miprimita.com

Sorprendi a Glazo con un travesti

en Trios

SORPRENDÍ A GLAZO EN LOS BOSQUES DE PALERMO CON UN TRAVESTI

Muchos de mis lectores con los cuales mantengo una asidua correspondencia saben que regularmente viajo a Buenos Aires porque allí vive mi hermana con su familia.

Hace unos cuatro años fui como siempre para pasar unos días con ellos y en ese viaje me llevé la gran sorpresa!

Mi sobrina estaba de novia con un joven de unos 26 años llamado Glazo, nieto de croatas, hecho que no es la sorpresa porque ya me había comentado por teléfono que había conocido a un chico pero lo que jamás me había imaginado era el buen gusto que tenía mi sobrina para elegir pareja.

Al conocer a Glazo me impactó su aspecto tan enorme, tipo oso o como se dice por estos lares "parecía un ropero", en el momento que mi sobrina me lo presentó quedé sin habla al ver a semejante ejemplar rubio, como de 1.90 el cual me extendía muy afablemente su enorme mano cubierta de una pelusilla dorada que casi me hace perder el sentido.

El chico era encantador, muy locuaz, muy masculino y por suerte para mi sobrina el romance se concretó en boda, a la cual asistí en el invierno del 2006.

Esta Navidad como tantas otras la iba a pasar en Punta Ballena en la casa de mi hermano Leo, pero como mi sobrina tuvo un bebé viajé a la capital porteña para conocerlo y por que no para deleitarme con Glazo el cual a pesar de sus 30 años sigue conservando su aspecto de mastodonte igual al día en que lo conocí.

Deleitarme con verlo porque él no podía imaginar los pensamientos incestuosos que recorrían mi mente cada vez que viajaba para allá y al verlo me excitaba tanto que terminaba pajeándome imaginando que era él el que tenía mi verga entre sus manos o que yo saboreaba su pija con mi lengua.

Nunca lo había visto con poca ropa por eso mi mente vagaba imaginando que semejante tipo tendría que tener una verga fabulosa la cual haría gozar y sufrir a mí sobrina que es de complexión normal.

Cenamos en Nochebuena todos muy felices de encontrarnos nuevamente en familia y con un nuevo integrante, al llegar la medianoche nos abrazamos como siempre, al estar un poco bebidos nadie se dio cuenta de que al abrazar a Glazo le palmeé la espalda felicitándolo por el bebé, luego nos dimos un ósculo con el cual nuestros labios casi se tocaron porque ese beso que nos dimos en las mejillas estuvo a escasos centímetros de nuestras bocas pero ninguno de los dos se dio por aludido aunque yo sentí que mi verga se movía dentro de mis pantalones.

El día de Navidad no nos vimos porque ellos viajaron a La Plata de donde es oriundo Glazo y pasaron todo el día con los padres de él.

Ese beso familiar me dejó todo el resto de la noche excitado y como se pueden imaginar terminé con una abundante lechada en mis manos la cual fue lamida por mi lengua imaginando que era la culminación de la excitación de Glazo.

Por suerte iban a ser pocos los días de esa tortura teniendo al objeto de mi deseo tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.

Dije que esa tortura no iba a durar muchos días porque la fiesta Fin de Año la pasaría en Uruguay con mi hermano y su familia, por eso trataría de verlo lo menos posible para que no se diese cuanto de cuanto lo deseaba.

Pero como dice el dicho italiano "Lo que ha de ser será", aunque no me lo imaginaba en mi cama o por lo menos viéndolo desnudo, todo eso sucedió de la forma que menos lo hubiese imaginado.

El 26 de Diciembre después de almorzar me fui a caminar por los bosques de Palermo y allí estacionado vi un auto, el cual reconocí de inmediato como el de Glazo porque era de un color dorado con unas estrambóticas rayas verdes idéntico al suyo por eso no dudé ni un instante en que podía tratarse del coche de otra persona.

Me intrigó sobremanera que ese coche estuviese allí en horas de oficina por eso me acerqué para ver si había alguien dentro y cual fue mi sorpresa!!

Efectivamente mi sobrino político estaba dentro metiéndole la mano a una mujer por su escasa pollera, mientras ella muy audazmente tenía su mano dentro de la bragueta de Glazo.

Seguramente hice algún ruido porque él miró hacia afuera y al verme muy despavorido gritó:

-Tío!! ¿Qué hacés acá?

-Pasaba por acá reconocí tu auto y me acerqué para ver si era el tuyo...

Inmediatamente se bajó y comenzó darme explicaciones que no le había pedido.

-Por favor no le digas a Sunny, sabés que como está con la cuarentena... ando caliente y acá me encontré a este travestí que me la iba a chupar por unos pocos mangos...

Pensé: "así que la mujer que estaba con Glazo no era mujer y para hacérsela chupar tenía que meter su mano entre sus piernas tratando de agarrarle la verga al travestí?!"

En esos pocos segundos imaginé muchas cosas, algunas como que Glazo me estaba mintiendo que le gustaban las vergas y lo ocultaba, por qué no se buscó a una mujer para sacarse la calentura provocada por la cuarentena de su mujer.

Aunque su mujer era mi sobrina esa acción en la cual lo había sorprendido no era un hecho de mi incumbencia para que yo le pidiese explicaciones por eso le dije:

-Un travestí?

-No pensarás que me gustan los tipos... La levanté porque me cobraba poco por una mamada...

Como nuestra conversación demoraba mucho la tipa se asomó por la ventanilla y le gritó

-Apúrate que me esperan otros...

-Esperá que le digo que se vaya y te llevo para casa.

-No voy para casa, salí a pasear... Sabés nunca estuve con un travestí, vos estás caliente y yo te interrumpí... decile que vamos a un telo y nos la chupa a los dos...

-Pero tío!!! Como vamos a hacer eso delante tuyo...

-Que tiene nunca hiciste un trío?

Como titubeaba mucho lo amenacé con decirle a todos que él era un gay encubierto.

Ante esa situación no tuvo otra alternativa que aceptar mi propuesta, quedando muy contrariado mientras yo me quedaba muy feliz de que por lo menos iba a ver al macho de mis desvelos en acción.

Fue hasta el coche donde conversó un rato con su ocupante hasta que al cabo de unos minutos de discusión volvió hasta donde yo estaba para decirme que el travestí quería $500 argentinos porque éramos dos y ya había perdido mucho tiempo.

-A mí me cobraba solo 50 por una chupada al paso, pero para ir hasta el hotel quiere esa cantidad, yo solamente tengo $200... porque ya le di los $50.

No iba a perder mi oportunidad por unos pesos más o menos por eso le dije que le ofreciese $350 y los $50 que ya había cobrado porque además teníamos que pagare el hotel.

La travestí aceptaba $400 porque ella no tenía la culpa de no haber terminado su trabajo en el auto, su tiempo lo había perdido.

-Decile que sí, total el hotel lo pagás con tarjeta y listo.

-NOOO!!! Qué querés que mi mujer vea la cuenta de un telo en el estado de cuenta!!

Tenía razón por eso acepté pagar yo el telo con la tarjeta y como la travestí ya se había bajado del auto para irse le dijimos que yo pagaría el hotel porque Glazo no tenía más dinero.

Tuvimos que ir hasta la Panamericana, dobló en el camino de unos de esos telos que hay sobre la ruta, pidió una habitación y luego guardó el coche en el garaje.

Glazo estaba apesadumbrado quería irse sin concretar nada de lo planeado pero temía que yo dijese que él era puto y se armase la de San Quintín por eso al entrar a la habitación muy contrariado se fue desnudando hasta que quedó solamente con el bóxer.

La travestí dijo que yo hiciese lo mismo mientras ella nos hacia un "bailecito para ir caldeando el ambiente.

En el coche no había percibido que era un minón con todos los atributos en su lugar, grandes tetas y cola muy parada todo eso lo fue exhibiendo lascivamente mientras Glazo y yo estábamos recostados en la cama solamente cubiertos por nuestras prendas intimas.

Aunque deseba enormemente ver el falo de Glazo no dije nada que pudiese violentarlo, me aguanté porque sabía que en cualquier momento tenía que extraer su "mercadería " para que la travestí se la mamase.

A pesar de su rabia parecía disfrutar de ese bailecito y cuando la travestí comenzó a pellizcarse los pezones él no pudo contener su mano y comenzó a deslizarla suavemente sobre su verga la cual comenzó a despertarse marcándole una gran montaña dentro de su bóxer.

Mi pija también despertó porque de reojo lo miraba a él excitándome con su cuerpo níveo cubierto de una pelusilla dorada la cual le hacía muy atractivo, pero no creo que él se haya percatado de eso porque muy absorto miraba los contoneos de Sabina que así dijo llamarse la bailarina.

No pude ver el "armamento" de la bailarina porque estaba cubierto con una diminuta tanga la cual solamente le dejaba al aire las redondas nalgas y cuando se agachaba exhibía su hoyito muy lampiño y aterciopelado.

Cuando nos mostró su hoyito, de reojo miré a Glazo y vi como su mano ya estaba dentro de su bóxer moviéndose agitadamente allí dentro al mismo tiempo que con su lengua relamía sus labios por el placer que le estaría dando pensar que en cualquier momento iba a penetrar ese agujerito.

Además de excitado yo estaba muy contenido porque con todas las gana que le tenía a Glazo, al ver como se estaba excitando le hubiese arrancado el bóxer para inmediatamente después tragarme su verga hasta la raíz sin importarme nada más porque podía ahogarme por lo grande que aparentaba ser debajo de la tela de algodón que la cubría.

Terminado su baile ella se arrastró por la cama como una gata y al llegar al bulto de Glazo tiró del bóxer de una manera muy brusca dejándome ver como saltaba esa vara enhiesta golpeando contra el ombligo de mi sobrino político.

Me ahogué con mi propia saliva al ver cuan grande era y para calmar mi ahogo me puse a toser ante la mirada de placer que emitían los ojos de Glazo al sentir esa lengua traviesa que envolvía su glande.

Esa primera impresión me hizo calcular que el trozo de enhiesta carne que se estaba tragando la travestí no medía menos de 23 cm con un grosor considerable ya que ésta tenía que abrir la boca de una manera extraordinaria.

Mi mano apretaba mi verga la cual aun permanecía oculta de las miradas, no sé de cuales miradas porque Glazo ni de reojo se ocupaba de mí porque con sus párpados entrecerrados se dejaba chupar dando leves gemidos cada vez que Sabina se tragaba algún milímetro más de su esplendorosa verga.

Sabina comenzó a pajearlo con una mano mientras con su lengua envolvía el glande tratando de abrirle la uretra para introducir su órgano sin hueso por allí, lo hizo hasta que los gemidos de Glazo se acentuaron tanto que fueron acompañados por convulsiones de su tórax y su saliva cada vez mojaba más sus labios deslizándose por su barbilla.

Mi excitación también fue en aumento por lo que no pude contener más mi deseo reprimido y me abalancé sobre esa boca húmeda justo en el momento que él entre gemidos decía:

-Seguí puta! Estoy por acabaaaaaaaaaaaaaaaar.....

Le chupé la lengua percibiendo dentro de mi boca todo el temblequeo que le estaba produciendo la eyaculacción dentro de la boca de Sabina y sin que se diese cuenta por lo extasiado que estaba en su propio placer correspondió a mi beso apretándome la cara contra la suya para que mi lengua succionase toda la saliva que a torrentes fluía de sus glándulas salivales al unísono con la tremenda acabada que le empapó la cara a la travestí.

Cuando me soltó pude ver el viscoso liquido que fluía de la boca de la travestí mojándole la cara para finalizar su descendente caída sobre la cama.

-¡¡¡ La puta!!! ¡Como me hicieron gozar! Hacía más de un mes que no cogía con nadie...

A lo que la travestí más calmada preguntó

-¿Realmente es tu tío? O es una joda...

Antes de que Glazo le contestase la besé con la intención de que el semen de ese nieto de croatas pasase a mi boca para poder disfrutar yo también del sabor que ella estaba percibiendo a través de sus papilas gustativas.

Mientras me pasaba el semen a mi boca tomó mi verga y comenzó a pajearme violentamente, pero como tenía todo el pecho mojado por la abundante lechada de Glazo se lo lamí íntegramente tragándome todos los vestigios del néctar de mi sobrino político.

Ni me puse a mirar los ojos que seguramente estarían desorbitados sin poder creer lo que estaba sucediendo.

Supongo que los ruidos de mi lengua lamiendo los pechos de la travestí fueron los que despertaron a Glazo de su estado de estupefacción porque cuando el pecho de Sabina quedó libre de todos de los restos de su descarga y mientras ella seguía pajeándome con sus tetas Glazo me dijo:

-¿Te gusta tanto mi leche?

Entre relamidas le hice un gutural sonido parecido a un:

-Uhhhhhhhhhhhhmmmmmmmmmmmmmm!!!

Por mi afirmativo sonido le di a entender a mi sobrino político que estaba en la gloria, por eso antes de que pudiese imaginar que pensamientos pasaban por su mente vi que tenía su pija dentro de su puño ofreciéndomela a la vez que me decía:

-Si te gusta tanto, vení a la fuente y bebé todo el resto que quedó...

Nunca me hubiese imaginado que esa verga tan enorme iba a estar un día a mi disposición para prodigarme todo el placer que necesita para culminar el año 2008.

Parecía que Glazo no hubiese acabado hacia unos minutos toda esa cantidad de leche hirviente porque su verga morcillona comenzó a crecer nuevamente al contacto con mi lengua y con cada lamida se endurecía cada vez más, mientras mi pija estaba por reventar porque la travestí además de estrujarla entre sus tetas me había metido un dedo en el culo haciéndome delirar de placer.

Exploté dentro de sus tetas mojándole todo el cuello a la vez que Glazo le decía:

-Metéle el dedo más adentro! Parece que al tío le gusta!

Cuando todo hubo finalizado y la travestí se puso de pie pude verle el bulto bajo su minúscula tanga, pero como se fue al baño para limpiarse las dos lechadas miré a Glazo a la cara y sacando su verga de mi boca le dije:

-Cómo gozamos con este travestí!!!!!

-Me parece que nos podíamos haber ahorrado los $500 porque vos gozaste más con mi verga que con lo que te hizo ella. Seguí chupando que lo hacés muy bien....

Sabina demoró un poco y al volver nos dijo:

-Generalmente no acabo con los clientes pero ustedes dos me calentaron lo suficiente como para que mi pija se haya puesto muy dura, como no me cogieron quiero que lo hagan... pero que lo haga el tío porque el sobrino la tiene muy grande y me va a doler.

Se puso a lo perrito sobre la cama, luego me dio una crema y un condón y ante la atenta mirada de Glazo se la clavé sin ninguna dificultad aunque ella dio algunos grititos de dolor fingido, supongo que lo hico para excitarnos más.

Mientras mi verga iba y venía dentro del canal de Sabina tomé la mano de Glazo y la llevé a la pija de ella para que la pajease cosa que hizo muy tímidamente como avergonzándose de tener entre sus manos una verga que no fuese la suya.

Podía sentir bajo mis dedos la mano de Glazo jugueteando con la verga de ella, pero ese deleite fue interrumpido por la música de su celular, por eso tuvo que interrumpir la paja que le estaba haciendo a Sabina, luego se levantó y fue hasta donde estaba el teléfono.

Justo en esos momentos a mi sobrina se le ocurrió llamar para pedirle a su marido que le comprase unas cosas cuando volviese para su casa, Glazo le dio que me había encontrado en la Av. Del Libertador y ella le contestó que fuésemos los dos para allá.

Mientras hablaba con ella Glazo no dejó de acariciarse la verga la cual estaba nuevamente en una hermosísima posición de ataque, luego de dejar el celular entre sus vestimentas se dirigió hacia la cama para terminar lo que habíamos interrumpido, pero al verme sobre Sabina con mi verga aun enterrada en el culo de ella y con mis nalgas separadas comentó:

-Que lindo hoyito tenés!! Me dejás visitarlo.

Excitado como estaba le respondí que sí, aunque pensé en las consecuencias del daño que podía hacerme semejante herramienta por no tener el ano preparado, pero mi deseo pudo más que el temor a las consecuencias.

Glazo tomó la crema de Sabina, metió dos dedos allí dentro, después me los metió con toda su rudeza haciéndome gemir por el gozo que me hizo sentir al dilatar mi ano con esa fría crema y luego de untarse su balano con ella me lo aplicó en la puerta hasta que con algo de presión lo fue deslizando hacia dentro venciendo algo de la resistencia que puso mi esfínter al sentirse invadido por un elemento extraño.

El desliz de su verga en mi recto fue delicioso pero al golpear fuertemente mi próstata me causó un poco de dolor y como consecuencia se me bajó la pija la cual casi se salió de dentro de Sabina pero por suerte ella ya había acabado entre sus manos abandonándose a su éxtasis muy cómodamente debajo de nuestros cuerpos.

Después de un tiempo en los cuales las molestias cesaron porque mis tejidos se fueron adaptando al tamaño de la pija de Glazo comencé a gozar con sus empellones, por eso mi verga se levantó nuevamente y como no se había salido del cuerpo de Sabina la cual aún permanecía debajo de nosotros expectante pero sin más deseos de ser penetrada.

Ante sus protestas tuve que moverme para que pudiese salir, de esa forma quedé de costado dándole lugar a Glazo el cual comenzó con su vaivén cada vez más frenético hasta que con sus manos extrajo toda la leche que aun quedaba guardada en lo más recóndito de mis vesículas seminales no comenzó su eyaculacción haciéndome gritar por el goce infinito que me produjo cuando se estrellaba pegándome en la próstata desde adentro de mis entrañas.

Culminadas nuestras eyaculaciones Glazo me beso de una manera increíble haciéndome sentir en mi lengua todo el delicioso sabor de su saliva y cuado la excitación hubo pasado notamos la ausencia de Sabina la cual se había ido a duchar.

Nos fuimos a bañar inmediatamente porque se había hecho tarde y en el baño la encontramos vistiéndose para que la llevásemos hasta el lugar donde Glazo la había encontrado.

Allí en la ducha no perdí la oportunidad de tener la pija de Glazo nuevamente entre mis manos porque la enjaboné muy cuidadosamente para que no le quedasen rastros de los olores espermáticos, luego la chupé un poquito aprovechando que estaba mustia y no tenía el tamaño descomunal que me había hecho sentir a través de mis terminales intestinales.

Tuve que detenerme ante las protestas de Sabina que quería irse porque ya había terminado su trabajo y no quería empezar todo de nuevo.

Después que pagué con la tarjeta, fuimos hasta Palermo donde dejamos a la travestí para finalizar comprando lo que mi sobrina le había pedido.

En el viaje hasta su casa Glazo me dijo que nunca había estado con otro hombre, que solamente con travestís pero luego que le veían la pija bien dura casi ninguna se dejaba coger por temor a ser lastimadas.

Antes de bajar del coche le di las gracias por haberme hecho gozar tanto, luego entramos a la cochera donde guardó su auto y allí en la semipenumbra aproveché para darle un beso de despedida palmeándole la cola y apretando su verga contra al mía.

Cenamos los tres mientras el bebé dormía plácidamente en su cuna, mientras comíamos comencé a tener dolores muy intensos en la zona dilatada por eso fui al baño a descargar el semen que ya se había licuado y vi entre los desperdicios algunas gotas de sangre.

No dije nada y cuando me fui los abracé a los dos, aprovechando el abrazo le toqué las nalgas a Glazo sin que mi sobrina lo notase.

Cuando llegué a la casa de mi hermana inmediatamente me puse una crema desinflamatoria porque cada vez que los dilatados tejidos iban volviendo a su tamaño normal me venían muchas molestias dentro de mi recto pero el placer recibido bien valía la pena soportar lo que estaba sucediendo en mis paredes intestinales.

OMAR

Como siempre espero comentarios en: omarkiwi@yahoo.com

Mas de omarkiwi

El brujo de los puros

Jugando con la botella

En un hotel cercano a Shangrilá

Se concretó en Villa Mercedes

Olegario lo conocía

Glazo me llevó a la plata

Víspera de nochebuena

En el festival de rock de Durazno

En el cumpleaños de Olegario

Hugo C. & Julián O.

Primero de mayo en concordia

El oficinista de concordia

El viejo de las tetas grandes

Me los presentó Marcelo

Polvo rápido con el policía bisexual

Juan de Colonia del sacramento (día 3)

Juan de Colonia del sacramento (día 2)

Juan de Colonia del sacramento (día 1)

Me lo contó Marcelo

El ex-imberbe me reconoció

Pierre, Cristina y yo

Pajeando a mi primo Alarico

El tío Marabú

Xeripé, sargento del pelourinho

Benicio, el mozo de Recife

Rodrigo me hizo perder el arraial d´ajuda

Mario Cezar, recepcionista de Río de Janeiro

Mala noche pasó Carlos Francisco

Un lujanero llamado TIMOTEO

El tipo que vive a la vuelta del cine porno

Trío con jerónimo en un cine porno

El debut de Eduardo

Valentin me invitó a su casa

Al borde del arroyo con el bodeguero

Lo conocí por internet

El policía de Luján

Un empresario en la calle malabia

Un empresario en el Hilaria Elisabeth

Valentín casi me lo entregó

Valentín limpia de todo

El policia bisexual me visita

Bajo el puente del parque rodó

Al fin localicé al policía de la tormenta!

El sobrino de mi cuñada

El malabarista del parque Roosevelt

Trio en la casa en construcción

El policía de la tormenta me reconoció

Una mariposa en un concierto

Con tres imberbes en Kibon

Follada con un nudista en chihuahua

El novio de la hija de la portera

La hija de la portera, su novio y yo

Los fracasos de Marcelo

Me lo contó Ricardo

Cumpleaños feliz con la ayuda de Salustio

Con mi vecino Salustio

El flaco del 333

Aventura solitaria en el rio Santalucia

Radamés después de la lluvia dorada

Radamés y la lluvia dorada

Hugo desapareció!

El peluquero del pene corto y cabezudo

Jalada con un espectador

Sara volvió de Canadá

El jardinero cambia de punta

Un guardia de seguridad me paga un favor

Moreno, delgado y con una verga normal

Otro hetero que cambió de bando!!!?

Fiesta para tres vergas

Trio con pierre y su chica

Oftalmólogo limpito

El jardinero de punta gorda

El policía del cementerio me llevó a la comisaría

Que pene! (el del chico del cyber)

Un anuncio en el baño de la terminal de omnibus

Me quedé otro rato en el cine porno

Un soldado con un cartel que decia melo

Otra aventura en un cine porno

Quien era el marido de Rosalia!

En la carpa de Yi y Canelones

El padre del vidriero

Día del patrimonio en el cementerio

Me fuí tras el culo de un policía

El mecánico del club

El albañil de Artigas

El policia bisexual y mi portero

Mensaje de agradecimiento

El medico de la mutualista

Oselmo, el taxista que la probó y la adoptó

Nahuel antes se llamaba Bibellco!

Un enfermero apodado coco

El debut de coco el enfermero

Jugador de basket, amigo y algo mas...???

Con nimedes entre los arbustos

Mi primo reynaldo, el camionero y yo

El guarda del 125 cabalga

Virgen a los 58!

Reencuentro con el policia bisexual

El muchacho del minimercado

El cuidacoches de Atlatida

Santiago su mujer y su cuñada

Guillermo un dentista conocido como -La Guillota-

Bibelico me hizo gozar sobre una mesa

Ya no quedan masajistas como los de antes

Un joven de 18 años

Acosado por mi primo

Al taxista Mario lo conoci en un cumpleaños...

Un profesor hetero!

Una chupada en el parque batlle

Recordando al negrito Luis

Audacia o descaro

Fantasia hecha realidad

A Serafin se lo rompieron en un cine porno

Bajita y tetona

Xavier me invitó...

Un lector que firmaba Geejay

Don Roque, el suegro de mi primo Reynaldo

Inesperado amante en un crucero

Marcos el muchacho del gimnasio

Juan Manuel, el hijo de un amigo de mi cuñado

Nestor me sedujo con su croissant

Rubio, velludo y transpirado

Casi fui testigo de una violación

El cuidacoches y el marinero

Pajas con Ulises

Osvaldo el lamepies

Eniwe, director teatral

Experiencias en los bares

Ireneo, quería muchisima mas -nafta-

El portero de Roberto

Los instaladores de telefonos

Vendiendo enciclopedias

El chico del bar

El truco del slip

Walmir, el guia curitibano

Tormenta rumbo a Santa Teresa

El amor de -los ratones-

En el baño con Dario

Casa con piscina

Mi primera y última vez en un sauna

Ireneo queria mucha -nafta-

Ireneo queria mi -nafta-

El -casi- suegro de Epifanio

Placenteras asaltantes escandinavas!

Federico, el hermano de Andrés

Panchos con mostaza

El fisicoculturista de la tanga turquesa satinada

Yazifar, el sastre

Anonimo

Homenaje a Daniel (muerto a los 35)

El paraguayito de Piriapolis

Accidente por felación

El panzón que no se le paró

El sargento de la plaza Fabini

Un día de suerte al fin y al cabo (2)

Un día de suerte al fin y al cabo (1)

El profesor Leyva

Tito, de Sarandi del Yi

Fernando, artista plastico

El guarda del 125

Las confesiones de Alex Trinidad

En el pulpito

El cuidacoches del buceo

Lionel, alumno de inglés

Provisorio

El marinero del referendum

El tatuador

El profesor-profesora

Gustavo, la profesora de ingles, yo... y los otros

Otro sereno y van...

Mi segundo viaje a salta

Chebo y su descubrimiento

Carlos Felipe

La casa de la gloria

Un albañil llamado Moncho

La lapicera de olga

Aventura con el hijo de un embajador

El lecherito de Gaby

El día que Miguel trajo al -querubin-

Doña Toribia, la curandera

El macho de la casa de citas

El gendarme chileno

Qué padre de familia?!

Mi hermano leo en Australia

En la vuelta ciclista del Uruguay

Pierre, la gorda y yo

Las cartas de Flydesdfale

Mi hermano Leo

El encuentro con Diaz

El enfermero y los dos hermanitos

Fin de semana con mi primer travesti

Mi primo Reynaldo

Mi -amigo- Pierre (01)

El farmaceutico desconcertante

Carta de Fito

El gerente y la miel

Los vidrieros de la Claraboya

El compañero de trabajo

El Gerente me retribuye

El director del liceo

El perro de Fito

El slip de Hugo

El mirón

Siempre hubieron bisexuales

Mi primer viaje a Bahía

Mi primer policia

Como conocí al gerente

La viuda Margarita

El pelado de la playa

El chico de la moto

Los soldaditos y yo

Una excursión a sexo total!

El indio Jose

El policia bisexual

En las grutas de punta ballena

El empleado de la telefónica

El cobrador de gastos comunes

Mi primer viaje a salta

El gerente y el Rafa

El Rafa

El tipo del omnibus

Bogyus

Mi primera vez

El matrimonio de Flores