miprimita.com

Me lo contó Ricardo

en Gays

ME LO CONTÓ RICARDO

Mi amigo Ricardo vive en un pueblo cercano a la ciudad chilena de Valdivia, un lugar muy bonito que visité hace unos años, pero lamentablemente en esa época no sabíamos de nuestra existencia y por eso no fue posible un encuentro entre los dos.

Nos conocimos a través de mis relatos, mail va mail viene Ricardo me contó como debutó con un hombre o mejor dicho con un proyecto de hombre.

Su pueblo o ciudad tiene más de 200.000 habitantes, él me contó que está en una región muy turística por los ríos que tiene y por las montañas que la rodean.

Siempre le atrajeron los "picos" como les dice él a las vergas, pero hasta los diecisiete años era muy tímido (aún lo es) y no se atrevía a buscar alguno que satisficiera su curiosidad y sus ansias de desahogo sexual.

Su única experiencia sexual y el único placer que había conocido hasta ese día fueron las interminables pajas que su mano le hacía a su "pico" haciéndolo delirar muchísimo cada vez que su leche juvenil era expulsada a través de su uretra.

Pero esa tarde de verano todo cambió para Ricardo ya que conoció otra forma de placer, mucho mejor que la que estaba acostumbrado a recibir por parte de su mano amiga pero poco experta para esos menesteres.

Andaba vagabundeando por una plaza de su ciudad y bebiendo refrescos por el intenso calor que estaba concentrado en ese valle entre montañas, por supuesto había ingerido demasiado liquido por eso sintió el efecto de que su vejiga se había llenado más de lo debido y le urgía para que la vaciara lo más pronto posible.

Cerca de esa plaza se encuentra la terminal de ómnibus, se dirigió hasta allá para ir a uno de los baños para cumplir con esa función fisiológica que su cuerpo le pedía con urgencia.

Entró a uno de los cubículos, cerró la puerta tras de sí dispuesto a orinar pero vio algunas palabars escritas en las paredes las cuales lo distrajeron tanto como para hacerlo olvidar de a que había ido a ese sitio.

Se puso a leer los graffitis que aparecían allí los cuales eran de un alto voltaje erótico y por eso el "pico" de Ricardo se puso tieso como un hierro impidiéndole orinar, hecho que lo puso muy incómodo dado que su vejiga quería expulsar su contenido y sus testículos pugnaban por expulsar el suyo también..

Estuvo un buen rato sin decidirse a hacerse una paja para luego poder orinar e irse más tranquilo o esperar que se bajase sola para luego orinar, no se atrevía porque le daba vergüenza que alguien oyese los ruidos de su mano pajeándolo.

Se encontraba tan absorto en su dilema que por eso no percibió que alguien creyendo que el cubículo estaba desocupado abría la puerta e intentaba entrar.

No le dio tiempo a cubrir su pija con la mano, solamente pensó que lo habían pillado pajeándose y tenía miedo de que le sucediese algo desagradable al ser acusado por la persona que había abierto la puerta.

Miró a la cara a su descubridor notando que era un muchacho de su misma edad o quizás unos meses menos, de cabello castaño, más alto que él o sea que andaría por 1.75 de estatura.

-Disculpa! Creí que estaba desocupado.

Ricardo como pudo se subió el pantalón para que ese intruso no mirase más su pico ya que había clavado su vista sobre él, pero no se animó a mencionarle nada sobre lo que había visto hasta que mi amigo epistolar balbuceando le dijo que ya se iba y lo dejaba libre.

-¿Andas caliente? Vi como tenías el pico de duro y colorado!

Ricardo se ruborizó tremendamente y con el mismo balbuceo le dijo que no, negativa que no fue creída por el otro joven.

-No te pongas así... a todos nos sucede, si quieres te ayudo a bajarla, te puedo hacer una buena mamada y después...

Ricardo estaba muy nervioso y confundido, pero a pesar de esa situación su pico seguía durísimo deseando que ese joven le hiciese la mamada propuesta, la cual nunca había experimentado.

-Bueno... pero no nos descubrirán...

El joven le tomó la mano, luego entró al cubículo cerrando muy bien la puerta para que nadie pudiese abrirla como él lo había hecho creyendo que estaba vacío.

Con una maravillosa mezcla de nervios y excitación bajó nuevamente su pantalón exponiendo ante la vista de su mamador los 18 cms. de verga virginal que deseaba ansiosamente ser chupada por primera vez.

El muchacho lo tomó en su mano y comenzó a apretarlo al mismo tiempo empezó a decirle cosas como que era delicioso, que tenía un pico de buen tamaño y otras cosas por el estilo.

A Ricardo nunca le habían ponderado su herramienta por eso ni idea tenía si era grande o pequeña, creía que era regular, basando sus conclusiones en algunas fotografías que furtivamente había visto en revistas de hombres desnudos.

Luego de jugar un poco con la verga que se iba a tragar el jovencito se agachó poniéndose en cuclillas para estar más cerca del pedazo de carne que lentamente comenzó a lamer por el glande el cual estaba totalmente caliente y seco porque mi amigo se puso tan nervioso que su organismo había absorbido todos los jugos pre-eyaculatorios dejando su órgano violáceo y terriblemente ardiente.

Para su debut el destino le había proporcionado a un joven muy experto en mamadas de picos ya que este lo introdujo en su boca haciéndolo llegar hasta su garganta con una facilidad que solamente alguien que lo haya practicado por largo tiempo puede lograr tragar semejante trozo ardiente como estaba el de Ricardo en ese momento.

Se erizó todo cuando sintió que esa lengua húmeda lamía su glande y luego cuando esa boca desconocida se tragó toda la carne dejando sentir su respiración sobre su velludo pubis, Ricardo creyó que iba a explotar de placer, pero a pesar de que latía mucho su eyculación no se produjo para dejarle la boca llena de leche virginal a ese zafado y servicial joven.

A pesar de que su verga quemaba, sintió que esos labios lo quemaban a él, en esa situación de gozo que lo llevaba a las nubes sintió un ruido, se dio cuenta de que alguien había entrado al baño, los dos se quedaron quietos hasta que la persona hubo abandonado el lugar.

Luego que sintieron que la puerta se abría para dejar salir al desconocido, el joven volvió a chupársela nuevamente, cosa que no le costó mucho ya que no la había sacado ni un momento de su boca mientras el tipo había permanecido haciendo sus necesidades muy cerca de ellos.

Al ver que seguía tiesa y sin señales de aparecer la leche que buscaba el muchacho la abandonó poniéndose de pie intentando besarlo en la boca, a
Ricardo le dio asco a pasar de lo blanco y lampiño que era y por eso lo alejó con la mano sin dejar que esos labios con el sabor de su propia verga se posasen sobre los suyos.

Con su timidez a cuestas, estaba totalmente excitado deseando probarlo todo por eso antes de que el muchacho se fuese o lo intentase, comenzó a tocarle las nalgas por encima de sus pantalones ya que éste ni se los había desprendido mientras había chupado la verga de Ricardo por todo ese rato bastante largo.

-¿ Quieres metérmela?

-Sííííííííhhh!!!

Ese si fue un monosílabo muy prolongado el cual denotaba la ansiedad que tenía Ricardo por probar el culo de ese muchacho o cualquier otro que estuviese cerca en esos momentos.

Al bajarle los pantalones vio que el pico de su nuevo amigo era muy pequeño pero en compensación al darlo vuelta quedó maravillado con ese culito que poseía, tan blanquito, lampiño y redondito que tenía al alcance de sus manos y de su verga.

Torpemente sin saber como hacerlo comenzó a meterle sus dedos entre las nalgas, buscando ese agujero donde pensaba introducir su verga, pero su amigo que era experimentado le indicó que se los mojase con saliva para que luego le fuese dilatando el esfínter.

Una vez que hubo sentido en la yema de sus dedos que ese esfínter se abría dejándolos entrar y palpitando muchísimo los sacó, acercó su pico y lo metió muy suavemnte con mucho temor.

El muchacho gozaba muchísimo por eso se movió hacia atrás para que se le clavase todo el pedazo del pico de Ricardo que éste se negaba a meterle por temor a lastimarlo.

Ricardo no se movió mientras el muchacho se pajeaba a toda velocidad clavado en su pico, luego vio como la leche de su nuevo amigo salía disparando para mojar las paredes del cubículo y parte del inodoro.

Una vez que el muchacho se fue calmando se corrió hacia adelante dejando la pija de Ricardo libre de los apretones que le daba su esfínter y al verla así le dijo:

-¿No disfrutaste nada?

-Sí, pero no puedo correrme...

-Esperá que te la chupo hasta que te salga la leche, así no te puedes ir...

Ricardo muy confuso se subió los pantalones y con al verga aun tiesa se quiso ir para su casa.

A pesar de los ruegos de su amigo éste no pudo convencerlo para que se quedase, porque no podía irse para su casa con la vega dura y llena de leche, pero lo único que logró de Ricardo solamente fue que le dijese de encontrarse al otro día en ese mismo lugar para clavársela otra vez porque quería descargarse dentro del culo de Carlos que así se llamaba su nuevo amigo.

En el camino de regreso sentía el olor de Carlos impregnado en su cuerpo y en sus ropas o al menos le parecía que allí estaba, eso le desagradaba y lo excitaba el mismo tiempo.

Una vez que hubo llegado a su casa se dio una ducha de agua fría bajo la cual se pajeó pensando en lo acontecido un rato antes y ahí sí su descarga seminal fue terrible, dos pajas en los veinte minutos que permaneció bajo el agua excitándose con los recuerdos de su primera vez inconclusa pero primera vez al fin.

Al otro día no concurrió a la cita con Carlos porque tenía ese sentimiento de culpa que todos alguna vez experimentamos las primeras veces que hicimos algo así.

Ricardo nunca más volvió a encontrar a Carlos pero sigue practicando el sexo siempre como activo aunque chupa algún pico de vez en cuando a pesar de ese asco que sintió su primera vez lo persigue aún hoy en día.

Le pedí fotos de su pico para ilustrar este relato, al primer mail me las negó pero después me las envió porque como no se ve su cara nadie lo va a reconocer.

 

OMAR

Espero comentarios como siempre en omarkiwi@yahoo.com

Mas de omarkiwi

El brujo de los puros

Jugando con la botella

En un hotel cercano a Shangrilá

Se concretó en Villa Mercedes

Olegario lo conocía

Glazo me llevó a la plata

Sorprendi a Glazo con un travesti

Víspera de nochebuena

En el festival de rock de Durazno

En el cumpleaños de Olegario

Hugo C. & Julián O.

Primero de mayo en concordia

El oficinista de concordia

El viejo de las tetas grandes

Me los presentó Marcelo

Polvo rápido con el policía bisexual

Juan de Colonia del sacramento (día 3)

Juan de Colonia del sacramento (día 2)

Juan de Colonia del sacramento (día 1)

Me lo contó Marcelo

Pierre, Cristina y yo

El ex-imberbe me reconoció

Pajeando a mi primo Alarico

El tío Marabú

Xeripé, sargento del pelourinho

Benicio, el mozo de Recife

Rodrigo me hizo perder el arraial d´ajuda

Mario Cezar, recepcionista de Río de Janeiro

Mala noche pasó Carlos Francisco

Un lujanero llamado TIMOTEO

El tipo que vive a la vuelta del cine porno

Trío con jerónimo en un cine porno

El debut de Eduardo

Valentin me invitó a su casa

Al borde del arroyo con el bodeguero

Lo conocí por internet

El policía de Luján

Un empresario en la calle malabia

Un empresario en el Hilaria Elisabeth

Valentín casi me lo entregó

Valentín limpia de todo

El policia bisexual me visita

Bajo el puente del parque rodó

Al fin localicé al policía de la tormenta!

El malabarista del parque Roosevelt

El sobrino de mi cuñada

Trio en la casa en construcción

El policía de la tormenta me reconoció

Una mariposa en un concierto

Con tres imberbes en Kibon

Follada con un nudista en chihuahua

El novio de la hija de la portera

La hija de la portera, su novio y yo

Los fracasos de Marcelo

Cumpleaños feliz con la ayuda de Salustio

Con mi vecino Salustio

El flaco del 333

Aventura solitaria en el rio Santalucia

Radamés después de la lluvia dorada

Radamés y la lluvia dorada

Hugo desapareció!

El peluquero del pene corto y cabezudo

Jalada con un espectador

Sara volvió de Canadá

El jardinero cambia de punta

Un guardia de seguridad me paga un favor

Moreno, delgado y con una verga normal

Otro hetero que cambió de bando!!!?

Fiesta para tres vergas

Trio con pierre y su chica

Oftalmólogo limpito

El jardinero de punta gorda

El policía del cementerio me llevó a la comisaría

Que pene! (el del chico del cyber)

Un anuncio en el baño de la terminal de omnibus

Me quedé otro rato en el cine porno

Un soldado con un cartel que decia melo

Otra aventura en un cine porno

Quien era el marido de Rosalia!

En la carpa de Yi y Canelones

El padre del vidriero

Día del patrimonio en el cementerio

Me fuí tras el culo de un policía

El mecánico del club

El albañil de Artigas

El policia bisexual y mi portero

Mensaje de agradecimiento

El medico de la mutualista

Oselmo, el taxista que la probó y la adoptó

Nahuel antes se llamaba Bibellco!

Un enfermero apodado coco

El debut de coco el enfermero

Jugador de basket, amigo y algo mas...???

Con nimedes entre los arbustos

Mi primo reynaldo, el camionero y yo

El guarda del 125 cabalga

Virgen a los 58!

Reencuentro con el policia bisexual

El muchacho del minimercado

El cuidacoches de Atlatida

Santiago su mujer y su cuñada

Guillermo un dentista conocido como -La Guillota-

Bibelico me hizo gozar sobre una mesa

Ya no quedan masajistas como los de antes

Un joven de 18 años

Acosado por mi primo

Al taxista Mario lo conoci en un cumpleaños...

Un profesor hetero!

Una chupada en el parque batlle

Recordando al negrito Luis

Audacia o descaro

Fantasia hecha realidad

A Serafin se lo rompieron en un cine porno

Bajita y tetona

Xavier me invitó...

Un lector que firmaba Geejay

Don Roque, el suegro de mi primo Reynaldo

Inesperado amante en un crucero

Marcos el muchacho del gimnasio

Juan Manuel, el hijo de un amigo de mi cuñado

Nestor me sedujo con su croissant

Rubio, velludo y transpirado

Casi fui testigo de una violación

El cuidacoches y el marinero

Pajas con Ulises

Osvaldo el lamepies

Eniwe, director teatral

Experiencias en los bares

Ireneo, quería muchisima mas -nafta-

El portero de Roberto

Los instaladores de telefonos

Vendiendo enciclopedias

El chico del bar

El truco del slip

Walmir, el guia curitibano

Tormenta rumbo a Santa Teresa

El amor de -los ratones-

En el baño con Dario

Casa con piscina

Mi primera y última vez en un sauna

Ireneo queria mucha -nafta-

Ireneo queria mi -nafta-

El -casi- suegro de Epifanio

Placenteras asaltantes escandinavas!

Federico, el hermano de Andrés

Panchos con mostaza

El fisicoculturista de la tanga turquesa satinada

Yazifar, el sastre

Anonimo

Homenaje a Daniel (muerto a los 35)

El paraguayito de Piriapolis

Accidente por felación

El panzón que no se le paró

El sargento de la plaza Fabini

Un día de suerte al fin y al cabo (2)

Un día de suerte al fin y al cabo (1)

El profesor Leyva

Tito, de Sarandi del Yi

Fernando, artista plastico

El guarda del 125

Las confesiones de Alex Trinidad

En el pulpito

El cuidacoches del buceo

Lionel, alumno de inglés

Provisorio

El marinero del referendum

El tatuador

El profesor-profesora

Gustavo, la profesora de ingles, yo... y los otros

Otro sereno y van...

Mi segundo viaje a salta

Chebo y su descubrimiento

Carlos Felipe

La casa de la gloria

Un albañil llamado Moncho

La lapicera de olga

Aventura con el hijo de un embajador

El lecherito de Gaby

El día que Miguel trajo al -querubin-

Doña Toribia, la curandera

El macho de la casa de citas

El gendarme chileno

Qué padre de familia?!

Mi hermano leo en Australia

En la vuelta ciclista del Uruguay

Pierre, la gorda y yo

Las cartas de Flydesdfale

Mi hermano Leo

El encuentro con Diaz

El enfermero y los dos hermanitos

Fin de semana con mi primer travesti

Mi primo Reynaldo

Mi -amigo- Pierre (01)

El farmaceutico desconcertante

Carta de Fito

El gerente y la miel

Los vidrieros de la Claraboya

El compañero de trabajo

El Gerente me retribuye

El director del liceo

El perro de Fito

El slip de Hugo

El mirón

Siempre hubieron bisexuales

Mi primer viaje a Bahía

Mi primer policia

Como conocí al gerente

La viuda Margarita

El pelado de la playa

El chico de la moto

Los soldaditos y yo

Una excursión a sexo total!

El indio Jose

El policia bisexual

En las grutas de punta ballena

El empleado de la telefónica

El cobrador de gastos comunes

Mi primer viaje a salta

El gerente y el Rafa

El Rafa

El tipo del omnibus

Bogyus

Mi primera vez

El matrimonio de Flores