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La hija de la portera, su novio y yo

en Trios

LA HIJA DE LA PORTERA, SU NOVIO Y YO

Esta historia me sucedió hace mucho tiempo, pero es válida porque disfruté mucho a pesar del odio que me expresaba el novio de la hija de la portera después de que los efectos del alcohol se disiparon.

En esa época yo andaría por los 28 años y una amigo me prestó un depto. que tenía en un edificio de esos antiguos cerca del palacio Estévez y del teatro Solís, me lo había prestado para que fuese a coger con una amiga que me había hecho.

Ese sábado yo llegué temprano porque se avecinaba una tormenta de primavera de esas que vuela todo y se te moja hasta el alma, primero pasé por un supermercado para hacerme un buen surtido de vino y de comida así no tendríamos que salir en toda la noche y nos dedicaríamos a la cama.

En la plaza que hay enfrente en un asiento vi que había una pareja besándose y metiéndose mano a más no poder, andarían por los 18 o 19 años, pero al mirarlos más de cerca me di cuenta de que la chica era la hija de la portera del edificio de mi amigo.

La chica portaba una falda bastante corta y en determinado momento vi como el chico le metía la mano por debajo, seguramente su dedo llegó a la vulva porque pude oír el gemido de placer que emitía esa chica sin percatarse de que alguien muy cerca los observaba.

Cuando ella abrió los ojos me miró y al verme me sonrió como pidiendo complicidad porque me había reconocido.

Claro que me conocía, yo había ido muchas veces a ese edificio y ella siempre andaba por allí.

Seguí mi camino, entré en el edificio pero antes de cerrar la puerta Eugenia impidió que la cerrase y me busco conversación pidiéndome disculpas por lo que había visto y rogándome que no le dijese nada a su mamá.

Por supuesto que le dije que esas eran cosas de ellos, que a mí no me importaba, pero como la lluvia empezaba a caer le dije que estaba solo por un rato que si quería podía venir con su novio al depto. de mi amigo así no se mojarían en la plaza.

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Cruzó a decirle al muchacho mi propuesta y al rato muy tímidamente entraban en el depto. donde yo ya me había sacado los zapatos y me había puesto unas pantuflas muy cómodas.

Eugenia me presentó a su novio que era un muchacho muy delagado de 19 años llamado Carmelo, al cual se le notaba el bulto por lo caliente que se había puesto en esa plaza escarbándole el agujero a ella, pero no dijeron nada al respecto.

 

Los miré lo suficiente como para advertir que Eugenia tenía unas tetitas muy pequeñas, eran más bien de niña que de una adolescente de 17 años, pero supuse que sería virgen y que por eso no se le habían desarrollado aun.

Su culo era muy parado y ancho por eso pensé este aguanta cualquier verga, pero yo esperaba a mi amiga así que no me iba a preocupar por los agujeros de la hija de la portera y por la verga de su novio.

La chica nunca había entrado al depto. de mi amigo por eso se puso a curiosear diciendo que era muy bonito y otras cosas por el estilo mientras su novio me pedía permiso para poder sentarse.

Los dejé solos para irme a la cocina a ordenar los comestibles y cuando volví al living los encontré en la misma posición que los había sorprendido en la plaza, pero ésta vez pude ver como la mano de Carmelo se abría camino entre los labios carnosos de la vulva de Eugenia, la muy putilla muy audazmente separaba sus piernas para que su novio profundizase más la metida de sus dedos.

Al ver eso mi verga respondió moviéndose dentro de mi pantalón y muy rápidamente me acerqué a mirar como esa mano separaba los labios vaginales mientras se besaban ambos sin darse cuenta de que yo estaba observándolos.

Eugenia estaba gozando mucho con esa mano jugueteando con sus clítoris pero en un momento en que su novio dejó de frotárselo ella abrió los ojos y al verme se puso muy colorada.

Él también se sintió incomodo por eso lo único que atinó a decirme fue:

-Disculpa, pensé que ibas a demorar más en la cocina...

-No se preocupen... yo también hago eso... y mucho más….

Carmelo se levantó para irse, pero no pudo hacerlo porque le dije:

-No te avergüences, mejor te tomas una copa de vino del que compré recién...

Eugenia estaba excitada y avergonzada a la vez por eso me aceptó la copa, pero me pidió algo más fuerte, tuve que darles vodka porque era lo único que había en el bar de mi amigo Xavier del cual ya hablé en otras oportunidades.

Nos sentamos a mirar la TV mientras las copas de vodka iban calentando y desinhibiendo a mis huéspedes y por que no a mí también aunque yo tomé menos que ellos.

Como a las cuatro de la tarde Eugenia comenzó a tocarle la bragueta a su novio y él muy descaradamente le separó las piernas y se puso a chuparle la concha sin importarle que yo estaba allí, como eso era muy fuerte me fui al dormitorio a quitarme a ropa formal y me quedé en slip y camisa porque como no era mi casa allí no tenía ropa más cómoda.

Mientras me sacaba la ropa me acaricié un poco la verga, que para que les voy a mentir ya estaba bastante dura y jugosa, pensé hacerme una paja pero luego deseché la idea porque cuando viniese mi amiga quería disfrutar y no me iba a quedar sin reservas seminíferas por una calentura momentánea.

Fueron un par de minutos los que me quedé meditando en el dormitorio por eso al volver me encontré con que Eugenia ya tenía toda la pija de Carmelo insertada en la cocha y le pasaba las piernas por lo s hombros mientras el muchacho metía y sacaba haciendo un vaivén bastante rápido.

Él tenia el pantalón caído por lo que pude verle unas nalgas bastante apetitosas a pesar de la extrema flacura del muchacho, esa visión bastó para que mi verga se saliese del slip con el deseo impetuoso de querer meterse en cualquier agujero que la cobijase

Les pregunté si podía participar y a dúo muy asustados me respondieron que no, pero como estaban bajo los efectos del alcohol Carmelo comenzó a morderle los pezones que eran muy pequeños mientras ella gritaba de dolor y a la vez gemía de placer.

Comencé a pajearme porque no aguantaba más todo ese espectáculo gratuito y en eso oí un tremendo:

-Aaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!

Por supuesto esa exclamación era de Carmelo que había descargado todo, pero el muy pícaro se la había sacado a su novia antes de eyacular porque seguramente ya estaba aleccionado en esos temas.

Tampoco pude verle la verga porque su cuerpo estaba sobre ella prisionero entre las piernas de Eugenia.

Carmelo se desplomó sobre Eugenia y desde atrás entre sus nalgas pude verle sus huevos muy oscuros y una verga bastante grande pero con muy poco uso, al menos eso me pareció al ver ese colgajo desde atrás.

Eugenia le dijo casi desesperada:

-Métemela de nuevo no ves que todavía no me vino el orgasmo.

Su novio seguía en el sofá medio abombado por la descarga y por el mareo que tenía por causa del vodka, como no estaba sobre ella Eugenia me vio con la verga en a la mano y mirándome me dijo:

-La puta que te parió!! Que pija tenés!! Dale métemela con esa sí voy a gozar..!!!!

Me puse un condón de los que había comprado para usar con mi amiga y por supuesto que me olvidé completamente de ella y arremetí contra la concha de Eugenia que estaba muy calientita, jugosa, lubricada y dilatada por la pija de mi antecesor.

Estuve un rato taladrándola mientras Carmelo se despabilaba mirando asombrado lo que nunca hubiese creído que iba presenciar y como los instintos pueden mas su verga se volvió a levantar a medias pero sirvió para que se acercarse a la boca de Eugenia la cual comenzó a chupársela al mismo tiempo en que mi verga hacía el recorrido de su canal vaginal.

Muy cerca de mis ojos tenía ese bonito ejemplar de pija que al ir excitándose cobró un buen tamaño el cual me hizo desear chupársela también.

Desde abajo lo único que pude fue lamer sus bolas y al sentir mi lengua entre ellas Carmelo me dijo:

-Además de cogerte a mi novia resultaste puto?!

La boca de Eugenia estaba cansada de chupar y además quería gemir por eso abandonó la verga de su novio la cual terminó dentro de mi boca y cuando yo tuve mi descarga fue terrible porque ella a los pocos instantes tuvo su orgasmo, luego Carmelo me la metió con todas sus fuerzas cesando solamente cuando me hubo llenando la boca con la leche que tenía aun en sus reservas.

Cuando los tres nos calmamos Carmelo se sirvió otro poco de vodka aduciendo que lo necesitaba porque nunca había pensado que un hombre se la iba a chupar mientras se la clavaba a su novia y para pacificarse se lo bebió de un solo trago.

No sé sí por el orgasmo tan fuerte o por la borrachera o por ambos que Eugenia quedó fuera de combate durmiendo su modorra acurrucada en el sillón del living.

Carmelo me dijo que se la chupase nuevamente porque ya que yo era marica me iba romper el culo como revancha por lo que yo le había hecho a su novia.

Encantado de la vida volví a mamar su mustia verga, la cual fue imposible revivir y en esos lengüetazos busqué su ano el cual estaba muy contraído temiendo ser desvirgado pero con unas caricias a su verga desde atrás lo fue aflojando a la vez que me pedía.

-Seguí chupándomelo... me gusta mucho... Dale puto... !!!

A él también le hizo efecto el alcohol y mientras yo lamía su hoyito se tiró sobre el sillón con las piernas separadas y comenzó a roncar mientras yo seguía deisfrutado de esos pliegues que nadie había visitado con anterioridad.

Fue maravilloso ver como se iba abriendo ese agujerito que se contraía cada vez que mis dedos lo soltaban por eso no aguanté más y como mi pija ya estaba dura nuevamente le unté el agujero con una crema para manos que había por allí y con mi dedo se la metí para dentro, luego embadurné mi pija y ni me molesté en ponerme un condón porque si me había tragado la leche que él había descargado en mi boca era justo que el probase dentro suyo mi lechada que no sería tan abundante como la que quedó en el condón con el cual había cogido a su novia, pero lechada la fin.

Por tanta cantidad de crema mi pija entró sin problemas a pesar de que ese esfínter se contraía ante el invasor, pero al poco tiempo surtió efecto porque su próstata fue estimulada desde el interior haciendo que la verga de Carmelo se pusiese tiesa nuevamente y logrado que él se despertase un poco de su modorra.

Se despertó los suficiente como para gemir que estaba disfrutando sin siquiera tocarse la verga.

Eugenia también se despertó para ver a su novio ensartado por otro hombre cosa que no le importó, quien sabe por cuales motivos y al verle la verga tiesa se puso a chupársela al mismo tiempo que derramaba sobre ella vomitando algo de la bebida que sobraba dentro de su organismo.

Carmelo gemía de placer, bufaba de rabia por estar con el culo lleno de carne y al mismo tiempo maldecía a Eugenia porque le ardía la verga por lo mal que se la había chupado quemándosela con el alcohol que había derramado sobre ella.

Me descargué dentro suyo y se la dejé un rato más para que sintiese como se iban contrayendo sus tejidos al volver a la normalidad aprisionando mi pija casi mustia dentro de su recto.

Atendimos a Eugenia que como ya había vomitado se sentía mejor a pesar de las vueltas que le daba su cabeza, por eso entre los dos la llevamos al dormitorio dejándola sobre la cama para que durmiese su borrachera así luego podría irse tranquilamente para su casa.

A Carmelo lo tuve que dejar junto a ella porque no se tenía en pie de lo mareado que se sentía, los tapé con una manta y me fui a la cocina a prepararles un café porque en una media hora llegaría mi "novia" y no quería que los encontrase allí y menos en ese estado.

No me dio tiempo a preparar el café porque sonó el timbre y efectivamente era la chica que estaba citada conmigo que al verme desnudo me preguntó si tan apurado estaba por cogerla que la esperaba en ese estado.

Eugenia vomitó nuevamente y como la puerta del dormitorio estaba abierta desde el living se sintió todo, por eso mi chica fue a ver que sucedía y al ver a la pareja en la cama se enojó mucho porque había hecho una fiesta de tres el día que la citaba a ella.

No me dejó darle explicaciones si las podía inventar tan rápidamente como salió del dormitorio dejándome con la boca abierta sin emitir palabra y se fue dando un portazo tras de sí.

Nunca más me habló en las pocas veces en que intenté explicarle lo sucedido.

La chica había visto a Eugenia boca abajo con el culo al aire y a Carmelo en la misma posición con hilitos de leche corriendo por el canal de sus nalgas, pero esto último no llegó a verlo, yo lo vi porque cuando volví al dormitorio así estaban.

Ya había pasado el tiempo suficiente para que mi leche se derritiese porque ya había comenzado a manar de entre los pliegues irritados de Carmelo los cuales se veían tan apetitosos que no pude resistir esa tentación lamiéndolos nuevamente para guardarme el recuerdo de ese canal recién inaugurado por mi impúdica y golosa verga del final de mi veintena.

Cuando se despejaron lo suficiente se tomaron el café y los mandé para su casa.

En varias ocasiones en que fui de visita a lo de Xavier, Eugenia intentó abordarme diciéndome que quería acostarse conmigo nuevamente porque Carmelo no la hacía gozar como lo había hecho yo en esa única vez en que bastante alcoholizada había sucedió lo que narré anteriormente.

Carmelo la había abandonado porque le molestó mucho que ella disfrutase con mi verga más que con la suya y al mismo tiempo estaba furioso porque había perdido su virginidad anal con la misma pija con la que ella ansiaba disfrutar otra vez.

Supongo que Carmelo vivía cerca de allí porque varias veces lo encontré por esa zona, aterrándome con su mirada de odio furioso hacia mi persona por ese motivo ni siquiera me animé a saludarlo temiendo algún incidente con él.

Lo que después sucedió con Carmelo me lo reservo para otra oportunidad.

OMAR

Espero comentarios como siempre en omarkiwi@yahoo.com

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