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Trio en la casa en construcción

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TRÍO EN LA CASA EN CONSTRUCCIÓN

Aunque parezca mentira hay encuentros o casualidades de lo más increíbles, amigos que no esperamos aparecen en el momento menos pensado o personas que ni sospechamos que tengan algunos "vicios" ocultos descubrimos que los tienen, muy pero muy escondidos.

Ese preámbulo bien al relato que voy a escribir hoy, dado que una tarde de sábado iba para Neptunia a visitar a unos amigos y antes de llegar a la casa de ellos me sucedió algo de lo más insólito.

Se me ocurrió ir por un lugar llamado El Remanso de Neptunia cerca del arroyo Tropa Vieja, por allí pasa un ómnibus y en la parada vi a un muchacho esperando ese transporte que seguramente lo llevaría a su hogar.

Lo miré al pasar y como me gustó decidí dar vuelta a la manzana para volver a pasar por la parada para invitarlo a subir al coche con la excusa de acercarlo hasta otro lugar donde pasasen más ómnibuses.

El destino o la suerte me hicieron pasar por esa calle donde había una casa de dos plantas en construcción y por supuesto allí había dos albañiles que aunque era sábado de tarde igual estaban haciendo algunos retoques en la fachada de esa vivienda.

Inmediatamente les eché el ojo, tenían unos culos muy hermosos, redonditos y aunque no podía ver sus caras porque estaban de espaldas a la calle, me imaginé que deberían ser bastante jóvenes porque la largura de la abundante cabellera me lo demostraba.

Por allí nunca pasaría nadie porque cuado sintieron el sonido del motor de mi coche se dieron vuelta dejándome boquiabierto por lo hermosos que eran también de frente, mostrando unas abultadas braguetas medio abiertas.

Sacando mi mano por la ventanila los saludé sin apartar la vista de sus braguetas las cuales me hicieron desearlas inmediatamente, pero como lograría mi objetivo?

Me acerqué a la casa y luego de saludarles les pregunté por el camino hacia Neptunia con la excusa de que me había desvíado y no sabía como retomarlo.

Uno de ellos como de 24 años se acercó a mí coche para darme las explicaciones de cual era el camino que debía tomar para ir a mí destino, en cambio el otro más alto y delgado siguió haciendo su trabajo.

-Que suerte que se perdió por acá, porque nosotros podemos servirlo mejor que en Neptunia...

-¿Que querés decir? ¿Qué servicio hacen acá?

Agarrándose la bragueta con sus manos me contestó:

-El Coco y yo tenemos dos buenas y hambrientas vergas, si anda buscando eso estamos para servirte...

Iba a protestar diciéndole que era un atrevido, que se había creído y otras cosas por el estilo pero antes de que le contestase vi como metía su mano por la bragueta que llevaba abierta para extraer de allí una soberbia verga toda rosadita y como lo que vi me gustó mucho cambié mi respuesta.

-¿Y eso que mostrás es gratis? ¿Y el Coco aceptará mostrarme la suya?

En vez de contestarme miró a su compañero y le gritó:

-Coco vení mostrale la pija al señor!!

El Coco vino enseguida:

-¿Para que querés que le muestre la verga?

-Vamos a hacer negocios, si al señor le gusta tu pija nos va a dar unos mangos por usarlas.

En esa calle tan solitaria se podían hacer mamadas y hasta coger porque no pasaban ni los perros, ni idea tengo de cómo me metí allí.

El Coco se bajó la cremallera y allí en plena calle me mostró una verga espantosamente gruesa que nada tenía que ver con él, que era un tipo bastante alto, delgado y de unos treinta y tantos años pero igual me animé a preguntarles:

-¿Y cuánto pretenden por esos ejemplares de pija?

El negociador dijo:

-Primero andáte al supermercado de la ruta y venite con seis cervezas de a litro bien frías y dos cajas de forros, después vemos lo que te podemos cobrar por dejarte disfrutar de nuestras vergas calientes y hambrientas... porque hace como una semana que no cogemos a ninguna mujer ni a ningún trolo, porque por acá como ves no pasa nadie y tenemos que quedarnos a dormir en esta obra en la cual trabajamos.

-Mejor acompañáme vos porque a lo mejor no encuentro el camino de regreso... como ves acá es como una selva, hay tantos matorrales que oscurecen el camino que no creo poder encontrarlo nuevamente.

-Coco prepará la cama que enseguida volvemos!

Fue lo que le gritó al otro albañil antes de subirse a mi auto acomodándose las bolas que según comentó le ardían por lo llenas que estaban.

 

Mientras íbamos hacia el supermercado, me fue indicando las calles por las que tenía que tomar hasta que salimos a una muy ancha que me dijo que iba directo hacia la ruta.

-Estás seguro de que tu compañero aceptará hacer algo, porque no dijo nada solamente me mostró lo gruesa que es su verga.

-Sí no te preocupés, el Coco con tal de meterla y descargar sus bolas se la mete hasta a un caballo.

-¡¿Alguna vez se cogió a un caballo?!

-No!! Es un decir... pero perros si se cogió y se la hizo chupar por una perra callejera, nos reímos mucho cuando le tapó los ojos con la gran lechada que le salió.

En el supermercado compré las cervezas, los condones, un pote de crema por las dudas y como había unos muy lindos pollos al spiedo le pregunté si quería uno para comer.

-Almorzamos hace rato, pero si querés comprálo y lo comemos después de lo que tenemos que hacer, que ya será hora de cenar.

Pagué con tarjeta para que no se diese cuenta del dinero que llevaba y no se abusase en el momento de arreglar las cuentas, pero esa farra me iba a salir como $1000!

En el camino de vuelta Polo que así me dijo que le decían destapó una cerveza y para cuando llegamos a la casa en construcción ya se había bebido más de la mitad, aunque me pasó la botella un par de veces él se tomó la mayor parte del contenido de esa botella de deliciosa y refrescante bebida dorada.

Aunque eran como las cinco de la tarde por lo abundante de la vegetación ese lugar se veía oscuro además de estar solitario porque no era temporada de verano, igual me aventuré a entrar en la casa con mi nuevo amigo.

El Coco había hecho bien los deberes, allí dentro había una luz encendida, por la iluminación que daba pude ver en el suelo dos colchonetas en las cuales ellos dormían cuidando la obra por las noches y en el día las arrollaban para dar paso a los demás albañiles en su diaria labor.

Polo le pasó la cerveza abierta a su compañero el cual bebió unos tragos interminables dejado la botella casi vacía por lo que tuvo que abrir otra botella e inmediatamente se puso a beber de ella sin decir nada de los planes que tenía para esa tarde.

Como no soltaba la botella Polo abrió otra y se puso a beber de ella mientras los dos bebían yo como un estúpido los miraba hasta que finalmente me alargaron una botella de la cual bebí unos tragos y se la devolví.

Los observé mientras bebían y no podía creer que Coco con los flaco y alto que era tuviese una verga tan gruesa aunque no muy larga, en cambio Polo era más normal de estatura pero con una verga larga y bien proporcionada aunque coronada por una glande bastante fino en la punta.

Cuando tres botellas y media estaban vacías el Coco me dijo prepárate vamos a hacerte todo lo que pidas.

Polo siempre fue el más osado de los dos fue el primero que se puso de pie luego se bajó los pantalones de trabajo y me preguntó si quería chupársela para empezar la fiesta.

Con mi cabeza le hice una señal de asentimiento porque para eso había aceptado su invitación y me había gastado mis buenos pesos en bebida, comida y condones.

Tiró el pantalón hacia un costado después se bajó los calzoncillos dejándome ver como su verga larga ocultaba parte de sus bolas y moviéndose la hizo saltar hacia los costados como un péndulo dejando descubiertas antes mis ojos dos pelotas de tamaño considerable, muy oscuras por la sombra que sus pendejos le daban.

Cuando se acercó a mí le pasé una mano por la cintura par atraerlo más hacia mí y comencé a tocarle la pija para hacerla reaccionar aunque no estaba muerta del todo estaba algo bobona.

Miré al Coco el cual estaba con su mirada fija observando el espectáculo, deseoso de que él fuese el agasajado y no su amigo por eso comenzó a tocarse el bulto que formaba su gruesa verga pero sin sacarla todavía de su escondrijo.

En el momento en que llevé la verga hacia mi lengua para comenzar a lamerle el glande finito, Coco bebió otro trago de cerveza y acercando el pico de la botella a su verga derramó parte del líquido sobre ella para que yo se la lamiese con la cerveza deslizándose por toda su pija incluidas las bolas y parte de las piernas también fueron alcanzadas por mi lengua en búsqueda de la cerveza que traviesamente se deslizó por todos esos sitios.

Cuando la verga de Polo comenzó a ponerse dura la lamí más aprisa y antes de tragármela les pregunté si querían que se las chupase de a uno o a los dos juntos.

Coco desesperadmante susurró:

-A mí también la tengo muy dura ¡!

Dicho esto la sacó por la abertura de su bragueta así pude ver nuevamente esa verga extremadamente gruesa en su total esplendor, no era muy larga pero en grosor era muy hermosa pero al mismo tiempo espantosa por el daño acompañado por placer que podría producir en el agujero donde la metiese.

Coco se desnudó completamente antes de acercarse a nosotros, dejándome ver que tenía mejor cuerpo que su amigo no tan peludo como él, aunque algo tostado por el sol, luego se unió a nosotros sobre una de las colchonetas donde procedí a quitarle la remera a Polo que aun la tenía puesta.

El único que permanecía vestido sobre la colchoneta era yo y no creo que a ninguno de los dos les importase ver mi cuerpo porque ellos solamente querían pasarla bien, sin importarle en que agujero introducirían sus vergas pero que iba a estar haciendo yo vestido entre esos dos tipos desnudos, por eso abandoné la verga de Polo antes de que penetrase mi boca para quitarme mis vestimentas.

Cuando hube terminado la ceremonia de desnudarme tiré mis ropas sobre la otra colchoneta y mis anfitriones al verme así a dúo exclamaron:

-¡No estás nada mal! Te la vamos a clavar hasta que digas basta.

Polo que era el que más excitado estaba por las lamidas previas tomó otro poco de cerveza y luego le pasó la botella a su amigo antes de acostarse boca arriba sobre la colchoneta abriendo las piernas para que yo me acomodase entre ellas.

Así lo hice pero esta vez me tragué por primera vez su verga chupándola muy afanosamente hasta hacerlo gemir y maldecir por lo bien que la estaba pasando.

Pensé que Coco se acostaría a su lado o se hincaría cerca de mí para que también se la lamiese pero en cambio éste se puso detrás de mí para comenzar a golpear mi agujero con su verga caliente y babeante de precum teniéndola así porque se la había estado trabajando con sus manos mientras yo me dedicaba a la pija de su amigo.

Mientras yo gozaba tragándome la pija de Polo, Coco cada vez me la refregaba más fuerte haciendo que mi agujero se contrajese y se abriese a un ritmo bastante acelerado al ser estimulado por los jugos que manaban a través de su uretra.

Estábamos en lo mejor cundo mi celular sonó interrumpiéndonos el disfrute que habíamos comenzado a sentir con tan estimulante acto, no pensaba atenderlo pero como el teléfono siguió sonando y ya nos habíamos desconcentrado lo atendí.

Eran mis amigos los cuales estaban muy preocupados porque aun no había llegado, les dije la verdad que tenía entre mis manos y mi boca dos hermosas y jugosas vergas que por eso no había llegado, que estaba a muy pocos cuadras de allí y que cuando terminase mi "trabajo" iría a cenar con ellos.

Por supuesto que tuve que aguantar las bromas de ellos diciéndome que compartiese mi "trabajo" con ellos porque también tenían ganas de trabajar de esa forma, que tenía también manos, boca y culos para trabajar con esa pijas.

Coco y Polo rieron ante tremenda invitación y comentaron que tenían leche para cubrir las necesidades de un ejército.

Antes de guardar el celular nuevamente en mi bolsillo lo enfoqué hacia la verga que tenía más cerca y le saqué una foto a la gruesa pija del Coco la cual venía hacia mi boca en búsqueda de una mamada parecida a la que había recibido la pija de su amigo Polo, pero con el impacto de la fotografía quedó a medio camino bastante molesto por lo que tuve que mostrarle la foto y como era solo esa parte de su anatomía no se enojó más de lo debido ofreciéndome su verga para que la agasajase.

La lamí como antes había hecho con la pija de Polo pero fue imposible meterla en mi boca, era demasiado gruesa y mientras lo hacía pensaba ésta no me va a entrar por ningún lado, mejor lo pajeo y se la lamo así lo hago acabar antes de que intente otra cosa.

Era una verga magnifica cualquiera la desearía pero... si me desgarraba o se rompía el condón porque no creo que los preservativos se estirasen tanto como para cubrir ese pedazo de carne caliente y jugosa que íbamos a hacer en ese sitio solitario y lejano de la civilización.

Mientras yo pensaba todo eso sentí como la mano de Polo se abría paso entre mis nalgas y sus dedos buscaban mi agujero que ya se había calmado por la interrupción del timbre del celular.

Luego de meterme un dedo ensalivado notó que mi esfínter estaba muy contraído por eso me pidió la crema que haba comprado en el supermercado y cuando se la di metió el dedo entero en ese pote y luego me lo aplicó al trasero mientras yo seguía lamiéndole la verga de Coco que cada vez emitía más jugos hacia el exterior dándole un agradable sabor húmedo a la piel que cubría su balano.

El dedo encremado fue tragado por mi recto abriéndose a toda velocidad dándole espacio para que metiese a continuación un par de ellos en mi hoyo, poniéndolos de una manera fenomenal y antes de que se colocase el condón Polo me dijo:

-Dale unas chupaditas más antes de que te la entierre así vas a recordar por mucho tiempo la buena garcha que te perforó en el Remanso de Neptunia.

Supongo que dijo buena y no grande porque lo tendrá asumido que tiene una verga muy trabajadora pero no es una gran cosa con es glande finito, aunque sí muy escupidora como lo comprobé después.

Abandoné la pija del Coco y me tragué ésta que se me ofrecía, la engullí toda porque con ésta no había problemas, luego de un ratito me la sacó y se puso el condón diciéndome.

-Levantá el culo así te la voy a clavar.

Muy fácilmente me entró, luego Polo comenzó un frenético mete y saca en el que mi lengua también disfrutaba lamiendo la verga de Coco pero antes de pudiese rechazarla este empujó su cuerpo hacia mí forzando a mi boca a recibir ese glande enorme el cual me dejó si poder mover mi lengua por lo que tuvo que sacarla porque no podía hacerle nada a su verga para que disfrutase.

Después de un buen rato de taladrarme Polo se agitó muchísimo agarrándome de las caderas para sostenerse mientras efectuaba más movimientos de vaivén y luego de otros deliciosos minutos haciéndolo entrecortadamente me dijo:

-¿Donde querééés la lecheeeee!!!!?

Sin pensarlo le contesté:

-Sacála y chorreáme el culo así Coco me saca una foto del orto todo mojado por la cantidad de leche que prometiste descargar ya que decís que tenés las bolas llenas porque nos las descargás desde hace muchos días.

Lamentablemente Coco no es un experto fotógrafo y con la agitación que tenía solamente sacó una foto en la que apenas se ve mi hoyo, pero igual sirve para ilustrar como me lo dejó Polo después de que me la sacó y hubo tirado el condón hacia un costado.

Polo agotado se recostó sobre la colchoneta al lado de su amigo el cual después de haber tomado la fotografía se ubicó en la misma posición que estaba en el momento en que le pedí que tomase mi celular y al volver a su sitio nuevamente quiso que siguiese lamiendo su verga.

Aunque en la fotografía no puede apreciarse la grandiosa eyaculación que manó de la verga de Polo, ésta descendió por mi agujero mojándome las bolas y solamente pudo ser detenida por la tela de la colchoneta en la cual todavía me hallaba en cuatro patas entre las piernas abiertas del Coco lamiéndole la verga cada vez más palpitante porque se había excitado muchísimo con los gemidos de su amigo.

-Es mi turno.

Dijo Coco separando mi boca de su pija y dejándome aun en cuatro patas, muy cómodamente se ubicó detrás de mí para intentar penetrarme con su verga enfundada en un condón que aunque parezca mentira se estiró lo suficiente como para dar cabida a tan hermosa herramienta de placer y de dolor.

El condón se habrá estirado pero por más crema que puso en la entrada de mi orto previamente abierto por su compañero, éste solamente dejó pasar parte del glande de la pija de Coco y allí se contrajo no dejando avanzar al invasor ni un milímetro más por más calentura que tuviese mi organismo fue imposible una penetración.

Entonces sucedió lo más insólito que podía ocurrir esa noche, el Coco abandonó sus intenciones de penetrarme y muy calmadamente dijo:

-Estoy muy caliente y quiero acabar, porque no aguanto más, acostáte boca arriba sobre la colchoneta que si mi pija no te entra te voy a cabalgar yo para que me hagas acabar lo más rápido posible.

Mi verga se había bajado un poco porque el dolor que me había producido el contacto de su verga con mi esfínter fue muy grande, pero ante esas palabras me acosté como me lo pidió y apretando mi pija lo más que pude, logré endurecerla lo suficiente como para ponerme un condón.

Polo tambien muy anonadado por la revelación de su amigo comentó:

-Sos un hijo de puta!! Si hubiese sabido que te gustaba recibir pijas por el culo te habría cogido todos estos meses y no hubiese pasado "hambre" porque vos muy bien sabés las ganas que teníamos de coger y nunca me pediste que te la metiese haciéndome creer que solo te iban las mujeres.

El Coco no sabía ni que decir pero igualmente le contestó:

-Vos bien sabés que me gustan las minas pero cuando estoy muy caliente como ahora y no puedo acabar me tienen que estimular desde adentro para poder lograrlo...

Acercó sus dedos encremados a su agujero metiéndolos lo más adentro que pudo, luego puso crema sobre el condón que cubría mi verga y muy cómodamente se sentó sobre ella bajando cada vez que le entraba algo más de carne, todo esto ante las atentas miradas mía y de su amigo.

Polo aun no salía de su asombro y para que negarlo yo tampoco porque con semejante garrote quién se iba a imaginar que se sentase tan plácidamente sobre la primera verga que tuviese al alcance de su orto.

Una vez que su orto hubo tocado mis pendejos comenzó a toda velocidad una cabalgata extenuante y como eso fue demasiado excitante par su compañero este se ubicó también sobre mí ofreciéndome sus bolas para que las lamiese porque su verga aun reposaba muy cansada por la eyaculación que la había dejado en ese estado hacía muy pocos minutos.

Gemí como loco porque esa cabalgata había hecho que mis bolas quedasen vacías y a los pocos segundos de mi explosión pude ver como la mano del Coco cada vez más rápido movía su verga para terminar expulsando sendos chorros de leche caliente sobre el vientre de su amigo que por estar enfrenté de él recibió la descarga protestando después por lo sucedido.

-Sos un asqueroso!! Me llenaste la barriga de leche!!

Mientras Coco desfallecido aun permanecía clavado en mi verga a punto de salirse de su recto porque estaba por fenecer, Polo se levantó para ir a lavarse la cantidad impresiónate de semen que fluía por su pecho deslizándose a gran velocidad hacia su verga.

Descansamos un poco en el que se terminaron las cervezas hasta que ellos se pusieron a comer el pollo con las manos ofreciéndome una pata por si quería comer algo.

Los tres desnudos sobre el piso comimos algo regado con vino de una caja porque como no había más cervezas tuvieron que abrir una caja del consumo personal de ellos para acompañar el festín.

Me dijeron que si quería hacer algo más lo hiciésemos ahora porque me tenía que ir antes dela nueve porque después de esa hora venía el dueño de la casa para controlar que todo estuviese en orden y para ver sí ellos precisaban algo.

-Vamos a una segunda vuelta!

-Se ve que no te achicás, querés más pija...

Con todo lo que llevaba gastado en comida y bebida más lo que tendría que darles quería desquitar mi inversión, y por supuesto todavía tenía ganas de más acción porque mis bolas pulsaban dentro de mi escroto avisándome que aun había algo allí dentro que quería salir.

Polo me acomodó sobre la colchoneta separándome las piernas luego me vertió algo sobre ellas porque a los pocos instantes sentí algo frió que se deslizaba por mis raja para terminar depositándose en mi hoyo.

Antes de que preguntase que me había echado pude percibir su lengua lamiéndome las nalgas para finalizar en mi hoyo y cuando llegó a ese sitio rápidamente sacó su boca de entre mis nalgas diciendo:

-Puffff! Tenés el culo hecho una calamidad! La crema se derritió y mi leche también, una vez que quería chupártelo está asqueroso pero igual te la voy a meter de neuvo.

La primera vez que me la metió no la sentí tan dura como la segunda, tal vez mi recto estaba más sensible por las embestidas anteriores por eso fue que me sentí como empalado aunque la verga de Polo no era gran cosa igualmente podía sentir su firmeza acompañada por el calor que emanaba de allí.

El condón mermaba un poco el calor pero, pero la furia de las embestidas podía percibirla a pesar de la lubricación de la crema derretida y de la lechada que había caído sobre el exterior de mi ano.

Coco se puso a jadear porque se había estado pajeando mientras miraba como me entraba tan fácilmente, pero no sé lo que le sucedió porque después de la gran eyaculación que había tenido al estar cabalgándome su verga se había incorporado pero no parecía tan gruesa como antes de vaciar sus vesículas seminales.

Por esa causa pude meterla en mi boca con algo de dificultad pero pude saborear solamente la punta porque lo demás no cabía dentro de mi cavidad bucal dado que el glande la ocupaba casi toda.

Su verga rápidamente comenzó a pulsar y a contraerse por lo que me di cuenta de que estaba por acabar, muchísimo más rápido que la otra vez en la cual tuvo que sentarse sobre mi pija para poder lograr su satisfacción.

-"MMMMMM

Fue el último sonido que salió de su garganta antes de que me llenase la boca de leche la cual muy rápidamente escupí sobre sus bolas mojándolas todas ya que él sostenía con su mano su verga hacia arriba para que yo pudiese mamarla más fácilmente.

Mientras tanto en mi retaguardia Polo seguía muy afanado dándome y dándome estocadas mientras me pajeaba sin darme tregua, haciéndome agitar muchísimo hasta que me levantó en vilo clavándome su verga hasta el final y largando allí un tremendo:

-AYYYYYYYYYYYY!!!

Ese grito no vino solo ya que vino acompañado de una gran contracción de su verga la cual terminó expulsando otra generosa cantidad de esperma la cual quedó depositada en el reservorio del condón.

Ya más calmado porque mi ano estaba más aliviado le dije a Coco que intentase ponérmela porque no me queria ir sin antes haberla catado en mis entrañas.

La pija de Polo al descargar se ablandó y no quiso saber más nada de nada por eso solita abandonó mi cueva para darle paso a la nueva intentona de Coco que a pesar de no tenerla muy dura porque la eyaculación se la había aflojado bastante, al calzarse el condón éste la apretó mucho haciéndola endurecer lo suficiente como para que entrase en algún sitio muy amplio.

Mi esfínter estaba muy estirado porque con las arremetidas de Polo más los giros que había hecho yo para disfrutar con esa penetración lo habían aflojado mucho por eso me senté sobre la verga de Coco para ir bajando a medida que algo entrase por allí.

Cuando sentí un Ahhhh me di cuenta que había entrado el glande y el Coco había exclamado ese monosílabo como señal de que estaba contento porque al fin había logrado meterla en algún sitio después de tanta abstinencia.

Hice mucha fuerza como que iba a cagar pero al revés aspirando aire y así pude ir bajando más y más sobre la verga del Coco hasta que frenéticamente comencé a cabalgarlo ante la mirada asustada y estupefacta de su amigo que no podía creer que finalmente me la había tragado toda por el trasero.

Estaba gimiendo, saltando, cabalgando todo a la a vez que sin darme cuenta comencé a eyacular sin siquiera haberme tocado la pija y nuevamente mojé a Polo que reposaba a mi lado extasiado de ver tanto movimiento y oír quejas de dolor por tener eso tan grueso clavado en mi interior.

Luego de acabar no pude resistir más tanta cabalgata porque le verga que tenía dentro me hacía doler mucho por lo que en una de esas levantadas la saqué totalmente encontrando el condón sucio de crema y de sangre porque me había lastimado algo de mi recto con esos feroces movimientos.

Supongo que mi culo estaría muy dilatado y que se vería para adentro porque Polo me lo miro diciéndome muy asustado:

-Se te ven las tripas muy coloradas!! Te sale sangre!!!

A pesar del dolor le saque el condón a Polo para lamérsela nuevamente y no me detuve hasta hacerlo acabar sobre mi pecho una tercera lechada que de tan escasa soalmente pude extraerle una escuetas gotas las cuales muy tardíamente aparecieron por su meato.

Polo que era el que comandaba todo se puso muy nervioso porque faltaban muy pocos minutos para las nueve de la noche y por eso me dijo:

-Apúrate, no te quiero echar porque la pasamos fenomenal pero está por venir el dueño y si descubre que traemos tipos nos va a despedir y nos quedaremos sin trabajo.

Rápidamente me vestí como pude con el culo húmedo y tal vez sangrante y una vez que ellos también se vistieron saqué la billetera y les di $ 100 a cada uno pero como siempre Polo protestó diciendo:

-Pensás que nos vamos a conformar con esta miseria, te cogimos bien cogido y además usaste el culo del Coco que ni yo sabía que lo daba para esas cosas, eso que te permitió hacerle vale muchísimo más...

Saqué otro billete de $100 de mi billetera y ante la cara de pocos amigos de Polo tuve que sacar otro billete de allí y éste lo conformó un poco más pero no totalmente.

-Aceptamos porque no tenemos tiempo porque está por llegar el patrón, pero creemos que el trabajo que te hicimos vale el doble de los miserables $200 que nos diste a cada uno...

Cuando me iba les di un beso a cada uno, pero a la boca que más pude acercarme fue a la del Coco que a esas alturas daba todo con tal de tirarse un buen polvo o que se lo tirasen dentro de él, estaba muy bebido y los efectos lo hacían bostezar intermitentemente.

Como despedida final les tanteé las pijas por encimas de su prisión con cremallera y ni las encontré por lo mustias que quedaron como consecuencia del trabajo extenuante que habían hecho para nuestro placer.

Polo me agradeció que había logrado vencer la resistencia del Coco así él cuando quisiese sexo tendría el culo de su amigo para clavársela y no tendría más preocupaciones de como lograr sexo en las obras solitarias donde trabajarían.

Muy amablemente me acompañaron hasta la salida dándome las explicaciones de hacia donde tendría que ir para tomar el camino que me llevaría a Neptunia y luego de que hube arrancado desaparecieron dentro de la vivienda en construcción seguramente para esperar a su jefe y a acomodar algo del desastre de botellas tiradas por todos lados.

Seguí hasta la esquina y allí doblé según sus indicaciones y cuando iba a tomar el camino principal hacia Neptunia vi que venía de frente un coche bastante nuevo con un señor godito con un bigote muy ralo, supuse que sería el dueño de la vivienda porque por allí no circulaba ningún coche y menos en esa oscuridad casi total la cual era producida por el ramaje tan espeso de la vegetación salvaje de ese paraje.

A los pocos minutos llegué a la casa de mis amigos bastante dolorido porque lo tejidos de mi recto al ir acomodándose en sus lugares respectivos me hicieron sentir no solamente la gran inflamación que tenían por haberlos perforado la verga del Coco sino que tenía todo el slip húmedo porque la crema se había derretido totalmente siendo expulsada hacia afuera con rastros de la sangre producida porque la pija esa me había roto algunos pedazos de los tejidos internos haciéndome sangrar lo suficiente como para mojar todo a su paso.

Por suerte mis amigos tenían cremas curativas para esas cosas y luego de aplicarme una gran cantidad me fui a dormir porque no tenía ganas de manejar nuevamente hacia Montevideo.

Al otro día un poco menos dolorido pero muy cansado por tan agotadora labor efectuada en esa obra en construcción en el Remanso de Neptunia llamé a mi hermano Leo para decirle que no iba a almorzar con ellos porque me había quedado en la casa de unos amigos e iba a pasar el día domingo con ellos.

Conociéndome como me conoce Leo me preguntó ¿Con cuantas vergas había pasado la noche que me iba a quedar todo el domingo allí disfrutando todavía más de lo sucedido la noche anterior?

Tuve que reírme por la ocurrencia y le contesté que la noche la había pasado solito en mi cama porque mis amigos son pareja y no se acuestan con terceros, pero omití decirle la tremenda pija que me había lastimado dejándome huellas en mi interior.

Me hubiese gustado tener otra sección con ello y sobre todo me hubiese gustado sentir nuevamente sobre mi verga la cabalgata que me efectuó el Coco, pero no pasé más por allí porque no encontré el lugar y quizás ahora estén en otra obra porque han pasando muchos meses de ese acontecimiento.

OMAR

Como siempre espero comentarios y fotos en: omarkiwi@yahoo.com

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Marcos el muchacho del gimnasio

Juan Manuel, el hijo de un amigo de mi cuñado

Nestor me sedujo con su croissant

Rubio, velludo y transpirado

Casi fui testigo de una violación

El cuidacoches y el marinero

Pajas con Ulises

Osvaldo el lamepies

Eniwe, director teatral

Experiencias en los bares

Ireneo, quería muchisima mas -nafta-

El portero de Roberto

Los instaladores de telefonos

Vendiendo enciclopedias

El chico del bar

El truco del slip

Walmir, el guia curitibano

Tormenta rumbo a Santa Teresa

El amor de -los ratones-

En el baño con Dario

Casa con piscina

Mi primera y última vez en un sauna

Ireneo queria mucha -nafta-

Ireneo queria mi -nafta-

El -casi- suegro de Epifanio

Placenteras asaltantes escandinavas!

Federico, el hermano de Andrés

Panchos con mostaza

El fisicoculturista de la tanga turquesa satinada

Yazifar, el sastre

Anonimo

Homenaje a Daniel (muerto a los 35)

El paraguayito de Piriapolis

Accidente por felación

El panzón que no se le paró

El sargento de la plaza Fabini

Un día de suerte al fin y al cabo (2)

Un día de suerte al fin y al cabo (1)

El profesor Leyva

Tito, de Sarandi del Yi

Fernando, artista plastico

El guarda del 125

Las confesiones de Alex Trinidad

En el pulpito

El cuidacoches del buceo

Lionel, alumno de inglés

Provisorio

El marinero del referendum

El tatuador

El profesor-profesora

Gustavo, la profesora de ingles, yo... y los otros

Otro sereno y van...

Mi segundo viaje a salta

Chebo y su descubrimiento

Carlos Felipe

La casa de la gloria

Un albañil llamado Moncho

La lapicera de olga

Aventura con el hijo de un embajador

El lecherito de Gaby

El día que Miguel trajo al -querubin-

Doña Toribia, la curandera

El macho de la casa de citas

El gendarme chileno

Qué padre de familia?!

Mi hermano leo en Australia

En la vuelta ciclista del Uruguay

Pierre, la gorda y yo

Las cartas de Flydesdfale

Mi hermano Leo

El encuentro con Diaz

El enfermero y los dos hermanitos

Fin de semana con mi primer travesti

Mi primo Reynaldo

Mi -amigo- Pierre (01)

El farmaceutico desconcertante

Carta de Fito

El gerente y la miel

Los vidrieros de la Claraboya

El compañero de trabajo

El Gerente me retribuye

El director del liceo

El perro de Fito

El slip de Hugo

El mirón

Siempre hubieron bisexuales

Mi primer viaje a Bahía

Mi primer policia

Como conocí al gerente

La viuda Margarita

El pelado de la playa

El chico de la moto

Los soldaditos y yo

Una excursión a sexo total!

El indio Jose

El policia bisexual

En las grutas de punta ballena

El empleado de la telefónica

El cobrador de gastos comunes

Mi primer viaje a salta

El gerente y el Rafa

El Rafa

El tipo del omnibus

Bogyus

Mi primera vez

El matrimonio de Flores