedase hasta terminar las correcciones que luego le pediría al guardia que cerrase el liceo.

Lo encontró de lo más normal porque muchas veces algunos profesores nos quedábamos fuera de hora, se despidió de mí y se fue a decirle al limpiador que se fuese también que el guarida cerraría la puerta de entrada.

Desde el salón oí como se despedía del limpiador y del guardia.

A los pocos minutos el silencio fue interrumpido por el ruido del cerrojo de la inmensa puerta de entrada quedando el recinto totalmente solitario.

Inmediatamente abrieron la puerta de la sala donde yo me encontraba, por supuesto era el Flaco del 333 que otro podía ser si no había nadie en ese inmenso lugar, éste vino a mi encuentro para que le sacase la calentura que le había provocado el inesperado encuentro con mi persona.

No había tiempo para perder aunque tuviésemos toda la noche para nosotros solos, me apuré a masajearle la verga por encima del pantalón dándome cuenta que estaba bastante crecida porque el muy ladino antes de entrar se la había toqueteado un poco para ahorrar tiempo y la había dejado en estado de semi-erección.

Allí de pie me prendí de su cuello y lo chuponée todo mientras mis manos seguían apretando y jugando con el pedazo de carne que cada vez se endurecía más dentro de sus ropas.

Lo fui llevando hacia el escritorio, sentándolo sobre él, luego me senté nuevamente en el sillón que aun estaba caliente porque había permanecido más de una hora sentado allí corrigiendo los exámenes, después retiré un poco el sillón quedando mi cuerpo entre sus piernas separadas.

Su prominente bulto me quedaba justo enfrente por eso bajé su cremallera para sacar su pija por la abertura, sorprendiéndome mucho del estado en que se encontraba esa verga tan conocida pero lamentablemente casi olvidada por tantos años sin ser disfrutada por mí.

Estaba tan apetecible que no me resistí ni un minuto, comencé a lamerla percibiendo sus gemidos de placer cuando su generoso glande pasó mis labios y comenzó a ser acariciado por mi lengua.

El Flaco comenzó a retorcerse por el placer que recibía su cerebro enviado desde los cuerpos cavernosos de su verga por eso interrumpí la mamada y le dije:

-La tenés hermosa como siempre, pero sácate el pantalón y los calzoncillos porque quiero verla en toda sus extensión y por supuesto quiero chuparte las bolas también.

¡¡Que maravilla ese monumento de macho en bolas, con las piernas estiradas y su esplendorosa pija frente a mí!!

Una vez que hubo cumplido mi pedido me dijo:

-Chúpamela un rato... hasta que esté por acabar y la excitación sea demasiado porque después quiero metértela porque hace muchos años que no pruebo tu culito. ¿Sigue igual de apretado?

Seguí chupando y lamiendo toda la carne que tenía frente a mis ojos sin siquiera contestarle porque yo tenía otros planes.

Es cierto que su verga era cabezona en extremo también larga, pero una vez que te perforaba con ese balano tan parecido a un hongo con lo demás no había problemas te entraba todo pero yo no quería que me lastimase porque hacia más de un mes que nadie visitaba mis entrañas porque después de una lastimadura muy dolorosa que me habían hecho no lo había entregado más a nadie.

Siguió tocándome las nalgas por encima de mi ropa tanteando mi orto lo más que podía porque las telas le impedían llegara hasta mi agujero.

-Te voy a hacer la mejor mamada de tu vida, pero el culo te lo doy otro día porque... está en recuperación...

-No me digas que te tragaste una verga más grande que la mía!!!

-No sé si tan grande pero me la metieron con tanta vehemencia que por eso me lastimaron y no quiero que pase nuevamente porque es un lugar muy sensible y duele mucho.

Le pasé la lengua por todo el borde de su glande hasta que llegué al frenillo inexistente por tantos años de frotaciones vaginales y anales que había efectuado con esa verga tan cabezona, sacándole ayes muy fuertes de placer cada vez que mi lengua escarbaba el lugar donde estuvo ese pedazo de carne que otrora frenaba e deslice del prepucio.

El Flaco de 333 cada vez se excitaba más y más hasta que con las dos manos le agarré la pija y comencé a moverla como si se tratase del freno de un automóvil para maniobrarla hacia adelante y hacia atrás.

-Aahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.... Noooooooooo parééssssss!!!

Gemía y cada vez me empujaba más la verga contra mi garganta pegándome con esa herramienta de una forma suave pero fuerte a la vez por eso mis labios no podían cerrarse ni moverse porque estaban totalmente estirados recibiendo carne caliente y palpitante.

Estuve como 15 minutos soportando la deliciosa tortura de tener mi boca repleta por esa carne sin siquiera poder respirar cómodamente, solamente podía sentir los empujones, los latidos y por supuesto algo del precum que me humedecía la lengua ya que ésta ni podía fabricar saliva con la suficiente libertad como para humedecer esa carne ardiente que secaba todo a su alrededor.

-Trágatela puto, si es lo que te gusta!!!

Entre sus gemidos empujaba cada vez más su verga tratando de meterme en la boca lo que no cabía por su grosor, me susurraba palabras como esas que lo ponían cada vez mas excitado.

Como pude me la saqué de la boca y le dije:

-Te voy a hacer acabar con la punta de la lengua, no doy más mi boca está muy reseca y ardiendo por el calor que emana de tu pijaza.

-Déjame metértela... así te lleno el culo de leche.. tengo bastante...!!!

-Ya te dije que no, igual vas a tener un polvo espectacular porque te voy a arrancar con mi lengua toda la lechita que tenés guardada en estas bolas.

Dejé de hablar para ponerme a lamer sus bolas que también eran enormes y formaban un buen equipo con su verga que palpitaba cada vez más entre mis manos porque no la solté ni un instante mientras mi lengua hacía el recorrido descendente desde el glande hasta sus testículos peludos.

En unos instanstes más su saco escrotal se contrajo poniéndose muy tenso y el Flaco muy tembloroso me dijo:

-Seguí que acabo, acabo acaboooooooo

Y acabó largando un tremendo chorro de leche muy espesa la cual me cayó en el pelo porque mi lengua seguía hurgando entre sus bolas pero el segundo chorro me cayó sobre los ojos porque yo había retirado la cabeza de ese escondrijo para ver aquel acontecimiento.

Su verga corcoveó un poco más largando una leche cada vez más aguada pero no por eso escasa, siguió dura por un rato más en los cuales pude ver como su cuerpo estaba empapado de transpiración a la vez que su agitación comenzaba a disminuir.

El se iba calmando y yo me quedaba con las ganas porque ni tiempo había tenido de sacar mi verga de mis ropas porque siempre tuve las manos y la boca ocupadas con tan regio ejemplar por eso cuando su excitación comenzó a decaer le pedí que me ayudase a acabar así gozaba yo también.

Me puse de pie para luego bajarme los pantalones y me puse de espadas a él que seguía sentado sobre el escritorio, de esta forma podía frotar mi orto contra su verga decayente pero aun bastante dura.

Por suerte para mí me abrazó apretando mi cuerpo contra el suyo y así pude sentir los restos del liquuio expulsado que me humedecieron el orto también pude sentir que su verga golpeaba allí pero sin tratar de entrar.

Mi excitación era mucha pero sentir ese órgano semiduro allí la acrecentaron más y por suerte el Flaco me agarró la pija y comenzó a pajearme al mismo compás que me empujaba cada vez su verga contra mi agujero húmedo por sus fluidos.

Surtió el efecto deseado porque su verga volvió a ponerse dura golpeándome cada vez más fuerte mi agujero y con su mano apretando mi verga extrajo todo lo que mi cuerpo quiso expulsar de los fluidos seminales que por supuesto cayeron sobre el sillón donde un rato antes estuve sentado chupando ese grandioso ejemplar de verga.

Tuve que hacerle otra paja porque su calentura había vuelto y para impedir que me penetrara con mis manos tuve que hacerlo gozar, pero con menor intensidad dadas las características de su primera acabada sus reservas no tenían mucho que expulsar en tan pocos minutos.

Más de media hora había permanecido sentado sobre el escritorio por eso cuando se levantó para vestirse pudimos ver el contorno de sus nalgas marcado por la transpiración que estas habían dejado sobre el brillo del barniz del escritoriro.

Nos reímos mucho por la huella de nuestro acto criminal y esperando que al secarse nadie pudiese identificar de que se trataba sequé el sillón con un papel para hacer desaparecer la otra huella

Con un pañuelo me sequé la cabeza y la cara en las cuales su esperma había caído y ya se estaba licuado mojando todo a su paso.

Después de vestirnos fuimos al baño a lavarnos un poco porque su semen era muy oloroso y nuestras manos estaban muy impregnadas por él, aunque el sabor de su pija permanecía en mi boca solamente hice algunos buches para no sacármelo totalmente porque quería irme a mi casa con alguna prueba del placer que habíamos experimentado.

Mientras nos lavamos me contó que el otro guardia había faltaido por eso lo habían mandado a él y se había llevado la sorpresa de encontrarme pero que no sabía si volvería por este liceo porque el titular era sus otro compañero.

-Nunca me habían chupado la verga como lo hiciste vos!! Me hiciste largar leche para los cuatro costados!!

-Eso no es todo lo que sé hacer... espero que la próxima disfrutemos mucho más y en un lugar más cómodo ya vas a ver como te voy a dar una sorpresa...

No quise adelantarle la sorpresa pero si me deja le quiero hacer un anilingus que jamás se va a olvidar de tanto placer que lo voy a dar haciéndolo disfrutar dilatándole el orto con mi lengua y si consigo hacer un 69 mejor par los dos.

Me acompañó a la puerta y antes de abrirla como despedida le di un beso lo más cerca de los labios que pude y para mi sorpresa me metió la lengua dentro de ellos y a la vez me agarró la pija diciéndome:

-Tenés una buena arma, no tan gruesa como la mía pero me gustó mucho sentir como latía cuando te hacía la paja.

Cuando abrió la puerta no me contuve y le pregunté:

-Seguís con el 333?

-Sí, el otro día saqué como $10.000 cuando salió a la grande.

Ya sé habrán dado cuenta de que le llaman el Flaco del 333 porque ese es su número favorito en las jugadas de quiniela.

Cuando llegué mi casa tenía el recuerdo de su hermoso físico que estaba en mi memoria, esa verga hermosamente gruesa, por supuesto el sabor que me había dejado en la boca, lengua y demás lugares en que había estado en contacto su órgano y por supuesto no se me olvidará jamás la marca que habían dejado sus nalgas sobre el escritorio de la sala de profesores.

Me merecía esta sorpresa después de tanto tiempo sin verlo, siempre es un disfrute poder gozar de la verga del Flaco del 333, pero aun tengo la esperanza de que algún día me deje profundizar y llgar a otras partes de su cuerpo.

Lamentablemente no tengo fotos de su verga pero lo mas parecido que encontré es la fotografía que pueden ver en este relato

OMAR

Como siempre espero comentarios en omarkiwi@yahoo.com

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