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Mala noche pasó Carlos Francisco

en Gays

MALA NOCHE PASÓ CARLOS FRANCISCO

Carlos Francisco a pesar de haber tenido el sexo que había buscado esa fue una mala noche para él y esto que voy a tratar de relatar lo que mi amigo me narró.

Él vive en Ciudad del Este, nos conocimos cuando fui a visitar las cataratas y de allí surgió una amistad que a través de los e-mail y llamados telefónicos perdura después de tantos años de que nos vimos por única vez.

Como todos los viajeros fui a un free shop y allí lo conocí porque era uno de los cajeros que había en ese local.

Nos hicimos amigos del momento pero como intercambiamos teléfonos y mails la amistad perduró a través de esos medios pero nunca tuvo un encuentro cercano con él y aunque me ha confesado en sus mails que le gustaría probar nunca se atrevió a intentarlo con ninguna persona de su ciudad.

El día que le pasó "eso" le hizo tener un sentimiento de incomodidad ya que desde su primera experiencia sexual antes de los 18 años éstas siempre habían sido con mujeres pero al leer tantos relatos míos y de otros autores tuvo curiosidad por saber que sentiría o si podía gozar con un hombre de la misma forma que lo hacia con las mujeres.

Hasta esa fatídica noche había tenido experiencias con una o dos mujeres juntas en algún trío, pero siempre había conservado su virginidad anal aunque alguna vez en esos tríos su ano fue visitado por una lengua o por algún dedo femenino los cuales le sacaron ayes de desmesurado placer.

En una taller mecánico se encontró con un conocido que es gay y como la conversación se fue caldeando por las anécdotas que le hacía su amigo aceptó ir a un boliche gay con él, solamente para experimentar y ver como era la cosa.

Caros Francisco se excitó con esas narraciones porque hacía días que andaba sin novia y tenía mucho semen acumulado en sus cojones pugnado por salir a ver la luz del día o la oscuridad de la noche.

Después de varias cervezas y de ver como hombres con hombres y mujeres con mujeres se propinaban arrumacos mi amigo aceptó bailar con Eleodoro que así se llama su conocido.

Bailaron muy apretados porque Eleodoro tenía sus manos posadas sobre las nalgas de Carlos Francisco apretando su cuerpo contra su pelvis hasta que sus pijas comenzaron a frotarse muy pegadas una sobre la otra.

Al rato abandonó una de sus nalgas y muy descaradamente comenzó a acariciarle el pene por encima del pantalón, hecho que puso muy nervioso a Carlos Francisco que al estar tan incómodo no percibió que las demás parejas hacían lo mismo o cosas más audaces.

Con la pija de Carlos Francisco dura a más no poder salieron de allí porque mi amigo le propuso de ir a hasta su auto así en ese lugar más tranquilo Eleodoro podía hacerle una mamada con la cual la calentura de ambos desaparecería.

Le hizo esa propuesta porque se había excitado tanto que no podía contenerse y le daba igual que se la chupase un hombre o una mujer, pero al subir al auto su acompañante le sugirió que fuesen a su casa así lo harían más cómodos.

Así lo hicieron, pero todo el trayecto (que fue muy corto) la mano de Eleodoro fue jugando con la enhiesta vara que aun estaba escondida dentro de las ropas de Carlos Francisco.

Antes de que detuviese el auto en el lugar donde vivía su amigo pudo sentir la lengua de Eleodoro lamiéndole el glande, porque traicionado por los nervios del momento ni se había percatado de que su pija habia sido extraída de entre sus ropajes y estaba muy plácidamente acomodada dentro de esa boca que la lamía y succionaba con vehemencia.

Sentía que le gustaba pero al mismo tiempo no tenía ninguna sensación de que iba a eyacular porque no notaba que eso estaba por suceder en esos momentos, luego de detener el coche empujó a esa cabeza de entre sus piernas y le dijo a su amigo que mejor sería entrar para terminar eso.

Aunque sabía que su amigo vivía allí no le gustó la zona por encontrarla muy oscura y lúgubre por eso deseó entrar rápidamente para vaciar sus bolas lo antes posible para luego irse a toda prisa de ese barrio que le inspiraba temor de que le robasen el auto mientras él estaba muy ocupado gozando de alguna forma desconocida para él.

Aunque no me lo dijo supongo que el temor no se lo inspiraba el barrio sino su propio ser al estar intentando probar algo desconocido de lo cual temía arrepentirse en el futuro por gustarle demasiado o por rechazarlo demasiado.

Eleodoro lo tranquilizó diciéndole que no pasaría nada, pero al ver la cama en completo desorden se puso tan histérico que su verga terminó por aflojarse totalmente.

Fue convidado con un poco de caña paraguaya para que se desinhibiese y aunque apenas probó algunos sorbos su mano fue impulsada por el deseo hacia las nalgas que estaban depositadas en la silla de al lado.

Poco a poco fue bajándole el pantalón que su amigo tenía abierto porque mientras esas manos calentaban sus nalgas Eleodoro estaba pajeándose para gozar todo ese manoseo previo a la penetración que esperaba.

Carlos Francisco quería metérsela lo mas rápidamente posible para luego irse, pero su amigo se puso más cachondo con el tercer vaso de caña que había ingerido y se puso a chupársela más velozmente que la otra vez cuando lo había hecho en el auto unos minutos antes.

Le encantó la chupada profesional que estaba recibiendo sobre su glande y sobre toda la longitud de su pija, dándose cuenta del placer que se había perdido en todos esos años de negativas por no haber disfrutado de una lengua tan dúctil para esos menesteres.

Casi eyaculó en esa cálida boca pero su lechada fue interrumpida porque Eleodoro al notar que la verga que tenía dentro de su boca latía mucho interrumpió bruscamente su trabajo lingual y manual para dedicarse a acariciarle el culo antes de comenzar a besárselo y a lamérselo con la misma dedicación.

Eso no le gustó o si le gustó no lo disfrutó porque estaba ansioso por visitar el hoyo de su amigo pero al vérselo en su total esplendor no le agradó mucho porque era fofo y estaba coronado por miles de pliegues violáceos.

En cambio le impresionó inmensamente la verga que vio porque jamás se había imaginado que un gay portase algo tan corto eso sí muy grueso y casi sin vestigios de una digna rigidez.

Al mostrársela entre sus manos le pidió que se la mamase, pero Carlos Francisco se negó diciendo que no le apetecía, en cambio escupió ese impresiónate glande morado y masajeándolo un poco logró que el órgano de su amigo obtuviese una impresionante rigidez asustándose con el tamaño que adquirió, ya que su verga es larga y fina pero nada comparado con esa que tenía entre sus manos húmedas de transpiración y saliva mezcladas con el líquido preseminal de Eleodoro.

Un buen rato estuvo acariciándole la verga hasta que finalmente se montó arriba de él y allí ya sus nervios no le permitieron seguir haciendo más nada porque al ver como Eleodoro levantaba las piernas ofreciéndole el agujero para que se la metiese y cuando trató de penetrarlo sintió que los labios de su amigo buscaban los suyos ansiosos de fundirse en un interminable beso el cual podría durar todo el tiempo que su verga estuviese alojada en ese recto que esperaba ser atravesado por su dispuesta herramienta.

Esa acción fue lo máximo que su nervioso organismo pudo soportar, inmediatamente salió de arriba de su amigo gritándole:

-Yo no soy marica como tú!!!

Eleodoro no contestó nada mientras Carlos Francisco iba hasta la mesa para volver con un vaso más de caña y dándosela a su anfitrión le dijo:

-Tómatela!!

Mientras éste bebía, él pensaba que no podía irse así, porque su verga estaba muy dura y quería acabar para quedarse tranquilo por eso la metió nuevamente en la boca que antes le había dado tanto placer y literalmente cogió a su amigo por la boca.

Cuando sintió que el momento culminante estaba por llegar sacó la pija de dentro de esa jugosa boca y se terminó una paja derramando una enorme cantidad de semen sobre la cara de Eleodoro la cual quedó empapada por esa eyaculación tan abundante.

Eleodoro se encontraba en la gloria porque su estómago estaba lleno de alcohol, su cara empapada de semen (pero no por mucho tiempo porque con su traviesa lengua fue lamiéndose hasta lograr tragárselo todo) y mientras se regocijaba recogiendo la lechada que había disfrutado tanto fue pajeándose a toda velocidad para terminar expulsando su semen sobre el piso justo arriba de los pies de Carlos Francisco.

Muy asqueado protestó e inmediatamente fue al baño a lavarse los pies, la pija y sobre todo a enjuagarse la boca aunque no había tenido la saliva de Eleodoro sobre ella igualmente se la enjuagó.

Había logrado su objetivo "vaciar sus bolas, así que sin decir nada se vistió y se fue hacia su casa donde se ducharía para sacarse algún inexistente rastro de esa experiencia vivida.

Las últimas palabras de Carlos Francisco fueron que quizás algún día vuelva a intentarlo pero por ahora no le apetece volver a estar con un hombre en esas circunstancias.

Sobre como quedó Eleodoro lo ignoro porque mi amigo no sé refirió más a él solamente me dijo que en el piso quedó una buena cantidad del semen expulsado por la pija que lo había impactado tanto sobre todo por el grosor.

OMAR

Espero comentarios y fotos como siempre en omarkiwi@yahoo.com

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